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Por Dirk Hoffmann, 28 de Octubre de 2013
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El chaqueo indiscriminado y la tala de grandes extensiones de bosque no solamente causan grandes destrucciones ambientales en las tierras bajas de Bolivia, sino contribuyen de manera considerable a que el país tenga emisiones de CO2 per cápita tan altas como los países industrializados del Norte.

Para apoyar a las autoridades bolivianas en la disminución del uso del fuego y, sobre todo, para promover alternativas al uso del fuego en las prácticas agrícolas y pecuarias, desde finales del año pasado opera en el país el Programa “Amazonía sin Fuego” (PASF) financiado por los gobiernos de Italia, Brasil, y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y ejecutado por la Unidad de Coordinación de la Madre Tierra (UMATI), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

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 Folleto y brigadas formadas por el Programa PASF para el control de quemas

“El uso del fuego en el ámbito agropecuario, año tras año, destruye grandes superficies de bosque como resultado de prácticas inadecuadas que han generado serios impactos en la biodiversidad, la salud humana, agricultura, calidad del aire y del agua, suelos y recursos del bosque”, el PASF describe el problema. “Además de los pequeños agricultores existe otra clase de chaqueadores, como los ganaderos que queman pastizales en miles de hectáreas para alimentar a cientos de cabezas de ganado y también están aquellos que cultivan extensas tierras de soya, sorgo, girasol y otros productos destinados mayormente al mercado de exportación”.

Cada año se deforestan entre 300.000 a 350.000 hectáreas de bosque en las tierras bajas y Yungas de Bolivia (ver mapa “Superficies Quemada a Nivel Nacional” )

 “En Bolivia los incendios forestales se han incrementado diez veces en los últimos diez años. Las actividades de quema de pastizales y chaqueos se constituyen en un agente de cambio ambiental con impacto tanto local como global, destacando su impacto sobre la utilización del suelo, capacidad de carga, biodiversidad y la alteración de los procesos hidrológicos, biogeoquímicos y atmosféricos”, comenta Hugo Fuentes Nay en el documento “Monitoreo de focos de calor y quemas en el departamento de Pando” publicado por la ONG Herencia el año pasado. “En el ámbito local se ha encontrado que los incendios modifican aspectos del ciclo hidrológico como la escorrentía y la transpiración, promueve la erosión de los suelos y altera los ciclos de la sucesión vegetal”.

La identificación y monitoreo de focos de calor por parte de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosque y Tierra (ABT), se realiza por medio de los satélites del Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE). También el Senamhi de Bolivia hace un seguimiento de los focos de calor de la región amazónica y publica una serie de boletines respectivos. Agosto, septiembre y octubre, los últimos meses antes del comienzo de la época de lluvias, son los meses de mayor incidencia de fuegos.

Los años pico de las quemas coinciden con los dos años de mayor sequía en la Amazonía, 2005 y 2010, lo que nos muestra la relación entre el cambio climático y los fuegos en la Amazonía. Tal como lo sugieren los modelos climáticos, una mayor incidencia de sequías, combinada con más altas velocidades de viento, crea mejores condiciones para la propagación de incendios.

A nivel global las quemas contribuyen mediante las emisiones de grandes cantidades de dióxido de carbono al cambio climático. Según el calculador de emisiones “CAIT” del Instituto Mundial de Recursos (WRI – World Resources Institute)  las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) per capita de Bolivia son de 14,88 t CO2e (de equivalente de dióxido de carbono, la unidad utilizada para combinar el cálculo de las diferentes gases de efecto invernadero). Esta tasa es más alta que la de muchos países industrializados del Norte, como por ejemplo Dinamarca (10,35), República Checa (10,99), Francia (8,17), Alemania (11,33), España (8,53), o el promedio de la Unión Europea (9,96).

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Mapas de focos de calor en Bolivia; fuente: http://www.abt.gob.bo

 

El “Mapa de Deforestación” de FAN

La organización FAN (Fundación Amigos dela Naturaleza) recientemente ha publicado un “Mapa de Deforestación de las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia 2000-2005-2010”, con el objetivo de “contribuir con las reflexiones y discusiones que se han generado en torno a la gestión integral de bosques, un desafío que requiere de información actualizada y sustentada de cuáles son los patrones actuales de deforestación en Bolivia”.

FAN ya trabaja hace varios años con los temas de la prevención de incendios y la quema controlada. En 2012, conjuntamente con el Instituto Boliviano dela Montaña (BMI), había publicado el documento “Prevención, control y uso del fuego en la Chiquitanía”.

Entre los principales hallazgos del “Mapa de Deforestación” se puede mencionar:

  • Según los cálculos del Laboratorio de Información Ambiental de FAN 1,8 millones es el número de hectáreas de bosque que ha perdido Bolivia por deforestación entre los años 2000 y 2010.

  • Los bosques del Departamento de Santa Cruz son los que han sufrido mayores pérdidas.

  • El Parque Nacional Carrasco, el TIPNIS y el Parque Nacional Área Natural de Manejo Integrado Amboró son las áreas protegidas nacionales que han experimentado la mayor deforestación durante estos años.

“En cuanto a las causas que provocan la deforestación se encuentra la agricultura mecanizada, principal responsable de la conversión de bosques en las últimas décadas; sin embargo, la agricultura de subsistencia o de pequena escala y la ganadería han jugado también un rol importantes en la pérdida de bosque ocurrida en los últimos años”, analiza FAN.

El “Programa Amazonía sin Fuego

Según su propia descripción, el PASF “es una iniciativa del Estado Plurinacional de Bolivia, a través de la cual se pretende implementar acciones que permitan en el mediano plazo disminuir la incidencia de incendios forestales en la Amazonía Boliviana y generar actividades de desarrollo sostenible en el bosque amazónico”.

Según los datos que proporciona el Programa, por causa del fenómeno de las quemas descontroladas, Bolivia ha sufrido una pérdida que oscila entre los 6 y los 8 millones de hectáreas de bosque en los últimos 10 años, hecho que atestigua la importancia de trabajar en pos de una reducción de los chaqueos en el país.

El PASF trabaja sobre todo a través de actividades de capacitación, divulgación y negociación en las comunidades rurales, para promover alternativas al uso del fuego en las actividades agrícolas y pecuarias.

La Cooperación Italiana ya cuenta con más de 10 años de experiencia de trabajo contra el “mal uso del fuego” en la Amazonía brasilera, donde el Programa Amazonía sin Fuego se ha ejecutado en el periodo 1999-2010. En Bolivia, después de la realización de una fase piloto en el Departamento de Beni (2011-2012) financiada por CAF, se ha empezado a trabajar oficialmente a partir de noviembre del año pasado y ahora Brasil es no solamente co-financiador de la iniciativa, sino que proporciona técnicos y expertos de IBAMA/Prevfogo del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil - que ya trabajaron en el Programa Amazônia sem Fogo en Brasil - que están viniendo al país para brindar los diferentes módulos de capacitación.

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PASF: implementación de cerca eléctrica para manejo de pastizal en Beni (izq.) y taller sobre quema controlada en Caranavi (La Paz)

Además de las actividades de capacitación en materia de técnicas de manejo adecuado del fuego y formación de brigadas comunitarias para la prevención y control del fuego, el Programa trabaja muy de cerca con los pequeños productores y agricultores, para promover la adopción de alternativas al uso del fuego en la agricultura.

Otra línea de trabajo es la que atañe al componente académico y formativo, puesto que se implementará un Centro de Formación sobre los principales elementos encarados por el Programa (quema controlada, alternativas al fuego, etc.) y, finalmente, se desarrollará un sistema para la lectura y diferenciación entre focos de calor e incendios forestales, herramienta que representará un apoyo importante en términos de definición de las políticas y estrategias en el sector del fuego y dela Defensa Civil.

Aunque la contraparte formal es el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), a través de la Unidad de Coordinación de la Madre Tierra (UMATI), el Programa tiene un fuerte énfasis en el ámbito local. “La iniciativa, con el paso de los años, permite reforzar los componentes locales de prevención y respuesta de incendios forestales y promueve la difusión de prácticas agrícolas alternativas al uso del fuego”.

Un problema es el monto de la multa fijado para quemas ilegales: 20 centavos de dólar por hectárea, aplicado a toda la superficie del predio objeto de la sanción, es demasiado bajo para que tenga algún efecto.

El programa apunta a que sean los municipios los que se apropien del proceso y busquen prácticas alternativas a las quemas. Para esto trabaja con los municipios, para lograr acuerdos de colaboración y fomentar que temas como las alternativas al uso del fuego sean introducidos en los POAs municipales y, finalmente, lograr la firma de protocolos municipales.

Actualmente el Programa trabaja en 370 comunidades de 40 municipios en los departamentos de La Paz, Beni, Pando, Cochabamba y Santa Cruz.

Como estrategia de intervención se plantea la formación de capacitadores, para alcanzar los siguientes resultados:

  • Sensibilización de los actores locales para que asuman compromisos respecto al uso y control de fuego.

  • Desarrollo de capacidades locales en los ámbitos de protección del bosque y de prácticas agropecuarias alternativas.

  • Consolidación de acciones para los usuarios que utilizan alternativas al uso de fuego en la agricultura.

Por el momento, el Programa PASF cuenta con financiamiento para dos años, pero se espera que una vez que muestre resultados concretos, el gobierno boliviano se pueda hacer cargo del mismo y aplicarlo a gran escala. Mucho dependerá seguramente de cómo el Programa encaje con el Mecanismo de Bosque que actualmente está siendo desarrollado y de las decisiones que serán tomadas por la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, entidad en fase de constitución en el ámbito de la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien.

 

 

Archivos adjuntos:
PASF-Articulo Agosto 2013.pdf
triptico final 21.08.2013.pdf
Mapa 281013.pdf
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