En la Conferencia Climática de Lima hace pocos días el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó el “Informe sobre la brecha de adaptación” (Adaptation Gap Report).
Se trata del primer reporte de este tipo preparado por el PNUMA, que intenta hacer “una evaluación preliminar de las brechas en la adaptación mundial en los ámbitos económico, tecnológico y de conocimiento” en relación a los riesgos e impactos del cambio climático.
[leer más]2014
El “Foro Global sobre Paisajes” (Global Landscapes Forum) se ha organizado el fin de semana entre las dos semanas de la Conferencia Climática de Lima, ya por segunda vez en este formato integrador de los ámbitos “bosques” y “agricultura”, que se había iniciado durante la Conferencia Climática de Varsovia el año pasado.
Bajo el título de “Paisajes sostenibles para una nueva agenda climática y de desarrollo – Una visión más allá del 2015” cientos de personas de todo el mundo se han reunido por dos días para debatir sobre el concepto de los paisajes sostenibles o “climáticamente inteligentes” e intercambiar experiencias concretas de su implementación en los diferentes continentes del Sur.
[leer más]El informe del Banco Mundial (BM) “4°. Bajemos la temperatura. Cómo hacer frente a la nueva realidad climática”, elaborado por el Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK) y Climate Analytics ha sido lanzado poco antes de comenzar la Conferencia Climática en Lima.
El Informe ya es el tercero que está publicando el Banco Mundial con el mensaje fuerte de los peligros de un mundo 4 °C más caliente, el aumento de temperatura que la humanidad está en camino a provocar hacia fines del siglo, si no se comienza ya durante los próximos años a bajar las emisiones globales de dióxido de carbono de forma masiva. Lo interesante para nuestra región: El Informe contiene un capítulo específico sobre América Latina y el Caribe.
[leer más]
“Herramientas y Métodos para la Planeación y Toma de Decisiones en Agricultura y Cambio Climático” es el título de un taller organizado por el programa de investigación “Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria” (CCAFS), paralelo a la COP 20 en Lima.
En este taller latinoamericano de dos días se presentaron múltiples herramientas y ejemplos de caso de su aplicación en relación a la adaptación y mitigación del cambio climático por parte de productores y responsables de políticas públicas agrarias en los diferentes niveles.
[leer más]Poco antes de comenzar la Conferencia Climática, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha presentado la nueva versión de su “Informe sobre la disparidad en las emisiones” (The Emissions Gap Report) de 2014.
Mediante la medición de esta “disparidad” entre los compromisos voluntarios y las necesidades de reducción de emisiones, el informe de PNUMA establece la meta mínima a alcanzar por cualquier acuerdo climático. El Informe 2014 muestra de forma contundente que las promesas de reducción de los países hasta ahora no están encaminadas a cumplir la meta de mantener el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C.
“A fin de evitar que el aumento de la temperatura del planeta supere el límite de los 2 °C y detener así los peores efectos del cambio climático, la neutralización de las emisiones de carbono se debe alcanzar entre mediados y finales de siglo”, este el mensaje principal presentado por el nuevo “Informe sobre la disparidad en las emisiones” 2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Estamos frente a un doble escándalo. Por una parte, es increíble como la humanidad sigue aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero año tras año, sabiendo que con cada año que pasa las posibilidades de evitar impactos catastróficos del calentamiento global se ven disminuidas. Pero también me parece escandaloso en esta situación dónde hay una clara urgencia de actuar ahora –en esta y en la siguiente Conferencia Climática- que el “mensaje principal” considere una perspectiva hasta fines del siglo XXI”, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo todavía: Para no sobrepasar este límite establecido durante la Conferencia Climática de Cancún en 2010, “las emisiones totales de gases de efecto invernadero deben reducirse a cero neto de aquí a 2100”.
¿Es esta la forma de comunicar a los delegados de la COP 20 que el futuro de generaciones depende de sus decisiones? Tal como se presenta, este “Informe sobre la disparidad en las emisiones” no trasmite ningún sentido de urgencia, sino más bien trata de presentar sus datos alarmantes en notas de pie de página o envueltas en papel de regalo. Pero vamos por partes.
El “Informe sobre disparidad” tiene su origen en la Conferencia Climática de Cancún en 2010, donde los líderes del mundo acordaron limitar el calentamiento global a 2 °C en este siglo. La decisión incluye -entre otros, por iniciativa de Bolivia- el compromiso de revisar en algún momento futuro, si no se debería bajar este límite a solo 1,5 °C de aumento de temperatura. Desde la ciencia, ya está claro que un límite de 2 grados no evita “interferencias peligrosas con el sistema climático”, como quedó definido en el objetivo último de la Convención Climática. Sin embargo, a continuación el Informe solo calcula la “disparidad” o “brecha” de emisiones en relación a los 2 °C.
El Informe hace principalmente dos cosas. En un primer momento, establece el presupuesto de emisiones disponibles de la humanidad para tener una “alta probabilidad” o “probabilidad elevada” de quedar por debajo de los 2 °C. Aquí nos quiere engañar el idioma. En una lectura liviana, una “probabilidad elevada” podría sonar muy bien. Si analizamos lo que se esconde atrás de las palabras (tranquilizadoras), encontramos que los autores nos refieren a una probabilidad mayor a 66%. Ahora, nos ponemos frente a la pregunta si estaríamos dispuestos a subir a un avión o a un bus de larga distancia, si la probabilidad de llegar con vida sería “alta” o “elevada”, es decir mayor a un 66%. Creo que nadie haría este viaje. Entonces, ¿por qué en el caso del clima global este mismo porcentaje nos parece satisfactorio y nos tranquiliza?
En un segundo momento, el “Informe sobre la disparidad de emisiones” analiza la brecha entre las promesas de reducción de emisiones y la necesidad de reducciones para no pasar el límite de 2 °C. El resultado: “Los científicos calculan que la disparidad en 2020 se situará en un máximo de 10 Gt CO2e (gigatoneladas de equivalente de dióxido de carbono) y en 2030, en 17 Gt CO2e.” Pero, ¿quién nos garantiza que los países realmente van a cumplir con sus anuncios? El Informe ha calculado también este escenario de “business as usual”: “En comparación con las emisiones previstas para 2030 si se mantienen las condiciones actuales (68 Gt CO2e), la disparidad es aún mayor, de 26 Gt CO2e.” En otras palabras, en vez de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de una forma drástica y acelerada, estamos yendo en la dirección opuesta.
Pero en vez de sonar las sirenas de alarma, el Informe nos asegura que no estamos tan mal todavía: “Pese al hecho de que la disparidad no se está reduciendo, el informe estima que puede disminuir si las medidas disponibles para reducir las emisiones a escala mundial se incorporan plenamente: el potencial de reducción de emisiones en 2030 (si se mantienen las condiciones actuales) se calcula en torno a las 29 Gt CO2e.” Teóricamente sí. Al igual que en un partido de fútbol que estamos perdiendo 0:4 cinco minutos antes de que termine, todavía podemos igualar o incluso ganar con 5:4. Teóricamente sí. ¿Pero sería una apuesta sensata confiar en eso?
La brecha en las emisiones 2030: Arriba: niveles de emisiones sin nuevas medidas de mitigación; al medio: considerando las promesas actuales de reducción; abajo: nivel de emisiones permitidas para no pasar los 2 °C de aumento de temperatura
La “eficiencia energética” y las “emisiones negativas netas” como falsas soluciones
Según la nota de prensa, el “Informe sobre la disparidad en las emisiones” también “muestra las vías para poder mantenerse por debajo del límite de los 2 °C”, principalmente a través de la eficiencia energética. “La eficiencia energética no solo reduce o suprime la emisión de gases de efecto invernadero, sino que además puede aumentar la productividad y sostenibilidad gracias al ahorro de energía, y contribuir al desarrollo al incrementar el empleo y la seguridad en el sector energético, informan los autores, para luego calcular las emisiones que se podría evitar mediante de medidas de eficiencia energética. Teóricamente sí. Pero la experiencia de los últimos 100 años nos han enseñado que los ahorros en eficiencia (por unidad, por kilómetro) casi siempre son más que compensados por un aumento de los números de unidades producidas o los kilómetros recorridos. En el sector energético, de forma específica, un aumento de eficiencia puede significar prolongar la vida (es decir la rentabilidad económica) de tecnologías fósiles. La eficiencia energética solo es una medida de mitigación si al mismo tiempo va acompañada de medidas de cambios estructurales en la matriz y el uso de la energía – algo que apenas se menciona en el Informe.
En otras de sus páginas, el “Informe sobre la disparidad en las emisiones” contiene información muy valiosa, pero no deja al lector juntar los hilos sueltos para cabalmente entender la situación en la cual nos encontramos: “Desde 1990, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en más de un 45%. Para mantenerse por debajo del umbral de los 2 °C, el nivel de emisiones globales de gases de efecto invernadero debe descender en al menos un 15% antes de 2030 (con respecto al de 2010) y situarse, como mínimo, en un 50% menos antes de 2050 para, en última instancia, reducirse a cero neto entre 2080 y 2100”. Para el dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, esto significa “si se quiere evitar exceder el presupuesto, hay que alcanzar la neutralización de las emisiones mundiales de carbono entre 2055 y 2070.”
Esto significa, que las emisiones de CO2 todavía realizadas de aquí a 40 o 50 años deben ser compensadas por “emisiones negativas netas”. – Otra vez estamos frente a un concepto que a la liviana se lee muy bien, “emisiones negativas netas”. Pero, más allá de la prosa, ¿qué significa esto en términos muy concretos? Significa que el cálculo que se nos presenta ya incluye en su balance un elemento altamente hipotético, la remoción masiva de CO2 (y otros gases de efecto invernadero) de la atmósfera a escala global de aquí a 4 décadas, por un tiempo prolongado de varias décadas. ¿Con qué tecnología y financiamiento se sacaría el dióxido de carbono de la atmósfera? Y, pero todavía, ¿con qué tecnología se sacaría el dióxido de carbono adicional de los océanos para evitar su acidificación continua?
Puesto de otra forma, “emisiones negativas netas” en este contexto se podría traducir de la siguiente manera: esperar que entre 2055 y 2070 aparezca un mago que haga desaparecer las emisiones con su varita mágica.
En vez de ser un grito de alerta para despertarnos de la inacción, el “Informe sobre la disparidad en las emisiones” del PNUMA hace todo esfuerzo posible para ponernos a dormir. ¿Qué utilidad tienen mensajes de esperanza si no hay esperanza? ¿No sería mejor intentar enfrentar la realidad, aunque sea una realidad bastante cruel, y tratar de enfrentarla de la mejor manera en vez de aplicar medidas de auto-anestesia?
El “Informe sobre la disparidad en las emisiones” será presentado en la Conferencia Climática COP 20 de Lima en un evento paralelo el día 5 de diciembre a las 18:00 horas.
Esta entrada al Klimablog cuenta con el financiamiento del Fondo Climático de la República Federal de Alemania, operado a través de su Embajada en Bolivia.
La próxima Conferencia Climática COP 20 de las Naciones Unidas se llevará a cabo entre 1 al 12 de diciembre de 2014 en la ciudad de Lima en el Perú.
Durante todo este tiempo, el Klimablog informará diariamente sobre las expectativas en la COP 20, las negociaciones, eventos paralelos importantes, las actividades de la sociedad civil, los posicionamientos del movimiento climático en la “Cumbre de los Pueblos” y los resultados obtenidos.
[leer más]2014
Acaba de salir el nuevo libro “Your Water Footprint” (“Tu Huella Hídrica”) del periodista ambiental canadiense Stephen Leahy, tematizando el uso “invisible” de cantidades sorprendentes de agua en la producción de bienes de uso cotidiano.
Para mostrar el agua “escondida” en los diferentes procesos de producción y en los mismos productos, Leahy ha producido un libro de alto valor didáctico, ampliamente ilustrado con imágenes y gráficos. Ojalá que pueda ser traducido pronto para un mayor público latinoamericano.
“Tu Huella Hídrica: Los datos choqueantes sobre la cantidad de agua que usamos para elaborar productos cotidianos”, tapa del libro de Stephen Leahy.
El Instituto Boliviano de la Montaña - BMI ha organizado la exhibición comparativa de fotos históricas y actuales “Glaciares Bolivia: 12 testigos del cambio climático” para mostrar el estado de situación de los glaciares bolivianos, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los efectos del cambio climático.
La muestra estará abierta al público entre el martes 18 al viernes 21 de noviembre en el MUSEF en La Paz, mientras que la misma exposición visitará el espacio cultural Jach’a Qhatu (Mi Teleférico/16 de Julio) de la ciudad de El Alto entre el 25 y 27 del mismo mes.
[leer más]El estado de Sao Paulo en el sudeste de Brasil con sus 44 millones de habitantes está sufriendo la peor sequía en 80 años. En el invierno pasado, de noviembre a febrero, solo cayó un tercio de la precipitación normal. Esto ya ha perjudicado la producción de caña de azúcar y café y ahora está amenazando la provisión de agua potable para las ciudades.
Los principales reservorios de agua potable se encuentran en niveles muy bajos, en algunos casos en sus puntos más bajos desde que se han construido. En especial, el área metropolitana de Sao Paulo con sus más 20 de millones de habitantes está sufriendo de una falta aguda de agua – sin soluciones sencillas a la vista.
[leer más]
En agosto del año presente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Bolivia ha presentado una serie de publicaciones bajo el título “La economía del cambio climático en Bolivia”, que van más allá de lo netamente económico.
Presentamos aquí brevemente los diversos temas tratados: como ser la salud, la demanda hídrica, hidroenergía, agropecuaria y modelos climáticos. Todos los documentos están disponibles en línea en la página del BID.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse