Falta solo medio año hasta la Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP 21 en París que comienza a finales de noviembre de este año, por lo que se están intensificando las actividades en los diferentes espacios, del Secretariado de la Convención Climática, de los diferentes países y desde la sociedad civil.
Varios eventos señalan el comienzo de la cuenta regresiva, como las negociaciones informales del “Diálogo del Petersberg” en Alemania de mediados de mayo o el “Día de Acción Global" este sábado 30 de mayo.
Fuente: www.ecologistasenaccion.org
[leer más]Volvemos sobre un tema recurrente en la discusión sobre los impactos del cambio climático, que en el futuro seguramente adquirirá mayor trascendencia en América Latina: la migración.
La hoja informativa “Identificando temas claves en migración, medio ambiente y cambio climático en América del Sur” de la Universidad de Neuchatel en Suiza y de la OIM (Organización Internacional para la Migración) ofrece un primer panorama regional sobre el tema.
El Alto, ciudad de migrantes
[leer más]2015
Por invitación del gobierno y con la participación de las asociaciones de productores y organizaciones sociales, el pasado 21 y 22 de abril se llevó a cabo una “Cumbre Agropecuaria” en la ciudad de Santa Cruz, principal centro de la agroindustria de Bolivia.
Entre los principales resultados de esta Cumbre Agropecuaria “Sembrando Bolivia” se encuentra el acuerdo sobre la ampliación de la frontera agrícola. No hubo acuerdo sobre el uso de transgénicos. Presentamos a continuación un texto de Teresa Flores Bedregal, master en política ambiental, sobre las implicancias de esta Cumbre Agropecuario bajo una perspectiva de cambio climático.
Deforestación y cambio climático
La conservación de los bosques es vital para la mitigación del cambio climático porque absorben el dióxido de carbono que es el principal gas de invernadero y, además, cumplen una serie de funciones ambientales que son indispensables para la resilencia climática. Es decir que nos permiten enfrentar y reponernos de los impactos de los fenómenos climáticos extremos en mejores condiciones.
De ahí que la creciente deforestación que se está produciendo en Bolivia incrementa grandemente la vulnerabilidad climática del país y sus habitantes, ya que entre las funciones ambientales de los bosques están la regulación del clima y del régimen hídrico, son reservorios de agua, producen lluvias, limitan la escorrentía y las inundaciones, evitan los desbordes de los ríos y los derrumbes en zonas de montaña, entre otras muchas funciones.
De acuerdo al mapa de Maplecroft, Bolivia es el cuarto país con mayor deforestación del mundo y las perspectivas de que se convierta en uno de los primeros, no está lejana puesto que en la reciente “Cumbre Agropecuaria” el gobierno ha acordado con los empresarios del agro ampliar la frontera, algo que Presidente y Vicepresidente de Bolivia han anunciado ya en varias ocasiones.
Hasta hace poco las políticas gubernamentales dieron poca importancia al desarrollo agropecuario y estaban dirigidas a la exportación de energía. Pero en septiembre del año pasado, el gobierno y los empresarios acordaron ampliar la frontera agrícola en un millón de hectáreas por año hasta el 2025. Por eso que el Vicepresidente Álvaro García Linera pidió a los empresarios agroindustriales que presenten sus planes de deforestación, reiterando que existe la voluntad política para apoyarlos.
Con el fin de concretar estos planes se organizó la Cumbre Agropecuaria "Sembrando Bolivia", que se realizó el 21 y 22 de abril en Santa Cruz, con la participación de grandes, medianos y pequeños productores agropecuarios y la plana mayor de las autoridades del gobierno, pero no fueron invitados la Gobernación de Santa Cruz, los forestales, ni los agrónomos, ni los centros de investigación agropecuaria.
Debido a que los pequeños y medianos productores exigieron participar en la misma, los resultados no fueron los que el gobierno y los agroindustriales de Santa Cruz esperaban. Según la Organización Mundial para la Alimentación (FAO), “más de 500 millones de explotaciones familiares gestionan la mayor parte de las tierras agrícolas y producen la mayor parte de los alimentos del mundo. Las explotaciones familiares son necesarias para garantizar la seguridad alimentaria mundial, cuidar y proteger el entorno natural y terminar con la pobreza, la subalimentación y la malnutrición.”
Es así que los pequeños productores aprovecharon la oportunidad para exigirle al gobierno que también los beneficie a ellos y no solamente a los agro-exportadores. De esta manera, lograron la "Ampliación de la superficie objeto de desmonte de 5 a 20 has para pequeños productores, comunidades y asentamientos humanos. En la región del Chaco la ampliación de desmonte selectivo hasta 50 ha."
Esta concesión a los pequeños productores, que en su mayoría son colonizadores de tierras altas (hoy llamados interculturales), no toma en cuenta el tipo de suelo, ni menos las limitaciones que imponen los Planes de Uso del Suelo departamentales, como tampoco el precepto constitucional de que la tierra debe usarse de acuerdo a su capacidad productiva. Cabe señalar que muchos colonizadores están ubicados en tierras marginales por lo que deforestar en estas zonas arroja pocos rendimientos y priva al país de los grandes beneficios ambientales de los bosques.
Aún más preocupante es que si bien los pequeños productores tienen menos recursos para deforestar tan rápido como pueden hacerlo los agroindustriales, es probable que las mejores tierras sean alquiladas, como ha venido ocurriendo en varias zonas.
En suma, el gran perdedor de esta Cumbre han sido los bosques que son la mayor riqueza de Bolivia por la gran biodiversidad que contienen. En un país de eminente vocación forestal los grandes cambios en el uso de la tierra implican severos impactos ambientales que merman nuestras capacidades de adaptarnos a condiciones climáticas cada vez más adversas.
Entre los peores problemas asociados a la deforestación están las quemas de la biomasa, que además de que suelen provocar incendios forestales, producen grandes emisiones de gases de invernadero y hollín que está acelerando el derretimiento de los glaciares del país.
La cumbre no mencionó el cambio climático, a pesar de que los eventos climáticos extremos han venido impactando severamente al país y en particular al sector agropecuario. Este año Cobija sufrió la peor inundación de su historia, debido a las lluvias torrenciales y a la extensa deforestación que se está produciendo en las cabeceras del rio Tahuamanu. El año pasado, en el Beni murieron más de trecientas mil cabezas de ganado debido a las persistentes inundaciones. Asimismo, en las zonas más deforestadas de Santa Cruz, todos los años se producen desbordes de los ríos, los terrenos quedan anegados y se pierden cosechas.
Este año por primera vez, desde que existen registros del clima, la época lluviosa que concluía en marzo, se ha extendido hasta abril y se han producido nuevos extremos de temperaturas en diferentes zonas del país. Es decir que en este nuevo escenario climático se requiere prever lo que va a suceder y prepararse para las contingencias.
Planificar el desarrollo agropecuario incorporando la variable cambio climático
En tiempos de cambio climático, una variable fundamental para planificar el futuro y, particularmente, para la producción agropecuaria que es muy sensible al clima, es tomar en cuenta nuestra vulnerabilidad ante los eventos climáticos extremos.
Esto quiere decir que si queremos aumentar la producción agropecuaria debemos implementar un plan de adaptación y tomar una serie de medidas de adaptación que eviten que los cultivos, el ganado o la infraestructura se pierda por las inundaciones, las tormentas, heladas, granizadas, vientos huracanados o sequías. Entre ellas, es necesario utilizar semillas resistentes a los cambios de temperatura o a las sequías; construir infraestructura como puentes, caminos, silos, establos o refugios que resistan las inclemencias climáticas; conservar la vegetación de las riberas de los ríos; no deforestar en suelos no aptos para la agricultura y en las zonas de protección, y particularmente en pendientes pronunciadas, entre otras muchas medidas que disminuirían la vulnerabilidad climática del sector.
En los países que han tomado en serio el cambio climático, se están desarrollando una serie de tecnologías, experiencias y grandes inversiones para evitar las pérdidas económicas de los desastres climáticos. Mientras que en el país seguimos creyendo que el cambio climático es un problema de los países desarrollados o lejano.
Lo más contradictorio es que el mismo gobierno que en las Naciones Unidas y, particularmente en las negociaciones sobre cambio climático, se distinguió por su discurso de defensa de la Madre Tierra, y que en su programa al 2025, la “Agenda Patriótica 2025”, sostiene que:"Bolivia defiende y fortalece en el ámbito internacional mecanismos para el desarrollo de sistemas productivos sustentable y de conservación de los bosques con enfoque que no están basados en los mercados sino en la gestión comunitarias de la poblaciones locales, de indígenas, campesinos y pequeños productores; criticando los esfuerzos de mercantilización de la naturaleza en el marco del sistema de las Naciones Unidas”. Ahora apuesta por la deforestación para incrementar las exportaciones del país.
Desde los años ochenta los ambientalistas, ingenieros forestales y agrónomos llevamos grandes luchas para que la tierra se use de acuerdo a su vocación productiva y que no se realice la conversión de bosques a cultivos en suelos no aptos para esta actividad. Asimismo, se aprobaron importantes leyes como la Ley Forestal y una serie de normas para la buena gestión de los bosques. Lamentablemente, desconociendo la racionalidad ecológica de esta normativa, el gobierno la ha venido aboliendo y favoreciendo la deforestación no sólo con fines agroindustriales, sino también para plantar coca. Es así, que cada día nos encontramos en peores condiciones para enfrentar el cambio climático.
2015
A fines de marzo México ha presentado sus “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional” (INDCs) a la Secretaria de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Con el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 22% hasta 2030, comparado con un escenario de seguir haciendo todo como se hace, México es el primer país en vías de desarrollo de haber hecho oficial su meta de reducción.
México oficializa su Plan de Acción Climático con las Naciones Unidas antes del Acuerdo de París de 2015; fuente: www.newsroom.unfccc.int
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El 30 de marzo, un grupo de juristas de renombre internacional presentó al mundo los “Principios de Oslo sobre Obligaciones Globales referente al Cambio Climático”, acusando a gobiernos y empresas de no estar cumpliendo con sus obligaciones legales frente al cambio climático.
El argumento de los juristas firmantes de la declaración es que no se necesita ningún nuevo acuerdo legal global para tomar medidas contra el cambio climático, sino en base de la legislación vigente de derechos humanos, de medio ambiente y del derecho internacional, los gobiernos y empresas del mundo están ya obligados a actuar.
Cordillera de los Andes, Perú
[leer más]Por la actualidad del tema para el debate nacional, volvemos hoy –a pocos días del cuarto aniversario del accidente nuclear en Fukushima- sobre el tema energético. A fines de enero, en ocasión del comienzo del tercer mandato presidencial de Evo Morales, el vicepresidente de la comisión de economía y energía del parlamento alemán Klaus Barthel visitó Bolivia.
Reproducimos a continuación una versión acortada de la exposición sobre el “viraje energético alemán” que el Sr. Barthel dio el día 23 de enero del año en curso en un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en La Paz. El evento tuvo el objetivo de compartir la experiencia particular de la nueva etapa que emprende Alemania a partir de la decisión de realizar un viraje en la producción y consumo de energía, renunciando a producir energía atómica y aumentar la parte de las energías sostenibles en su matriz energética.
Paisaje devastado por una mina de lignito a tajo abierto (izq.) y una central térmica en base a lignito (dcha.) en la región alemana de Lusicia.
[leer más]Tuvalu es considerado uno de los países del mundo más vulnerable al cambio climático. Sus nueve grupos de pequeñas islas y atolones tienen una altitud promedio de solo 2 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, los 10.000 habitantes no quieren verse solamente como potenciales refugiados climáticos, pidiendo ayuda al resto del mundo. En foros internacionales, el gobierno denuncia los impactos del cambio climático sobre las condiciones de vida de su país; en casa la población busca formas de adaptarse.
La capital Funafuti en Tuvalu desde el aire; foto cortesía de Shuuichi Endou.
[leer más]En su reciente visita a la India, el presidente de los Estado Unidos, Barack Obama, ha pretendido convencer al primer ministro Narendra Modi de comprometerse a metas concretas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, Modi dejó muy claro que la prioridad de su gobierno era la lucha contra la pobreza y el desarrollo económico – y no el cambio climático. Los acuerdos bilaterales en términos de energía y clima priorizan la energía nuclear y facilitan inversiones norteamericanas en los sectores solar y eólica.
[leer más]En la entrada anterior se ha presentado la primera parte del nuevo libro de los investigadores socio-ecológicos Gerardo Honty y Eduardo Gudynas “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”, en la cual los autores han resumido el panorama energético y de cambio climático regional y global.
Presentamos en esta entrada al Klimablog la segunda parte, “Alternativas al desarrollo y transiciones”, que contiene la propuesta concreta de los autores para la re-orientación de las políticas de “desarrollo” en América del Sur y Central y para un liderazgo climático latinoamericano.
Gerardo Honty (izq.) y Eduardo Gudynas (dcha.) en la Cumbre de los Pueblos en Lima, diciembre de 2014
[leer más]Gerardo Honty y Eduardo Gudynas del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) aprovecharon la Cumbre de los Pueblos paralela a la Conferencia Climática COP 20 en Lima en diciembre pasado para presentar su nuevo libro “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”.
Presentamos en esta entrada al Klimablog la primera parte del libro, “El paradigma de desarrollo y la situación climática”, donde los autores resumen el panorama energético y de cambio climático. La segunda parte (“Alternativas al desarrollo y transiciones”), que contiene la propuesta concreta para la re-orientación de las políticas en América Latina, será presentada en la siguiente entrada al Klimablog.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse