El 23 de julio de este año, el científico del cambio climático más renombrado del mundo, James Hansen, ha lanzado una “bomba” al debate académico-político sobre cambio climático. En una revista científica de acceso abierto, conjuntamente a otros 16 científicos, ha publicado el artículo "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso”.
La conclusión: Siguiendo la actual trayectoria de emisiones, un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es casi inevitable. “Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras”.
Croquis de Hansen que visualiza los mecanismos descritos que llevarían a una desintegración acelerada de las capas de hielo de la Antártida
Un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es inevitable
La publicación del artículo de James Hansen y colegas "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso ”(Ice melt, sea level rise and super storms: evidence from paleoclimate data, climate modeling, and modern observations that 2 °C global warming is highly dangerous) constituye una línea divisora de aguas; hay un antes y un después. La discusión sobre cambio climático, sea en ámbitos académicos, sea en ámbitos políticos, ya no será la misma.
Su publicación es claramente una provocación; una provocación del mundo científico, del mundo político y de la sociedad global en general. ¿Cómo se atreve un puñado de científicos de enfrentarse con la sabiduría del IPCC, el Grupo de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas? En el año 2007, junto al activista ecológico Al Gore, el IPCC recibió el Premio Nobel de la Paz.
En su más reciente informe de 2013, el Fifth Assessment Report AR5, da un margen de entre 52-98 cm de aumento del nivel del mar hasta finales de siglo – no incluyendo la posibilidad de la desintegración acelerada de la capa de hielo de la Antártida Occidental, que podría contribuir con “varios décimos de un metro” durante este tiempo.
La crítica principal de Hansen y colegas: Los modelos que se usan para pronosticar el derretimiento de las capas de hielo son demasiado retardados y se encuentran en “un estado primitivo”.
“Nuestros modelos acoplados atmósfera – océano muestran que el agua dulce (del derretimiento de las capas de hielo) provoca SPURS retroalimentaciones positivas que a su vez acelerarían la pérdida de masa de las plataformas y capas de hielo, y de esta forma están aportando a nuestro supuesto de una respuesta no-linear de las capas de hielo”.
Ahora James Hansen y sus 16 co-autores alertan el mundo sobre un aumento del nivel del mar de varios metros, si las emisiones globales siguen en su actual trayectoria de aumento constante. “Mi conclusión, en base a la totalidad de la información disponible, es que emisiones altas y continuadas resultarán en un aumento del nivel del mar de varios metros durante este siglo y asegurará (lock-in) la desintegración persistente de las capas de hielo de tal manera que la construcción o reconstrucción de ciudades en las líneas costeras se volvería una locura”.
“Que el efecto invernadero ya ha llegado, es simplemente una conclusión lógica.” – James Hansen; fuente: Kerr (LINK-16), Science 1989
Ahora bien, el artículo ha sido publicado antes de su debido proceso de revisión científica interna (peer review). Explica Hansen el porqué: “Hemos sometido nuestro artículo a una revista de “Discusión” de acceso abierto (ACPD), esperando de esta forma involucrar a las comunidades científica y de tomadores de decisión en una conversación importante sobre la urgencia de reducir las emisiones de combustibles fósiles y la pertinencia de las políticas actuales y propuestas”. - El mundo científico está ahora frente el gran reto de discutir y criticar el estudio.
“Concluimos que un aumento de 2 grados sería altamente peligroso”.
El artículo constituye también una provocación al mundo político, porque en solo unos pocos meses representantes de las 195 naciones miembros de la Convención Climática se encontrarán en París para su vigesimosegunda reunión anual, con el propósito de mantener el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C, considerados el límite hacia un cambio climático peligroso. Los medios repiten una y otra vez que tenemos que llegar a una trayectoria que permite quedarnos por debajo de los 2 grados.
A todos ellos Hansen et al. les dicen directamente en la cara que su meta no sirve para este propósito: “Concluimos que el “límite seguro” de los 2 °C de calentamiento global, afirmado en el Acuerdo de Copenhague (2009), no provee seguridad, porque un tal calentamiento muy probablemente llevaría a un aumento del nivel del mar de varios metros, además de varias otras consecuencias igualmente disruptivas para la sociedad humana y los ecosistemas”.
Según Hansen, la tarea para la COP 21 en París a fines del año es una sola:“El mensaje que la ciencia climática trae para los tomadores de decisión, en vez de estar definiendo un “límite seguro”, es que las emisiones de CO2 de la quema de combustibles fósiles debe ser reducido tan rápido como sea factible”.
En relación al actual debate internacional de los 2 °C, Hansen explica que temperatura no es la medida adecuada, porque el derretimiento de grandes cantidades de hielo en las regiones polares tiene un efecto de enfriamiento (por un cierto tiempo), de esta forma “escondiendo” la gravedad de la situación. “El desbalance energético del planeta es la medida crítica para la humanidad, porque el balance energético debe estar restaurado, si se quiere estabilizar el clima”. La Convención Climática habla de las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero en la atmósfera –y no de temperatura- que tiene una correspondencia directa con el balance energético.
Para Hansen, esto significa que tenemos que bajar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de los actuales 400 ppm a “350 ppm y posiblemente menos”.
Una vez más, “Hansen vs. el mundo”
El gran, gran problema es de quién viene el estudio. – Viene de James Hansen, el científico del cambio climático más importante del mundo. Hansen es director retirado del Centro Goddard para la Investigación del Espacio de la NASA de los Estados Unidos. Ha escrito cientos de artículos sobre el calentamiento global. Era Hansen, que en 1988 en una audiencia del Congreso, ha alertado al público de los Estados Unidos (y del mundo) sobre los peligros del aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera. Ese mismo año se conformó el IPCC en el seno de las Naciones Unidas y se comenzó a armar la Convención Climática, que luego fue firmada durante la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro en 1992.
Sin embargo, Hansen ya había publicado un artículo científico sobre los peligros del calentamiento global antropógeno muchos años antes. Junto con varios colegas, en 1981 Hansen publicó el artículo “Impacto climático del aumento de dióxido de carbono atmosférico” (Climate Impact of Increasing Atmospheric Carbon Dioxide) en la revista científica más prestigiosa, Science.
Si uno vuelve a leer el documento hoy día, a casi 35 años de su publicación, uno se queda con la boca abierta frente a la precisión y claridad de los cálculos y argumentos que Hansen y colegas realizaron en aquel momento. Y uno se queda con un sentimiento de rabia y tristeza profunda, preguntándose ¿por qué el mundo no lo ha tomado en cuenta hasta hoy? Desde la publicación de este artículo, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha subido de 340 ppm (partes por millón) a 400 ppm en mayo de este año. Agregamos entre 2 a 3 ppm adicionales cada año.
Por ejemplo, para una trayectoria alta de uso de energías fósiles, habían calculado un aumento de temperatura de entre 3 y 4,5 °C hasta finales del siglo XXI. El último informe del IPCC llega a un rango de entre 2,6 – 4,8 °C, al cual se tendría que agregar aproximadamente 0,5 °C, porque su línea base es otra (el promedio de 1986-2005).
La construcción de la argumentación de Hansen et al.
Para llegar a sus conclusiones, Hansen y colegas construyen su argumentación en base a tres pilares. Por una, la reconstrucción de la evidencia paleoclimatológica, segundo modelaciones climáticas sofisticadas y luego mediciones actuales.
Durante el último tiempo caliente (antes de la última época glaciar), el interglacial Eemiense (Eemian warm period) alrededor de 120.000 años atrás, el nivel del mar estaba entre 6 a 9 metros más alto que hoy y –aquí viene el detalle fatal- la temperatura era solo 1 °C más alta que la temperatura actual. En unos 20 o 30 años la temperatura estará en el mismo nivel que durante el interglaciar Eemiense. ¿No sería entonces lógico –o por lo menos posible- , que el nivel del mar debería llegar también a los niveles alcanzados en este entonces?, se preguntaron los investigadores.
Ya en 2007 Hansen había escrito: “En mi opinión, ahora y hay información suficiente, como para poder decir que los escenarios de seguir haciendo las cosas como siempre las hacemos (business-as-usual), nos llevarán, con casi una absoluta certeza a un aumento del nivel del mar de varios metros en los próximos 100 años”.
Desde ese momento, Hansen y sus colaboradores han estado investigando esta temprana profecía, buscando evidencias, probando modelos y construyendo sus argumentos. Esto nos muestra que la provocación de la publicación de "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso” no es resultado de un impulso, de una idea lanzada de forma tempestiva y sin meditar. Todo lo contrario. Por una década Hansen y varios científicos igualmente de renombre global, han estado trabajando sobre el tema. De cierta forma se puede decir que se trata de la síntesis de una vida de investigación de un científico atmosférico visionario, el segundo gran legado de James Hansen.
La pregunta de la desintegración acelerada o el colapso de las capas de hielo de la Antártida Occidental y de Groenlandia ya no es sobre si o no se va a dar; la pregunta ahora es solamente ¿en qué tiempo se dará? Lo que Hansen y colegas sugieren es que el marco temporal para el colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental es de entre 50 y 200 años.
David Archer, uno de los climatólogos experto en tiempos geológicos más renombrados y revisor oficial del estudio de Hansen et al., ha aplaudido de manera entusiasta el trabajo “extremadamente rico y panorámico” de Hansen y colegas. “Esta es otra obra maestra de síntesis académica, virtuosismo de modelamiento y visión de Hansen, con implicancias profundas”, comentó Archer, llamándole “un volcán intelectual y creativo” a Hansen.
“En primer lugar está la identificación de condiciones descontroladas (runaway) en los glaciares que desembocan en el mar de la capa de hielo de la Antártida Occidental (West Antarctic Ice Shield – WAIS), que vuelve obsoletos los pronósticos del IPCC para el aumento del nivel del mar al año 2100”. – El último informe del IPCC ha sido publicado recién hace menos de dos años...
Otros científicos son más cautelosos. Todavía están llegando comentarios y será interesante ver hasta qué punto los autores serán obligados a revisar partes de su estudio y de sus resultados.
Hansen vs. el mundo acerca de la amenaza del calentamiento global; título del artículo de Richard Kerr de 1989
Años atrás, Hansen se ha vuelto activista, sin dejar la investigación científica, cuando ha visto cada vez más claro que en la esfera política no se estaban tomando las decisiones necesarias para revertir al mundo de su trayectoria catastrófica.
“Siempre podemos decir que necesitamos más investigaciones. Sin embargo, cuando se acumula la evidencia, en algún momento un científico tiene que decir que ya es tiempo de dejar de dar vueltas y que la evidencia es realmente bastante fuerte... en mi opinión hemos llegado a este punto en relación al aumento del nivel del mar”.
Ahora, Hansen y sus 16 co-autores, nos dicen:
“Concluimos que 2 °C no proporciona seguridad, porque un tal calentamiento muy probablemente llevará a un aumento del nivel del mar de varios metros, acompañado de varias otras consecuencias igualmente disruptivas para la sociedad humana y los ecosistemas”.
En los años 80 del siglo pasado no faltaban quienes declaraban que Hansen era un loco, que sus predicciones no tenían base. Podemos escuchar los mismos comentarios hoy día...
¿Tenemos realmente el derecho moral de descartarlo, porque nos parece demasiado grave? ¿O, porque no somos capaces de imaginarnos un mundo un un nivel del mar tres, cuatro o cinco metros más alto que hoy día? ¿Realmente no debemos nada a nuestros hijos y las futuras generaciones?
Tengo miedo. Porque la catástrofe comenzará mucho antes de que los océanos del mundo hayan aumentado su nivel en solo dos metros. El mundo no puede arriesgar que nuevamente Hansen tenga la razón en este nuevo episodio de “Hansen vs. el mundo”. El precio sería demasiado alto. En palabras de los propios investigadores:
“Nuestro análisis pinta un cuadro diferente que el IPCC (2013) de cómo esta fase del Híper-Antropoceno muy probablemente seguirá, si las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) siguen en una tasa que permite continuar de bombear energía a los océanos en una tasa muy alta. Concluimos que un aumento del nivel del mar de varios metros sería prácticamente inevitable. Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras. No es difícil imaginar que conflictos resultantes de migraciones forzadas y colapso económico volverían ingobernable al planeta, amenazando el tejido civilizatorio”.
Los glaciares del mundo se derriten a una velocidad cada vez más acelerada, esta es la constatación principal del nuevo estudio “Retroceso glaciar global a comienzos del siglo XXI sin precedentes históricos” (Historically unprecedented global glacier decline in the early 21st century) publicado recientemente en la revista científica Journal of Glaciology.
Usando la base más grande de observaciones glaciares existentes, Michael Zemp, director del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS) y sus co-autores han realizado la evaluación del estado de los glaciares del mundo más completa.
El glaciar Pastoruri en la Cordillera Blanca, Perú en 2012.
[leer más]2015
Investigaciones científicas recientes demuestran que la temporada de incendios se ha prolongado por casi 20 por ciento dentro de los últimos 35 años a nivel global, debido a temperaturas promedio más altas.
Alaska, Canadá y parte del occidente de los Estados Unidos están experimentando unos de los mayores incendios forestales desde que se registran los datos, en una muestra de lo que podrá volverse la nueva normalidad bajo el impacto del cambio climático.
[leer más]2015
A pesar de su cercanía al Océano Pacífico, la mayor parte de las precipitaciones en Bolivia se originan en el Océano Atlántico, a una distancia de mucho miles de kilómetros.
Alan Forsberg, geógrafo que estudia y enseña cambio climático por 30 años, nos introduce al concepto de los “ríos voladores” para explicar este fenómeno – y advertir sobre los peligros que posan sobre ello el cambio climático y la deforestación.
Esquema del origen de la lluvia en Bolivia mediante los “ríos voladores”
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Mientras que Bolivia vivía la emoción de la visita del papa Francisco, del 7 al 10 de julio de este año se reunieron casi 2.000 científicos del cambio climático en París en el mayor evento científico antes de la Conferencia COP 21 a fines de 2015.
La conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” confirmó los datos principales del último informe del IPCC, intentó mostrar posibles soluciones prácticas al cambio climático y enfatizó la necesidad urgente de reducir las emisiones globales a cero.
Foto: newsroom.unfccc.int
[leer más]Durante la feria Expo Forest que se llevó a cabo del 17 al 20 de junio en la ciudad de Santa Cruz, fue presentado el libro “Sistemas agroforestales en la amazonía boliviana. Una valoración a sus múltiples funciones a partir de estudios de caso”.
La publicación, que es producto de los esfuerzos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), presenta los resultados de una evaluación de los beneficios económicos, ambientales y sociales generados por los sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana. En co-autoría con el investigador principal del estudio, Vincent Vos, presentamos aquí los aspectos más sobresalientes en relación al rol de los Sistemas Agroforestales en la mitigación del cambio climático.
Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana; fotos: CIPCA
[leer más]En el reciente artículo científico “La contribución del escurrimiento glaciar hacia los recursos hídricos de la ciudad de La Paz, Bolivia (16°S)” (Contribution of glacier runoff to water resources of La Paz city, Bolivia (16°S)) se acierta que los glaciares de la Cordillera Real han estado aportando un 15% del agua disponible para La Paz y El Alto.
Con esto, la investigación presentada por Álvaro Soruco, del Instituto de Investigaciones Geológicas y del Medio Ambiente de la UMSA en La Paz y colegas confirma el dato que ya se estaba manejando hace un par de años y que aumenta hasta un 27% durante la época seca.
Represa de Milluni delante del Huayna Potosí, Cordillera Real
[leer más]El permafrost -los suelos congelados de forma permanente- del Ártico se está derritiendo debido al aumento vertiginoso de las temperaturas en la región, lo que “libera” grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera. Aunque los mecanismos son bien conocidos, hasta la fecha existía gran incertidumbre sobre la cuantificación de estos procesos.
El mes pasado salió un nuevo estudio en la prestigiosa revista Nature que cuantifica las cantidades exactas de carbono almacenadas en los suelos congelados árticos y sobre la tasa de su liberación a la atmósfera, indicando que este proceso se da más rápido que lo anteriormente pensado.
Mapa de la región ártica mostrando el carbono orgánico almacenado por los suelos
[leer más]El oceanólogo alemán Stefan Rahmstorf en el artículo “Desaceleración excepcional de la circulación de volteo del Océano Atlántico” (Exceptional twentieth-century slowdown in Atlantic Ocean overturning circulation) muestra mediante la reconstrucción de datos históricos que desde mediados de los años 70 del siglo pasado, la Corriente del Golfo (Gulf Stream) se ha debilitado de manera inédita.
Esto muy probablemente traerá consecuencias para el sistema climático del hemisferio norte. La Corriente del Golfo es parte de un sistema de corrientes marítimas que trae grandes masas de agua caliente de la región del Golfo de México hacia la parte noroccidental de Europa, que en consecuencia se beneficia de un clima moderado.
La Corriente del Golfo; fuente: Rahmstorf/PIK
[leer más]El mes pasado, en la ciudad de Lima en el Perú, se realizó la primera conferencia regional andina “Enfrentando los impactos de la quema agrícola” de la Iniciativa Agrícola de la Coalición del Clima y Aire Limpio (CCAC).
La conferencia reunió expertos y representantes de instituciones públicas de toda la región para discutir formas como enfrentar la realidad de las quemas agrícolas, que no solamente contribuyen al cambio climático, sino también al retroceso glaciar a través de la deposición de carbono negro en las superficies blanca de nieve y hielo.
Contaminación atmosférica en el Altiplano y la Cordillera andina de Bolivia.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse