2016
El nuevo número de la revista peruana “Revista Interquorum. Nueva Generación”, está dedicada a las “Alternativas al Extractivismo” y reúne artículos para enriquecer el debate latinoamericano en la búsqueda de alternativas al modelo de desarrollo, basadas en una sociedad con justicia y sostenibilidad ambiental.
En el primer artículo de la publicación titulado “Cambio climático y transiciones”, Dirk Hoffmann y Moira Zuazo argumentan la necesidad de una “gran transición” en democracia para garantizar la continuación de la civilización humana frente a la amenaza de los crecientes impactos del cambio climático. Publicamos a continuación una versión abreviada del texto original.
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2016
El mundo ha llegado a otro triste récord: El año pasado ha sido el año más caliente jamás medido desde 1850. Y no solamente eso, la temperatura de 2015 muestra el mayor aumento de temperatura frente a los anteriores años récord.
En palabras de Peter Stott del servicio meteorológico de Gran Bretaña: “2015 ha sido un año que ha roto récords en nuestro clima. Temperaturas globales promediadas han llegado a ser 1°C por encima de niveles pre-industriales por primera vez.”
La temperatura global desde 1850; fuente: Met Office
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El mundo está viviendo condiciones de un El Niño muy fuerte desde hace varios meses, cuyos impactos están siendo sentidos alrededor del globo. Entre otros, la temperatura global promedio ha aumentado y ahora está 1° C por encima de la época preindustrial.
Según los pronósticos, El Niño llegará a su mayor fuerza recién durante los meses de enero y febrero. Para algunas regiones, el fenómeno climático recurrente traerá lluvias en exceso, para otras, la falta de precipitaciones provocará sequías. Se espera que los impactos igualen o sobrepasen aquellos del año 1997/98, abriéndonos una ventana al mundo futuro de los probables impactos del cambio climático.
El Niño actual está de la misma dimensión que los eventos históricos de 1982/83 y 1997/98; fuente IRI
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En la entrada de la semana pasada “La COP 21 abre el camino a la descarbonización de la economía global” hemos presentado un panorama de primeras reacciones, opiniones y análisis sobre el resultado de la reciente Conferencia Climática, que es el Acuerdo de París.
Ahora que hay este nuevo acuerdo global, el trabajo de implementación puede y debe comenzar. Más allá del texto aprobado, que refleja la diversidad de intereses de los 195 países presentes, el Acuerdo de París manda una señal fuerte al mundo. Este “Mensaje de París” es un llamado a la descarbonización de la economía global, y de todas las economías locales, hasta mediados del siglo.
Los factores de éxito
Uno de los factores fundamentales que ha permitido la aprobación del acuerdo ha sido el esfuerzo sostenido de diferentes países –sobre todo Estados Unidos y el país anfitrión Francia- de construir alianzas y acercar los países de economías emergentes a las negociaciones.
Especialmente la China y la India justo durante la Conferencia Climática, han visto declarar alerta roja, el nivel más alto en por lo menos en dos ocasiones por niveles de contaminación inéditos en sus capitales y otras metrópolis, que constituye una presión doméstica hacia cambios drásticos en la política energética y de transporte.
La China es cada vez más consciente de los altos costos en salud humana por niveles de contaminación sostenida 10 o 20 veces por encima de los límites establecidos internacionalmente. En Delhi la situación es un poco diferente, con niveles de contaminación más altas, pero menos atención por parte de las autoridades y un alto grado de fatalismo por lado de la población.
La “Coalición de Ambición Alta”
Los países del Sur ya hace tiempo no eran un grupo con intereses comunes. Por un lado la China, ahora mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, por otro lado los pequeños países isleños que están en peligro de desaparecer, luego el grupo de los países petroleros del medio oriente.
No había una posición común tampoco para las negociaciones. La China ha firmado un acuerdo bilateral de limitar sus emisiones el año pasado con los Estados Unidos, las pequeñas islas querían introducir reducciones fuertes y bajar el límite permisible de aumento de temperatura a 1,5 °C. Arabia Saudita y otros países petroleros no querían ninguna limitación para su negocio principal, que es la venta de gas y petróleo.
Esta constelación de fuerzas e intereses ha sido usado por la Unión Europea y los Estados Unidos, que se han aliado con los países más vulnerables durante la conferencia para conformar la “Coalición de Ambición Alta” (High Ambition Coalition), agregando más de 100 países bajo la demanda de la meta del 1,5 °C y el liderazgo de la Unión Europea y las Islas Marshall del Pacífico. De esta forma, quedó desmantelado el grupo de los G77 + China y la resistencia principal fue articulada por Arabia Saudita y el grupo árabe, Rusia y Venezuela.
No es exagerado afirmar que el Acuerdo de París es un acuerdo del Norte.
Manifestación al pie de la Torre Eiffel el día 12 de diciembre de 2014
El “Mensaje de París”
El Consejo de Negocios Mundial para el Desarrollo Sostenible (World Business Council for Sustainable Development – WBCSD) en un comunicado tweet dijo que el Acuerdo muestra que “la transición hacia una economía de bajo carbono ya no se puede frenar”. En eso, mucho depende de la interpretación de los resultados y de las acciones que son tomados en consecuencia.
“Si es operativizado de manera sincera, el Acuerdo de París inducirá la descarbonización de la economía global hasta mediados del siglo. Sin embargo, las contribuciones voluntarias anunciadas (INDCs) hasta la fecha, no son suficientes y tendrán que ser adaptadas a este nuevo nivel de ambición durante los próximos años. No obstante, este es un punto de inflexión en la empresa humana donde comienza la gran transformación hacia la sostenibilidad”, comentó el director del Instituto de Potsdam para la Investigación Climática (PIK) Hans Joachim Schellnhuber en un comunicado de prensa.
El economista principal del PIK, Ottmar Edenhofer agregó: “El Acuerdo de París es un avance fundamental. La suerte de la tierra ahora depende de cuan rápidamente y cuán decididamente implementamos los instrumentos de política para alcanzar la gran meta de limitar estrictamente el aumento de temperatura y los riesgos climáticos que esto conlleva”.
“Ahora comienza la gran carrera entre la aceleración de la caída de precios para energías limpias y su implementación, de un lado, y la aceleración de los impactos del cambio climático, en el otro”, comenta el bloguero climático estrella Joe Romm y agrega: “El reto de mantener el calentamiento por debajo de los 2 °C – que en última instancia requiere que las emisiones netas de combustibles fósiles debe estar en cero en todos los países del mundo hacia finales del siglo- es enorme”.
En consideración del fracaso total del Protocolo de Kioto, que estableció metas de reducción obligatorias, criticar el presente acuerdo en base de que no lo hace, parece poco útil. Cómo hemos explicado ya anteriormente, el camino de los compromisos voluntarios es la directa consecuencia. Y este mecanismo hace algo muy inteligente, en que difiere la responsabilidad de reducción a los propios países. Y es ahí donde se tiene que generar ahora la presión para cumplir con lo establecido por el Acuerdo de París.
Si este día 12 de diciembre de 2015 ha sido un momento histórico solo lo vamos a saber en un par de años, porque todo depende como las comunidades económicas y financieras y los propios países firmantes del Acuerdo lo interpretan e implementan a partir de ahora. El primer paso es a nivel político-jurídico, porque a partir de abril el Acuerdo de París debe ser ratificado para entrar en vigencia. Para esto es necesaria la firma de un mínimo de 55 países que conjuntamente significan el 55% de las emisiones globales.
En resumen, podemos afirmar que más importante que el Acuerdo de París es el “Mensaje de París”, y este es muy claro: Para mantener el aumento de temperatura “muy por debajo de 2 °C”, y posiblemente por debajo de 1,5 °C, el mundo tiene que dejar de quemar carbón, petróleo y gas hasta mediados del siglo; esto es en 35 años. Toda política económica, energética y de desarrollo debería adecuarse a este marco.
¿El mundo habrá entendido el mensaje detrás del Acuerdo de París?
Cuando el presidente de la reciente Conferencia Climática de París, Laurent Fabius, dejó caer su martillo en forma de hoja para aprobar el “Acuerdo de París”, la sala plenaria estalló en júbilo y largos aplausos.
Mientras que unos hablaban de un día histórico, otros criticaban el acuerdo como insuficiente e inútil. Presentamos a continuación un panorama de las opiniones ofrecidas por actores y observadores y un primer análisis de esta COP 21.
El Acuerdo de París ha sido adoptado; fuente: UNFCCC
[leer más]Todos los participantes de las Conferencias Climáticas conocen la pelea de las pequeñas islas para sobrevivir frente a la amenaza del cambio climático, y como grupo organizado han podido hacer escuchar su voz. ¿Pero qué de los habitantes de las montañas, que también pertenecen a los más vulnerables y marginalizados en el mundo?
Para aumentar la visibilidad de las poblaciones de montaña, el 11 de diciembre se organizó un evento para celebrar el Día Internacional de la Montaña en el programa paralelo de la COP 21 de París. Pero esta no es la única iniciativa: Bajo liderazgo de Suiza se está pidiendo al IPCC, el gremio científico de la Convención Climática, la elaboración de un “informe especial” sobre montañas.
[leer más]Todos los países miembros de la Convención Climática (CMNUCC) tenían hasta el 1º de octubre para preparar sus Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional (INDCs), que de manera agregada, definen el nivel de la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero frente al reto de limitar el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C.
Ya antes del comienzo de la COP 21 el secretariado de la Convención Climática, el Programa de las Naciones Unidas de Medio Ambiente (PNUMA) y la Red de Acción Climática (Climate Action Network – CAN) han presentado sus respectivos análisis sobre el conjunto de las contribuciones nacionales, como base para las negociaciones de París. Es resultado es más que decepcionante: Estamos camino a un mundo 3 o 4 grados más caliente.
[leer más]Entre el 4 y 8 de octubre tuvo lugar en Perth, Escocia, la mayor conferencia global sobre la investigación en zonas de montañas, “Montañas de nuestra Tierra Futura” (Mountains of our Future Earth).
Al igual que en su versión anterior en 2010, el cambio climático era nuevamente el tema central. El Instituto Boliviano de la Montaña (BMI) estaba presente con presentaciones sobre el retroceso glaciar y la adaptación al cambio climático en zonas de alta montaña.
“Montañas de nuestra Tierra Futura”
[leer más]El cambio climático impacta a las regiones de montaña más que muchas otras partes del globo. Las bases de vida de las poblaciones de montaña peligran por temperaturas más altas, eventos extremos, cambios en las precipitaciones y el retroceso de los glaciares.
Para llamar la atención del mundo sobre esta situación, el secretariado de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) ha lanzado la iniciativa para una Petición Internacional y una Declaración sobre Montañas y Cambio Climático para la COP 21 en París.
Nevado Illimani, Bolivia
[leer más]2015
“¿Qué podemos esperar de la COP 21 de París? Los avances en las negociaciones internacionales sobre Cambio Climático” era el título de un conversatorio organizado por la Plataforma Climática Latinoamericana a mediados de agosto en Bolivia.
Publicamos a continuación una entrevista que realizamos al expositor Enrique Maurtua Konstantinidis de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y coordinador del Proyecto de Agendas Climáticas Nacionales en su paso por la ciudad de La Paz.
Enrique Maurtua Konstantinidis de FARN durante la entrevista con el Klimablog.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse