Los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC, o también SLCP en inglés: Short Lived Climate Pollutants) son agentes atmosféricos contribuyentes al calentamiento global y al mismo tiempo degradan la calidad del aire. Tienen una vida útil relativamente breve en la atmósfera (entre pocos días a unas pocas décadas), a diferencia del CO2, que permanece en la atmósfera durante siglos o milenios después de emitido.
En la entrevista que sigue, la abogada ambiental Florencia Ortúzar de AIDA nos explica que aunque la reducción de emisiones de dióxido de carbono es esencial para mantener el aumento de temperatura por debajo de 2 °C a largo plazo, la disminución de los CCVC ofrece un importante aporte en esta difícil tarea.
[leer más]El cambio climático afectará a las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia con incrementos de la temperatura media entre 1 °C a 2 °C al año 2030. Este es el resultado realmente asustador de las modelaciones climáticas realizadas por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
Presentamos a continuación el texto sobre el futuro comportamiento de las temperaturas atribuidos al cambio climático, levemente abreviado, de Jan Spickenbom y Marlene Quintanilla y tomado del “Atlas Socioambiental de las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia”, que se ha presentado en el Klimablog el 18 de abril de 2016.
El aumento de temperatura pronosticada al 2030 durante la época seca (izq.) y la época húmeda (dcha.)
[leer más]El 26 de abril de 1986, en el lejano lugar Chernóbil, de lo que en ese entonces era todavía la Unión Soviética, se produjo el peor accidente nuclear de la historia, que contaminó gran parte de Europa y de territorio soviético.
Con diferentes ceremonias, la semana pasada se conmemoró el 30 aniversario del accidente que costó la vida y afectó la salud de millones de personas y cuyos costos económicos son sentidos hasta hoy día.
La planta nuclear de Chernobíl después del accidente de 1986; fuente: mohawkhairstylesforblackwomen.science
[leer más]El “Atlas Socioambiental de las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia", disponible en forma íntegra a través de la página web de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) es un verdadero tesoro para todos los que quieren conocer y comprender la Bolivia actual.
Se trata sin lugar a dudas de la recopilación más completa y confiable sobre la realidad socioambiental de las Tierras Bajas y de los Yungas, una contribución fundamental para los actuales debates sobre la Madre Tierra y el modelo de desarrollo.
[leer más]A fines del mes pasado, coincidente con el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó la “Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2015”.
El documento de 25 páginas fue lanzado en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas, que incluye el español, y brinda un excelente resumen sobre el año 2015, que “hizo historia con registros de temperaturas máximas sin precedentes, olas de calor intensas, un total extraordinario de precipitaciones, sequías devastadoras y una actividad excepcional de los ciclones tropicales”.
“El ritmo alarmante del cambio climático que estamos observando como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero no tiene precedentes en los registros modernos”, advirtió el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) Petteri Taalas al presentar el más reciente informe anual sobre el estado del clima global. “El futuro ya está aquí”, agregó.
La OMM informa sobre las temperaturas terrestres y oceánicas que en 2015 “la temperatura media global en superficie batió todos los récords anteriores por un margen amplio, con valores de aproximadamente 0,76 oC por encima de la media del período comprendido entre 1961 y 1990, debido a un intenso episodio de El Niño y al calentamiento global provocado por las actividades humanas. Dado que el 93% del exceso de calor queda atrapado en los océanos, el contenido calorífico de los océanos hasta una profundidad de 2.000 metros también alcanzó un nuevo nivel máximo”.
Este último dato es de suma importancia y muchas veces olvidado en la comunicación sobre el cambio climático. El hecho de que más del 90% de la energía adicional atrapada por la Tierra por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, está siendo almacenada por los océanos, tiene dos consecuencias. Por uno, “esconde” la mayor parte del calentamiento global, que no está siendo capturado por las mediciones de las temperaturas del aire. Por otra parte, es responsable del retraso (o la inercia) del sistema climático de ajustarse al nuevo estado energético. Los impactos del cambio climático que hoy día observamos son resultado de las emisiones de hace 20 o 30 años atrás.
“En la actualidad la temperatura de la Tierra es 1 °C más alta que a comienzos del siglo XX. Estamos a mitad de camino del umbral crítico de 2 °C”, comentó Taalas. Tomando en cuenta el retraso en el sistema climático y los compromisos insuficientes de reducción de emisiones de los países realizados antes de la última conferencia climática de las Naciones Unidas, poder limitar el aumento de temperatura a 2 °C parece ilusorio.
La conclusión que saca el secretario general de la OMM en el prólogo de la “Declaración sobre el estado del clima 2015” es sobrio: “Se prevé la continuación de la tendencia del calentamiento y el aumento de la cantidad de desastres en los próximos decenios. Esta situación pone de relieve la necesidad de invertir en medidas de adaptación y no solo de mitigación. Una de las formas más poderosas de adaptarse a las consecuencias del cambio climático es fortalecer los sistemas de alertas tempranas de desastres y los servicios climáticos”.
Diferencia de temperatura respecto de la media del período de 1961 a 1990
Las conclusiones principales del informe de la OMM
Temperatura: La temperatura media mundial cerca de la superficie en 2015 fue la más elevada jamás registrada por un amplio margen, de acuerdo con los datos de los tres principales centros de investigación climática: El Centro Hadley de la Oficina Meteorológica y Unidad de Investigación sobre el Clima de Gran Bretaña, el Centro Nacional de Datos Climático de la NOAA de los Estados Unidos y del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA, también de los Estados Unidos.
La temperatura media mundial del año fue de alrededor de 0,76 °C por encima del promedio del período comprendido entre 1961 y 1990, y aproximadamente 1 °C superior al período comprendido entre 1850 y 1900, también considerado la era pre-industrial. Las altas temperaturas se observaron en particular en grandes zonas de América del Sur, África, gran parte de Europa, el noreste de Eurasia, Oriente Medio y las zonas occidentales de América del Norte.
Precipitación: En 2015 la precipitación a escala mundial se acercó a la media a largo plazo. Sin embargo, las precipitaciones extremas, que en algunos casos ocasionaron inundaciones y sequías, afectaron muchas regiones del mundo. Por ejemplo: las zonas meridionales de Estados Unidos, México, Perú, el norte de Chile, la mayor parte del Estado Plurinacional de Bolivia, Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina, las zonas norte y sureste de Europa, algunas partes de Asia central, el sureste de China, algunas zonas de Pakistán y Afganistán.
Manto de nieve: Según los datos del Laboratorio de Nieve Mundial de la Universidad de Rutgers, la extensión del manto de nieve del hemisferio norte durante la primavera boreal alcanzó los 28,5 millones de km², cifra inferior a la media a largo plazo y octavo valor más bajo jamás registrado.
Criósfera: En el hemisferio norte, el ciclo estacional de la extensión de los hielos marinos del Ártico suele alcanzar su nivel máximo en marzo y su nivel mínimo en septiembre. En 2015, la extensión máxima diaria, que se registró el 25 de febrero, fue la menor de la que se tiene constancia. La extensión mínima de hielo marino se observó el 11 de septiembre y con 4,41 millones de km² fue la cuarta más baja jamás registrada por satélite.
Ciclones tropicales: A escala global, se formaron 91 tormentas tropicales durante 2015. Una tormenta con nombre se define como una tormenta tropical en la que la velocidad del viento iguala o supera los 63 km por hora. Esta cifra es levemente superior al promedio de 85 tormentas anteriormente registrada. En el suroeste del Pacífico Sur se registraron 11 tormentas con nombre, comparado con una media anual de 6, entre ellos “Pam” en Vanuatu y Tuvalu en el mes de marzo.
El Niño: El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) continuó intensificándose y alcanzó su punto máximo en diciembre.
La situación de los océanos
Se registraron temperaturas considerablemente elevadas en grandes zonas oceánicas. En particular, la zona central y oriental del Pacífico tropical alcanzó temperaturas muy superiores a la media debido al fenómeno de El Niño.
Nivel del mar: El nivel del mar se mide por medio de satélites y mareógrafos tradicionales. El promedio mundial del nivel del mar para el período comprendido entre enero y noviembre de 2015 fue el más alto registrado por satélite, y el más alto desde que comenzaron los registros a escala mundial hace más de un siglo.
A medida que los océanos se calientan, se expanden y provocan un aumento del nivel del mar a escala mundial y regional.
El aumento del contenido calorífico de los océanos
El documento de la OMM toma mucho cuidado en explicar la gran relevancia de la absorción de la energía adicional por la Tierra debido al aumento vertiginoso de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera:
Cuando el clima es estable, la cantidad de energía que el sistema Tierra absorbe del Sol se equilibra por la cantidad de energía que la Tierra emite al espacio en forma de radiación infrarroja térmica. No obstante, el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero ha generado un desequilibrio al reducir la radiación emitida y acumular, como consecuencia, energía en el sistema Tierra con el paso del tiempo. El nivel del incremento de energía en el sistema climático (el desequilibrio energético de la Tierra) constituye el parámetro más importante que define el ritmo del cambio climático mundial.
En escalas temporales de más de un año aproximadamente, la gran mayoría (más del 90%) del desequilibrio energético de la Tierra produce calentamiento de los océanos. Por lo tanto, el seguimiento de las temperaturas de los océanos y de los cambios que se producen en el contenido calorífico conexo de los océanos nos permite observar las variaciones del desequilibrio energético de la Tierra a lo largo del tiempo.
Pero no solamente eso, sino el aumento del contenido calorífico de los océanos tiene consecuencias muy directas: El calentamiento de las aguas oceánicas adyacentes a las capas de hielo también puede afectar el flujo de hielo hacia el océano, el cual constituye otro componente fundamental del aumento del nivel del mar.
En 2015, el contenido calorífico de los océanos a escala mundial tanto hasta los 700 metros como hasta los 2.000 metros de profundidad alcanzó niveles sin precedentes.
“La dimensión social de la vulnerabilidad al cambio climático en zonas urbanas y rurales del Altiplano de Bolivia” es el título del libro de Consuelo Fernandez que se ha publicado el año pasado, y en el que se presentan los resultados del estudio comparativo sobre la “vulnerabilidad social”, que se ha realizado en el espacio periurbano de El Alto y en el municipio rural de Cairoma, ambos en el departamento de La Paz.
En el cual la autora analiza la relación entre niveles de organización social y política en espacios locales y la capacidad de hacer frente a los impactos del cambio climático.
[leer más]Ya han pasado cinco años desde que el calentamiento global ha acabado con la vida del glaciar el Chacaltaya, alguna vez la pista de esquí con lift más alta del mundo, apoyado por la anterior ocurrencia del fenómeno de El Niño.
En la reciente publicación científica “Adaptación al cambio climático del sector de turismo en los Andes bolivianos” (Climate Change adaptation of the tourism sector in the Bolivian Andes) tres investigadores suizos han analizado las estrategias de adaptación del sector turístico de La Paz frente a la pérdida de una de sus principales atracciones.
Vista de la Cabaña Grande del Club Andino hacia la Cabaña Chica
[leer más]América Latina es una de las regiones particularmente vulnerables al cambio climático, la agricultura a su vez es uno de los sectores más vulnerables y las mujeres constituyen un segmento de la población especialmente vulnerable. Pero, ¿cuál es la relación entre género, cambio climático y agricultura en nuestra región?
Para entender mejor esta relación y el accionar respectivo de las diferentes instituciones del sector, se desarrolló el estudio regional “Género, agricultura y cambio climático: estado y perspectivas desde la institucionalidad en Latinoamérica”
[leer más]¿Qué estrategias de vida tienen los hogares rurales del Norte de Potosí para adaptarse a las condiciones climáticas y socioeconómicas actuales? y ¿cuál es la influencia del cambio climático? ¿Cómo ha afectado el acceso al riego mediante proyectos de desarrollo a las condiciones de vida de las familias beneficiarias?
El estudio “Estrategias de hogares en el contexto del cambio climático: Riego familiar y migración rural en la región Norte de Potosí, Bolivia” de la geógrafa Isabell Nordhausen de la Universidad Libre de Berlín contribuye a la comprensión de las interrelaciones entre el cambio climático, la migración y la disponibilidad de riego en la región, y ayuda a identificar vulnerabilidades.
Atajados en el Norte de Potosí
[leer más]2016
El mundo ha llegado a otro triste récord: El año pasado ha sido el año más caliente jamás medido desde 1850. Y no solamente eso, la temperatura de 2015 muestra el mayor aumento de temperatura frente a los anteriores años récord.
En palabras de Peter Stott del servicio meteorológico de Gran Bretaña: “2015 ha sido un año que ha roto récords en nuestro clima. Temperaturas globales promediadas han llegado a ser 1°C por encima de niveles pre-industriales por primera vez.”
La temperatura global desde 1850; fuente: Met Office
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse