2012
Según los pronósticos del Servicio Meteorológico de los Estados Unidos, NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), se hace cada vez más probable que empiece un evento El Niño entre julio y septiembre de este año.
Si esto fuera así, es casi seguro que el año 2013 se convertirá en el año más caliente desde que empezaron los registros de temperatura.
Fig. 1: Anomalías de las temperaturas anuales globales; fuente: NOAA.
[leer más]Hasta hace pocos años, el glaciar Pastoruri de la Cordillera Blanca de Perú era el centro de esquí más importante de ese país. Debido al calentamiento global, hoy en día, el glaciar languidece y los turistas ya no llegan como antes; los kioscos de venta están cerrados.
Por esta situación dramática -que nos muestra de una manera muy clara cuan fuertes son los efectos del cambio climático- también se han visto afectadas las comunidades de la zona que antes se repartían los ingresos por las visitas de turistas con el Parque Nacional Huascarán. Actualmente estas comunidades y el Parque están comenzando a implementar un proyecto turístico alternativo: la "Ruta del Cambio Climático"
Derretimiento del glaciar Pastoruri (Fuente: 2001, SPDA; 2012, D. Hoffmann)
[leer más]Según mediciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) en su estación de Barrow en Alaska, durante esta primavera nórdica, la concentración de CO2 en la atmósfera del Ártico pasó la barrera de los 400 ppm (partes por millón) – un nivel inédito por lo menos en los últimos 800 mil años.
El promedio global de la concentración de dióxido carbono, el gas de efecto invernadero (GEI) más importante, está actualmente en 395 ppm, pero debido a la tendencia de aumento anual de 2 ppm (o más), en unos tres años igualmente romperá este triste récord.
Estación de medición en Barrow, Alaska (izq.); botellas con pruebas de aire para su análisis (dcha.). Fuente: NOAA.
[leer más]2012
A tiempo de saludar a los participantes de la IX marcha indígena, en defensa del “Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS", que están a punto de llegar a la sede de gobierno en La Paz y agradecerles por su esfuerzo y sacrificio en defensa, no solamente de su territorio, que es el “Isiboro Sécure”, sino de lo que también es el área protegida del TIPNIS, patrimonio de todos los bolivianos, queremos dedicar este espacio a compartir algunas reflexiones acerca de la relación entre el TIPNIS y el cambio climático, en base a los resultados de una investigación de la Fundación Natura Bolivia y del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB). | |
Desde el 13 de junio de 2012 funciona el Pabellón de Montañas en la Conferencia de las Naciones Unidas “Río + 20”. Este espacio de encuentros y eventos relacionados con las montañas ha sido instalado en base a la iniciativa del Perú y es un intento de dar mayor importancia y visibilidad a las regiones de montaña del mundo en las discusiones y negociaciones sobre la Economía Verde y “el Futuro que Queremos”, lema de la Conferencia Río+20.
[leer más]En un nuevo informe conjunto de varias ONGs, se alerta sobre los daños irreparables que pueden sufrir ecosistemas y países vulnerables a consecuencia del cambio climático.
A fines de mayo, las ONGs internacionales CARE, Germanwatch, ActionAid y WWF lanzaron su informe “Hacia territorio desconocido. Los límites de la adaptación y la realidad de las pérdidas y de los daños de los impactos climáticos” (“Into Unknown Territory. The Limits to Adaptation and Reality of Loss and Damage from Climate Impacts”), durante la conferencia preparatoria de la Convención Climática en Bonn. Presentamos aquí los puntos más sobresalientes del informe.
La mirada central del informe: “Hacia territorio desconocido. Los límites de la adaptación y la realidad de las pérdidas y de los daños de los impactos climáticos” va más allá de la adaptación y mitigación del cambio climático, porque se enfoca en los daños y las pérdidas que la humanidad va a sufrir a causa de los impactos del cambio climático.
“El concepto de pérdidas y daños es cada vez más importante, porque no hemos mitigado y no nos hemos adaptado al cambio climático a tiempo: no importa lo que hagamos, todavía habrá pérdidas e impactos irreversibles. Los compromisos actuales para la reducción de emisiones no están a la altura de la urgencia científica de combatir el cambio climático. Es muy probable que pasemos el límite crítico de 2° C, y así poner el planeta en camino a un calentamiento global de entre 4 a 6° C”, definen los autores en su punto de partida.
El concepto de “pérdidas y daños” ha sido introducido en las discusiones climáticas internacionales por primera vez en 1991 por Vanuatu, pequeño estado-isla del Pacífico, pero recién en la Conferencia Climáticade Cancún (COP-16) en 2010 se ha definido un “Programa de trabajo” a nivel de las Naciones Unidas sobre la temática. La advertencia de los autores del informe: “Un componente de pérdidas y daños es una parte de importancia crítica para cualquier nuevo acuerdo global sobre cambio climático”.
Sin embargo, para algunas regiones ya es tarde:
“Aún con acciones efectivas de mitigar el cambio climático y de adaptar a sus impactos, algunos países sufrirán pérdidas irreversibles. Tierra, propiedad, ecosistemas y comunidades serán afectados en tal grado que volver a una vida normal será imposible. En casos extremos, países perderán territorio de manera permanente por efecto de desastres climáticos y al aumento del nivel del mar”.
Aunque un cierto nivel de pérdidas y daños a nivel global es ya inevitable, los autores del informe constatan que “todavía podemos reducir drásticamente la magnitud de los impactos climáticos”.
Los autores no tienen dudas sobre las consecuencias nefastas que un calentamiento global de 4 a 6° C tendría para la biodiversidad y los ecosistemas, al igual que sobre las poblaciones y estados especialmente vulnerables: un aumento de la tasa de extinción de especies entre 40-70%, el desencadenamiento de puntos de inflexión (tipping points), pérdida irreversible del hielo ártico y la muerte del bosque amazónico, entre otros.
En resumen: “En un mundo 4° C más caliente es muy probable que veamos los límites de la adaptación rebasados a gran escala, en niveles de los individuos, de las comunidades, de la sociedad y de los ecosistemas”. En consecuencia los autores exigen mayores reducciones y mayores financiamientos de los países industrializados. Las emisiones de los países industrializados deberían reducirse en por lo menos 40% hasta 2020 y más del 80% hasta 2040 (comparado con el año base 1990).
También definen tareas para los países del Sur: “Simultáneamente, los países en vías de desarrollo tienen que fortalecer una planificación y un desarrollo con visión de futuro para adaptarse y poder manejar las pérdidas y la exposición y vulnerabilidad relacionados a los daños sufridos”. Lo que también propone el informe es mayor atención al “manejo de riesgos climáticos”, como componente clave de los planes y estrategias de adaptación.
Gráfico: Posibles caminos futuros de las emisiones globales
Con tantas pérdidas de “tierra”, “ecosistemas” y “territorio”, uno quiere preguntar, ¿dónde quedará el hombre?. Con la excepción de la mención de que “por lo menos 200 millones de bangladeshis” serán desplazados por el cambio climático, a lo largo del informe, el impacto en los seres humanos aparece sólo como abstracción. Los autores todavía no se atreven a decir que la extinción masiva de especies, la pérdida de condiciones para la agricultura en grandes partes de África y la destrucción progresiva de ecosistemas conllevará una otra consecuencia, casi lógica, que es la muerte de millones de personas, ¿Será que no han querido asustar a los lectores?
Desde estas páginas, ¡hago un llamado a las agencias de desarrollo, instancias estatales competentes y agentes privados dedicados a la lucha contra el cambio climático de asumir la tarea de traducir al español, publicar y circular masivamente este poderoso documento de apenas 16 páginas!