2015
Reacción Climática ha lanzado la campaña “¡Este Carnaval No dañes la Capa de Ozono!”, alertando sobre la destrucción de la capa de ozono por el uso de espumas carnavaleras, que por su contenido de hidroclorofluorocarbonos además contribuyen al calentamiento global.
Con motivo de las fiestas carnavaleras de estos días, presentamos aquí una versión abreviada del texto “Debe ser prohibida la venta de espumas carnavaleras que contienen gases de flúor” de Amos Batto, investigador de Reacción Climática y TierrActiva. La versión extendida incluye además todas las referencias y fuentes usadas por el autor.
[leer más]2014
Aunque el tema de la fractura hidráulica o “fracking” no haya llegado a los ámbitos de la discusión pública todavía, Bolivia ya está preparando el uso de esta tecnología muy controvertida para extraer mayores cantidades de gas.
Presentamos a continuación una versión resumida del artículo “El riesgo del fracking en Bolivia” del activista e investigador en temas energéticos y de cambio climático Amos Batto, que explica los peligros asociados al proceso de fracking para el medio ambiente y las personas afectadas.
Diseño esquemático del proceso de “fracking”; foto: darthpedrius (Creative Commons)
[leer más]Una semana antes de la Cumbre de la G77+China en Santa Cruz y medio año antes de la próxima Conferencia Climática, la COP 20 en Lima en diciembre, se calientan las discusiones sobre las emisiones en el mundo, las responsabilidades para ellas y las propuestas del desarrollo de Norte y Sur.
En este contexto presentamos a continuación el intento de una breve reseña del texto “La problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia” proporcionado por el analista climático Amos Batto, miembro del colectivo de activistas climáticos Reacción Climática en La Paz. Es probablemente la recopilación más completa sobre emisiones de gases de efecto invernadero, cambio climático, política energética y de desarrollo de Bolivia.
Emisiones de CO2-eq per cápita; fuente:CAIT 8.0, World Resources Institute
[leer más]Analizar y debatir el rol de las universidades en la lucha contra el cambio climático era el objetivo de un seminario que se llevó a cabo en la Universidad Católica Boliviana en La Paz el día 12 de septiembre de este año.
Bajo el título “Universidades hacen frente al cambio climático” investigadores y expertos en la temática presentaron resultados de sus investigaciones e intercambiaron ideas de como se podría fortalecer la investigación científica sobre el cambio climático en Bolivia.
El seminario “Universidades hacen frente al cambio climático” tuvo lugar en la Universidad Católica Boliviana
[leer más]El 21 de agosto se llevó a cabo el “Conversatorio sobre energía, cambio climático y desarrollo en Bolivia” para analizar las actuales políticas energéticas de Bolivia en el contexto del cambio climático y las orientaciones de desarrollo del país.
El evento fue organizado por la Fundación Solón y contó con exposiciones de los expertos Juan Carlos Guzmán de CEDLA, Elías Huanca Castillo de CEJIS y Amos Batto de Reacción Climática. A continuación resumimos algunos de los aspectos más sobresalientes.
Planes de energía contaminante y más gases de efecto invernadero en Bolivia. Fuente: Amos Batto
“Es imprescindible cambiar la matriz energética, que está en la base de los actuales patrones civilizatorios”, remarcó Elizabeth Peredo, anfitriona y moderadora del Conversatorio a modo de introducción. “Mediante este evento, queremos generar debate sobre la relación entre nuestras políticas energéticas y el modelo de desarrollo que se está siguiendo”, agregó.
El primer expositor, Juan Carlos Guzmán del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), en su intervención titulada “Razones mercantiles para mantener la raíz energética” comenzó a analizar la política energética de 10 países de la región latinoamericana. Su veredicto:“Todos los países están en la misma carrera de fuentes fósiles”.
Continuó al afirmar que en la evolución del patrón de la matriz energética, que es la composición de la producción y del uso de la energía por diferentes fuentes y usos, en la región de Sudamérica no hubo cambios en los últimos 12 años. Según el analista, solamente el 17% de la producción energética de la región se da en base de fuentes renovables. El 66% del consumo energético de la región de América Latina proviene de fuentes fósiles, con un crecimiento de 0,4% anual. El primer destino es el sector del transporte, con un crecimiento de 3,5%, “un claro reflejo de la urbanización”. El sector residencial consume un 14% del total, con tendencia en disminución.
“La energía no es renta”, critica Guzmán; la energía debería servir en primer lugar para satisfacer las necesidades (básicas) de la población. Sin embargo, todavía es tratada como mercancía.
Otro tema de preocupación para el analista energético vinculado a la Plataforma Energética es la pérdida de la autarquía energética, especialmente notoria en Ecuador y Bolivia, porque “la autarquía ha vuelto a ser importante”. Bolivia exporta energía (gas natural), en vez de productos acabados, e importa diesel refinado.
A estos problemas se suman la baja productividad energética (el 50% va al sector transporte) y el bajo rendimiento del sistema eléctrico de Bolivia, que solo es de un 31%. Luego Guzmán resaltó como muy positivo el aumento del índice de electrificación rural en el país durante los últimos 7 años.
La segunda presentación, a cargo de Elías Huanca Castillo de la ONG CEJIS (Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social) se centró en la relación de la política energética y los derechos de los pueblos indígenas.
“La propuesta de la Ley de Consulta Pública, que recientemente fue consensuada en Cochabamba, no recoge propuestas de Conamaq, Cidob y de los Guaraníes; su enfoque es más bien facilitar la explotación hidrocarburífica”, constató Huanca Castillo en su intervención. Se exime hidrocarburos de proteger la biodiversidad del país y “la consulta solo tiene carácter de informar, mientras que el ejecutivo toma la decisión final”.
A esto se suma la reciente aprobación de un decreto supremo, que abre las áreas protegidas (y las Tierras Comunitarias de Orígen-TCOs dentro de estas) para la exploración de hidrocarburos. En resumen, un panorama poco alentador.
Los expositores Amos Batto, Elias Huanca Castillo y Juan Carlos Guzmán con la moderadora Elizabeth Peredo (izq.) y el parte del público (dcha.)
La última exposición del Conversatorio titulada “Planes de energía contaminante y más gases de efecto invernadero en Bolivia”, estaba a cargo de Amos Batto, investigador del colectivo de activistas climáticos Reacción Climática. Luego de una introducción sobre el panorama climático y energético global muy informativa y llena de datos y gráficos, Battos se puso a analizar los planes del gobierno boliviano para expandir la producción de electricidad y su impacto ambiental. La intención es cuadruplicar la capacidad instalada para que llegue a 6 MW.
Para Batto, la producción eléctrica se enmarca dentro del panorama energético más amplio del país:
- Entre el 2000-2012, la producción de petróleo aumentó en un 67,1% y la del gas natural en un 382,6%.
- Entre 1999-2011, las exportaciones de hidrocarburos aumentaron de 75 a 4.149 millones de dólares, creciendo de 7,2% al 45,5% de las exportaciones de Bolivia.
- Bolivia consume casi todo el petróleo que produce, pero exportó 82,4% del gas natural en 2011.
- El 17,6% del gas que se quedó en el país, sólo el 2% fue destinado al uso doméstico (cocina, calefacción, etc.). El restó se utilizó para las plantas termoeléctricas para producir electricidad (56%), uso industrial (24%), vehícular (17%) y comercial (1%).
Batto reconoce que a pesar de ciertas buenas voluntades, no es tan fácil cambiar este panorama de dependencia de energías fósiles, que contribuyen al calentamiento global y cambio climático: “”El ingreso de YPFB (la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia) ha aumentado en un 400% en 6 años, por lo que el Estado boliviano está volviéndose más dependiente del ingreso de los combustibles fósiles. Por ello es más difícil pensar en alternativas, como energía solar, eólica y geotérmica”.
Otro tema para Batto es la “justicia climática”, el derecho de cada persona en el mundo al mismo monto de emisiones de dióxido de carbono, dentro de un presupuesto global para no llevar el mundo al desastre climático.
En un cálculo de las emisiones per cápita de cada uno de los aproximadamente 10,5 millones de bolivianos, Bolivia se sitúa dentro del grupo de los países industrializados del norte. Según diferentes fuentes y cálculos, las emisiones per cápita en Bolivia está entre las 20 y 30 toneladas de equivalente de dióxido de carbono, el mismo rango de Estados Unidos y Australia, debido sobre todo no al uso de energías fósiles, sino a la deforestación en tierras bajas. Varios países europeos, entre ellos Alemania, Francia y España, solo llegan a entre 10 y 15 t/CO2eq per capita.
La conclusión de Batto: Si estamos serios con el compromiso de mitigar el cambio climático y la aplicación del concepto de la justicia climática global, “hay que dejar los hidrocarburos bolivianos en el suelo” (ver la presentación power point para detalles del cálculo). Bolivia tiene muchas oportunidades para aprovechar fuentes de energía renovable de una manera sostenible, como ser el viento, el agua y el sol. Sin embargo, todo apunta a que la actual política energética de Bolivia es más que nada una continuación e intensificación del modelo extractivista tradicional.
Emisiones y energi´a Amos v completa ctf.pdf |
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