En las últimas semanas las temperaturas ya elevadas en Siberia durante meses han alcanzado nuevos niveles récord. En Verjoyansk, el lugar "habitado más frío del mundo" se registró una temperatura de 38° C.
Con esta ola de calor prolongada se crean condiciones perfectas para un mayor número de incendios. También se acelera el derretimiento del suelo permanentemente congelado o permafrost, poniendo en riesgo a gran parte de la infraestructura en el Ártico, lo que resulta en un mayor riesgo de catástrofes ambientales en la industria extractivista de la región.
Anomalía de la temperatura en mayo 2020 en el hemisferio norte. Fuente: NASA Earth Observatory
[leer más]Nada nuevo en al Ártico: Una vez más la extensión del hielo marítimo ártico ha llegado a un nuevo mínimo. Al finalizar el invierno nórdico la extensión máxima llegó a apenas 14,52 millones de km² - 1 millón de km² por debajo del promedio de 1981 a 2010 y batiendo el récord del año pasado.
Después de un invierno extremadamente caliente en la región ártica –incluso con temperaturas por encima de cero en el polo norte- estos datos sobre la menor extensión de hielo ártico jamás medidos no llegan como gran sorpresa, pero si causan gran preocupación entre la comunidad científica y significan impactos fuertes para los habitantes del Ártico.
Izq.: La extensión del hielo ártico en su mayor superficie a finales del invierno polar; fuente: NSIDC, 1º de abril de 2016. Dcha: La extensión del hielo ártico en contexto de otros años; fuente: NSIDC, 3 de abril de 2016.
[leer más]El permafrost -los suelos congelados de forma permanente- del Ártico se está derritiendo debido al aumento vertiginoso de las temperaturas en la región, lo que “libera” grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera. Aunque los mecanismos son bien conocidos, hasta la fecha existía gran incertidumbre sobre la cuantificación de estos procesos.
El mes pasado salió un nuevo estudio en la prestigiosa revista Nature que cuantifica las cantidades exactas de carbono almacenadas en los suelos congelados árticos y sobre la tasa de su liberación a la atmósfera, indicando que este proceso se da más rápido que lo anteriormente pensado.
Mapa de la región ártica mostrando el carbono orgánico almacenado por los suelos
[leer más]2013
Al igual que en los años anteriores, a mediados de septiembre de 2013 la extensión del hielo ártico llegó a su mínimo. Aunque no se llegó cerca del valor récord de 2012, la extensión todavía cubierta por hielo era muy por debajo del promedio de la primera década del siglo XXI.
Lo que es más preocupante todavía: el grosor del hielo ártico flotante – y con esto el volumen de hielo - sigue en disminución, como muestran datos nuevos del satélite europeo CryoSat.
La extensión mínima del hielo ártico de este año (línea roja), en comparación con otros años recientes y los promedios de las tres últimas décadas. Fuente: IARC-JAXA
El hielo ártico se encuentra en un proceso acelerado de derretimiento, llamado “el espiral mortal del Ártico” (Arctic Death Spiral) por algunos observadores por la velocidad y la existencia de retroalimentaciones positivas. Como muestra el gráfico arriba, el valor mínimo alcanzado este año a mediados del mes de septiembre de aproximadamente 4,8 millones de km² ha estado otra vez muy por debajo del promedio de la primera década del siglo.
Sin embargo, el derretimiento de este año quedó por encima del mínimo histórico del año pasado que era de solo 3,6 millones de km². Esto ha dado motivo a los "escépticos" o "negacionistas" del cambio climático para anunciar una vez más la “recuperación” del hielo ártico y la supuesta vuelta de la tendencia a su desaparición completa durante el verano ártico. El gráfico más abajo es una muestra ilustrativa de lo que han significado las anteriores “recuperaciones” en una escala de tiempo más larga: la pérdida continuada del hielo ártico, a pesar de las variaciones de año en año que se deben principalmente a cambios atmosféricos, como explica Neven en su blog dedicado exclusivamente al estado del hielo ártico: “El gradiente de presión entre áreas de baja y de alta presión (diferente cada año) determina la compactación y la prolongación de la época de derretimiento del hielo marítimo ártico".
Es por eso que las mediciones del grosor del hielo son importantes, porque el volumen es un indicador más exacto que la extensión de lo que está aconteciendo con el hielo flotante del ártico a largo plazo. En un estudio del año pasado reportado por el Klimablog, el científico Joey Comiso de la NASA había determinado la pérdida del hielo multi-anual del Ártico: “Comiso ha podido calcular que la extensión del hielo perenne (que es aquel que ha sobrevivido un verano) se ha reducido en -12,2% durante la última década. Sin embargo, el hielo multi-anual ha mostrado una disminución todavía mayor, con -15,1% por década. Como “extensión” del hielo se define la región del océano ártico con un mínimo de 15% de cobertura de hielo.”
El hielo ártico ha perdido alrededor del 75% de su volumen durante los últimos 30 años, con lo que la pérdida de volumen es más fuerte que la de su extensión.
El grosor del hielo ártico sigue en disminución, como se ve en las imágenes de primavera del satélite CryoSat de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency)
Ahora se han presentado nuevos datos satelitales europeos que confirman aquellos presentados por Comiso. “CryoSat" sigue proporcionando evidencia clara de la disminución del hielo marítimo ártico, explicó el Prof. Andrew Shepherd de la Universidad de Leeds, Gran Bretaña. “De las mediciones satelitales podemos ver que unas partes de la capa de hielo han adelgazado más rápido que otras, pero hubo una disminución del volumen del hielo de verano y de invierno en el transcurso de los últimos tres años”. Las mediciones del grosor del hielo ártico se han iniciado en octubre de 2010 y se espera que CryoSat siga funcionando hasta el año 2017.
Algunos autores han señalado que el derretimiento acelerado del hielo del mar ártico que ha tomado a los científicos por sorpresa en 2007, cuando su extensión mínima había llegado a solo 4,17 km², ha significado el pasar de un “punto de inflexión” (tipping point) del sistema climático global. Estos puntos de inflexión, o también “puntos de quiebre”, son umbrales a partir de los cuales un ecosistema entra a un estado nuevo y diferente, generalmente sin la posibilidad de volver a su estado anterior. En el caso del hielo ártico a partir de este momento su pérdida total durante el verano nórdico es solo una cuestión de tiempo, y la gran pregunta es en realidad, ¿cuáles serán las implicancias para el sistema climático más allá de la propia región del Ártico?
Sobre las primeras consecuencias del acelerado derretimiento del hielo ártico, que se ha notado en el hemisferio norte durante los últimos años, ya se había escrito lo siguiente en el Klimablog (“Nuevo récord de superficie mínima del hielo ártico”): “Por un lado, se ha reducido el hábitat de los animales que dependen del hielo flotante y se pone en peligro las vidas y las culturas de las poblaciones árticas, que tradicionalmente dependen de estos animales para su sobrevivencia. Por otro lado, no hay que ignorar la gran importancia que tiene la masa de hielo polar para la estabilización del clima de todo el hemisferio norte y que los inviernos últimos en esta región ya se han mostrado claramente alterados en sus tendencias climáticas históricas.”
Las flechas rojas indican los procesos de “recuperación” del hielo ártico según los negacionistas del cambio climático; la flecha verde indica la tendencia de disminución real de la superficie del hielo. Adaptación de D. Hoffmann, inspirado por Skeptical Science, donde se puede ver la versión animada.
Con la pérdida de millones de kilómetros cuadrados de superficie blanca de hielo y de nieve y su reemplazo por aguas abiertas del océano, baja tremendamente el albedo, la reflexividad, del Ártico: Una superficie blanca refleja o devuelve aproximadamente el 85% de la energía solar que llega, mientras que el océano oscuro absorbe el mismo porcentaje de la energía solar. Así se explica el aumento de temperatura extraordinario de la región polar, que es dos a tres veces mayor que el promedio global.
Este acelerado aumento de la temperatura a su vez hace que el derretimiento se acelera cada vez más, un clásico caso de una retroalimentación positiva, con impactos nefastos.
Mientras tanto el primer barco de carga a granel ha emprendido viaje para atravesar el “pasaje del noroeste” canadiense. Su carga de carbón, más allá de lo simbólico, nos muestra otra retroalimentación positiva, esta vez entre el ecosistema y el sistema humano del comercio mundial: Más quema de carbón, aumento del calentamiento global, apertura de nuevas rutas comerciales, aceleración del comercio global, mayor producción industrial, más necesidad de combustibles fósiles...
Cómo se preveía en un artículo anterior del Klimablog, el 16 de septiembre de 2012 ha ocurrido un nuevo récord de superficie mínima del hielo ártico con 3,41 Mio km² (18% por debajo del mínimo alcanzado en 2007). La pérdida en volumen es todavía mayor.
Este nivel es mucho más bajo que los pronósticos de los últimos años, algunos científicos ya no hablan de décadas para indicar cuando el Ártico se podría quedar libre de hielo en septiembre, sino de años.
Fig. 1: Extensión del hielo ártico en el mes de septiembre, comparación de modelos con observaciones (“Usted se encuentra aquí. 2012”). Fuente: Gráfico modificado en base a Stroeve et al. 2007, tomado de: Climate Crocks blog
[leer más]Por la actualidad de la información volvemos ahora otra vez a la región del Ártico. El pasado día 26 de agosto de 2012, la extensión del hielo ártico ha llegado a un nuevo récord de su mínimo con una extensión de 4,1 Mio km².
Lo más preocupante todavía, es que se llegó a este récord unas 2 o 3 semanas antes del final de la temporada de derretimiento, que normalmente se da a mediados de septiembre y que hace prever que la extensión mínima del hielo ártico este año probablemente llegue a bordear los 3,5 Mio de km².
Extensión del hielo ártico. Línea gris: promedio de los años 1979-2000. Fuente: National Snow & Ice Data Center, EE.UU.
[leer más]En un reciente comentario en la revista “Nature Climate Change”, varios científicos han argumentado que en la región ártica ya se está experimentando el “cambio climático peligroso”, debido a que se está cumpliendo con los “cinco principales motivos de preocupación” que han sido definidos por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) como criterios de lo que significaría “peligroso”.
El comentario “Abrupt climate change in the Arctic” por Carlos M. Duarte, Timothy M. Lenton, Peter Wadhams y Paul Wassmann apareció en “Nature Climate Change” en febrero de 2012 (suscripción requerida).
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