Las áreas protegidas del mundo, en especial aquellas en el Sur Global, no solamente se encuentran bajo creciente presión por parte de los impactos directos del accionar del hombre, sino sufren cada vez más los impactos indirectos de las actividades humanas – en la forma del cambio climático.
Para poder enfrentar esta situación de doble amenaza, la ONG boliviana Agua Sustentable ha estado apoyando a las comunidades del Parque Nacional Sajama en la elaboración de su “Plan de Adaptación al Cambio Climático”, que a mediados de abril fue presentado a un público mayor en la ciudad de La Paz.
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2014
Las intensas lluvias en enero y febrero de este año, así como las inundaciones en el Beni y en la mayor parte de la Amazonía boliviana, han sido las mayores ocurridas desde que se tiene registros meteorológicos.
“Con el objetivo de pensar colectivamente la nueva realidad que impone el cambio climático al planeta Tierra y las consecuencias del mismo en países periféricos como Bolivia”, la Fundación Friedrich Ebert (FES) ha organizado el Conversatorio “Inundaciones en el Beni: ¿Desastre natural o efecto del cambio climático?”
Aumento de temperatura según el escenario RCP 8.5, nuestra trayectoria actual (1986-2005 a 2081-2100). El aumento de temperatura en la Amazonía llegaría hasta 7°C. Fuente: IPCC AR5, 2013
[leer más]El día 31 de marzo en la ciudad japonesa de Yokohama, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) lanzó la segunda parte de su Quinto Informe (AR5) dedicado a los impactos del cambio climático, los esfuerzos de adaptación y las vulnerabilidades existentes. La primera parte, dedicada a la base de ciencia física del cambio climático, había sido presentada en septiembre pasado.
El mensaje principal del nuevo informe producido por el Grupo de Trabajo II (WG II) del IPCC: “Durante las décadas recientes, cambios en el clima han causado impactos en sistemas naturales y humanos en todos los continentes y a través de los océanos”.
[leer más]2014
La semana pasada en La Paz, se presentaron los resultados y documentos publicados del Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales - PRAA en Bolivia.
Entre los productos elaborados por el proyecto destaca el segundo inventario nacional de glaciares con sus múltiples mapas, después de más de 20 años del esfuerzo pionero del geógrafo alemán Ekkehard Jordan publicado en 1991.
[leer más]“Avances en el conocimiento. Cambio climático y el desafío de la salud en Bolivia” publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia en 2013 es una recopilación de informaciones y datos que pretende resumir el estado del arte sobre la temática.
Los autores llegan a una conclusión decepcionante: “La sistematización y el conocimiento acumulado sobre las manifestaciones y el impacto del cambio climático en el sector salud en Bolivia aun son incipientes”.
[leer más]En estos primeros días de marzo nos encontramos ya en el tercer aniversario desde que comenzaron las primeras protestas en Siria. Mientras tanto, el conflicto ha llegado a ser una guerra civil que abarca la mayor parte del territorio sirio, adquiriendo últimamente la característica de una guerra olvidada por el resto del mundo.
No para minimizar la pérdida de más de 130.000 vidas y el múltiple daño y sufrimiento humano, sino en el intento de entender cual es el rol que ha jugado el cambio climático en el inicio de las protestas en 2011, ofrecemos una mirada hacia las “causas olvidadas” del conflicto en Siria que se ha vuelto una guerra civil sangrienta. ¿Qué es lo que el mundo puede aprender de la relación entre cambio climático y conflicto?
Cuadro de la región mediterránea mostrando las regiones con inviernos significativamente más secos durante 1971-2010 (en rojo y anaranjado) comparado con el período 1902-2010. Fuente: NOAA, 2011
[leer más]La reciente investigación sobre la relación entre los eventos de El Niño (o ENSO) y el cambio climático realizada por un grupo de científicos de diferentes países liderizada por Wenju Cai, no trae ninguna buena noticia para Bolivia:
Según la publicación titulada “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” (Increasing frequency of extreme El Niño events due to greenhouse warming) publicada en la revista nature climate change, los “Niños” extremos, como aquellos de 1982/83 y 1997/98, a futuro se duplicarán en su frecuencia en respuesta al calentamiento global.
Comparación entre la situación de hoy (arriba) y el futuro (abajo) en la ocurrencia de los eventos El Niño extremos
[leer más]El vertiginoso aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de nuestro planeta no solamente está causando un calentamiento global y consecuente cambio climático, sino también altera la química de los océanos del mundo en una forma dramática, con consecuencias para los ecosistemas marinos todavía poco comprendidas.
Los océanos ya son un 26% más ácidos comparados con tiempos pre-industriales y la actual tasa de acidificación es 10 veces más alta que hace 55 millones de años, cuando ocurrió una extinción en masa de especies marinas.
[leer más]Una vez más en febrero de este año buena parte de las tierras bajas de Bolivia se encuentran bajo agua, ciudades y campos inundados por las lluvias y los desbordes de los grandes ríos amazónicos. Cada día aumenta el número de los damnificados y las personas muertas.
Frente a este panorama se escucha con frecuencia la pregunta, ¿si se trata de la misma historia de cada año? o ¿nos encontramos ya frente a los impactos del calentamiento global y del cambio climático? – La respuesta tiene diferentes facetas y es contradictoria, como mostraremos en este artículo.
La plaza de Rurrenabaque con la Alcaldía sin agua (izq.) y bajo agua (dcha.)
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2014
Un estudio reciente acaba de constatar que la duración de la época seca en la parte sur de la Amazonía– donde se encuentra una buena parte del territorio boliviano - ha aumentado considerablemente durante las últimas 3 décadas.
Según los científicos del estudio “Increased dry-season length over southern Amazonia in recent decades and its implications for future climate projections”, esta prolongación de 3 semanas se debe principalmente al retraso de la terminación de la época seca. Con esta investigación, se confirman por primera vez las numerosas observaciones realizadas en Bolivia que apuntan a un atraso en el inicio de la época de lluvias debido al cambio climático.
Entre las observaciones de los impactos del cambio climático en Bolivia muchas veces se ha mencionado el comienzo “errático”, ya no previsible y sobre todo tardío de la época de lluvias. Pero hasta la fecha no he conocido ningún estudio que de manera sistemática o mediante estadísticas confiables haya demostrado científicamente este atraso en el inicio de la época de lluvias.
Con el estudio “Aumento de la duración de la época seca en la Amazonía sur en décadas recientes y sus implicaciones para futuras proyecciones climáticas” (“Increased dry-season length over southern Amazonia in recent decades and its implications for future climate projections”) de Rong Fu y un grupo de colegas de diferentes instituciones científicas de Estados Unidos, ahora existe esta comprobación científica, por lo menos para la parte amazónica de Bolivia:
“Hemos observado que la duración de la época seca (DSL) ha aumentado en la parte sur de la Amazonía desde 1979, principalmente debido a un atraso en las fechas de su terminación (fin de la época seca, DSE)”, escriben Fu y colegas en Proceedings of the National Academies of Science PNAS, revista científica de acceso libre. Otra observación es que esta prolongación de la época seca está siendo acompañado de una temporada de incendios igualmente prolongada.
“La principal temporada de incendios en la Amazonía sur abarca el período entre agosto y octubre, durante la transición de la época seca a la época húmeda. Un atraso en la terminación de la época seca prolongaría la época de fuegos, lo que llevaría a un mayor número de fuegos entre octubre y noviembre”, escriben los autores.
Debido a los mayores niveles de precipitaciones y la menor duración de la época seca en la Amazonía noroeste, los investigadores ven mucho menos vulnerable al cambio climático a esta región.
Los resultados del estudio vienen de una gran sorpresa, porque el reciente Quinto Informe (AR5) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PNCC) de las Naciones Unidas había llegado a un pronóstico muy diferente: “Mismo bajo escenarios futuros en los cuales los gases de efecto invernadero aumentan fuertemente, los modelos proyectan una época seca en la Amazonía sur solamente de unos cuantos hasta máximo 10 días de prolongación de la época seca hacia finales del siglo, por lo cual el riesgo de una muerte regresiva (die-back) del bosque amazónico inducido por el cambio climático parecería muy bajo”, se explica en la nota de prensa de la Universidad de Texas.
Mapa de la Amazonía mostrando el cambio del índice de vegetación durante sequías. Fuente: www.utexas.edu
El estudio realizado se basa en el análisis de datos de lluvia, es decir en observaciones directas, de las últimas tres décadas. Aunque todo apunta al cambio climático como “culpable” de este fenómeno, los autores lo formulan con mucho cuidado, indicando que el cambio climático “es la explicación más probable”.
Mas que buscar argumentos para una atribución de la prolongación de la época seca al cambio climático, los autores se muestran preocupados en detallar las implicancias de los resultados hacia el futuro.
No está claro que pasará hacia el futuro, porque la tendencia observada de las últimas décadas no continuará automáticamente. Pero, “si la duración de la época seca seguirá aumentando o no, es la pregunta central para determinar la suerte del bosque húmedo en la Amazonía y el futuro de las concentraciones atmosféricas globales del dióxido de carbono”, describen Fu y colegas el significado de los resultados de su investigación.
“La duración de la época seca en la Amazonía sur es la condición climática más importante que controla el bosque amazónico”, dijo Rong Fu, autor principal del estudio. En la Amazonía, la humedad relativa de la superficie ha estado disminuyendo debido a un aumento de la temperatura de la superficie durante las décadas pasadas. “Si la época seca es demasiado larga, el bosque amazónico llegará a un punto de quiebre y no sobrevivirá”.
Y esto nos llevará a una situación crítica incluso a nivel global. El gran peligro: “La Amazonía ha sido históricamente un sumidero de carbono, pero podría dentro de poco convertirse en una fuente net de carbono – una chimenea arrojando CO2 a la atmósfera”, comenta Katie Valentine del blog climateprogress.org. Esto es exactamente lo que pasó durante las dos últimas “sequías del siglo” en la Amazonía en 2005 y 2010. Durante estas dos sequías la región amazónica probablemente emitió la misma cantidad de CO2 que había absorbido durante la década previa.
Con esto, los resultados del estudio aportan a las especulaciones de algunos científicos que argumentan que una prolongación de la época seca, en combinación con temperaturas más altas y una mayor fragmentación del bosque debido a la deforestación continuada, podría convertir una buena parte de la Amazonía sur de un ecosistema de bosque tropical húmedo a sabana. Esto, a su vez, tendría implicancias fuertes para las precipitaciones que recibe la parte norte y occidental de Bolivia, como se había comentado en una entrada anterior del Klimablog (“Deforestación de la Amazonía reduce las lluvias a nivel local”) sobre otro estudio reciente:
“Según el estudio con el título algo complicado “Observaciones de incremento de lluvias tropicales antecedido por el paso del aire encima de bosques” (Observations of increased tropical rainfall preceded by air passage over forests) publicado recientemente en la revista Nature, con las actuales tendencias de deforestación se reducirán las precipitaciones en la cuenca amazónica hasta 2050 en 12% durante la época de lluvias y en 21% en época seca.”
En una perspectiva global, si comienza la muerte de la Amazonía, grandes montos de dióxido de carbono almacenado en sus árboles y plantas serán emitidos a la atmósfera, empeorando todavía más el cambio climático.
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