Una semana antes de la Cumbre de la G77+China en Santa Cruz y medio año antes de la próxima Conferencia Climática, la COP 20 en Lima en diciembre, se calientan las discusiones sobre las emisiones en el mundo, las responsabilidades para ellas y las propuestas del desarrollo de Norte y Sur.
En este contexto presentamos a continuación el intento de una breve reseña del texto “La problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia” proporcionado por el analista climático Amos Batto, miembro del colectivo de activistas climáticos Reacción Climática en La Paz. Es probablemente la recopilación más completa sobre emisiones de gases de efecto invernadero, cambio climático, política energética y de desarrollo de Bolivia.
Emisiones de CO2-eq per cápita; fuente:CAIT 8.0, World Resources Institute
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Según el documento “Montañas como Torres de Agua del Mundo: Un llamado para la acción sobre las Metas del Desarrollo Sostenible (MDS)” (Mountains as Water Towers of the World: A call for action on the Sustainable Development Goals – SDGS), mediante su función de cuenca, las montañas proveen agua para consumo humano, riego, industria y la producción de alimentos y energía para la mitad de la población global.
El mes pasado la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) lanzó este nuevo documento corto temático (policy brief), como parte de una campaña de llamar la atención sobre la importancia de las montañas en el marco de las discusiones sobre las Metas de Desarrollo Sostenible (MDS) dentro de las Naciones Unidas.
[leer más]Las áreas protegidas del mundo, en especial aquellas en el Sur Global, no solamente se encuentran bajo creciente presión por parte de los impactos directos del accionar del hombre, sino sufren cada vez más los impactos indirectos de las actividades humanas – en la forma del cambio climático.
Para poder enfrentar esta situación de doble amenaza, la ONG boliviana Agua Sustentable ha estado apoyando a las comunidades del Parque Nacional Sajama en la elaboración de su “Plan de Adaptación al Cambio Climático”, que a mediados de abril fue presentado a un público mayor en la ciudad de La Paz.
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2014
Las intensas lluvias en enero y febrero de este año, así como las inundaciones en el Beni y en la mayor parte de la Amazonía boliviana, han sido las mayores ocurridas desde que se tiene registros meteorológicos.
“Con el objetivo de pensar colectivamente la nueva realidad que impone el cambio climático al planeta Tierra y las consecuencias del mismo en países periféricos como Bolivia”, la Fundación Friedrich Ebert (FES) ha organizado el Conversatorio “Inundaciones en el Beni: ¿Desastre natural o efecto del cambio climático?”
Aumento de temperatura según el escenario RCP 8.5, nuestra trayectoria actual (1986-2005 a 2081-2100). El aumento de temperatura en la Amazonía llegaría hasta 7°C. Fuente: IPCC AR5, 2013
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La semana pasada en La Paz, se presentaron los resultados y documentos publicados del Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales - PRAA en Bolivia.
Entre los productos elaborados por el proyecto destaca el segundo inventario nacional de glaciares con sus múltiples mapas, después de más de 20 años del esfuerzo pionero del geógrafo alemán Ekkehard Jordan publicado en 1991.
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Bangladesh es uno de los países más vulnerables al cambio climático. El 80% de su territorio consiste de llanuras de inundación (floodplains), no más de un metro por encima del nivel del mar.
La presente entrada al Klimablog por un experto externo, el politólogo alemán Jürgen Kraus*, pretende ampliar la discusión sobre mitigación y adaptación al cambio climático, mostrando la soberanía alimentaria del sector campesino como una opción viable frente al reto del cambio climático.
Bangladesh bajo la amenaza del cambio climático. a) Nivel del mar actual; b) nivel del mar un metro por encima del actual: 15 millones de personas afectadas, 17.000 km2 de tierra submergida; c) nivel del mal un metro y medio por encima del actual: 18 millones de personas afectadas, 22.000 km2 submergidas. Fuente: UNEP
Bangladesh es sin duda uno de los países del mundo más vulnerables al cambio climático. Está ubicado geográficamente entre el macizo del Himalaya y la Bahía de Bengala, en una planicie aluvial extensa conformada por los tres ríos mayores de la región que desembocan en el Océano Índico: Ganges, Meghna y Brahmaputra. Esto significa que los tres mayores procesos desencadenados por el cambio climático ahí convergen: el retroceso de los glaciares del Himalaya, el aumento del nivel del mar en el Océano Índico y el aumento de tormentas y ciclones en la Bahía de Bengala.
El 80% de la superficie del país consiste de llanuras de inundación, no más de un metro por encima del nivel del mar. Esto expone una parte considerable del país al riesgo de inundaciones. Al mismo tiempo, con una densidad poblacional de aproximadamente 1.000 personas por m², Bangladesh es uno de los países más densamente poblados del planeta. Es también uno de los países más pobres; según el Banco Mundial, la mitad de su población vive en condiciones de pobreza.
Los impactos del cambio climático en Bangladesh
El cambio climático ya es una triste realidad en Bangladesh: los campesinos experimentan pérdidas de sus cosechas cada año debido a inundaciones y fuertes lluvias. Las épocas están cambiando, impactando negativamente en los patrones de siembra y cosecha y millones de personas están perdiendo sus cultivos y hogares debido a ciclones, inundaciones y la erosión fluvial. Aunque Bangladesh tiene fama de ser uno de los mayores exportadores de productos textiles a nivel global, dos tercios de su población son pequeños agricultores. La población de Bangladesh está acostumbrada a inundaciones y tormentas en el pasado, pero ahora se ve frente a un aumento en la frecuencia de desastres naturales debido al cambio climático.
Según el Índice de Riesgo Climático (Climate Risk Index) de la ONG alemana Germanwatch, Bangladesh es el quinto país más afectado por eventos climáticos extremos durante los últimos 20 años. Los desastres naturales más frecuentes se deben a:
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Inundaciones y erosión fluvial (en todo el borde de los mayores ríos que atraviesan el país de norte a sur)
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Ciclones y tormentas tropicales (poniendo en peligro a las costas en el sur y sureste)
- Temperaturas extremas y sequías (afectando sobre todo las regiones del norte y noroeste)
Debido a la erosión fluvial combinado con las inundaciones causadas por los ríos, alrededor de 1,5 millones de personas han perdido sus casas y terrenos. El 44% de las 407 comunidades al largo de los grandes ríos del interior del país han sido afectadas. Debido a las inundaciones causadas por el mar, el 56% de las 422 comunidades de las áreas costeras han sido afectadas, y las casas y terrenos de 2,5 millones de personas han sido destruidas. De estas, 1,5 millones se volvieron refugiados climáticos internos.
Encima de esto, los ciclones “Sidr” de 2007 y “Aila” de 2009 causaron destrucción adicional y aumentaron el número de desplazados. Solo “Sidr” dejó 3.300 muertos y 9 millones de personas afectadas, además de la pérdida de aproximadamente 2 millones de toneladas de arroz, cantidad suficiente para alimentar a 10 millones de personas.
Llanuras de inundación (floodplains) en Bangladesh
Otro aspecto importante del cambio climático es el aumento del nivel del mar. Si el nivel del mar en la Bahía de Bengala aumenta por un metro – lo que está previsto para los años 90 de este siglo – Bangladesh perdería 17.000 km² de territorio y 15 millones de personas podrían perder sus hogares y terrenos (ver mapa arriba). Esto triplicaría el número total de los refugiados climáticos existentes en Bangladesh hoy día. Un tal aumento del nivel del mar también tendría efectos negativos sobre los impactos de los ciclones, como constata el Banco Mundial: “Un aumento del nivel del mar de 27 cm, proyectado para la década 2040, en combinación con mareas de tormenta de un período de retorno de ciclones fuertes, como ha sido “Sidr”, podría inundar un área 80% más grande que lo haría un evento similar hoy día”.
El tema de los refugiados climáticos se volverá un serio problema para Bangladesh durante las próximas décadas. “Refugiados climáticos globales” (aquellos que atraviesan fronteras en su migración) se verán confrontados cada vez más con fronteras protegidas y cerradas, como es el caso de la India, que está actualmente militarizando su frontera con Bangladesh, y donde cada mes se reportan muertos. Al otro lado, “refugiados climáticos locales” (aquellos que migran dentro del mismo país) pondrán mucha presión sobre la infraestructura urbana, especialmente en la capital Dhaka, con cerca de 16 millones de habitantes, y cuya infraestructura está al borde del colapso. En Bangladesh, el 40% de la población urbana vive en slums o favelas de las ciudades mayores Dhaka, Chittagong, Barisal y Khulna.
Posibles respuestas del sector agrícola
Inundaciones y erosión fluvial, tormentas y ciclones, sequías y temperaturas extremas – estos eventos no solamente afectan la región donde ocurren, sino también tienen consecuencias sobre la producción de alimentos de la población de forma más general. En muchas partes del país, la calidad de los terrenos agrícolas y de los suelos ha entrado en un proceso de deterioro y la productividad está bajando. Esto reduce la producción de los productos agrícolas más importantes, arroz y trigo. Lo que está destruyendo las tierras agrícolas es la intrusión de salinidad, proceso en pleno aumento:
“El agua trae sal a la tierra. La salinización de las tierras agrícolas es alarmante y pone en peligro la agricultura en muchos lugares. Esto a su vez amenaza la soberanía agrícola de Bangladesh y es un gran problema para la sobrevivencia y el bienestar de los campesinos y pequeños productores. Todo el sistema alimentario del país está bajo amenaza por las inundaciones, la salinización y los ciclones”, explica Badrul Alam, presidente de la asociación de campesinos de Bangladesh “Krishok”.
El gobierno está activamente enfrentando el cambio climático mediante diferentes programas, p.ej. la “Estrategia y Plan de Acción contra el Cambio Climático” (Climate Change Strategy and Action Plan) de 2009 y el “Fondo de Resiliencia Climática de Bangladesh” (Bangladesh Climate Resilience Fund) de 2010. Sin embargo, aparte de la construcción de sistemas de alerta temprana y refugios para ciclones, las políticas de resiliencia y adaptación al cambio climático del gobierno muestran muchas limitaciones.
Por ejemplo, las victimas de eventos extremos del sector agrícola no reciben ninguna recompensación por la pérdida de sus tierras o cultivos. En vez de proteger a los pequeños productores y asegurar la sostenibilidad de la agricultura de subsistencia, el gobierno promueve las inversiones en la producción de semillas a gran escala, el uso de fertilizantes químicos y de maquinaria.
El gobierno llama esta estrategia “seguridad alimentaria”, en contraste a la demanda por “soberanía alimentaria” por parte de la Federación Krishok. Esto significa optimizar la producción agrícola a través de la priorización de la industrialización del sector agrícola, la introducción de variedades de alto rendimiento y de organismos genéticamente modificados. Para garantizar el crecimiento de estas semillas artificiales, se necesita de insumos químicos, como fertilizantes y pesticidas. El principal interés del gobierno es exportar productos agrícolas para ganar divisas. Esta estrategia tiene el apoyo de fondos multilaterales proporcionados por el Banco Mundial y otros donantes internacionales, que ofrecen donaciones para la introducción de estas semillas y químicos al sector agrícola.
Millones de campesinos ahora comparten los efectos negativos de este concepto de “seguridad alimentaria”: Las semillas son muy caras y tienen que ser compradas cada año de nuevo, porque las semillas producidas por los cultivos son estériles y no pueden ser usadas para la siguiente siembra. Fertilizantes y pesticidas también son caros, además de destruir la fertilidad del suelo a mediano plazo.
En base a estas experiencias, los campesinos y pequeños productores demandan otra estrategia, la “soberanía alimentaria”. Soberanía alimentaria significa el derecho de ser propietario de la tierra, el derecho de ser propietario de las semillas y de producir para el consumo propio y el mercado local. En el contexto del cambio climático, esto se vislumbra como una alternativa importante frente a las políticas agrícolas actuales de Bangladesh:
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mantener bajas las inversiones en la producción agrícola, de manera que los desastres naturales no dejen a los campesinos en una situación de deuda;
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garantizar antes de todo la provisión de alimentos al mercado local, lo que también ayuda a balancear pérdidas de cosecha dentro del país, sin depender de la provisión externa de alimentos.
En resumen, una política agrícola que se enfoca en primer lugar en el sector agrícola local y el mercado local estaría mejor preparado para la adaptación al cambio climático necesario para poder hacer frente al aumento de los desastres naturales en las próximas décadas.
* Jürgen Kraus, politólogo de Alemania, actualmente trabaja como consultor en proyectos de paz en El Alto, Bolivia. En 2011-12 ha visitado Bangladesh para participar en la caravana “Cambio climático, género y soberanía alimentaria” y luego realizó un documental sobre cambio climático en Bangladesh, disponible en alemán e inglés.
El artículo original más extenso (en inglés) puede ser bajado aquí: "Bangladesh: a global warming, impact hotspot - projections, perspectives, and possible responses to climate change"
Contacto del autor: Jürgen Kraus, havaria@gmx.de; celular: 00591-72566024
Bangladesh - global warming impact hotspot - JKraus-030214.pdf |
En estos primeros días de marzo nos encontramos ya en el tercer aniversario desde que comenzaron las primeras protestas en Siria. Mientras tanto, el conflicto ha llegado a ser una guerra civil que abarca la mayor parte del territorio sirio, adquiriendo últimamente la característica de una guerra olvidada por el resto del mundo.
No para minimizar la pérdida de más de 130.000 vidas y el múltiple daño y sufrimiento humano, sino en el intento de entender cual es el rol que ha jugado el cambio climático en el inicio de las protestas en 2011, ofrecemos una mirada hacia las “causas olvidadas” del conflicto en Siria que se ha vuelto una guerra civil sangrienta. ¿Qué es lo que el mundo puede aprender de la relación entre cambio climático y conflicto?
Cuadro de la región mediterránea mostrando las regiones con inviernos significativamente más secos durante 1971-2010 (en rojo y anaranjado) comparado con el período 1902-2010. Fuente: NOAA, 2011
[leer más]La reciente investigación sobre la relación entre los eventos de El Niño (o ENSO) y el cambio climático realizada por un grupo de científicos de diferentes países liderizada por Wenju Cai, no trae ninguna buena noticia para Bolivia:
Según la publicación titulada “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” (Increasing frequency of extreme El Niño events due to greenhouse warming) publicada en la revista nature climate change, los “Niños” extremos, como aquellos de 1982/83 y 1997/98, a futuro se duplicarán en su frecuencia en respuesta al calentamiento global.
Comparación entre la situación de hoy (arriba) y el futuro (abajo) en la ocurrencia de los eventos El Niño extremos
[leer más]Una vez más en febrero de este año buena parte de las tierras bajas de Bolivia se encuentran bajo agua, ciudades y campos inundados por las lluvias y los desbordes de los grandes ríos amazónicos. Cada día aumenta el número de los damnificados y las personas muertas.
Frente a este panorama se escucha con frecuencia la pregunta, ¿si se trata de la misma historia de cada año? o ¿nos encontramos ya frente a los impactos del calentamiento global y del cambio climático? – La respuesta tiene diferentes facetas y es contradictoria, como mostraremos en este artículo.
La plaza de Rurrenabaque con la Alcaldía sin agua (izq.) y bajo agua (dcha.)
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2014
Un estudio reciente acaba de constatar que la duración de la época seca en la parte sur de la Amazonía– donde se encuentra una buena parte del territorio boliviano - ha aumentado considerablemente durante las últimas 3 décadas.
Según los científicos del estudio “Increased dry-season length over southern Amazonia in recent decades and its implications for future climate projections”, esta prolongación de 3 semanas se debe principalmente al retraso de la terminación de la época seca. Con esta investigación, se confirman por primera vez las numerosas observaciones realizadas en Bolivia que apuntan a un atraso en el inicio de la época de lluvias debido al cambio climático.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse