Las áreas protegidas del mundo, en especial aquellas en el Sur Global, no solamente se encuentran bajo creciente presión por parte de los impactos directos del accionar del hombre, sino sufren cada vez más los impactos indirectos de las actividades humanas – en la forma del cambio climático.
Para poder enfrentar esta situación de doble amenaza, la ONG boliviana Agua Sustentable ha estado apoyando a las comunidades del Parque Nacional Sajama en la elaboración de su “Plan de Adaptación al Cambio Climático”, que a mediados de abril fue presentado a un público mayor en la ciudad de La Paz.
La presentación del “Plan de Adaptación al Cambio Climático del Parque Nacional Sajama” es el resultado de varios años de trabajo que Agua Sustentable viene llevando a cabo mediante diferentes proyectos en la zona. Esta experiencia acumulada se refleja en el extensivo diagnóstico que ocupa la mayor parte del Plan.
El Parque Nacional Sajama (PNS) se encuentra a más de 4.000 m.s.n.m. en el departamento de Oruro, la frontera con Chile, y tiene una superficie de aproximadamente 1.000 km². Fue declarado en 1939 como primer parque nacional del país y alberga la montaña más alta de Bolivia del mismo nombre. Es administrado por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SERNAP). Sus 1.446 habitantes se distribuyen en 5 comunidades: Caripe, Lagunas, Manasaya, Papelpampa y Sajama. Un uso importante del agua es el riego de bofedales.
El objetivo general del Plan de Adaptación al Cambio Climático es “fortalecer y desarrollar capacidades técnicas, organizativas y adaptativas tanto a nivel de las comunidades locales que habitan al interior del PNS como institucional, a través del Comité de Gestión del PNS en la perspectiva de reducir su vulnerabilidad al cambio climático, propiciando mejores condiciones de adaptación comunitaria”, se había formulado.
El Centro de Apoyo a la Gestión Sustentable del Agua y Medio Ambiente “Agua Sustentable” es una ONG sin fines de lucro que tiene como propósito “contribuir a la gestión sustentable del agua y del medio ambiente a nivel nacional e internacional”.
“La adaptación al cambio climático deberá ir mucho más allá de las medidas tecnológicas para convertirse en un proceso factible de desarrollo para una determinada región”, es una de las constataciones centrales de los autores. “Uno de los aspectos más relevantes en este proceso es la participación de los actores locales, involucramiento que es fundamental y decisivo, ya que los riesgos que se atribuyen al cambio climático no pueden ser afrontados solo por expertos en el tema”.
El proceso de elaboración del Plan se llevó adelante en tres etapas: La elaboración de un diagnóstico a través de la investigación científica, el análisis de la vulnerabilidad mediante la determinación de escenarios climáticos y la planificación participativa para la adaptación propiamente. Los avances y resultados de cada una de las etapas se ven reflejados en el mismo documento del Plan.
La detallada descripción de las condiciones climáticas y los cambios observados en las últimas décadas, se apoya sobre todo en los trabajos de Magalí García de la UMSA en La Paz. Mientras que la cantidad anual de precipitación no muestra cambios significativos, si se ha detectado cambios en la temperatura: “De manera mensual, las Tmin (temperaturas mínimas) de los meses de diciembre a abril han sufrido una clara modificación ascendente con una tasa de incremento de 0,046 °C por año, no evidente en invierno”.
La testera de la presentación del “Plan de Adaptación al Cambio Climático del Parque Nacional Sajama”
En relación al clima futuro del PNS, el análisis se ha apoyado en Modelos de Circulación General (MCG), la aplicación de “generadores climáticos” y la realización de un “downscaling estadístico a través del modelo LARS-WG”. Luego se ha utilizado el modelo ECHAM5, bajo tres escenarios del IPCC: B1, A1B y A2.
“Los resultados muestran que en el Altiplano central de Bolivia hasta 2050 se enfrentaría un incremento homogéneo de temperaturas máximas de entre 2,5 hasta 3,5 °C con poca variabilidad interanual e intermensual”. Este aumento tremendo de temperatura regional de casi 1 °C por década seguramente tendrá impactos enormes sobre toda la región altiplánica y las comunidades del Parque Sajama en especial. Hubiera sido interesante elaborar con más detalle sobre las probables consecuencias de semejante aumento de temperatura. – Como referencia, hay que hacer recuerdo de que a nivel internacional todavía se habla de limitar el aumento de temperatura promedio global hasta 2100 (en relación a la situación preindustrial) en 2 °C.
Según los modelos empleados, la situación se presenta muy diferente para las precipitaciones: “La precipitación media de la zona, no muestra diferencias de magnitud al futuro con descensos promedio leves en la época pico para Sajama. (...). Esto sugiere un futuro con un ambiente más caliente en todos los casos pero con la misma cantidad de lluvia, lo cual llevaría a un déficit más pronunciado que el que se enfrenta en el presente”.
Un dato sorprendente aquí es la percepción de los pobladores acerca de la cobertura del glaciar Sajama. Cuando los análisis de imágenes satelitales comprueban una pérdida de superficie glaciar del 52% para el Nevado Sajama, un 10% de la población cree que no hubo cambios, mientras que un 15% respondió que la superficie glaciar ha aumentado. Este dato nos hace recuerdo cuan cuidadoso tiene que ser uno trabajando con percepciones locales, para no sacar conclusiones apuradas.
En las imágenes de los otros “nevados” de la zona al parecer se ha confundido superficie de nieve con superficie glaciar; de hecho el Parinacota no tiene glaciar; y el Pomerape solo mantiene algunos restos de glaciar en ciertas partes.
Son interesantes los resultados acerca de las investigaciones de los bofedales: Sus densidades de vegetación y tamaños se deben “a la influencia de las condiciones hídricas propias de las estaciones secas y húmedas. En consecuencia, es lógico que fenómenos tales como los de El Niño y La Niña, los cuales implican déficit e incremento de lluvias, son los que han tenido mayor influencia en los valores de NDVI (índice de vegetación) y también sobre el área de los bofedales”. – “No tanto el derretimiento glaciar”, se puede añadir.
El análisis de imágenes satelitales LANDSAT muestra una reducción de superficie de bofedales de casi 30% entre 1986 y 2011, “que se relaciona principalmente con patrones de uso antrópico del bofedal antes que con variaciones del cambio climático”.
Entre los factores del accionar del hombre se mencionan la salinización, la sobre carga animal, la contaminación del agua y la falta de riego. El sobrepastoreo se hace notar sobre todo en la época seca, cuando escasea el alimento para el ganado.
Acerca del impacto del retroceso de los glaciares los autores muestran cautela: “Se hace necesario extender el monitoreo a largo plazo para determinar si los servicios hídricos del bofedal sufren alteraciones por reducción de área en los glaciares” escriben.
El Nevado Sajama, visto desde las aguas termales
Plan de Acción
El “Plan de Acción” propiamente ocupa solo un tercio del Plan de Adaptación. Uno de sus “propósitos está relacionado con iniciar un largo proceso para que los comunarios, sus autoridades y líderes, el colegio y otros actores de la zona, pero sobre todo niños y jóvenes puedan ir cambiando sus actitudes, conductas y prácticas en relación a conocer y comprometerse más con la “Madre Tierra”, con su medio ambiente e irse preparando para los cambios climáticos que ya se están viviendo”.
Este propósito contrasta de cierta manera con el objetivo declarado de “rescatar y potenciar los saberes y conocimientos locales que actualmente se implementan a nivel de las comunidades como medidas de adaptación al cambio climático”. Contrasta también con la visión de las comunidades indígenas viviendo en armonía con la naturaleza, la “Madre Tierra”, y de que nosotros de las ciudades teníamos que aprender de ellos.
Un elemente central del Plan de Acción es la participación activa de las comunidades dentro del PN Sajama, acerca de la cual se comenta lo siguiente: “Esta participación progresiva de las comunidades en el Plan, da señales indicativas de niveles muy básicos y todavía incipientes de apropiación, que tendrán que ser reforzados. Se espera que el Equipo Técnico Local del PNS con respaldo del Comité de Gestión y con una red de cooperación interinstitucional pueda ir apoyando este largo proceso de enraizamiento y apropiación, para asegurar cierta viabilidad a largo plazo, que es lo que significa sostenibilidad”.
Acerca de la modalidad de trabajo se señala la importancia de haber realizado obras concretas de forma paralela, “que sirvieron como una forma de comunicación y facilitación para trabajar los contenidos de cambio climático con las comunidades”. ¿Cómo deberíamos entender esta constatación, que las comunidades solo se interesaron en la adaptación, porque les fueron regaladas obras?
La estrategia de “conformar un equipo técnico local, en base a la participación de representantes de las comunidades que puedan encargarse de empezar a dar operatividad al Plan de Adaptación al cambio climático a través de un plan de acción” parece señalizar que todavía no está claro quién y cómo se implementarían los más de 20 programas definidos en el Plan de Acción.
Entre estos, se encuentran programas de fortalecimiento institucional y de capacitación, tanto como programas de manejo (de bofedales, de agua, de cuencas), y programas dirigidos a la “agricultura de la sobrevivencia”, el eco-turismo, la diversificación de la producción en general y de la conservación.
Uno se pregunta si no hubiera sido más pertinente apoyarse en los mecanismos de planificación (participativa) ya existentes para la zona. Pero casi no hay ninguna mención ni del Plan de Manejo del Parque Nacional Sajama, ni del Plan de Desarrollo Municipal del Municipio de Curahuara de Carangas, que conjuntamente deberían dar el marco suficiente para el desarrollo de las cinco comunidades y su entorno natural.
Al final, uno se queda con la duda: ¿De quién es este plan? ¿Quién lo ha solicitado? y ¿Quién o quiénes asumirán la responsabilidad para su ejecución?
Inv pres PACC PNS.pdf | |
Plan de Adaptación al cambio versión última Plural Editores.pdf | |
PdfPrograma1.pdf |
2014
Las intensas lluvias en enero y febrero de este año, así como las inundaciones en el Beni y en la mayor parte de la Amazonía boliviana, han sido las mayores ocurridas desde que se tiene registros meteorológicos.
“Con el objetivo de pensar colectivamente la nueva realidad que impone el cambio climático al planeta Tierra y las consecuencias del mismo en países periféricos como Bolivia”, la Fundación Friedrich Ebert (FES) ha organizado el Conversatorio “Inundaciones en el Beni: ¿Desastre natural o efecto del cambio climático?”
Aumento de temperatura según el escenario RCP 8.5, nuestra trayectoria actual (1986-2005 a 2081-2100). El aumento de temperatura en la Amazonía llegaría hasta 7°C. Fuente: IPCC AR5, 2013
[leer más]El día 31 de marzo en la ciudad japonesa de Yokohama, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) lanzó la segunda parte de su Quinto Informe (AR5) dedicado a los impactos del cambio climático, los esfuerzos de adaptación y las vulnerabilidades existentes. La primera parte, dedicada a la base de ciencia física del cambio climático, había sido presentada en septiembre pasado.
El mensaje principal del nuevo informe producido por el Grupo de Trabajo II (WG II) del IPCC: “Durante las décadas recientes, cambios en el clima han causado impactos en sistemas naturales y humanos en todos los continentes y a través de los océanos”.
[leer más]2014
La semana pasada en La Paz, se presentaron los resultados y documentos publicados del Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales - PRAA en Bolivia.
Entre los productos elaborados por el proyecto destaca el segundo inventario nacional de glaciares con sus múltiples mapas, después de más de 20 años del esfuerzo pionero del geógrafo alemán Ekkehard Jordan publicado en 1991.
[leer más]“Avances en el conocimiento. Cambio climático y el desafío de la salud en Bolivia” publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia en 2013 es una recopilación de informaciones y datos que pretende resumir el estado del arte sobre la temática.
Los autores llegan a una conclusión decepcionante: “La sistematización y el conocimiento acumulado sobre las manifestaciones y el impacto del cambio climático en el sector salud en Bolivia aun son incipientes”.
[leer más]En estos primeros días de marzo nos encontramos ya en el tercer aniversario desde que comenzaron las primeras protestas en Siria. Mientras tanto, el conflicto ha llegado a ser una guerra civil que abarca la mayor parte del territorio sirio, adquiriendo últimamente la característica de una guerra olvidada por el resto del mundo.
No para minimizar la pérdida de más de 130.000 vidas y el múltiple daño y sufrimiento humano, sino en el intento de entender cual es el rol que ha jugado el cambio climático en el inicio de las protestas en 2011, ofrecemos una mirada hacia las “causas olvidadas” del conflicto en Siria que se ha vuelto una guerra civil sangrienta. ¿Qué es lo que el mundo puede aprender de la relación entre cambio climático y conflicto?
Cuadro de la región mediterránea mostrando las regiones con inviernos significativamente más secos durante 1971-2010 (en rojo y anaranjado) comparado con el período 1902-2010. Fuente: NOAA, 2011
[leer más]La reciente investigación sobre la relación entre los eventos de El Niño (o ENSO) y el cambio climático realizada por un grupo de científicos de diferentes países liderizada por Wenju Cai, no trae ninguna buena noticia para Bolivia:
Según la publicación titulada “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” (Increasing frequency of extreme El Niño events due to greenhouse warming) publicada en la revista nature climate change, los “Niños” extremos, como aquellos de 1982/83 y 1997/98, a futuro se duplicarán en su frecuencia en respuesta al calentamiento global.
Comparación entre la situación de hoy (arriba) y el futuro (abajo) en la ocurrencia de los eventos El Niño extremos
[leer más]El vertiginoso aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de nuestro planeta no solamente está causando un calentamiento global y consecuente cambio climático, sino también altera la química de los océanos del mundo en una forma dramática, con consecuencias para los ecosistemas marinos todavía poco comprendidas.
Los océanos ya son un 26% más ácidos comparados con tiempos pre-industriales y la actual tasa de acidificación es 10 veces más alta que hace 55 millones de años, cuando ocurrió una extinción en masa de especies marinas.
[leer más]Una vez más en febrero de este año buena parte de las tierras bajas de Bolivia se encuentran bajo agua, ciudades y campos inundados por las lluvias y los desbordes de los grandes ríos amazónicos. Cada día aumenta el número de los damnificados y las personas muertas.
Frente a este panorama se escucha con frecuencia la pregunta, ¿si se trata de la misma historia de cada año? o ¿nos encontramos ya frente a los impactos del calentamiento global y del cambio climático? – La respuesta tiene diferentes facetas y es contradictoria, como mostraremos en este artículo.
La plaza de Rurrenabaque con la Alcaldía sin agua (izq.) y bajo agua (dcha.)
[leer más]
2014
Un estudio reciente acaba de constatar que la duración de la época seca en la parte sur de la Amazonía– donde se encuentra una buena parte del territorio boliviano - ha aumentado considerablemente durante las últimas 3 décadas.
Según los científicos del estudio “Increased dry-season length over southern Amazonia in recent decades and its implications for future climate projections”, esta prolongación de 3 semanas se debe principalmente al retraso de la terminación de la época seca. Con esta investigación, se confirman por primera vez las numerosas observaciones realizadas en Bolivia que apuntan a un atraso en el inicio de la época de lluvias debido al cambio climático.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse