Durante los últimos 50 años Bolivia ha perdido aproximadamente la mitad de sus glaciares. El factor principal por el acelerado retroceso glaciar es el calentamiento global, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay otro elemento que contribuye al derretimiento de los glaciares de montaña: depósitos de hollín de la quema de diesel y biomasa.
En la reciente reunión del Grupo de Trabajo PISAC (Pollution and its Impact on the South American Cryosphere) en La Paz, el investigador estadounidense Carl Schmitt presentó metodología y primeros resultados del análisis de muestras de nieve, para poder cuantificar el impacto de los depósitos de hollín en los glaciares de la Cordillera de los Andes.
Carl Schmitt tomando muestras de nieve (en la Cordillera Blanca, Perú, izq.) y filtrando las muestras (en La Paz, dcha.)
Los glaciares tropicales de los Andes son muy sensibles a pequeñas variaciones en el clima, debido a las condiciones climáticas específicas en zonas cercanas al Ecuador. Estudios realizados en Bolivia han establecido que durante los últimos 50 años, aproximadamente el 50% de sus glaciares se han perdido, medidos en superficie como en volumen. Peor todavía, el retroceso glaciar muestra una tendencia hacia su aceleración y es de esperarse que en el transcurso de los próximos 20 años se pierdan la mayoría de los pequeños glaciares de baja altura.
Aunque influyen varios factores diferentes en el retroceso glaciar actual, el factor determinante es el aumento de temperatura debido al calentamiento global causado por el hombre, al cual Bolivia contribuye principalmente mediante la deforestación en tierras bajas. Recientes estudios muestran, sin embargo, que el hombre está causando la aceleración del derretimiento de las “nieves eternas” de las altas montañas por otro factor adicional: depósitos de partículas microscópicas de hollín (o carbón negro) en la superficie glaciar, que resultan de la quema de diesel y de biomasa. Existen estudios para cuantificar sus efectos sobre el derretimiento de los glaciares en base a modelaciones y observaciones en el Himalaya sobre el fenómeno, pero no para los Andes.
Hay dos grandes preguntas que tratan de responder los científicos:
¿De qué consiste exactamente la polución en los glaciares y de dónde viene? – Las primeras evidencias sugieren una mezcla de polvo y de carbón negro (u hollín). El polvo podría venir del tráfico de caminos de tierra cercanos, o de la erosión eólica del Altiplano. El hollín podría tener su origen en el tráfico vehicular de las ciudades, de las cocinas rústicas o de las quemas de bosques, pastizales y residuos agrícolas.
¿Cuál es la contribución al derretimiento glaciar de esta polución? – Es sabido que el albedo de una superficie blanca, es decir su capacidad de reflejar la luz solar, es mucho más grande que de una superficie oscura. Cuánto más “sucio” el glaciar, mayor el porcentaje de energía solar que absorbe, por ende más rápido su derretimiento.
“A pesar de que varios estudios han mostrado que el impacto de hollín sobre el albedo de glaciares es significante, la dimensión real de la deposición de hollín en los glaciares tropicales todavía queda por ser investigada”, habían constatado Carl Schmitt y colegas en su reciente publicación “Relacionando la detección remota y la detección in-situ de carbón negro en glaciares tropicales” (Linking black carbon and in-situ detection of black carbon on tropical glaciers). El artículo se basa en investigaciones de campo realizadas en la Cordillera Blanca en el Perú durante los años 2011 a 2013 con apoyo del Programa Americano de Científicos Escaladores (American Climber Scientists Program – ACSP). Durante tres años, el científico norteamericano Carl Schmitt ha analizado estas muestras de nieve en las montañas de la Cordillera Blanca, Perú, en un esfuerzo para cuantificar los niveles de esta contaminación en los glaciares.
Las muestras han sido aportadas por un gran número de científicos escaladores voluntarios desde diferentes zonas de alta montaña en la Cordillera Blanca. Casi 250 muestras han sido recogidas de 30 montañas, en altitudes entre 4.800 y 6.800 m.s.n.m. “El ACSP es un programa de ciencia ciudadana que atrae grandes grupos de voluntarios para asistir este esfuerzo de investigación. El ACSP utiliza una técnica sencilla para filtrar nieve y obtener muestras de las partículas contaminantes en los glaciares”, se explica en la página web del Programa Americano de Científicos Escaladores.Un segundo artículo científico con los resultados de estos análisis ha sido sometido para revisión y saldrá publicado dentro de poco.
Reunión del Grupo PISAC en La Paz, junio de 2014
Hay una tercera pregunta que preocupa a los científicos de la iniciativa “Polución y sus impactos en la criósfera de América del Sur” PISAC:
¿Qué se puede hacer para reducir la contaminación de los glaciares con polvo y partículas de carbón negro resultantes de la quema de diesel, bosques, pastizales y de residuos agrícolas? ¿Cuáles podrían ser las estrategias y políticas públicas exitosos que se deberían implementar en los diferentes niveles de gobierno?
La iniciativa PISAC fue creada por un equipo multidisciplinario de científicos y expertos en políticas públicas internacionales y de las regiones que rodean los Andes. Su objetivo es “investigar las fuentes de emisiones y los impactos del carbón negro y sus contaminantes asociados en las regiones de los Andes y la Patagonia. Esta iniciativa está destinada a diseñar actividades de investigación que contribuyan a cerrar las brechas de conocimiento existentes, para posteriormente abordar las medidas de mitigación apropiadas para la protección climática y el mejoramiento de la calidad del aire”.
Para dar respuesta a las interrogantes planteadas, se había convocado a la segunda reunión del Grupo PISAC que tuvo lugar en La Paz del 17 al 20 de junio y que fue coordinado por el Laboratorio de Física de la Atmósfera (LFA) de la Universidad Mayor de San Andrés. Su objetivo principal era la redacción de un “libro blanco” (white paper) sobre el tema de la polución y sus impactos en la criósfera de los Andes, resumiendo con autoridad científica el conocimiento actual sobre el tema y lanzando recomendaciones hacia el ámbito de las políticas públicas de los diferentes países andinos.
Parte del programa del taller era la visita a la estación de monitoreo en el Chacaltaya manejado por el LFA. La estación pertenece a la red de monitoreo de la Atmósfera Global (Global Atmosphere Watch – GAW) y ha sido equipado con instrumentos de medición de última generación por un consorcio internacional.
Aprovechando su estadía en La Paz para participar en la última reunión del Grupo de Trabajo “Polución y sus impactos en la criósfera de América del Sur” (PISAC), Carl Schmitt del Programa Americano de Científicos Escaladores subió al Mururata para recoger las primeras muestras de nieve de Bolivia para su análisis (ver foto arriba). La colección de muestras será continuada durante 2014 y 2015, con el apoyo local del Instituto Boliviano de la Montaña – BMI. Al parecer, existe una relación muy directa entre las actividades urbanas y agrícolas en diferentes partes de Bolivia y el derretimiento acelerado de sus glaciares.
“Las poblaciones más pobres son más vulnerables a los fenómenos climáticos extremos, una mayoría de ellas mujeres. Y aunque las mujeres tienen un menor impacto sobre el medio ambiente, están siendo desproporcionadamente afectadas por el cambio climático”, constata Carmen Capriles, Ing. Agrónoma experta en Cambio Climático y Género del Colectivo Reacción Climática.
En el artículo que sigue, en calidad de experta externa, Carmen Capriles nos relata los esfuerzos en curso de introducir el enfoque de género al actual proceso de definir “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que está llevando a cabo Naciones Unidas, y que deben responder también a los retos del cambio climático.
Mujeres aymaras en un taller de percepciones sobre cambio climático, Ayllu Chuñawi
[leer más]El chaqueo indiscriminado y la tala de grandes extensiones de bosque no solamente causan grandes destrucciones ambientales en las tierras bajas de Bolivia, sino contribuyen de manera considerable a que el país tenga emisiones de CO2 per cápita tan altas como los países industrializados del Norte.
Para apoyar a las autoridades bolivianas en la disminución del uso del fuego y, sobre todo, para promover alternativas al uso del fuego en las prácticas agrícolas y pecuarias, desde finales del año pasado opera en el país el Programa “Amazonía sin Fuego” (PASF) financiado por los gobiernos de Italia, Brasil, y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y ejecutado por la Unidad de Coordinación de la Madre Tierra (UMATI), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Folleto y brigadas formadas por el Programa PASF para el control de quemas
[leer más]Cuando en Bolivia se habla o se escribe sobre el cambio climático, sus efectos, la necesidad de acciones de mitigación y de adaptación, generalmente se refiere al ámbito nacional o al contexto internacional. Sin embargo, el nivel municipal puede jugar un rol muy importante en la mitigación y prevención de los impactos negativos del cambio climático.
Presentamos a continuación el artículo “¿Por qué los Municipios deben prepararse para el cambio climático?” de la activista especializada en temas de cambio climático y gobernanza ambiental, Teresa Flores Bedregal. Adjunto al texto se incluyen propuestas concretas para la incorporación de normas para enfrentar el cambio climático en las Cartas Orgánicas Municipales; además de una separata mediante la cual se explica más detalladamente estas propuestas.
Teresa Flores dará una conferencia titulada "¿Por qué los Municipios deben prepararse para el cambio climático?" organizada por el BMI, en La Paz el día miércoles 6 de noviembre (ver final del artículo para detalles).
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Analizar y debatir el rol de las universidades en la lucha contra el cambio climático era el objetivo de un seminario que se llevó a cabo en la Universidad Católica Boliviana en La Paz el día 12 de septiembre de este año.
Bajo el título “Universidades hacen frente al cambio climático” investigadores y expertos en la temática presentaron resultados de sus investigaciones e intercambiaron ideas de como se podría fortalecer la investigación científica sobre el cambio climático en Bolivia.
El seminario “Universidades hacen frente al cambio climático” tuvo lugar en la Universidad Católica Boliviana
[leer más]En abril de este año fue presentado el libro “Bolivia en un mundo 4 grados más caliente”, que estudia los posibles escenarios socio-económicos que en un futuro cercano podrían darse en la región del altiplano norte debido al cambio climático bajo el supuesto de un aumento de la temperatura promedio global en cuatro grados centígrados para el año 2100.
Publicamos a continuación una reseña de este libro escrita por Francesco Zaratti, doctor en Física Teórica y docente emérito de la UMSA, y que actualmente coordina la investigación del LFA-UMSA en el área de la Radiación Ultravioleta y la Capa de Ozono.
La reseña fue publicada originalmente en el número 33 de la Revista Boliviana de Ciencias Sociales Tinkazos, en junio de 2013, por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).
Campos de cultivo delante del Nevado Jankhuma en la Cordillera Real norte
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Es una aparente contradicción. Realizar una conferencia mundial sobre cambio climático en el país de las mayores emisiones de CO2 per cápita del mundo (55 tn/año), que es el emirato árabe de Qatar, en una península del Golfo Árabe con una superficie terrestre de apenas 11.571 km².
Con una economía fuertemente dominada por las exportaciones de gas líquido y petróleo y un PIB por encima de los US$ 100.000 por habitante, hasta la fecha Qatar no se ha hecho notar en el mundo por sus ambiciones ecológicas, sino más bien por haber establecido la red noticiosa “Al Jazeera” y haber sorpresivamente obtenido la sede del Mundial de Fútbol de 2022.
¿Por qué Qatar? - Una buena pregunta
[leer más]“Montaña y Glaciares” es probablemente el mejor artículo panorámico sobre los glaciares tropicales, escrito por Bernard Francou, uno de los científicos que mayor tiempo de su vida ha dedicado al estudio de estos glaciares de los Andes centrales entre Colombia y Bolivia y que ha publicado varios artículos científicos al respecto.
El artículo describe detalladamente los procesos que llevan a la glaciación o el derretimiento de glaciares, abarcando consideraciones tanto de aspectos culturales e históricos como climáticos y científicos. Presentamos aquí el resumen de algunos de los aspectos más resaltantes; sin embargo recomendamos la lectura del artículo completo.
Bernard Francou (izq.) y una vista aérea del Huayna Potosí (dcha.).
[leer más]La deforestación en Bolivia quita al país entre 350 y 400 mil hectáreas de bosque cada año, lo cual no sólo contribuye al calentamiento global, sino también cambia las condiciones de vida y climáticas a nivel local.
A finales de septiembre, Conservación Estratégica (CSF) de Bolivia presentó en La Paz la publicación de un estudio, elaborado por Alfonso Malky, Daniel Leguía y Juan Carlos Ledezma, sobre los “costos de oportunidad”, es decir los posibles beneficios económicos de usos alternativos a la deforestación en la región del noroeste amazónico.
Portada del estudio (izq.); Panel de los comentaristas (dcha).
[leer más]2012
A tiempo de saludar a los participantes de la IX marcha indígena, en defensa del “Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS", que están a punto de llegar a la sede de gobierno en La Paz y agradecerles por su esfuerzo y sacrificio en defensa, no solamente de su territorio, que es el “Isiboro Sécure”, sino de lo que también es el área protegida del TIPNIS, patrimonio de todos los bolivianos, queremos dedicar este espacio a compartir algunas reflexiones acerca de la relación entre el TIPNIS y el cambio climático, en base a los resultados de una investigación de la Fundación Natura Bolivia y del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB). | |
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