2015
Dinamarca acaba de sentar un nuevo récord mundial en la producción de electricidad en base a fuentes renovables: Durante el año 2014 produjo el 39,1 por ciento de su electricidad en base a energía eólica.
Con este dato el país del norte europeo de apenas 5,6 millones de habitantes está en buen camino de lograr su meta de producir la mitad de su electricidad en base a fuentes renovables en 2020, y da un impresionante ejemplo de lo que una pequeña nación puede lograr en la lucha contra el cambio climático.
Parque de turbinas eólicas en mar abierto; fuente: DEA, 2013
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Con la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 21) de París, el año 2015 es un año clave para los temas que conciernen la base vital de la humanidad.
En esta nota, la investigadora y docente Cecilia Requena presenta apuntes sintéticos a propósito de los desafíos para la sociedad civil boliviana planteados por estos dos procesos de toma de decisiones globales.
Activistas climáticos en la Marcha de los Pueblos en la COP 20 de Lima en diciembre de 2014
2015: La sociedad civil boliviana frente a momentos decisivos para la base vital del planeta
El año que apenas inicia, 2015, llega particularmente cargado de desafíos en lo que concierne a la base vital de la humanidad, aquélla que es más comúnmente denominada como la esfera de lo “ambiental”.
Tomando nota de la agenda de hitos internacionales de 2015, activistas y líderes de opinión consideran que este año presenta una constelación de oportunidades críticas que los gobiernos y la sociedad civil deben aprovechar al máximo, en vista de que no se repetirán fácilmente, pero sobre todo porque los márgenes para la toma de decisiones con impacto significativo están agotándose. Informes como el más reciente Quinto Informe (AR5) del IPCC han dejado en claro que la falta de prontas decisiones dificultará aún más las condiciones en que se darán futuros intentos por resolver grandes desafíos globales, como los planteados por el cambio climático.
En julio de 2015 los dirigentes del mundo se reunirán en Addis Abeba (Etiopía) para formular las reformas del sistema financiero. En septiembre de 2015, volverán a reunirse para aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a fin de que guíen las políticas nacionales y mundiales hasta 2030 y, en diciembre de 2015, los dirigentes se reunirán en París para aprobar un acuerdo mundial encaminado a evitar los peligros en aumento del cambio climático inducido por el hombre.
Los desafíos comunes a los procesos de aprobación de los ODS y de la COP 21
La organización y la legitimidad interna de la sociedad civil boliviana interesada en estos temas e independiente del gobierno, es de notoria debilidad y de insuficiente articulación. Entre las razones de esta situación cabe mencionar las siguientes:
La consolidación, mediante un amplio triunfo electoral del partido de gobierno, de una posición hegemónica que implica la apuesta por un modelo de desarrollo y unas políticas públicas insostenibles (neoextractivismo), así como el afianzamiento de un modelo de gestión política autoritario, que tiende a debilitar y a no tomar en cuenta las voces críticas de la sociedad civil (pueblos indígenas, ciudadanía, universidades, ONG, medios). En segundo lugar está el desconcierto conceptual y programático derivado de la exitosa y justificada impugnación a categorías como “desarrollo sostenible”, sin que se haya logrado, aún, formular categorías alternativas como “Vivir Bien” con la claridad requerida para su aplicación concreta en políticas públicas.Como tercer punto, existe una debilidad histórica de la sociedad civil organizada en Bolivia, que muy probablemente sea el reflejo de una debilidad institucional más amplia.
El contexto político señalado incorporará las consecuencias de la inflexión de precios internacionales del petróleo, tras una década de bonanza sin precedente histórico, que resulta determinante para los precios del más importante rubro de exportación y de ingresos fiscales del país: el gas natural. La respuesta gubernamental ante esta nueva, y posiblemente duradera situación, consiste en la intensificación del extractivismo, a través de una agresiva política de inversión pública abrumadoramente orientada a la exploración y explotación de hidrocarburos en la Amazonia, incluyendo áreas protegidas como el Parque Nacional Madidi; así como una política de fortalecimiento del sector agropecuario, a través de una agresiva ampliación de la frontera agrícola a cargo del sector privado, a costa del bosque tropical, entre otros.
En este marco desafiante, el movimiento ambientalista boliviano deberá escoger bien sus espacios prioritarios de movilización. Deberá maximizar sus posibilidades de construcción de consensos y propuestas a través de la densificación y, en lo posible, expansión de sus redes, incluyendo, entre otros, el mejor aprovechamiento de las redes sociales para extender la legitimidad social de sus causas, que aún se mantienen en el ámbito de lo marginal.
A fin de ampliar la audiencia y la participación de segmentos de la población boliviana, conviene aprovechar tanto como sea posible la dinámica informativa de los medios masivos nacionales e internacionales alrededor de los señalados momentos clave de la agenda internacional, con el propósito de posicionar mejor en la conciencia ciudadana las temáticas correspondientes a cada caso: desarrollo sostenible o “Vivir Bien” y cambio climático.
Será muy importante identificar enfoques que permitan el tratamiento de asuntos prioritarios en clave de bien común y en horizonte intergeneracional; es decir, desde un punto de vista que tenga mejores opciones de no sucumbir en el conflicto de las diferencias político partidarias coyunturales, sino que se inscriba en una perspectiva más estratégica y fuertemente apoyada en evidencia científica. Las alianzas con la academia, insuficientes hoy, son de especial importancia para generar procesos de generación, construcción colectiva, fortalecimiento mutuo y divulgación del conocimiento.
El contexto internacional ofrece algunas señales que, aunque altamente insuficientes, resultan alentadoras al hacer más consistentes y reales las vías alternativas. Este es el caso de las transiciones energéticas de países como Alemania, Dinamarca, Costa Rica o Uruguay, que tendrán efectos multiplicadores que van mucho más allá de la reducción de emisiones en cada uno de estos países. Traen aparejados procesos de aprendizaje y de puesta a prueba de tecnologías y modelos que mejorarán el bagaje de experiencia e instrumentos disponibles. El movimiento civil ambientalista boliviano debe procurar estar al tanto de estos procesos y de posibles oportunidades derivadas, que incluyen la disponibilidad de ejemplos reales que muestran (con todas las limitaciones e imposibilidades de la extrapolación) la viabilidad de avanzar hacia modelos sostenibles de convivencia social.
“Eventos Bolivia” en la Cumbre de los Pueblos de Lima en diciembre de 2014
Desafíos específicos relacionados con el cambio climático: COP 21
Las posibilidades y capacidades de incidencia internacional del movimiento civil boliviano en la esfera no gubernamental de las COP son, a pesar de todo, importantes. El indiscutible liderazgo internacional del presidente Morales en materia del discurso de respeto a la Madre Tierra y de cuestionamiento de fondo al sistema capitalista ha provisto de una plataforma de redes que en la COP 20 han servido para un fin distinto: El cuestionamiento internacional de proyectos como la construcción de la carretera por el área más frágil y protegida del Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS), la construcción de una central nuclear en el Altiplano y la anunciada pronta introducción de la fractura hidráulica para la exploración y explotación de hidrocarburos. Al parecer, estos cuestionamientos desembocaron en la cancelación de la presencia del presidente en la cabecera de la Marcha de los Pueblos que tuvo lugar en Lima.
Sin duda alguna, debe mantenerse y fortalecerse este ámbito de trabajo que, con todas sus limitaciones, es el único que permite la presión coordinada a los gobiernos a fin de que adopten las decisiones indispensables para minimizar los previsibles impactos del cambio climático. Es también el único espacio de trabajo conjunto para que la COP 21 reconozca y haga operativos principios como justicia climática, responsabilidades compartidas pero diferenciadas, financiamiento y transferencia tecnológica a países que así lo requieren. Es la esfera indispensable para seguir coordinando y materializando la solidaridad con las causas de otros países, incluyendo su difusión nacional.
El cambio climático en la esfera nacional nos conduce, necesariamente, a asuntos de fondo en términos de visiones de futuro y sostenibilidad. Es indispensable abrir sin más demora el debate en torno a la matriz energética y a la necesaria transición del país, en el mediano y largo plazo, de acuerdo a las condicionantes del contexto de cambio climático que demanda, entre otros, que más del 80% de las reservas probadas del mundo deba quedar bajo tierra (no ser explotadas) “para evitar una catástrofe climática”. Si bien Bolivia debería disponer de condiciones de cambio menos exigentes que países con mayor deuda climática, el cambio paulatino debe ser encarado desde ahora, justamente para minimizar los problemas y maximizar las ventajas, ¡que las hay!, para solo mencionar algunos: empleo, reducción de contaminación de aire, agua. La orientación general de esta ineludible transición debe apuntar a las energías renovables, y en ningún caso a energías peligrosas y más caras, como la nuclear. Finalmente, tomando en cuenta que una de las mejores políticas de adaptación al cambio climático y mitigación es la conservación de bosques, la sociedad civil debe proponerse resituar ese tema en el debate nacional sobre “desarrollo”.
Desafíos específicos: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Aunque el circuito de participación social en este proceso es menos vibrante, corresponde el seguimiento a este importante marco referencial de orientación de políticas públicas hasta el 2030.
Los avances en el proceso de definición de los ODS muestran una persistente tensión entre la visión del “crecimiento sostenido” y la del desarrollo sostenible. Los conceptos alternativos como el “Vivir Bien” no están claramente integrados a la discusión, aunque hay propuestas que van en ese sentido.
En todo caso, y para finalizar, las evidentes e importantes relaciones entre ambos procesos, por sus efectos en futuras tomas de decisiones tanto en la esfera internacional como nacional, invitan a hacer todos los esfuerzos posibles, desde la sociedad civil, para mantener el seguimiento, la formulación de propuestas y la divulgación de la información relevante. Este es un año clave. Estar a la altura de las circunstancias es el desafío común.
En la última entrada del año quiero presentar el video “La Paz, enfrentando el cambio climático” sobre los impactos del cambio climático en la ciudad de La Paz y los esfuerzos realizados para adaptarse a las nuevas realidades.
El video tiene una duración de 15 minutos y ha sido filmado en base de un guión preparado por Pamela Diana Pozo Luna de la Alcaldía de La Paz. La realización estaba a cargo de Marcos Loayza, uno de los más importantes directores de cine de Bolivia.
Imagen: Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
[leer más]En la madrugada del domingo, 14 de diciembre de 2014, terminó la vigésima Conferencia Climática de las Naciones COP 20 en Lima, con dos días de sobretiempo y un resultado muy decepcionante.
Lejos de “preparar la escena para París”, como había esperado la Secretaria General de la Convención Climática, Christiana Figueres, los negociadores en la COP 20 apenas han podido evitar el descarrilamiento del proceso de negociaciones climáticas. Presentamos a continuación los puntos principales del “Llamado de Lima a la Acción Climática”.
[leer más]2014
El domingo en la madrugada ha terminado la Conferencia Climática de Lima, dos días después de lo previsto. El resultado es un acuerdo muy débil y poco satisfactorio, que deja más dudas que expectativas para la próxima Conferencia en París a finales de 2015.
Sin embargo, si miramos el cuadro más grande, más allá del espacio reducido de las negociaciones de la COP 20, podemos encontrar una buena cantidad de señales de esperanza.
[leer más]“Cambiemos el sistema, no el clima”, este era el lema de la “La Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático”, organizado en Lima por grupos sociales y medioambientales del Perú del 8 al 11 de diciembre paralelo a la Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP.
Punto culminante del encuentro de la sociedad civil era la “Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra” el miércoles 10 de diciembre en el centro de Lima, con alrededor de 15.000 participantes, pidiendo justicia climática y lucha contra la pobreza en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
[leer más]Por invitación del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA), un día entero se había reservado al margen de la COP 20 en Lima para la realización del “Foro de Cooperación Sur-Sur y Cambio Climático” (South-South Cooperation on Climate Change Forum - SSCCC).
Durante el Foro, China anunció la creación de un fondo global para la cooperación Sur-Sur en temas de cambio climático, en una clara muestra de liderazgo de los países del Sur. El South-South Cooperation Fund on Climate Change (SSCF) comenzará a funcionar a finales del próximo año.
El Foro de Cooperación Sur-Sur sobre Cambio Climático en Lima contó con participación del más alto nivel.
[leer más]En la Conferencia Climática de Lima hace pocos días el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó el “Informe sobre la brecha de adaptación” (Adaptation Gap Report).
Se trata del primer reporte de este tipo preparado por el PNUMA, que intenta hacer “una evaluación preliminar de las brechas en la adaptación mundial en los ámbitos económico, tecnológico y de conocimiento” en relación a los riesgos e impactos del cambio climático.
[leer más]2014
El “Foro Global sobre Paisajes” (Global Landscapes Forum) se ha organizado el fin de semana entre las dos semanas de la Conferencia Climática de Lima, ya por segunda vez en este formato integrador de los ámbitos “bosques” y “agricultura”, que se había iniciado durante la Conferencia Climática de Varsovia el año pasado.
Bajo el título de “Paisajes sostenibles para una nueva agenda climática y de desarrollo – Una visión más allá del 2015” cientos de personas de todo el mundo se han reunido por dos días para debatir sobre el concepto de los paisajes sostenibles o “climáticamente inteligentes” e intercambiar experiencias concretas de su implementación en los diferentes continentes del Sur.
[leer más]El informe del Banco Mundial (BM) “4°. Bajemos la temperatura. Cómo hacer frente a la nueva realidad climática”, elaborado por el Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK) y Climate Analytics ha sido lanzado poco antes de comenzar la Conferencia Climática en Lima.
El Informe ya es el tercero que está publicando el Banco Mundial con el mensaje fuerte de los peligros de un mundo 4 °C más caliente, el aumento de temperatura que la humanidad está en camino a provocar hacia fines del siglo, si no se comienza ya durante los próximos años a bajar las emisiones globales de dióxido de carbono de forma masiva. Lo interesante para nuestra región: El Informe contiene un capítulo específico sobre América Latina y el Caribe.
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