2019
Durante los últimos años, varios investigadores han presentado estimaciones de la cantidad de emisiones todavía permitidas antes de pasar los límites del aumento de temperatura acordadas en el Acuerdo de París: 2 °C y 1,5 °C. Sin embargo, los resultados varían significativamente, lo que causó más confusión que claridad.
Esta situación motivó a un grupo de científicos a preparar el artículo “Estimando y haciendo seguimiento al presupuesto de carbono restante para establecer metas climáticas contundentes” (“Estimating and tracking the remaining carbon budget for stringent climate targets”).
El artículo publicado en la revista “Nature” en julio de 2019 (izq.) y su autor principal Joeri Rogelj (dcha., en la COP 24 de Katowice)
[leer más]Un nuevo estudio científico publicado en la revista Nature afirma que la distribución de las nubes alrededor del globo ha sufrido cambios durante los últimos 30 años debido al cambio climático.
Según los investigadores, bandas de nubes han sido desplazadas hacia los polos en ambos hemisferios, expandiendo las zonas secas subtropicales y aumentando el calentamiento global.
[leer más]Virtualmente todos los países del mundo han acudido al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon y han firmado el Acuerdo de París en la ceremonia oficial en Nueva York el pasado 22 de abril, Día Internacional de la Tierra.
Poco antes, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Convención Climática se había reunido en Nairobi, Kenia, para definir estrategia, contenido y cronograma para el Sexto Informe de Evaluación y los informes especiales de los próximos años.
174 países más la Unión Europea firmaron el Acuerdo de París en un solo día; fuente: IPCC
[leer más]“Evaluación de la participación boliviana en la COP 20 y proyección de la influencia de la sociedad boliviana hacia la COP 21” era el título de un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en febrero pasado, cuya memoria está siendo divulgada ahora.
A pocos meses de la COP 21 en París, esta se constituye en un insumo de gran utilidad para promover el debate en el país. Presentamos a continuación reflexiones de Gustavo Guzmán y Dirk Hoffmann acerca de los retos para la sociedad civil boliviana compartidas en aquella ocasión, que todavía son válidas para el actual momento.
[leer más]El 23 de julio de este año, el científico del cambio climático más renombrado del mundo, James Hansen, ha lanzado una “bomba” al debate académico-político sobre cambio climático. En una revista científica de acceso abierto, conjuntamente a otros 16 científicos, ha publicado el artículo "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso”.
La conclusión: Siguiendo la actual trayectoria de emisiones, un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es casi inevitable. “Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras”.
Croquis de Hansen que visualiza los mecanismos descritos que llevarían a una desintegración acelerada de las capas de hielo de la Antártida
[leer más]El permafrost -los suelos congelados de forma permanente- del Ártico se está derritiendo debido al aumento vertiginoso de las temperaturas en la región, lo que “libera” grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera. Aunque los mecanismos son bien conocidos, hasta la fecha existía gran incertidumbre sobre la cuantificación de estos procesos.
El mes pasado salió un nuevo estudio en la prestigiosa revista Nature que cuantifica las cantidades exactas de carbono almacenadas en los suelos congelados árticos y sobre la tasa de su liberación a la atmósfera, indicando que este proceso se da más rápido que lo anteriormente pensado.
Mapa de la región ártica mostrando el carbono orgánico almacenado por los suelos
[leer más]2015
Con la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 21) de París, el año 2015 es un año clave para los temas que conciernen la base vital de la humanidad.
En esta nota, la investigadora y docente Cecilia Requena presenta apuntes sintéticos a propósito de los desafíos para la sociedad civil boliviana planteados por estos dos procesos de toma de decisiones globales.
Activistas climáticos en la Marcha de los Pueblos en la COP 20 de Lima en diciembre de 2014
2015: La sociedad civil boliviana frente a momentos decisivos para la base vital del planeta
El año que apenas inicia, 2015, llega particularmente cargado de desafíos en lo que concierne a la base vital de la humanidad, aquélla que es más comúnmente denominada como la esfera de lo “ambiental”.
Tomando nota de la agenda de hitos internacionales de 2015, activistas y líderes de opinión consideran que este año presenta una constelación de oportunidades críticas que los gobiernos y la sociedad civil deben aprovechar al máximo, en vista de que no se repetirán fácilmente, pero sobre todo porque los márgenes para la toma de decisiones con impacto significativo están agotándose. Informes como el más reciente Quinto Informe (AR5) del IPCC han dejado en claro que la falta de prontas decisiones dificultará aún más las condiciones en que se darán futuros intentos por resolver grandes desafíos globales, como los planteados por el cambio climático.
En julio de 2015 los dirigentes del mundo se reunirán en Addis Abeba (Etiopía) para formular las reformas del sistema financiero. En septiembre de 2015, volverán a reunirse para aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a fin de que guíen las políticas nacionales y mundiales hasta 2030 y, en diciembre de 2015, los dirigentes se reunirán en París para aprobar un acuerdo mundial encaminado a evitar los peligros en aumento del cambio climático inducido por el hombre.
Los desafíos comunes a los procesos de aprobación de los ODS y de la COP 21
La organización y la legitimidad interna de la sociedad civil boliviana interesada en estos temas e independiente del gobierno, es de notoria debilidad y de insuficiente articulación. Entre las razones de esta situación cabe mencionar las siguientes:
La consolidación, mediante un amplio triunfo electoral del partido de gobierno, de una posición hegemónica que implica la apuesta por un modelo de desarrollo y unas políticas públicas insostenibles (neoextractivismo), así como el afianzamiento de un modelo de gestión política autoritario, que tiende a debilitar y a no tomar en cuenta las voces críticas de la sociedad civil (pueblos indígenas, ciudadanía, universidades, ONG, medios). En segundo lugar está el desconcierto conceptual y programático derivado de la exitosa y justificada impugnación a categorías como “desarrollo sostenible”, sin que se haya logrado, aún, formular categorías alternativas como “Vivir Bien” con la claridad requerida para su aplicación concreta en políticas públicas.Como tercer punto, existe una debilidad histórica de la sociedad civil organizada en Bolivia, que muy probablemente sea el reflejo de una debilidad institucional más amplia.
El contexto político señalado incorporará las consecuencias de la inflexión de precios internacionales del petróleo, tras una década de bonanza sin precedente histórico, que resulta determinante para los precios del más importante rubro de exportación y de ingresos fiscales del país: el gas natural. La respuesta gubernamental ante esta nueva, y posiblemente duradera situación, consiste en la intensificación del extractivismo, a través de una agresiva política de inversión pública abrumadoramente orientada a la exploración y explotación de hidrocarburos en la Amazonia, incluyendo áreas protegidas como el Parque Nacional Madidi; así como una política de fortalecimiento del sector agropecuario, a través de una agresiva ampliación de la frontera agrícola a cargo del sector privado, a costa del bosque tropical, entre otros.
En este marco desafiante, el movimiento ambientalista boliviano deberá escoger bien sus espacios prioritarios de movilización. Deberá maximizar sus posibilidades de construcción de consensos y propuestas a través de la densificación y, en lo posible, expansión de sus redes, incluyendo, entre otros, el mejor aprovechamiento de las redes sociales para extender la legitimidad social de sus causas, que aún se mantienen en el ámbito de lo marginal.
A fin de ampliar la audiencia y la participación de segmentos de la población boliviana, conviene aprovechar tanto como sea posible la dinámica informativa de los medios masivos nacionales e internacionales alrededor de los señalados momentos clave de la agenda internacional, con el propósito de posicionar mejor en la conciencia ciudadana las temáticas correspondientes a cada caso: desarrollo sostenible o “Vivir Bien” y cambio climático.
Será muy importante identificar enfoques que permitan el tratamiento de asuntos prioritarios en clave de bien común y en horizonte intergeneracional; es decir, desde un punto de vista que tenga mejores opciones de no sucumbir en el conflicto de las diferencias político partidarias coyunturales, sino que se inscriba en una perspectiva más estratégica y fuertemente apoyada en evidencia científica. Las alianzas con la academia, insuficientes hoy, son de especial importancia para generar procesos de generación, construcción colectiva, fortalecimiento mutuo y divulgación del conocimiento.
El contexto internacional ofrece algunas señales que, aunque altamente insuficientes, resultan alentadoras al hacer más consistentes y reales las vías alternativas. Este es el caso de las transiciones energéticas de países como Alemania, Dinamarca, Costa Rica o Uruguay, que tendrán efectos multiplicadores que van mucho más allá de la reducción de emisiones en cada uno de estos países. Traen aparejados procesos de aprendizaje y de puesta a prueba de tecnologías y modelos que mejorarán el bagaje de experiencia e instrumentos disponibles. El movimiento civil ambientalista boliviano debe procurar estar al tanto de estos procesos y de posibles oportunidades derivadas, que incluyen la disponibilidad de ejemplos reales que muestran (con todas las limitaciones e imposibilidades de la extrapolación) la viabilidad de avanzar hacia modelos sostenibles de convivencia social.
“Eventos Bolivia” en la Cumbre de los Pueblos de Lima en diciembre de 2014
Desafíos específicos relacionados con el cambio climático: COP 21
Las posibilidades y capacidades de incidencia internacional del movimiento civil boliviano en la esfera no gubernamental de las COP son, a pesar de todo, importantes. El indiscutible liderazgo internacional del presidente Morales en materia del discurso de respeto a la Madre Tierra y de cuestionamiento de fondo al sistema capitalista ha provisto de una plataforma de redes que en la COP 20 han servido para un fin distinto: El cuestionamiento internacional de proyectos como la construcción de la carretera por el área más frágil y protegida del Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS), la construcción de una central nuclear en el Altiplano y la anunciada pronta introducción de la fractura hidráulica para la exploración y explotación de hidrocarburos. Al parecer, estos cuestionamientos desembocaron en la cancelación de la presencia del presidente en la cabecera de la Marcha de los Pueblos que tuvo lugar en Lima.
Sin duda alguna, debe mantenerse y fortalecerse este ámbito de trabajo que, con todas sus limitaciones, es el único que permite la presión coordinada a los gobiernos a fin de que adopten las decisiones indispensables para minimizar los previsibles impactos del cambio climático. Es también el único espacio de trabajo conjunto para que la COP 21 reconozca y haga operativos principios como justicia climática, responsabilidades compartidas pero diferenciadas, financiamiento y transferencia tecnológica a países que así lo requieren. Es la esfera indispensable para seguir coordinando y materializando la solidaridad con las causas de otros países, incluyendo su difusión nacional.
El cambio climático en la esfera nacional nos conduce, necesariamente, a asuntos de fondo en términos de visiones de futuro y sostenibilidad. Es indispensable abrir sin más demora el debate en torno a la matriz energética y a la necesaria transición del país, en el mediano y largo plazo, de acuerdo a las condicionantes del contexto de cambio climático que demanda, entre otros, que más del 80% de las reservas probadas del mundo deba quedar bajo tierra (no ser explotadas) “para evitar una catástrofe climática”. Si bien Bolivia debería disponer de condiciones de cambio menos exigentes que países con mayor deuda climática, el cambio paulatino debe ser encarado desde ahora, justamente para minimizar los problemas y maximizar las ventajas, ¡que las hay!, para solo mencionar algunos: empleo, reducción de contaminación de aire, agua. La orientación general de esta ineludible transición debe apuntar a las energías renovables, y en ningún caso a energías peligrosas y más caras, como la nuclear. Finalmente, tomando en cuenta que una de las mejores políticas de adaptación al cambio climático y mitigación es la conservación de bosques, la sociedad civil debe proponerse resituar ese tema en el debate nacional sobre “desarrollo”.
Desafíos específicos: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Aunque el circuito de participación social en este proceso es menos vibrante, corresponde el seguimiento a este importante marco referencial de orientación de políticas públicas hasta el 2030.
Los avances en el proceso de definición de los ODS muestran una persistente tensión entre la visión del “crecimiento sostenido” y la del desarrollo sostenible. Los conceptos alternativos como el “Vivir Bien” no están claramente integrados a la discusión, aunque hay propuestas que van en ese sentido.
En todo caso, y para finalizar, las evidentes e importantes relaciones entre ambos procesos, por sus efectos en futuras tomas de decisiones tanto en la esfera internacional como nacional, invitan a hacer todos los esfuerzos posibles, desde la sociedad civil, para mantener el seguimiento, la formulación de propuestas y la divulgación de la información relevante. Este es un año clave. Estar a la altura de las circunstancias es el desafío común.
El informe del Banco Mundial (BM) “4°. Bajemos la temperatura. Cómo hacer frente a la nueva realidad climática”, elaborado por el Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK) y Climate Analytics ha sido lanzado poco antes de comenzar la Conferencia Climática en Lima.
El Informe ya es el tercero que está publicando el Banco Mundial con el mensaje fuerte de los peligros de un mundo 4 °C más caliente, el aumento de temperatura que la humanidad está en camino a provocar hacia fines del siglo, si no se comienza ya durante los próximos años a bajar las emisiones globales de dióxido de carbono de forma masiva. Lo interesante para nuestra región: El Informe contiene un capítulo específico sobre América Latina y el Caribe.
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Hoy comienza en Lima, Perú, la vigésima Conferencia Climática de las Naciones Unidas, la COP 20. A solo un año de la Conferencia Climática decisiva de Paris del 2015, en Lima se deberían preparar las bases para un acuerdo legal “robusto” a ser firmado en la capital francesa.
Durante las dos semanas de la COP 20, el Klimablog informará diariamente desde Lima sobre la Conferencia, los eventos paralelos y las actividades de la sociedad civil en la “Cumbre de los Pueblos”.
Fuente: www.can-la.org
[leer más]2014
Acaba de salir el nuevo libro “Your Water Footprint” (“Tu Huella Hídrica”) del periodista ambiental canadiense Stephen Leahy, tematizando el uso “invisible” de cantidades sorprendentes de agua en la producción de bienes de uso cotidiano.
Para mostrar el agua “escondida” en los diferentes procesos de producción y en los mismos productos, Leahy ha producido un libro de alto valor didáctico, ampliamente ilustrado con imágenes y gráficos. Ojalá que pueda ser traducido pronto para un mayor público latinoamericano.
“Tu Huella Hídrica: Los datos choqueantes sobre la cantidad de agua que usamos para elaborar productos cotidianos”, tapa del libro de Stephen Leahy.
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