2015
Las “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional” (INDCs) son la piedra fundamental para la construcción de un nuevo acuerdo climático en la COP 21 a finales del año. Para que el secretariado de la Convención Climática pueda preparar un documento de síntesis hasta el 1º de noviembre, deben ser presentados hasta el 30 de septiembre del año en curso, es decir en pocos días.
Bolivia todavía no subió su propuesta de cómo aportaría a la lucha global contra el cambio climático al portal de la Convención, tampoco se había iniciado un proceso de comunicación y consulta con la sociedad, como en otros países. Documentamos a continuación una versión resumida de la “Propuesta de la sociedad civil sobre el INDC de Bolivia” que fue presenta una propuesta para la discusión y cuya versión íntegra se puede descargar aquí.
Mapa de los países que ya presentaron sus INDCs al 24 de septiembre de 2015; fuente: WRI/CAIT
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El cambio climático impacta a las regiones de montaña más que muchas otras partes del globo. Las bases de vida de las poblaciones de montaña peligran por temperaturas más altas, eventos extremos, cambios en las precipitaciones y el retroceso de los glaciares.
Para llamar la atención del mundo sobre esta situación, el secretariado de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) ha lanzado la iniciativa para una Petición Internacional y una Declaración sobre Montañas y Cambio Climático para la COP 21 en París.
Nevado Illimani, Bolivia
[leer más]El cambio climático es un fenómeno global y nos afecta a todos. Pero el cambio climático es también sobre desigualdades, porque no afecta a todos por igual; ni al Sur de la misma manera que al Norte, ni a los ricos como a los pobres, y tampoco a los hombres como a las mujeres.
Para dar una cara a las desigualdades de género en relación a los impactos del cambio climático, el Centro para la Democracia en Cochabamba ha reproducido las historias de vida de cuatro mujeres de un barrio peri-urbano de la ciudadbajo el título “Cambio Climático es....hablar de Mujeres”.
Foto: www.democracyctr.org
[leer más]2015
“¿Qué podemos esperar de la COP 21 de París? Los avances en las negociaciones internacionales sobre Cambio Climático” era el título de un conversatorio organizado por la Plataforma Climática Latinoamericana a mediados de agosto en Bolivia.
Publicamos a continuación una entrevista que realizamos al expositor Enrique Maurtua Konstantinidis de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y coordinador del Proyecto de Agendas Climáticas Nacionales en su paso por la ciudad de La Paz.
Enrique Maurtua Konstantinidis de FARN durante la entrevista con el Klimablog.
Los días 18 y 20 de agosto, en las ciudades de Santa Cruz y La Paz, respectivamente, la Plataforma Climática Latinoamericana organizó dos conversatorios sobre “¿Qué podemos esperar de la COP 21 de París?”. La Plataforma tiene por misión generar respuestas desde y para América Latina frente al problema del cambio climático.
Los eventos eran parte del Proyecto de Agendas Climáticas Nacionales, cuyo coordinador el experto en cambio climático Enrique Maurtua Kontandinidis estaba a cargo de las exposiciones, con el objetivo de informar sobre el estado de las negociaciones internacionales y explicar el muchas veces complicado proceso diplomático que se desarrolla dentro de la Convención Climática.
Aprovechamos la breve estadía de Enrique en la ciudad de La Paz para realizarle la siguiente entrevista sobre los avances en las negociaciones y las expectativas para la COP 21 en París desde una perspectiva latinoamericana.
Enrique Maurtua pertenece a la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) de Argentina, una organización no gubernamental sin fines de lucro y apartidaria, cuyo objetivo es promocionar el desarrollo sustentable a través de la política, el derecho y la organización institucional de la sociedad. También ha sido coordinador de la Red de Acción Climática (CAN-LA) para América Latina.
Me alegro mucho que hayas encontrado el tiempo para esta entrevista, Enrique. Me comentas ¿en qué consiste este Proyecto de Agendas Climáticas Nacionales?
Este proyecto abarca 5 países: Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Costa Rica; trabajamos en cada uno con los socios nacionales de la Plataforma Climática. El objetivo de los conversatorios es generar diálogo y capacitar a la sociedad civil en el tema de la negociación climática, cuál es el contexto, y cómo se puede involucrar más activamente.
Acá en Bolivia hicimos dos talleres en SCZ, conversatorio público y capacitaciones, con una presentación sustancial respecto a la negociación, la historia de la Convención y como nos llevó al punto donde estamos ahora.
Hablar de la negociación de cambio climático suena como algo tan lejos de la realidad, que es un desafío, a través de las charlas, acercar a las personas y mostrar cómo se puede participar. Sigo las negociaciones desde hace 10 años y estoy vinculado a la Red de Acción Climática (Climate Action Network – International), así que tengo mucha experiencia que compartir.
¿Cómo ves el ámbito de las negociaciones internacionales desde una perspectiva latinoamericana?
Latinoamérica es, siempre me gusta decir, como la clase media del mundo. Vos tenés países de renta media, y otros que son menos desarrollados, pero cuando vos lo mirás de una perspectiva global, no hay un país como los europeos, como Australia, como Canadá. Y no hay un país como alguno de África, o como Nepal.
Latinoamérica siempre se caracterizó por tener una diversidad de la cual muchas veces nos sentimos orgullosos, pero también tiene sus complicaciones. Vos tenés siempre grupos que son muy diferentes los unos de los otros. Por un lado, tienes México, y tienes Brasil, Argentina, y después tenés el ALBA y el AILAC un grupo de países latinoamericanos dentro de las negociaciones, pero que componen básicamente los países de la Alianza del Pacífico.
Como perspectiva latinoamericana sobre las negociaciones es para destacar la importancia que tiene el tema de la adaptación para los países, que básicamente es el único punto de encuentro. Después, las ideologías, las diferentes líneas políticas hacen difícil encontrar y articular posiciones comunes.
Galerías Pacífico en Buenos Aires, Argentina (izq.) y el Taj Mahal en Agra, India (dcha.)
¿Cuáles, entonces, son las posiciones latinoamericanas en las negociaciones climáticas?
Hasta la cumbre de Copenhague los países latinoamericanos no tenían una participación más activa en las negociaciones. Es después que comenzaron a ordenarse más estos grupos y hoy por hoy tenemos muy bien definidos que el ALBA es un grupo con una cierta ideología, y tenemos AILAC, que tiene otra mentalidad, otra perspectiva en las negociaciones. También tenemos Brasil, que siempre fue Brasil, que tiene un cuerpo diplomático muy fuerte y juega en otra esfera de las negociaciones globales.
Luego hay México, que después de Copenhague se ha convertido en un país mediador. México, en ese momento se cargó encima todo el desastre de Copenhague y empezó a tratar de reconstruir la confianza entre los países. Desde entonces es un país que cumplía bastante bien con las cosas que demandaba la ambición climática, va con su Quinta Comunicación Nacional y fue el primer país de América Latina en presentar sus INDCs, sus “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional”.
Ahora, en Latinoamérica hay países que han mejorado sus economías, su situación de bienestar en los últimos 10 o 20 años, y eso está a la vista. Hay aquí una contradicción, a nivel nacional países como Chile, Colombia o Costa Rica quieren demostrar que están más desarrollados que antes, pero en el juego de las negociaciones no les conviene que sean considerados desarrollados.
Ya no existe esta línea clara entre países desarrollados y subdesarrollados como antes...
Por ejemplo, América Latina tiene tres países que pertenecen al Grupo G-20 de las mayores economías del mundo (Argentina, Brasil y México), entonces, ¿cómo hacés que un país como la Argentina está catalogado dentro de la misma bolsa que Haití?
También es cierto – y eso es lo más importante en toda la negociación, y a veces uno se olvida – que el mundo está encaminándose a un aumento de temperatura de 4 grados centígrados y allí ya no importa, si las emisiones vienen de China, EEUU, Bolivia o Costa Rica o Canadá. El escenario a que nos está llevando es un escenario de 4 grados y que va a ser catastrófico.
Por eso el nuevo acuerdo, que vamos a tener, apunta a que la responsabilidad cae sobre todos los países. Y ahí es donde empieza el otro punto de la negociación, que es el tema de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.
¿Qué se entiende por “responsabilidades comunes pero diferenciadas”?
Eso hace referencia al Art. 4 de la Convención Climática. En este artículo se expresa, por una parte, la responsabilidad de todos los países por la Tierra. Pero por otra parte, se constata claramente que hay países que son más responsables que otros por el calentamiento global, estas son las responsabilidades diferenciadas.
Bolivia por ejemplo es uno de los países más vocales en cuanto a este concepto básico de la Convención. A Bolivia y Cuba muchas veces, yo los he visto expresamente decir que figure en el texto de forma explícita la referencia al artículo 4, donde se dice que las responsabilidades son comunes pero diferenciadas, pero si el texto no está en marco de este artículo, no hay acuerdo.
Es ahí donde los países en vías de desarrollo tienen miedo de que se les ponga presiones que no puedan afrontar y que después por ser un acuerdo que es vinculante empiecen a recibir sanciones.
Ahora bien, ¿cuáles son para ti las perspectivas para la COP 21 en París?
En el panorama internacional es claro que nadie quiere repetir Copenhague, nadie quiere bloquear y después quedarse como el culpable de un nuevo fracaso.
Solo quedan 20 días de negociaciones formales antes de la COP 21 de París, por lo tanto hay que empezar a tocar los temas difíciles. El tema financiamiento es clave, pero justo ahí no veo mucho avance. Antes de la COP 20 de Lima, los países desarrollados con mucha dificultad han reunido 10 mil millones de dolares americanos para un período de 4 años. Esto es lejos de la promesa de proporcionar 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020. Ahí los países en vías de desarrollo están esperando señales claras de los países desarrollados.
Al otro lado, también es válido hablar sobre monitoreo, reporte y verificación. Los que dan la plata, van a querer sabe cómo, en qué y con qué resultados se la usa.
¿Qué tipo de acuerdo saldrá de la COP 21?
El acuerdo de París va a ser un acuerdo más bien general, pienso, un marco legal general. En pasos posteriores, tal vez a través de protocolos, se lo va a concretizar.
Esto ya se ve en la figura de los INDCs, modalidad que se ha adoptado en la COP 19 de Varsovia en 2013, para no tener que aceptar compromisos obligatorios. Ni siquiera se llaman “compromisos”, sino “contribuciones”. Y son contribuciones voluntarias. La idea fuerte del momento era encontrar una fórmula para tener a bordo a China y a los Estados Unidos, los dos emisores mayores del mundo.
Pero hay que ver las “contribuciones nacionales” como oportunidad. Son una oportunidad de comunicar los esfuerzos de mitigación, pero también de adaptación. Además, para los países del Sur existe el componente “condicional”, donde se inscribe actividades y esfuerzos adicionales que el país podría realizar, bajo la condición de que reciba suficiente apoyo (financiamiento o tecnología). Aquí se abre una interesante opción para las estrategias de negociación de los países en vías de desarrollo.
Los 10 primeros emisores del mundo; fuente: World Resources Institute (LINK-9)
Si sumamos las contribuciones de las INDCs hasta ahora inscritas en el portal internet de la Convención Climática, fácilmente nos damos cuenta que no alcanzan para limitar el calentamiento a 2 °C....
Hasta la fecha, ningún país ha inscrito contribuciones muy ambiciosas, porque nadie sabe cómo será el acuerdo, por eso todos tienen mucho cuidado. La gran esperanza que sale de esta situación es que hay margen para que los INDCs puedan mejorar.
Uno de los mecanismos propuestos para esto, por ejemplo, es un proceso de revisión cada 5 años. Para combinar este horizonte temporal con uno más a mediano plazo, Brasil ha sugerido un proceso de revisión cada 5 años, con proyecciones para los próximos 10 años. Están son ideas interesantes.
¿Cuál es el panorama de las INDCs en América Latina?
Hasta ahora, México y República Dominicana han presentado sus INDCs. Otro grupo de países las están preparando y las van a presentar; ahí están Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Argentina. Sin embargo, en este grupo hay una diferencia cualitativa. Perú y Chile por ejemplo han empezado sus procesos hace año y medio atrás, han realizado consultas públicas. Argentina ha empezado recién hace dos meses.
¿Y Bolivia?
No conozco la situación de Bolivia, posiblemente su estrategia es primero preparar la Tercera Comunicación Nacional hacia la Convención Climática, para luego en base de la información levantada en este proceso preparar sus INDCs.
Bolivia es un país con una fuerte producción de combustibles fósiles y una alta tasa de deforestación. Si quiere ser parte de la solución, tiene que balancear estos aspectos en la preparación de sus contribuciones. Bolivia también tiene conocimientos, ideas innovadoras y muchas oportunidades, como las energías renovables o el transporte público en La Paz.
Una última pregunta, ¿cómo ves tú el rol de la sociedad civil en estas negociaciones internacionales?
Desde las Naciones Unidas es bastante claro, la participación de la sociedad civil es importante y parte de toda negociación, siempre como observadores . A nivel global la sociedad civil está muy metida, muy involucrada.
En el tema del monitoreo-reporte-verificación incluso se está discutiendo un rol formal importante para ciertas organizaciones de la sociedad civil.
A nivel nacional, las INDCs ponen presión en la sociedad civil, pero ofrecen también una oportunidad de participar, de opinar y de presionar a los gobiernos.
Muchas gracias por esta entrevista.
Contacto: Enrique Maurtua Konstantinidis, enriquemk@farn.org.ar
Invitacion Conversatorio 20 ago 2015.pdf | |
2015-08-20 - La CMNUCC-Contribuciones - ConversatorioLP.pdf |
El 23 de julio de este año, el científico del cambio climático más renombrado del mundo, James Hansen, ha lanzado una “bomba” al debate académico-político sobre cambio climático. En una revista científica de acceso abierto, conjuntamente a otros 16 científicos, ha publicado el artículo "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso”.
La conclusión: Siguiendo la actual trayectoria de emisiones, un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es casi inevitable. “Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras”.
Croquis de Hansen que visualiza los mecanismos descritos que llevarían a una desintegración acelerada de las capas de hielo de la Antártida
[leer más]Las montañas cubren 22% de la superficie terrestre, proporcionan entre 60-80% del agua dulce y son el hogar del 14% de la población mundial. Al mismo tiempo, son las regiones de montaña que ya sufren los impactos del cambio climático, y que pueden ayudar a enseñar modos de vida sostenibles.
Para garantizar que las montañas sean incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que actualmente están siendo discutidos en las Naciones Unidas, los miembros de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) han lanzado una “Llamada a la Acción”.
Foto y diseño: Fundación Agreste
[leer más]Mientras que Bolivia vivía la emoción de la visita del papa Francisco, del 7 al 10 de julio de este año se reunieron casi 2.000 científicos del cambio climático en París en el mayor evento científico antes de la Conferencia COP 21 a fines de 2015.
La conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” confirmó los datos principales del último informe del IPCC, intentó mostrar posibles soluciones prácticas al cambio climático y enfatizó la necesidad urgente de reducir las emisiones globales a cero.
Foto: newsroom.unfccc.int
[leer más]2015
Hace tres semanas, el papa Francisco ha publicado la “Carta encíclica LAUDATO SI´ sobre el cuidado de la casa común”, un posicionamiento de la iglesia católica sobre la situación de la tierra frente a la destrucción del medio ambiente, el cambio climático y el actual modelo de desarrollo del mundo.
A dos días de la visita del “Papa más simpático de los últimos tiempos” a Bolivia y a menos de medio año de la Conferencia Climática COP 21 en París, presentamos a continuación las partes más relevantes en relación al cambio climático de esta encíclica.
[leer más]En mayo pasado se promulgó el Decreto Supremo 2366 que estipula la apertura de las áreas protegidas de Bolivia a las operaciones petroleras, justo meses antes de la Conferencia Climática COP 21 en París. Las áreas protegidas albergan y protegen no solamente poblaciones humanas y una gran biodiversidad, sino también tienen funciones primordiales en la mitigación y adaptación al cambio climático.
A continuación presentamos un resumen del artículo de Jorge Campanini, investigador del CEDIB en Cochabamba, explicando que significará el DS 2366 para las 22 áreas protegidas del país. También se adjunta la versión completa, que incluye las fuentes de información utilizadas y un mapa de la “reconfiguración petrolera” de Bolivia en relación a las áreas protegidas.
En el PN y ANMI Serranía de Aguaragüe; foto de CEDIB, año 2012
[leer más]Durante las primeras dos semanas de junio tuvieron lugar dos reuniones importantes en relación a la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en París a finales de este año.
Por un lado, durante 10 días se reunieron los negociadores de la Convención Climática, en un intento poco fructífero de reducir el texto de negociación antes de la COP 21. Por otro lado, la reunión del grupo de siete de los principales países industrializados del mundo G7 produjo una declaración en la cual se llama a la descarbonización de la economía global, anunciando el nuevo paradigma para el siglo XXI.
La Conferencia Climática en la sede del secretariado de la CMNUCC en Bonn, Alemania; fotos: UNFCCC
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse