2015
Investigaciones científicas recientes demuestran que la temporada de incendios se ha prolongado por casi 20 por ciento dentro de los últimos 35 años a nivel global, debido a temperaturas promedio más altas.
Alaska, Canadá y parte del occidente de los Estados Unidos están experimentando unos de los mayores incendios forestales desde que se registran los datos, en una muestra de lo que podrá volverse la nueva normalidad bajo el impacto del cambio climático.
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A pesar de su cercanía al Océano Pacífico, la mayor parte de las precipitaciones en Bolivia se originan en el Océano Atlántico, a una distancia de mucho miles de kilómetros.
Alan Forsberg, geógrafo que estudia y enseña cambio climático por 30 años, nos introduce al concepto de los “ríos voladores” para explicar este fenómeno – y advertir sobre los peligros que posan sobre ello el cambio climático y la deforestación.
Esquema del origen de la lluvia en Bolivia mediante los “ríos voladores”
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Para hacer frente al cambio climático y reducir las emisiones de CO2, el uso de energías alternativas se abre cada vez más paso, y con esto el uso de baterías de ion de litio. El Salar de Uyuni alberga una de las mayores reservas de litio del mundo y desde el 2008 el gobierno boliviano promueve su extracción e industrialización.
En la reciente publicación (en español) “Desigualdades estructurales en el aprovechamiento de un recurso estratégico. La economía global del litio y el caso de Bolivia”, la investigadora alemana Juliana Ströbele-Gregor analiza los avances y obstáculos del programa estatal de litio en Bolivia en el contexto de las fuerzas del mercado global.
Salar de Uyuni
[leer más]Las montañas cubren 22% de la superficie terrestre, proporcionan entre 60-80% del agua dulce y son el hogar del 14% de la población mundial. Al mismo tiempo, son las regiones de montaña que ya sufren los impactos del cambio climático, y que pueden ayudar a enseñar modos de vida sostenibles.
Para garantizar que las montañas sean incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que actualmente están siendo discutidos en las Naciones Unidas, los miembros de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) han lanzado una “Llamada a la Acción”.
Foto y diseño: Fundación Agreste
[leer más]Mientras que Bolivia vivía la emoción de la visita del papa Francisco, del 7 al 10 de julio de este año se reunieron casi 2.000 científicos del cambio climático en París en el mayor evento científico antes de la Conferencia COP 21 a fines de 2015.
La conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” confirmó los datos principales del último informe del IPCC, intentó mostrar posibles soluciones prácticas al cambio climático y enfatizó la necesidad urgente de reducir las emisiones globales a cero.
Foto: newsroom.unfccc.int
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El 24 de junio de este año una corte en La Haya adoptó una decisión histórica: Los jueces declararon ilegal los esfuerzos del gobierno de los Países Bajos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por poco ambiciosos.
En su decisión, los jueces accedieron a la demanda de la fundación Urgenda y de un grupo de 886 demandantes y ordenaron al gobierno del país de cortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en 25% hasta 2020 (comparado con niveles de 1990). Es la primera vez en el mundo que una corte ha dictado un fallo obligando a un gobierno a aumentar la reducción de emisiones y se espera que sea un precedente para grupos ciudadanos de otros países.
Los jueces en la lectura de su veredicto (izq.) y las celebraciones posteriores (dcha.); fotos: Urgenda / Chantal Bekker
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Hace tres semanas, el papa Francisco ha publicado la “Carta encíclica LAUDATO SI´ sobre el cuidado de la casa común”, un posicionamiento de la iglesia católica sobre la situación de la tierra frente a la destrucción del medio ambiente, el cambio climático y el actual modelo de desarrollo del mundo.
A dos días de la visita del “Papa más simpático de los últimos tiempos” a Bolivia y a menos de medio año de la Conferencia Climática COP 21 en París, presentamos a continuación las partes más relevantes en relación al cambio climático de esta encíclica.
[leer más]Durante la feria Expo Forest que se llevó a cabo del 17 al 20 de junio en la ciudad de Santa Cruz, fue presentado el libro “Sistemas agroforestales en la amazonía boliviana. Una valoración a sus múltiples funciones a partir de estudios de caso”.
La publicación, que es producto de los esfuerzos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), presenta los resultados de una evaluación de los beneficios económicos, ambientales y sociales generados por los sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana. En co-autoría con el investigador principal del estudio, Vincent Vos, presentamos aquí los aspectos más sobresalientes en relación al rol de los Sistemas Agroforestales en la mitigación del cambio climático.
Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana; fotos: CIPCA
[leer más]En mayo pasado se promulgó el Decreto Supremo 2366 que estipula la apertura de las áreas protegidas de Bolivia a las operaciones petroleras, justo meses antes de la Conferencia Climática COP 21 en París. Las áreas protegidas albergan y protegen no solamente poblaciones humanas y una gran biodiversidad, sino también tienen funciones primordiales en la mitigación y adaptación al cambio climático.
A continuación presentamos un resumen del artículo de Jorge Campanini, investigador del CEDIB en Cochabamba, explicando que significará el DS 2366 para las 22 áreas protegidas del país. También se adjunta la versión completa, que incluye las fuentes de información utilizadas y un mapa de la “reconfiguración petrolera” de Bolivia en relación a las áreas protegidas.
En el PN y ANMI Serranía de Aguaragüe; foto de CEDIB, año 2012
[leer más]Durante las primeras dos semanas de junio tuvieron lugar dos reuniones importantes en relación a la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en París a finales de este año.
Por un lado, durante 10 días se reunieron los negociadores de la Convención Climática, en un intento poco fructífero de reducir el texto de negociación antes de la COP 21. Por otro lado, la reunión del grupo de siete de los principales países industrializados del mundo G7 produjo una declaración en la cual se llama a la descarbonización de la economía global, anunciando el nuevo paradigma para el siglo XXI.
La Conferencia Climática en la sede del secretariado de la CMNUCC en Bonn, Alemania; fotos: UNFCCC
Los negociadores de Bonn todavía no escucharon las señales
Durante las primeras dos semanas de junio se reunieron los representantes de los países miembros de la Convención Climática (CMNUCC) en la sede del secretariado en Bonn, Alemania, para debatir el texto de negociación de un acuerdo global que debería ser firmado en la próxima Cumbre Climática COP 21 en París a finales del año.
Los avances en las negociaciones han sido muy modestos, según la mayoría de los observadores. El texto, por ejemplo, ha podido ser reducido apenas de 89 a 85 páginas, lo que significa que la gran mayoría de los temas en debate no han sido solucionados.
El mayor avance logrado probablemente consiste en el hecho de que poco antes de terminar las negociaciones, los participantes se pusieron de acuerdo de encargar a los dos co-directores de la sesión la tarea de preparar una nueva y resumida versión del texto de negociación durante las próximas semanas, que luego sería puesto a disposición de los países para su análisis. De esta forma se espera adelantar el proceso lento y complicado de encontrar acuerdos sobre cientos de formulaciones entre los casi 200 miembros de la Convención Climática.
El proceso de negociación era tan lento y los avances tan poco palpables, que Jennifer Morgan, director global de cambio climático del (World Resources Institute – WRI) comentó: “Esta semana, señales fuertes para acción climática ambiciosa han sido enviados desde fuera de las negociaciones, pero no inspiraron un paso más acelerado en Bonn. Se acumula una fuerzo pro-cambio hacia las conversaciones climáticas de París, pero el progreso modesto alcanzado en Bonn no estaba a la altura de las acciones significativas que acontecieron en otras partes del mundo”.
El único acuerdo concreto que se ha podido lograr durante las dos semanas de negociaciones en Bonn se refiere al esquema de protección de bosques que se venía debatiendo durante los últimos 10 años. Bajo el título “Reduciendo Emisiones de la Deforestación y Degradación Forestal” (Reducing Emissions from Deforestation and Forest Degradation)o “REDD+” los delegados llegaron a una posición mínima común, que ahora puede ser integrada a la propuesta del acuerdo global para la COP 21 en París.
El observador y asesor climático principal de la ONG Christian Aid, Mohamed Adow resumió los principales puntos a ser resueltos a nivel ministerial en la reunión de ministros en París a fines de julio de la manera siguiente: “Los temas clave sobre los cuales tendrán que trabajar los ministros es asegurar que el acuerdo de París tendrá su base de financiamiento, que protegerá efectivamente las comunidades vulnerables y que contará con un mecanismo para aumentar la ambición con el avance del tiempo”. Si estos puntos no son resueltos, va a ser muy difícil para los negociadores avanzar en su trabajo cuando vuelvan a reunirse en agosto.
Pero ojo: Los gobiernos de países con estructuras democráticas solo pueden tomar decisiones que tienen el apoyo de sus sociedades. Por eso es sumamente importante que dentro de cada uno de los países, los actores políticos y sociales se organicen para presionar a sus respectivos gobiernos de promover y apoyar decisiones que nos acerquen a un mundo sin combustibles fósiles hasta mediados del siglo.
Schloss Elmau en Bavaria, Alemania; foto: http://www.bundesregierung.de
G7 anuncia el fin de la era de los combustibles fósiles
Paralelamente a las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas en Bonn, los líderes de siete de los países industrializados más importantes del mundo se reunieron en la Cumbre de los G7 en otro lugar de Alemania, el Castillo de Elmau en los Alpes de Bavaria. Entre el 7 y 8 de junio debatieron asuntos de economía y política global, pero también se pronunciaron sobre el tema de cambio climático.
De forma muy clara y contundente, los líderes de los G7 (Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Canadá) llamaron a la descarbonización de la economía global – y con esto anunciaron el fin de los combustibles fósiles: “...enfatizamos que se requiere cortes profundos en las emisiones globales de gases de efecto invernadero junto a la descarbonización de la economía global en el transcurso de este siglo”.
Con esto, los principales de los países tempranamente industrializados están reconociendo la necesidad de despedirse de la modernidad industrializada, del modelo de desarrollo practicado desde la Revolución Industrial por más de dos siglos. Verdaderamente un momento histórico.
La quema masiva de energías fósiles –primero carbón, luego petróleo y gas- está al corazón de este modelo de desarrollo que hace uso indiscriminado de los recursos naturales del planeta y que postula la posibilidad de un crecimiento sin límites. Con la Declaración de Elmau de los líderes de los G7 queda claro que este modelo ya no va.
Los líderes de los G7 dando la bienvenida a un mundo sin combustibles fósiles; foto: UNFCCC
La nueva orientación es la descarbonización de la economía global, la transición hacia una economía de cero emisiones netas de carbono y hacia el uso de energías renovables. En sí, esta demanda no es nada nuevo para científicos climáticos o grupos ambientalistas; lo nuevo es que desde el núcleo de los países industrializados se hace este llamamiento. El mundo ahora tiene una visión de largo alcance compartida entre líderes políticos y grupos progresistas de la sociedad civil. El camino hacia adelante está señalizado.
La descarbonización de la economía como nuevo paradigma civilizatorio
Esto no significa que a partir de ahora todo sea fácil. Los líderes de los G7, por ejemplo, todavía están pensando en un horizonte temporal demasiado extenso, cuando dicen “en el transcurso de este siglo”. La transición señalizada hacia la descarbonización de la economía global debería concluirse ya hacia 2050, para evitar los peores impactos del cambio climático. – Pero esto son casi detalles de la discusión, una vez que la nueva visión está anunciada.
Nadie puede pensar que despedirse de un modelo de desarrollo practicado durante los últimos 250 años es algo fácil. Vamos a necesitar todavía mucha paciencia y perseverancia para llegar a un mundo sin combustibles fósiles, y la próxima Conferencia Climática COP 21 en París seguramente no va poder solucionarlo todo.
Sin embargo, con su declaración sobre el fin de los combustibles fósiles, los G7 han mandado un mensaje muy fuerte a las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas. “Hay que acelerar esta transición justa y equitativa de terminar con el uso de combustibles fósiles y de elevar las energías renovables al 100% hasta 2050. Esto debería quedar reflejado en una meta fuerte de largo plazo en el Acuerdo de París”, exigen los miembros de la Red de Acción Climática (Climate Action Network – CAN) a través de su boletín informativo sobre las negociaciones climáticas ECO.
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