2018
El cambio climático es un tema complejo, muchas veces difícil de comprender, o por la magnitud de los impactos, o por la lejanía de las regiones. Entonces, ¿cómo podemos comunicar el cambio climático para llegar de major manera a la sociedad, a los tomadores de decisión, al debate público?
Para encontrar respuestas a estas interrogantes, en septiembre pasado se reunieron científicos de diferentes ramas, activistas, políticos y expertos en comunicación en la ciudad austriaca de Salzburgo en el congreso “K3 – Congreso sobre Cambio Climático, Comunicación y Sociedad”.
[leer más]2016
La semana pasada el proceso de ratificación del Acuerdo de París ya pasó la barrera puesta para su entrada en vigencia. Con la ratificación de la Unión Europea, ya son más de 74 países responsables de más del 58,8% de las emisiones globales.
Con este proceso récord, el Acuerdo de París ya entrará en vigencia el 4 de noviembre de 2016, unos días antes de la próxima Conferencia Climática COP 22 en Marrakech, Marruecos.
Gráfico de las Naciones Unidas mostrando que más de 55 países responsables por más del 44% de las emisiones ya han ratificado el Acuerdo de París; fuente: newsroom.unfccc.int
[leer más]Los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC, o también SLCP en inglés: Short Lived Climate Pollutants) son agentes atmosféricos contribuyentes al calentamiento global y al mismo tiempo degradan la calidad del aire. Tienen una vida útil relativamente breve en la atmósfera (entre pocos días a unas pocas décadas), a diferencia del CO2, que permanece en la atmósfera durante siglos o milenios después de emitido.
En la entrevista que sigue, la abogada ambiental Florencia Ortúzar de AIDA nos explica que aunque la reducción de emisiones de dióxido de carbono es esencial para mantener el aumento de temperatura por debajo de 2 °C a largo plazo, la disminución de los CCVC ofrece un importante aporte en esta difícil tarea.
[leer más]Virtualmente todos los países del mundo han acudido al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon y han firmado el Acuerdo de París en la ceremonia oficial en Nueva York el pasado 22 de abril, Día Internacional de la Tierra.
Poco antes, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Convención Climática se había reunido en Nairobi, Kenia, para definir estrategia, contenido y cronograma para el Sexto Informe de Evaluación y los informes especiales de los próximos años.
174 países más la Unión Europea firmaron el Acuerdo de París en un solo día; fuente: IPCC
[leer más]A fines del mes pasado, coincidente con el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó la “Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2015”.
El documento de 25 páginas fue lanzado en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas, que incluye el español, y brinda un excelente resumen sobre el año 2015, que “hizo historia con registros de temperaturas máximas sin precedentes, olas de calor intensas, un total extraordinario de precipitaciones, sequías devastadoras y una actividad excepcional de los ciclones tropicales”.
“El ritmo alarmante del cambio climático que estamos observando como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero no tiene precedentes en los registros modernos”, advirtió el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) Petteri Taalas al presentar el más reciente informe anual sobre el estado del clima global. “El futuro ya está aquí”, agregó.
La OMM informa sobre las temperaturas terrestres y oceánicas que en 2015 “la temperatura media global en superficie batió todos los récords anteriores por un margen amplio, con valores de aproximadamente 0,76 oC por encima de la media del período comprendido entre 1961 y 1990, debido a un intenso episodio de El Niño y al calentamiento global provocado por las actividades humanas. Dado que el 93% del exceso de calor queda atrapado en los océanos, el contenido calorífico de los océanos hasta una profundidad de 2.000 metros también alcanzó un nuevo nivel máximo”.
Este último dato es de suma importancia y muchas veces olvidado en la comunicación sobre el cambio climático. El hecho de que más del 90% de la energía adicional atrapada por la Tierra por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, está siendo almacenada por los océanos, tiene dos consecuencias. Por uno, “esconde” la mayor parte del calentamiento global, que no está siendo capturado por las mediciones de las temperaturas del aire. Por otra parte, es responsable del retraso (o la inercia) del sistema climático de ajustarse al nuevo estado energético. Los impactos del cambio climático que hoy día observamos son resultado de las emisiones de hace 20 o 30 años atrás.
“En la actualidad la temperatura de la Tierra es 1 °C más alta que a comienzos del siglo XX. Estamos a mitad de camino del umbral crítico de 2 °C”, comentó Taalas. Tomando en cuenta el retraso en el sistema climático y los compromisos insuficientes de reducción de emisiones de los países realizados antes de la última conferencia climática de las Naciones Unidas, poder limitar el aumento de temperatura a 2 °C parece ilusorio.
La conclusión que saca el secretario general de la OMM en el prólogo de la “Declaración sobre el estado del clima 2015” es sobrio: “Se prevé la continuación de la tendencia del calentamiento y el aumento de la cantidad de desastres en los próximos decenios. Esta situación pone de relieve la necesidad de invertir en medidas de adaptación y no solo de mitigación. Una de las formas más poderosas de adaptarse a las consecuencias del cambio climático es fortalecer los sistemas de alertas tempranas de desastres y los servicios climáticos”.
Diferencia de temperatura respecto de la media del período de 1961 a 1990
Las conclusiones principales del informe de la OMM
Temperatura: La temperatura media mundial cerca de la superficie en 2015 fue la más elevada jamás registrada por un amplio margen, de acuerdo con los datos de los tres principales centros de investigación climática: El Centro Hadley de la Oficina Meteorológica y Unidad de Investigación sobre el Clima de Gran Bretaña, el Centro Nacional de Datos Climático de la NOAA de los Estados Unidos y del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA, también de los Estados Unidos.
La temperatura media mundial del año fue de alrededor de 0,76 °C por encima del promedio del período comprendido entre 1961 y 1990, y aproximadamente 1 °C superior al período comprendido entre 1850 y 1900, también considerado la era pre-industrial. Las altas temperaturas se observaron en particular en grandes zonas de América del Sur, África, gran parte de Europa, el noreste de Eurasia, Oriente Medio y las zonas occidentales de América del Norte.
Precipitación: En 2015 la precipitación a escala mundial se acercó a la media a largo plazo. Sin embargo, las precipitaciones extremas, que en algunos casos ocasionaron inundaciones y sequías, afectaron muchas regiones del mundo. Por ejemplo: las zonas meridionales de Estados Unidos, México, Perú, el norte de Chile, la mayor parte del Estado Plurinacional de Bolivia, Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina, las zonas norte y sureste de Europa, algunas partes de Asia central, el sureste de China, algunas zonas de Pakistán y Afganistán.
Manto de nieve: Según los datos del Laboratorio de Nieve Mundial de la Universidad de Rutgers, la extensión del manto de nieve del hemisferio norte durante la primavera boreal alcanzó los 28,5 millones de km², cifra inferior a la media a largo plazo y octavo valor más bajo jamás registrado.
Criósfera: En el hemisferio norte, el ciclo estacional de la extensión de los hielos marinos del Ártico suele alcanzar su nivel máximo en marzo y su nivel mínimo en septiembre. En 2015, la extensión máxima diaria, que se registró el 25 de febrero, fue la menor de la que se tiene constancia. La extensión mínima de hielo marino se observó el 11 de septiembre y con 4,41 millones de km² fue la cuarta más baja jamás registrada por satélite.
Ciclones tropicales: A escala global, se formaron 91 tormentas tropicales durante 2015. Una tormenta con nombre se define como una tormenta tropical en la que la velocidad del viento iguala o supera los 63 km por hora. Esta cifra es levemente superior al promedio de 85 tormentas anteriormente registrada. En el suroeste del Pacífico Sur se registraron 11 tormentas con nombre, comparado con una media anual de 6, entre ellos “Pam” en Vanuatu y Tuvalu en el mes de marzo.
El Niño: El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) continuó intensificándose y alcanzó su punto máximo en diciembre.
La situación de los océanos
Se registraron temperaturas considerablemente elevadas en grandes zonas oceánicas. En particular, la zona central y oriental del Pacífico tropical alcanzó temperaturas muy superiores a la media debido al fenómeno de El Niño.
Nivel del mar: El nivel del mar se mide por medio de satélites y mareógrafos tradicionales. El promedio mundial del nivel del mar para el período comprendido entre enero y noviembre de 2015 fue el más alto registrado por satélite, y el más alto desde que comenzaron los registros a escala mundial hace más de un siglo.
A medida que los océanos se calientan, se expanden y provocan un aumento del nivel del mar a escala mundial y regional.
El aumento del contenido calorífico de los océanos
El documento de la OMM toma mucho cuidado en explicar la gran relevancia de la absorción de la energía adicional por la Tierra debido al aumento vertiginoso de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera:
Cuando el clima es estable, la cantidad de energía que el sistema Tierra absorbe del Sol se equilibra por la cantidad de energía que la Tierra emite al espacio en forma de radiación infrarroja térmica. No obstante, el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero ha generado un desequilibrio al reducir la radiación emitida y acumular, como consecuencia, energía en el sistema Tierra con el paso del tiempo. El nivel del incremento de energía en el sistema climático (el desequilibrio energético de la Tierra) constituye el parámetro más importante que define el ritmo del cambio climático mundial.
En escalas temporales de más de un año aproximadamente, la gran mayoría (más del 90%) del desequilibrio energético de la Tierra produce calentamiento de los océanos. Por lo tanto, el seguimiento de las temperaturas de los océanos y de los cambios que se producen en el contenido calorífico conexo de los océanos nos permite observar las variaciones del desequilibrio energético de la Tierra a lo largo del tiempo.
Pero no solamente eso, sino el aumento del contenido calorífico de los océanos tiene consecuencias muy directas: El calentamiento de las aguas oceánicas adyacentes a las capas de hielo también puede afectar el flujo de hielo hacia el océano, el cual constituye otro componente fundamental del aumento del nivel del mar.
En 2015, el contenido calorífico de los océanos a escala mundial tanto hasta los 700 metros como hasta los 2.000 metros de profundidad alcanzó niveles sin precedentes.
2015
En una reciente iniciativa del WWF Escocia los líderes de los cinco principales partidos políticos se han comprometido incluir planes para enfrentar el cambio climático en sus propuestas electorales para las elecciones parlamentarias de mayo próximo, dando importancia y visibilidad al tema.
Desde 2009 Escocia, uno de los países más nórdicos de Europa, cuenta con su propia Ley de Cambio Climático, que define una reducción de las emisiones del 42% hasta 2020 y del 80% hasta 2050 (comparado con 1990 como año base).
La calefacción es un tema central en la discusión sobre la mitigación
[leer más]El 23 de julio de este año, el científico del cambio climático más renombrado del mundo, James Hansen, ha lanzado una “bomba” al debate académico-político sobre cambio climático. En una revista científica de acceso abierto, conjuntamente a otros 16 científicos, ha publicado el artículo "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso”.
La conclusión: Siguiendo la actual trayectoria de emisiones, un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es casi inevitable. “Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras”.
Croquis de Hansen que visualiza los mecanismos descritos que llevarían a una desintegración acelerada de las capas de hielo de la Antártida
[leer más]El oceanólogo alemán Stefan Rahmstorf en el artículo “Desaceleración excepcional de la circulación de volteo del Océano Atlántico” (Exceptional twentieth-century slowdown in Atlantic Ocean overturning circulation) muestra mediante la reconstrucción de datos históricos que desde mediados de los años 70 del siglo pasado, la Corriente del Golfo (Gulf Stream) se ha debilitado de manera inédita.
Esto muy probablemente traerá consecuencias para el sistema climático del hemisferio norte. La Corriente del Golfo es parte de un sistema de corrientes marítimas que trae grandes masas de agua caliente de la región del Golfo de México hacia la parte noroccidental de Europa, que en consecuencia se beneficia de un clima moderado.
La Corriente del Golfo; fuente: Rahmstorf/PIK
[leer más]2015
Hace dos semanas la pequeña nación isleña del Pacífico sur de Vanuatu sufrió el paso del ciclón “Pam”, uno de los muchos ciclones que pasan por el Pacífico durante esta época.
La devastación tremenda causada por esta tormenta tropical de categoría 5 nos muestra con una brutal claridad lo que será la “nueva normalidad” para esta parte del globo con temperaturas globales cada vez más altas.
Casas destruidas por el ciclón “Pam” en Vanuatu; foto: UNICEF Pacific
[leer más]La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.
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