Poco antes de la conferencia COP 25 de Naciones Unidas sobre cambio climático, que se celebra del 2 al 13 de diciembre en la capital española de Madrid, la Alianza de Científicos del Mundo (Alliance of World Scientists) publicó una alerta sobre una emergencia climática.
Su punto de partida contiene una referencia directa a uno de los últimos discursos pronunciados por Greta Thunberg: “Los científicos tienen una obligación moral para alertar la humanidad de forma clara de cualquier amenaza catastrófica y ´decirlo como lo es´”.
a. Población humana; b. tasa total de fertilidad; c. número de rumiantes. Fuente: Ripple et al. 2019
“Hay que decirlo como lo es”
“Los científicos tienen una obligación moral para para alertar la humanidad de forma clara de cualquier amenaza catastrófica y ´decirlo como lo es´. Sobre la base de esta obligación y los indicadores gráficos presentados a continuación, declaramos, en conjunto con más de 11.000 científicos firmantes de todo el mundo, clara e inequívocamente ese planeta Tierra se enfrenta a una emergencia climática.” – Así William Ripple y sus colegas científicos comienzan su breve artículo y fundamentan la existencia de una emergencia planetaria.
El breve artículo titulado “Alerta de los científicos del mundo sobre una emergencia climática” (World Scientists´ Warning of a Climate Emergency) ha sido publicado en la revista científica “BioScience” en forma digital el 5 de noviembre de este año. Para argumentar su aseveración, los autores han presentado un gran número de gráficos que muestran, por una parte, cambios en las actividades humanas y, por el otro lado, son series de tiempo de respuestas climáticas desde 1979 hasta el presente, de los cuales presentamos una selección.
Tal como lo explican los autores, han pasado 40 años exactos desde la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima, celebrada en Ginebra en el año 1979, y a pesar de los diferentes acuerdos y convenciones globales, las emisiones de GEI siguen aumentando año tras año.
e. PIB global; f. pérdida global de cobertura boscosa; h. consumo de energía. Fuente: Ripple et al. 2019
En una de las primeras constataciones, los autores indican que “la crisis climática está estrechamente relacionada al consumo excesivo del estilo de vida de la abundancia”. Son los pocos países ricos los responsables principales de las emisiones históricas, y son también ellos que tienen las tasas más altas de emisiones per cápita.
Luego advierten que “son especialmente preocupantes los puntos de quiebre (tipping points) climáticos potencialmente irreversibles, así como las retroalimentaciones de la naturaleza (atmosféricas, marinas y terrestres), que podrían lleva la Tierra a una “era de calor” (“Hothouse Earth”) mucho más allá del control humano. Según el manifiesto, “necesitamos transformaciones profundas y drásticas en relación a las políticas económicas y poblacionales”.
i. Transporte aéreo; k. emisiones de CO2; i. emisiones de CO2 per cápita. Fuente: Ripple et al. 2019
Seis campos de acción para las transformaciones
Para llevar adelante estas transformaciones, los autores proponen seis “pasos” o campos de acción:
ENERGIA: El mundo tiene que implementar rápidamente prácticas de ahorro y de uso eficiente de energía y tiene reemplazar los combustibles fósiles con fuentes renovables bajo en carbono. Las reservas de carburantes fósiles deberían permanecer bajo tierra. La remoción de dióxido de carbono de la atmósfera en un afán de crear “emisiones negativas netas” debería ser realizado de forma cautelosa, especialmente mediante los sistemas naturales.
CONTAMINANTES ATMOSFÉRICOS DE VIDA CORTA: Se necesita una reducción inmediata de los contaminantes atmosféricos de vida corta, incluyendo metano, carbón negro (hollín), y hidrofluorocarbonos (HFCs). Haciendo eso, se podría disminuir las retroalimentaciones climáticas y posiblemente reducir el aumento de temperatura a corto plazo a la mitad.
NATURALEZA: Se tiene que proteger y restaurar los ecosistemas de la Tierra. El fitoplancton, los arrecifes de coral, bosques, sabanas, pastizales, humedales, turberas, manglares y pastos marinos aportan a la secuestración de CO2 atmosférico en gran escala.
a. Concentración de dióxido de carbono; b. de metano; c. de óxido nítrico. Fuente: Ripple et al. 2019
ALIMENTACIÓN: El consumo de una mayoría de alimentos a base de plantas, y una reducción en el consumo global de productos animales (especialmente de rumiantes) puede mejorar la salud humana y reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
ECONOMÍA: La excesiva extracción de materiales y la sobreexplotación de los ecosistemas – impulsado por el crecimiento económico – debe ser restringido rápidamente, para mantener la sostenibilidad de la biósfera en escalas de tiempo largas. Necesitamos una economía sin carbono que reconoce la dependencia humana de la biósfera, y políticas que guían las decisiones dentro de este marco.
POBLACIÓN: La población global, que todavía aumenta en aproximadamente 80 millones de personas cada año – o más que 200.000 personas por día – debe ser estabilizado y, idóneamente, reducida de forma gradual, en un marco que garantiza la integridad social. Existen políticas efectivas y comprobadas que fortalecen los derechos humanos, mientras que al mismo tiempo bajan las tasas de fertilidad y reducen el impacto del crecimiento poblacional en las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.
e. Mínimo de hielo marítimo ártico; f. masa de hielo de Groenlandia; g. cambio de masa de hielo antártico. Fuente: Ripple et al. 2019
Conclusiones
Al final de las múltiples constataciones sombrías, los autores agregan una nota de optimismo, que basan en la observación de un aumento en la preocupación por la situación: Instancias públicas realizan declaraciones de emergencia climática, niños y jóvenes escolares están en paro, hay juicios por el clima en diferentes países y movimientos ciudadanos demandan cambios.
El manifiesto termina con un llamado al uso prolífico del material presentado por ellos, para hacer comprender la gravedad de la situación a tomadores decisión, al sector privado y al público en general. “Creemos que las perspectivas para el futuro serán mejores, si los tomadores de decisión y toda la humanidad responda inmediatamente a esta alerta y declaración de una emergencia climática y comienza a actuar para sostener la vida en nuestro planeta Tierra, nuestra única casa.”
Con esta declaración de una emergencia climática la humanidad tiene ahora una nueva gran tarea. No solamente debe reducir las emisiones de GEI de forma drástica durante la próxima década. También cada país y cada ciudad, los políticos y empresarios, cómo también cada uno de nosotros debemos pensar cómo ajustar nuestras vidas a vivir en un estado de emergencia constante, porque la emergencia climática no es otra cosa: es una emergencia permanente.
2019
La vigesimocuarta conferencia climática de las Naciones Unidas COP 24 en Katowice, Polonia, terminó un día después de lo previsto con la aprobación de un “libro de reglas” o reglamento para la implementación del Acuerdo de París del 2015.
Más que un éxito, este resultado es visto por muchos con gran alivio – frente a la posibilidad de que las negociaciones podían haber fracasado, tirando por la ventana el multilateralismo, ya debilitado por el auge de los nacionalismos alrededor del globo.
[leer más]Las Naciones Unidas han publicado recientemente el resumen de su nuevo informe especial “SR1.5” sobre la ciencia de un calentamiento global promedio de 1,5°C. Las conclusiones principales son muy contundentes: Hay una gran diferencia entre un aumento de 1,5°C y 2°C. Cada décimo de calentamiento adicional significa mayores daños para las personas y los ecosistemas de todo el mundo.
“Los próximos años son probablemente los más importantes de nuestra historia”, comentó Debra Roberts, co-presidenta del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Presentamos a continuación la traducción del artículo de Megan Darby y Sara Stefanini de Climate Home News, en el cual detallan las 37 cosas más importantes del “SR1.5”.
El grito de lucha de los pequeños países isleños en la COP 21 de París: “1,5 para sobrevivir”
[leer más]2016
Hablando del calentamiento global, el enfoque es mayormente en el aumento de la temperatura de la atmósfera, que ya llegó a 1 °C comparado con temperaturas preindustriales, en promedio global. Pero no es solamente la atmósfera que se calienta.
Más del 90% de la energía adicional que el planeta absorbe debido al aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es absorbida por los océanos. Un estudio reciente presentado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en su reciente Congreso Mundial muestra las consecuencias dramáticas del calentamiento acelerado que sufren los océanos del mundo.
Crédito: IUCN
[leer más]Virtualmente todos los países del mundo han acudido al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon y han firmado el Acuerdo de París en la ceremonia oficial en Nueva York el pasado 22 de abril, Día Internacional de la Tierra.
Poco antes, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Convención Climática se había reunido en Nairobi, Kenia, para definir estrategia, contenido y cronograma para el Sexto Informe de Evaluación y los informes especiales de los próximos años.
174 países más la Unión Europea firmaron el Acuerdo de París en un solo día; fuente: IPCC
[leer más]2016
El mundo está viviendo condiciones de un El Niño muy fuerte desde hace varios meses, cuyos impactos están siendo sentidos alrededor del globo. Entre otros, la temperatura global promedio ha aumentado y ahora está 1° C por encima de la época preindustrial.
Según los pronósticos, El Niño llegará a su mayor fuerza recién durante los meses de enero y febrero. Para algunas regiones, el fenómeno climático recurrente traerá lluvias en exceso, para otras, la falta de precipitaciones provocará sequías. Se espera que los impactos igualen o sobrepasen aquellos del año 1997/98, abriéndonos una ventana al mundo futuro de los probables impactos del cambio climático.
El Niño actual está de la misma dimensión que los eventos históricos de 1982/83 y 1997/98; fuente IRI
[leer más]De poco a poco el aumento del nivel del mar se come un archipiélago frente a la costa de Panamá. Casi 40.000 mil personas del pueblo de los Guna tendrán que mudarse a tierra firme.
Presento a continuación una versión resumida del reportaje original “Der Ort der Zuflucht versinkt im Meer” (Cuando tu hogar de refugio se hunde en el mar) del periodista alemán Toni Keppeler de Latinomedia.
[leer más]2014
El domingo en la madrugada ha terminado la Conferencia Climática de Lima, dos días después de lo previsto. El resultado es un acuerdo muy débil y poco satisfactorio, que deja más dudas que expectativas para la próxima Conferencia en París a finales de 2015.
Sin embargo, si miramos el cuadro más grande, más allá del espacio reducido de las negociaciones de la COP 20, podemos encontrar una buena cantidad de señales de esperanza.
[leer más]El informe del Banco Mundial (BM) “4°. Bajemos la temperatura. Cómo hacer frente a la nueva realidad climática”, elaborado por el Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK) y Climate Analytics ha sido lanzado poco antes de comenzar la Conferencia Climática en Lima.
El Informe ya es el tercero que está publicando el Banco Mundial con el mensaje fuerte de los peligros de un mundo 4 °C más caliente, el aumento de temperatura que la humanidad está en camino a provocar hacia fines del siglo, si no se comienza ya durante los próximos años a bajar las emisiones globales de dióxido de carbono de forma masiva. Lo interesante para nuestra región: El Informe contiene un capítulo específico sobre América Latina y el Caribe.
[leer más]
El vertiginoso aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de nuestro planeta no solamente está causando un calentamiento global y consecuente cambio climático, sino también altera la química de los océanos del mundo en una forma dramática, con consecuencias para los ecosistemas marinos todavía poco comprendidas.
Los océanos ya son un 26% más ácidos comparados con tiempos pre-industriales y la actual tasa de acidificación es 10 veces más alta que hace 55 millones de años, cuando ocurrió una extinción en masa de especies marinas.
[leer más]1 2
Lastimoamente ya no es posible suscribirse