En los Andes bolivianos, el cambio climático está afectando el ritmo del retroceso de los glaciares, así como los patrones de lluvia y la velocidad del viento. Estos factores de estrés se suman a las presiones existentes que han llevado a la migración de las zonas rurales a las zonas urbanas de montaña, especialmente a las ciudades de La Paz y El Alto.
Presentamos a continuación la versión en español del artículo “Andes bolivianos: Interacción entre derretimiento glaciar y migración” (“Bolivian Andes: Interplay between glacier melting and outmigration”) de Raoul Kaenzig y Dirk Hoffmann.
La ciudad de La Paz subiendo a las montañas
En los Andes bolivianos, más del 50 por ciento del área glaciar se ha perdido en los últimos 40 años debido al cambio climático. Esto puede disminuir significativamente la cantidad de agua de deshielo glacial disponible para arroyos y acuíferos que son críticos para los ecosistemas y las comunidades agrícolas de la región. El cambio climático además está afectando los patrones de lluvia, la cobertura de nubes y la velocidad del viento. Sumado a lo anterior, las comunidades rurales de esta región, están amenazadas por la incertidumbre económica. Como respuesta a estas situaciones, muchos agricultores han elegido la migración temporal y permanente a los centros urbanos cercanos como estrategia de adaptación.
Al destacar los numerosos desafíos y la compleja interacción entre el clima, los medios de subsistencia y la migración, este estudio de caso, aporta luces sobre cómo se toman las decisiones de migrar, por quién y hacia dónde se dirigen los migrantes. El estudio enfoca el rol del cambio climático en la toma de estas decisiones.
Los impactos del cambio climático en la agricultura de montaña
En los Andes, entre los numerosos impactos del cambio climático como las inundaciones y la creciente imprevisibilidad de los episodios de heladas y sequías, el retroceso de los glaciares ya es particularmente visible y agudo. Un número desconocido de glaciares de baja y media altitud ya han desaparecido, y las proyecciones indican que muchos otros podrían desaparecer en las próximas décadas.
Sin embargo, las ciencias sociales solo dan una consideración marginal a este fenómeno. Se están realizando pocas investigaciones para evaluar los impactos socioeconómicos del retroceso glacial. El derretimiento de los glaciares aporta agua para beber, para riego y para la producción de hidroelectricidad. Además, el cambio climático afecta los patrones de lluvia, la capa de nubes, la velocidad del viento y otros fenómenos que aún están poco documentados en las regiones montañosas del país. Estos cambios también están intrínsecamente relacionados con la variabilidad climática natural, en particular los frecuentes eventos de Oscilación del Sur de El Niño (ENOS).
Reunión de la comunidad rural de Chacaltaya, que es uno de los lugares desde donde la ciudad de La Paz recibe agua (izq.); reservorio de agua alto andino con la montaña cubierta de glaciar Serkhe Khollu en la parte de atrás (dcha.)
La agricultura campesina y los sistemas de pastoreo a gran altitud son particularmente vulnerables y enfrentan amenazas crecientes porque dependen en gran medida de los recursos sensibles al clima, como agua, suelo y biodiversidad, así como de la escasez de tierras de cultivo. La escasez de agua no solo está relacionada con la reducción del derretimiento de los glaciares, sino también con el uso excesivo del agua, con los problemas técnicos de riego, con los conflictos sociales y con la falta de una adecuada gobernanza del agua.
Adicionalmente, los agricultores de comunidades rurales de montaña se enfrentan a factores de riesgo inherentes a la marginación de los centros económicos y políticos y su acceso limitado a servicios básicos, como educación, atención médica, infraestructura y oportunidades laborales, así como su deseo humano de perseguir un estilo de vida urbano. A menudo los comunarios eligen la migración, tanto temporal como permanente, entre una variedad de estrategias de medios de vida identificadas, para hacer frente a un conjunto de factores estresantes relacionados con el clima y factores socioeconómicos.
Si bien la variabilidad climática y la escasez de agua, por sí solas no impulsan de forma directa la migración, esta por lo general está asociada a la presencia adicional de otros factores de estrés, que afectan la producción agrícola y la seguridad de los medios de vida. En los hechos, la mayoría de los eventos migratorios se definen como temporales o circulares, lo que significa que los respectivos migrantes regionales tienen doble residencia y mantienen las actividades agrícolas en sus áreas de origen, mientras trabajan o estudian en el área urbana cercana.
A menudo son los miembros del hogar más productivos, hombres y mujeres de 14 a 38 años, quienes migran. De estos, pocos migran al extranjero, o incluso a otras regiones bolivianas. Los destinos más populares, para los migrantes de las regiones incluidas en el estudio, fueron las áreas urbanas de La Paz y El Alto, que están por encima de los 3.500 m. Desde la década de 1970, El Alto ha pasado de ser un pequeño pueblo a una ciudad de aproximadamente 1 millón de habitantes por la afluencia de migrantes, que por una parte han dejado atrás la escasez de tierra y agua, lo que está empeorado con el cambio climático, y por otra parte, buscan oportunidades de empleo y educación en áreas urbanas.
Conclusiones
Así como el cambio climático no puede considerarse un proceso lineal, tampoco las consecuencias sociales de sus efectos son lineales. En el futuro previsible, los conductores de la migración relacionados con los glaciares pueden interferir más sustancialmente con la migración. El derretimiento de los glaciares puede producir una fase de abundancia de agua a corto plazo, pero, a largo plazo, la falta de los glaciares puede dejar a la agricultura totalmente dependiente del agua de lluvia y a un gran número de personas sin una fuente continua de agua dulce, especialmente durante la estación seca.
Este punto de inflexión podría alcanzarse en las tierras altas bolivianas en las próximas décadas, dependiendo de los patrones futuros de temperatura y precipitación, así como de los esfuerzos de conservación en las cuencas hidrográficas de gran altitud y la construcción de infraestructura de riego adicional. A pesar del amplio reconocimiento de que la rápida retirada de los glaciares requiere de la construcción y el fortalecimiento de embalses y presas de agua existentes, se han tomado pocas medidas en Bolivia en este sentido.
Como El Alto y La Paz siguen siendo los principales destinos de migración en las tierras altas para la población rural, sus crecientes poblaciones continuarán presionando los recursos ambientales básicos en sectores ya vulnerables como el agua y la energía. La Paz ya ha experimentado episodios de escasez, como en noviembre y diciembre de 2016, cuando el agua se racionó temporalmente en numerosos vecindarios. Esto contribuye al argumento de que los destinos urbanos de los migrantes rurales deben estar más integrados en las políticas de adaptación al cambio climático.
Referencias
Kaenzig, R. 2016. Can glacial retreat lead to migration? A critical discussion of the impact of glacier shrinkage upon population mobility in the Bolivian Andes. Population and Environment. 36 (4). Pp. 480-496.
Hoffmann, D. & Requena, C. 2016. Escenarios socio-ecológicos frente al cambio climático en el Altiplano boliviano. In: Postigo, J.C. & Young, K.R. (eds.): Naturaleza y Sociedad: Perspectivas socio-ecológicas sobre cambios globales en América Latina. Lima: desco, IEP and INTE-PUCP.
Hoffmann Kaenzig - Migration Bolivia-vs Klimablog-260520.pdf |
2019
La Amazonía está en llamas, una vez más, como cada año hacia el final de la época seca. Pero este año los números de incendios en Brasil y Bolivia han alcanzado nuevamente tristes récords, con más de 1 millón de hectáreas quemadas sólo en Bolivia.
Presentamos a continuación una contribución del científico ambiental y experto en la Amazonía Timothy J. Killeen, cuya primera versión fue publicada en LinkedIn. El autor tiene una larga trayectoria de investigaciones y publicaciones sobre la deforestación en la región amazónica, entre ellas el libro “Una Tormenta Perfecta en la Amazonia. Desarrollo y conservación en el contexto de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA)”.
Aumento de los fuegos en la Amazonía en 2019; fuente: Earth Observatory/NASA
[leer más]Los impactos del cambio climático – como ser lluvias más fuertes, inundaciones más frecuentes y el retroceso acelerado de los glaciares - ya se sienten con mucha claridad en las montañas de Azerbaiyán, parte oriental de la cordillera del Gran Cáucaso.
Para debatir los retos de las regiones de montaña, que también sufren de los impactos de la minería, la agricultura y del turismo, en mayo de este año se organizó la conferencia internacional “Montañas: culturas, paisajes y biodiversidad” en la capital azerbaiyana Bakú.
[leer más]2019
“El Atlas de Glaciares y Aguas Andinos: el impacto del retroceso de los glaciares sobre los recursos hídricos” ha sido lanzado a finales del año pasado por la UNESCO durante la Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP 24 en Katowice; está disponible libremente en formato pdf.
El Atlas examina los padrones cambiantes del clima de la parte occidental de América del Sur, las tasas históricas y proyectadas del retroceso de los glaciares de la región y el impacto que esto tiene sobre los recursos hídricos de las poblaciones dependientes de las cuencas glaciares de los Andes.
Cordillera Real, Bolivia
[leer más]Mientras que el huracán “Florence” se acercaba a la costa este de los Estados Unidos y el tifón “Mangkhut” azotaba al norte de las Filipinas, expertos e interesados se reunieron en el simposio “Señal de Alerta Clima: Eventos extremos climáticos” en la ciudad alemana de Hamburgo.
El simposio acompañaba la presentación del libro del mismo título, que en sus casi 400 páginas reúne artículos sobre hondas de calor, sequías, inundaciones y mareas altas, huracanes, tifones y tornados en un mundo alterado por el cambio climático.
Tapa de la publicación “Señal de Alerta Clima: Eventos extremos climáticos” (2018)
[leer más]Un nuevo estudio publicado en la revista Science ha cuantificado ahora por primera vez la severidad de la sequía extendida que afectó el territorio de los Mayas, mostrando la correlación del colapso de la civilización Maya clásica entre los años 800 y 1.000 de nuestra era con un largo período de extrema sequía.
El experto climático y bloguero estadounidense Joe Romm nos hace recuerdo, en base a los resultados del estudio, que según las proyecciones el clima futuro de Centroamérica y del sur de los Estados Unidos probablemente será muy parecido al clima experimentado por los Mayas más de mil años atrás.
Humedad del suelo a 30 cm de profundidad, proyectada para finales del siglo XXI, bajo el escenario de emisiones altas RCP 8.5; crédito: NASA Goddard Space Flight Center
[leer más]Dos grupos de investigadores independientes han detectado un fuerte debilitamiento de la Corriente del Golfo, que tiene impactos en el clima no solamente del hemisferio norte, sino de todo el planeta.
Según las investigaciones presentadas en la prestigiosa revista “Nature”, la Corriente del Golfo está en su punto más bajo de los últimos 1.600 años y ha perdido un 15 % de su fuerza desde mediados del siglo XIX.
Fuente: Caesar/PIK
[leer más]2018
Vietnam es uno de los países más afectados por el cambio climático, entre otros elementos por sus dos grandes deltas fluviales – el del Río Rojo en el norte, y el del Río Mekong en el sur – y una larga costa de más de 3.000 kilómetros.
En relación a la adaptación y la mitigación del cambio climático, el panorama es complicado; por un lado existen diversas acciones para adaptarse a los múltiples impactos del cambio climático, mientras que al mismo tiempo se prevé un fuerte aumento de la capacidad de generación de electricidad en base a carbón durante las próximas décadas.
Un cinturón angosto de manglares protege la costa del delta del Río Mekong. Foto: cortesía de Roman Sorgenfrei
[leer más]En la mañana del 20 de septiembre de 2017, el huracán “María“, que por su paso ya había destruido buena parte de la pequeña isla caribeña de Dominica y las Islas Vírgenes, pasó por Puerto Rico, dónde causó destrozos catastróficos, dejando toda la isla sin electricidad. Ya era el tercer huracán fuerte de la temporada.
Para los expertos de la reaseguradora Munich Re el nivel de daños económicos causados por estos tres huracanes son parte de la “nueva normalidad”, cortesía del cambio climático. Pasó casi medio año, pero los daños todavía no han sido reparados por completo – probablemente también parte de la “nueva normalidad” para las víctimas en los países del Sur.
La destrucción del sistema eléctrico de Puerto era casi completa; photo: Puerto Rico National Guard/Creative Commons
[leer más]¿Cómo podemos entender la relación entre el discurso de la adaptación al cambio climático y los proyectos de desarrollo a gran escala emprendidos por el Estado boliviano?, es la pregunta guía para la investigación de Brett Buckingham, investigador estadounidense con un BA en geografía de la Universidad de California en Berkeley.
Buckingham pasó varios meses en el país para la investigación de su tesis de honor, que enfoca en la Amazonía boliviana y describe como la “adaptación” al cambio climático es parte de un discurso de desarrollo neoliberal en Bolivia. Presentamos a continuación la traducción de un resumen extenso preparado por el autor.
Casas nuevas en pilotes en el Beni
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse