Durante los últimos 50 años Bolivia ha perdido aproximadamente la mitad de sus glaciares. El factor principal por el acelerado retroceso glaciar es el calentamiento global, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay otro elemento que contribuye al derretimiento de los glaciares de montaña: depósitos de hollín de la quema de diesel y biomasa.
En la reciente reunión del Grupo de Trabajo PISAC (Pollution and its Impact on the South American Cryosphere) en La Paz, el investigador estadounidense Carl Schmitt presentó metodología y primeros resultados del análisis de muestras de nieve, para poder cuantificar el impacto de los depósitos de hollín en los glaciares de la Cordillera de los Andes.
Carl Schmitt tomando muestras de nieve (en la Cordillera Blanca, Perú, izq.) y filtrando las muestras (en La Paz, dcha.)
[leer más]“Las poblaciones más pobres son más vulnerables a los fenómenos climáticos extremos, una mayoría de ellas mujeres. Y aunque las mujeres tienen un menor impacto sobre el medio ambiente, están siendo desproporcionadamente afectadas por el cambio climático”, constata Carmen Capriles, Ing. Agrónoma experta en Cambio Climático y Género del Colectivo Reacción Climática.
En el artículo que sigue, en calidad de experta externa, Carmen Capriles nos relata los esfuerzos en curso de introducir el enfoque de género al actual proceso de definir “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que está llevando a cabo Naciones Unidas, y que deben responder también a los retos del cambio climático.
Mujeres aymaras en un taller de percepciones sobre cambio climático, Ayllu Chuñawi
[leer más]El chaqueo indiscriminado y la tala de grandes extensiones de bosque no solamente causan grandes destrucciones ambientales en las tierras bajas de Bolivia, sino contribuyen de manera considerable a que el país tenga emisiones de CO2 per cápita tan altas como los países industrializados del Norte.
Para apoyar a las autoridades bolivianas en la disminución del uso del fuego y, sobre todo, para promover alternativas al uso del fuego en las prácticas agrícolas y pecuarias, desde finales del año pasado opera en el país el Programa “Amazonía sin Fuego” (PASF) financiado por los gobiernos de Italia, Brasil, y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y ejecutado por la Unidad de Coordinación de la Madre Tierra (UMATI), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Folleto y brigadas formadas por el Programa PASF para el control de quemas
[leer más]Cuando en Bolivia se habla o se escribe sobre el cambio climático, sus efectos, la necesidad de acciones de mitigación y de adaptación, generalmente se refiere al ámbito nacional o al contexto internacional. Sin embargo, el nivel municipal puede jugar un rol muy importante en la mitigación y prevención de los impactos negativos del cambio climático.
Presentamos a continuación el artículo “¿Por qué los Municipios deben prepararse para el cambio climático?” de la activista especializada en temas de cambio climático y gobernanza ambiental, Teresa Flores Bedregal. Adjunto al texto se incluyen propuestas concretas para la incorporación de normas para enfrentar el cambio climático en las Cartas Orgánicas Municipales; además de una separata mediante la cual se explica más detalladamente estas propuestas.
Teresa Flores dará una conferencia titulada "¿Por qué los Municipios deben prepararse para el cambio climático?" organizada por el BMI, en La Paz el día miércoles 6 de noviembre (ver final del artículo para detalles).
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Analizar y debatir el rol de las universidades en la lucha contra el cambio climático era el objetivo de un seminario que se llevó a cabo en la Universidad Católica Boliviana en La Paz el día 12 de septiembre de este año.
Bajo el título “Universidades hacen frente al cambio climático” investigadores y expertos en la temática presentaron resultados de sus investigaciones e intercambiaron ideas de como se podría fortalecer la investigación científica sobre el cambio climático en Bolivia.
El seminario “Universidades hacen frente al cambio climático” tuvo lugar en la Universidad Católica Boliviana
[leer más]En abril de este año fue presentado el libro “Bolivia en un mundo 4 grados más caliente”, que estudia los posibles escenarios socio-económicos que en un futuro cercano podrían darse en la región del altiplano norte debido al cambio climático bajo el supuesto de un aumento de la temperatura promedio global en cuatro grados centígrados para el año 2100.
Publicamos a continuación una reseña de este libro escrita por Francesco Zaratti, doctor en Física Teórica y docente emérito de la UMSA, y que actualmente coordina la investigación del LFA-UMSA en el área de la Radiación Ultravioleta y la Capa de Ozono.
La reseña fue publicada originalmente en el número 33 de la Revista Boliviana de Ciencias Sociales Tinkazos, en junio de 2013, por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).
Campos de cultivo delante del Nevado Jankhuma en la Cordillera Real norte
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Es una aparente contradicción. Realizar una conferencia mundial sobre cambio climático en el país de las mayores emisiones de CO2 per cápita del mundo (55 tn/año), que es el emirato árabe de Qatar, en una península del Golfo Árabe con una superficie terrestre de apenas 11.571 km².
Con una economía fuertemente dominada por las exportaciones de gas líquido y petróleo y un PIB por encima de los US$ 100.000 por habitante, hasta la fecha Qatar no se ha hecho notar en el mundo por sus ambiciones ecológicas, sino más bien por haber establecido la red noticiosa “Al Jazeera” y haber sorpresivamente obtenido la sede del Mundial de Fútbol de 2022.
¿Por qué Qatar? - Una buena pregunta
[leer más]“Montaña y Glaciares” es probablemente el mejor artículo panorámico sobre los glaciares tropicales, escrito por Bernard Francou, uno de los científicos que mayor tiempo de su vida ha dedicado al estudio de estos glaciares de los Andes centrales entre Colombia y Bolivia y que ha publicado varios artículos científicos al respecto.
El artículo describe detalladamente los procesos que llevan a la glaciación o el derretimiento de glaciares, abarcando consideraciones tanto de aspectos culturales e históricos como climáticos y científicos. Presentamos aquí el resumen de algunos de los aspectos más resaltantes; sin embargo recomendamos la lectura del artículo completo.
Bernard Francou (izq.) y una vista aérea del Huayna Potosí (dcha.).
[leer más]La deforestación en Bolivia quita al país entre 350 y 400 mil hectáreas de bosque cada año, lo cual no sólo contribuye al calentamiento global, sino también cambia las condiciones de vida y climáticas a nivel local.
A finales de septiembre, Conservación Estratégica (CSF) de Bolivia presentó en La Paz la publicación de un estudio, elaborado por Alfonso Malky, Daniel Leguía y Juan Carlos Ledezma, sobre los “costos de oportunidad”, es decir los posibles beneficios económicos de usos alternativos a la deforestación en la región del noroeste amazónico.
Portada del estudio (izq.); Panel de los comentaristas (dcha).
[leer más]2012
A tiempo de saludar a los participantes de la IX marcha indígena, en defensa del “Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS", que están a punto de llegar a la sede de gobierno en La Paz y agradecerles por su esfuerzo y sacrificio en defensa, no solamente de su territorio, que es el “Isiboro Sécure”, sino de lo que también es el área protegida del TIPNIS, patrimonio de todos los bolivianos, queremos dedicar este espacio a compartir algunas reflexiones acerca de la relación entre el TIPNIS y el cambio climático, en base a los resultados de una investigación de la Fundación Natura Bolivia y del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB). | |
Si hablamos de cambio climático, hay principalmente dos enfoques a tomar en cuenta: la adaptación y la mitigación. A nivel global, sin duda la primera tarea de los países es la mitigación, es decir tomar las medidas adecuadas para bajar los niveles de las emisiones, tanto de los sectores de la industria y del transporte como de la agricultura y del cambio del uso de suelo, siendo estos últimos responsables de aproximadamente el 25% de todas las emisiones mundiales.
En el caso de Bolivia, donde el desarrollo industrial es aún incipiente, la atención debería estar en el “cambio del uso de suelo”, que es responsable de más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del país y que coloca a Bolivia entre los primeros diez países del mundo con emisiones per cápita de CO2. Esto significa en palabras sencillas frenar la deforestación y la práctica de los chaqueos.
Aquí es donde reside la importancia del “Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure -TIPNIS" en relación al cambio climático, porque sus todavía inmensos bosques almacenan una cantidad importante de carbono.
Una reciente investigación de la Fundación Natura Bolivia y del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB) titulado “Compensación por servicios ambientales de carbono. Una alternativa para reducir la deforestación en el TIPNIS” hace el intento de cuantificar el monto de carbono almacenado en los bosques del TIPNIS. Según este estudio, que fue elaborado por un equipo de investigadores coordinado por María Teresa Vargas Ríos, la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos a través del TIPNIS daria lugar a que, en solamente 18 años, se perdería el 65% de la superficie forestal del área: “La evidencia empírica y científica muestra que (...) las carreteras se convierten en motores de deforestación....”.
Sin embargo, la misma investigación estima que sin la construcción de la carretera se perderá un 43% de la cobertura forestal, debido principalmente a la fuerte tendencia de expansión de la frontera agrícola para nuevos cultivos de coca.
Según el PIEB (Boletín “Temas de debate”, noviembre de 2011): “Estas preocupantes estimaciones de deforestación sólo pueden comprenderse si se presta atención a lo sucedido en la zona de colonización del sur del parque, donde los asentamientos campesinos han provocado una pérdida progresiva, acentuada y extrema de los bosques naturales a lo largo de los últimos años, tal y como se puede apreciar en las imágenes satelitales del área”. El ritmo de deforestación ha aumentado de 850 ha/año entre 1992-2001 a un promedio de casi 5,000 ha anuales entre 2005-2007.
La existencia del bosque amazónico también tiene impacto directo sobre la resiliencia de la población de Bolivia frente al cambio climático, porque estos son como un amortiguador de extremos climáticos. Además, la existencia del bosque amazónico es un elemento importante para las lluvias que llegan al país desde el Atlántico, algunos científicos pronostican que con menor cantidad de bosque, habría menos cantidad de lluvia que llegue hacia la Cordillera de los Andes.
a) Proyección de deforestación “sin carretera” a 18 años; b) Proyección de deforestación “con carretera” a 18 años. Fuente: Vargas et al. 2012.
La importancia de los bosques está dado por su condición de “sumideros” de CO2, es decir la cantidad de carbono que almacenan (el “stock”). Sin embargo, todavía no se ha establecido a ciencia cierta una formula como medir exactamente esta cantidad, porque depende no solamente de la cantidad de bosque, sino también de cómo se contabiliza el balance entre el aumento del stock por crecimiento del bosque y la pérdida por descomposición y hojarasca. Los valores utilizados varían entre 100 y 300 toneladas por hectárea. En el caso del estudio sobre TIPNIS, Vargas y colegas concluyen: “En consecuencia, la preservación forestal es una opción para reducir la contaminación de CO2 en la atmósfera, sobre todo si se considera que por cada tonelada de carbono absorbida en el bosque se registra una reducción de 3.667 toneladas de CO2 en la atmósfera”.
La investigación analiza la viabilidad técnica de la aplicación de un mecanismo de compensación por servicios ambientales en el TIPNIS (mecanismo conocido popularmente como "bonos de carbono") concluyendo que a través del mismo se evitaria la deforestación vinculada, directa e indirectamente, con la construcción de la carretera porque se podrían llegar a generarse varios millones de dólares de ingresos.
En los cálculos de su estudio los autores asumen un valor de 300 toneladas de carbono por hectárea y una tasa de remoción por la agricultura del 50%. El estudio se basa en el valor promedio del mercado regulado de la Unión Europea de casi 20 dólares por tonelada de carbono (año 2010) y un valor de entre uno y tres dólares en el mercado voluntario. En base a estos supuestos, en el escenario “sin carretera” la deforestación en los próximos 18 años alcanzaría aproximadamente 400.000 ha “que corresponde aproximadamente a 60 millones de toneladas de CO2 con un valor promedio de 180 millones de dólares en los mercados voluntarios de carbono. En el escenario “con carretera” este monto sería un 50% más alto, llegando a 270 millones de dólares.
Ahora, ¿cuán factible es que se implemente un mecanismo de compensación por servicios ambientales para mitigar la deforestación en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS? Los autores nos describen las oportunidades y dificultades. Por un lado “Entre las oportunidades cabe mencionar que la gran cantidad de bosque intangible en el TIPNIS representa una gran riqueza en cuanto a la provisión de servicios ecosistémicos y que, además, se cuenta con la gran ventaja de que gran parte de este territorio no está habitado, lo cual genera una oportunidad para preservar el bosque.” Además señalan: “Sin embargo, entre las debilidades para llevar a cabo una iniciativa de este tipo en el TIPNIS, la principal barrera es la falta de una política clara por parte del Gobierno (...) respecto a la implementación de esquemas de compensación por acciones de conservación de bosques, especialmente en esquemas internacionales, para que esta iniciativa obtenga los fondos que se requieren".
El libro “Compensación por servicios ambientales de carbono. Una alternativa para reducir la deforestación en el TIPNIS” se puede adquirir en las oficinas del PIEB (Av. Arce 2799, esq. Calle Cordero, Ed. Fortaleza · Piso 6 · Oficina 601. Teléfonos: 2432582 - 2431866 · Fax 2435235) o tambien se puede descargar de su pagina web: www.pieb.com.bo de la sección Estantería de Medio Ambiente.
BoletinPIEBNov2011.pdf |
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