En ocasión del juramento para su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, Barack Obama el pasado 21 de enero dio un lugar prominente a la lucha contra el cambio climático.
Frente a un millón de seguidores en la capital Washington, Obama en su discurso de inauguración prometió responder con fuerza a la amenaza del cambio climático para "no engañar a nuestros hijos y las generaciones futuras", dando lugar a nuevas esperanzas acerca de lo que haría, en este campo vital, el todavía más poderoso país del mundo.
Fuente: http://www.whitehouse.gov
"Responderemos a la amenaza del cambio climático, sabiendo que si fallamos en hacerlo estaríamos engañando a nuestros hijos y las generaciones futuras. Algunos todavía pueden estar negando el juicio abrumadora de la ciencia, pero nadie puede escaparse el impacto devastador de fuegos arrasadores, y de sequías de consecuencias catastróficas, y de tormentas más poderosas" dijo Barack Obama en ocasión de la inauguración de su segundo mandato de presidente en Washington la semana pasada. Según el conteo de la New York Times, Obama dedicó ocho frases el tema del cambio climático - más que a cualquier otra área política específica.
Con sus palabras claras y directas Obama parece haber logrado dos cosas. Por un lado, ha despertado otra vez la esperanza entre aquellos que estaban muy decepcionados de los pocos avances en el tema climático durante su primer mandato de que sí hay una convicción profunda y voluntad honesta de atacar el difícil tema energético en los Estados Unidos. Por otro lado, ha puesto a la defensiva a los "negadores" de la existencia del cambio climático en el país.
"El presidente Obama sabe que el término ´calentamiento global´ está mal empleado. Es disrupción climática global", aclaró el asesor científico de Obama, John Holdren, para disipar toda duda de cuan serio es el presidente. En la misma ocasión Holdren repitió su credo que frente a esta disrupción climática la humanidad solo tiene tres opciones: mitigación, adaptación y sufrimiento. "Cuanto más mitigación y adaptación, habrá menos sufrimiento".
Otra señal importante es el nombramiento de John Kerry como Ministro de Relaciones Exteriores (Secretary of State), que en su presentación llamó al cambio climático "nuestra mayor amenaza a largo plazo" para la seguridad nacional. Hizo un llamado a los miembros del Congreso de considerar seriamente los costos de la "inacción climática" y presentó el futuro rol de las energías renovables como oportunidad para el mercado y para el crecimiento económico. Queda por verse si esto lleva realmente a una nueva postura de los Estados Unidos en el plano internacional, hacia el desarrollo de un nuevo arreglo climático global para el año 2015 dentro de las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas.
El negociador principal de los EE.UU. Jonathan Pershing en la Conferencia Climática de Doha
Después del largo "silencio climático" durante la campaña electoral y los dos últimos años de su primer mandato, que solo se ha visto perforado parcialmente después del paso devastador del huracán Sandy por Nueva York y todo el noreste de los Estados Unidos, Obama ahora ha abierto el debate nacional sobre el cambio climático. Continuó a decir "El camino hacia fuentes de energía sustentable será largo y a veces difícil. Pero América no puede resistir esta transición; tenemos que liderizarla".
Ahora la gran pregunta, ¿cómo lo hará? Uno de los dilemas consiste en que cualquier política que se inicia hoy para cambiar la matriz energética de los EE.UU., tendrá resultados palpables recién de aquí a muchos años.
Los expertos ven principalmente dos caminos, la introducción de un impuesto sobre el carbón y el uso de la autoridad de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA – Environmental Protection Agency). Un impuesto sobre el carbón sería la medida más clara, pero necesitaría la aprobación del Congreso, que lo hace mucho más difícil mientras que los Republicanos controlan la Cámara de Representantes.
Por este mismo motivo, varios expertos no ven muy probable que Obama vaya a intentar de pasar legislación climática, sino más bien optará en una agenda energética menos visible, a través de reglamentación.
Representantes de grupos ambientalistas como NRDC (Natural Resources Defence Council) y Sierra Club están presionando a Obama a usar su autoridad presidencial, sobre todo a través de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente, en vez de formular legislación climática.
El accionar de la EPA podría estar dirigido hacia nuevos estándares para plantas termoeléctricas nuevas en beneficio del gas natural, que en esencia terminaría con la construcción de nuevas centrales en base a carbón acompañado por un juego de reglamentos para centrales termoeléctricas antiguas. Otro ámbito del accionar de la administración de Obama podría ser el apoyo a energías renovables usando tierras fiscales.
Se espera mayores detalles sobre la nueva política energética y climática cuando el 12 de febrero el presidente dará su "Discurso del Estado de la Unión" al Congreso. Ojalá que en este segundo mandato Obama tenga la energía suficiente para cambiar de rumbo a los Estados Unidos.
Para poder obtener una idea de cuanto puede aumentar la temperatura global promedio en el futuro, se usan modelos climáticos globales (para detalles ver una de las siguientes entradas sobre modelos climáticos). Estos modelos calculan la temperatura en base a la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, considerando principalmente al CO2 por su fuerte contribución al efecto invernadero.
Las futuras concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, a su vez, dependen de las futuras emisiones de GEI. Las mismas no son conocidas porque dependen de muchos factores del comportamiento humano en el futuro. Por los motivos expuestos, es imprescindible la elaboración de escenarios de emisiones de CO2, tarea que desde 1992 ha encarado el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
El Informe Especial de Escenarios de Emisiones del IPCC (SRES 2000) contiene el árbol con los grupos de escenarios principales de cuatro “trayectorias” y “familias” de escenarios (dcha.)
[leer más]A finales de agosto de este año, a invitación de la Fundación Ebert (FES-ILDIS) se realizó el conversatorio conversatorio “Río+20 Balance y Perspectivas" para “socializar y discutir la participación boliviana en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible”, que se llevó a cabo en Río de Janeiro del 20 al 22 de junio.
El evento contó con la presencia de René Orellana, jefe de la delegación boliviana en la cumbre de Río+20, así como de representantes de los ámbitos sindicales y de la sociedad civil.
[leer más]
En un artículo muy reciente titulado “La Nueva Matemática de Horror del Calentamiento Global” (“Global Warming´s Terrifying New Math”) publicado en la revista “Rolling Stone”, Bill McKibben, el más influyente activista contra el cambio climático de Estados Unidos, llama a una campaña contra el que considera el “enemigo principal del cambio climático”: las empresas petroleras multinacionales.
McKibben presenta cálculos de su “nueva matemática”, donde contrasta el monto de carbono que aún falta emitir para calentar la atmósfera por encima del límite de los 2° C (565 giga toneladas), frente a todas las reservas comprobadas de las empresas y estados productores de hidrocarburos (2.795 giga toneladas). Si la diferencia entre ambas cifras (2.795 – 565 = 2.230) se emite a la atmósfera, solo cabe pronosticar consecuencias aterradoras para el planeta.
Fig. 1: Ilustración por Edel Rodríguez (www.rollingstone.com)
[leer más]1 2
Lastimoamente ya no es posible suscribirse