El 21 de marzo pasado se celebró el Día Internacional de los Bosques declarado por las Naciones Unidas con el propósito de generar conciencia sobre la importancia de todos los tipos de bosques – para la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático, la producción de agua y el bienestar de sus habitantes.
Al mismo tiempo, datos del Monitoreo Global de Bosques (Global Forest Watch) muestran que la velocidad de la deforestación en bosques tropicales se ha duplicado desde 2008; en los últimos 11 años se ha perdido aproximadamente un millón de km² - una superficie igual a la extensión de Bolivia.
[leer más]2015
Hace tres semanas, el papa Francisco ha publicado la “Carta encíclica LAUDATO SI´ sobre el cuidado de la casa común”, un posicionamiento de la iglesia católica sobre la situación de la tierra frente a la destrucción del medio ambiente, el cambio climático y el actual modelo de desarrollo del mundo.
A dos días de la visita del “Papa más simpático de los últimos tiempos” a Bolivia y a menos de medio año de la Conferencia Climática COP 21 en París, presentamos a continuación las partes más relevantes en relación al cambio climático de esta encíclica.
[leer más]En mayo pasado se promulgó el Decreto Supremo 2366 que estipula la apertura de las áreas protegidas de Bolivia a las operaciones petroleras, justo meses antes de la Conferencia Climática COP 21 en París. Las áreas protegidas albergan y protegen no solamente poblaciones humanas y una gran biodiversidad, sino también tienen funciones primordiales en la mitigación y adaptación al cambio climático.
A continuación presentamos un resumen del artículo de Jorge Campanini, investigador del CEDIB en Cochabamba, explicando que significará el DS 2366 para las 22 áreas protegidas del país. También se adjunta la versión completa, que incluye las fuentes de información utilizadas y un mapa de la “reconfiguración petrolera” de Bolivia en relación a las áreas protegidas.
En el PN y ANMI Serranía de Aguaragüe; foto de CEDIB, año 2012
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Con la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 21) de París, el año 2015 es un año clave para los temas que conciernen la base vital de la humanidad.
En esta nota, la investigadora y docente Cecilia Requena presenta apuntes sintéticos a propósito de los desafíos para la sociedad civil boliviana planteados por estos dos procesos de toma de decisiones globales.
Activistas climáticos en la Marcha de los Pueblos en la COP 20 de Lima en diciembre de 2014
[leer más]2014
Las Conferencias Climáticas ya han dejado de ser punto de referencia importante para el gobierno boliviano y parecen muy lejanos los tiempos de los bombardeos mediáticos de los años 2009 y 2010, cuando Evo Morales estaba perfilándose a nivel mundial como el héroe defensor de la Madre Tierra.
En ocasión de la vigésima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en el vecino país del Perú, hay un profundo silencio desde el gobierno y los activistas climáticos se han visto reducidos a grupos pequeños con dificultades de convocatoria hacia la sociedad en general. Entretanto, los impactos del cambio climático en el país son cada vez más sentidos.
¿Dónde están los activistas climáticos de Bolivia, los miles de personas que asistieron a la Cumbre de los Pueblos contra el Cambio Climático en Tiquipaya hace solo cuatro años? ¿Dónde están los cientos de miles de personas que recibieron la Marcha por el TIPNIS en su entrada a La Paz hace solo tres años? ¿Qué ha pasado en Bolivia en estos últimos tiempos, para que la preocupación por los impactos del cambio climático haya perdido casi toda prominencia en las agendas políticas y sociales del país?
No es fácil encontrar respuestas a estas preguntas. Pareciera que el auge económico que está viviendo el país, en buena parte gracias a la extracción y venta de minerales y de gas natural, ha erosionado la preocupación por los impactos del cambio climático.Los grupos de la sociedad civil boliviana actualmente se ven muy debilitados, realizando esfuerzos de coordinar posiciones, demandas y actividades, pero con dificultades de convocatoria.
En septiembre de este año, en ocasión de la Cumbre Climática en Nueva York convocada por Ban Ki-moon, las diferentes organizaciones del “Encuentro de la Sociedad Civil frente al Cambio Climático en Bolivia” habían formulado un comunicado hacia el país. En este documento se describe el panorama global de la siguiente forma:
“Ninguno de los países de la Convención han iniciado esfuerzos sustanciales a la altura de la crisis para dejar de emitir gases de efecto invernadero que son producto del uso de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón), la deforestación y la emisión de gases de metano por la cría de ganado en gran escala. Los países del norte, que tienen una responsabilidad histórica muy grande, se resisten a pagar su deuda climática mientras que los países del sur están copiando el mismo modelo de desarrollo que ha generado esta crisis mediante un extractivismo salvaje.
Sumándonos a este gran movimiento, hacemos un llamado para tomar acciones desde todos los rincones del país para enfrentar esta crisis, para encarar responsablemente una transición energética, un cambio real en el modelo de desarrollo de crecimiento sin límites, preocuparse y tomar acciones por las regiones y las personas que están siendo afectadas por los desastres, pensar responsablemente en el presente y en las nuevas generaciones. No hay ´Vivir Bien´ en un mundo que se está destruyendo por la codicia, los negocios de la industria fósil y el consumismo sin límites.”
La activista climática Ely Peredo de la Fundación Solón en el reciente artículo “Bolivia y el desafío del cambio climático” también estableció el link entre la COP 20 y el quehacer nacional: “Si bien las negociaciones de la Convención Marco de Cambio Climático de las NNUU son hoy el único escenario multilateral para obtener compromisos a nivel global (aunque esté próximo al colapso por su ineficiencia), hoy la prioridad de desarrollar acciones en el ámbito local es más importante que nunca. Es allí donde se puede ver si hacemos progresos o no en detener esta catástrofe y cambiar el mundo para cuidarlo y regenerar el tejido vivo que aún existe.”
Peredo luego sostiene la necesidad de cuestionar y redefinir “el ´desarrollo´ en tiempos de cambios globales y que se proponga seriamente dejar de destruir la naturaleza para sobrevivir y dejar de depender de los combustibles fósiles para transitar hacia matrices de verdadera soberanía energética con una visión de largo plazo.Si bien el cambio de sistema económico es el centro de la transformación que se necesita, el cuidado y restauración de la naturaleza debe convertirse en una obsesión para todos –en particular para los gobiernos- aprendiendo de la capacidad de la gente, ampliamente demostrada en los días de lluvia, de expresar solidaridad y movilizarse. Aprendiendo de la propia naturaleza y su diversidad, de la riqueza de la solidaridad humana y de los conocimientos que tiene cada pueblo.”
El Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qollasuyo (CONAMAQ), también se dirige al ámbito nacional con una parte de sus demandas en ocasión de la Conferencia Climática en Lima: En un reciente pronunciamiento “reitera la necesidad de pensar un modelo de desarrollo y forma de gobierno que respete los derechos de la Madre Tierra (…) Por tal motivo, condena los planes del Gobierno boliviano de ampliar la frontera de concesión hidrocarburífera sobre Áreas Protegidas y Territorios Indígenas; asimismo condena las falsas soluciones, como las Mega Represas, los planes de fractura hidráulica y de energía nuclear”.
Por ello, el CONAMAQ “hace un llamado a los pueblos del mundo a organizarse para enfrentar la problemática, a ejercer acciones de autodeterminación desde los pueblos para obligar a los Estados a que cambien sus políticas y se comprometan a enfrentar el Cambio Climático.”
Los diferentes grupos de activistas climáticos bolivianos agrupados en el “Encuentro de la Sociedad Boliviana frente al Cambio Climático” en una reciente reunión nacional en Cochabamba han elaborado una resolución que contiene un gran número de propuestas tanto hacia el ámbito nacional como internacional.
Hacia la Convención Climática se resalta la insuficiencia de la estructura existente para resolver la crisis climática y se demandan mecanismos para una mayor participación de la sociedad civil y el derecho a la consulta previa, libre e informada. Se urge a los países en desarrollo de “no tener más excusas para actuar” y se les exige asumir “procesos de transición que permitan salir del capitalismo, el desarrollismo, el extractivismo y el consumismo”. Para no superarar un aumento de temperatura de 1,5 °C, “se debe mantener el 80% de las reservas probadas de los combustibles fósiles bajo tierra”, aplicando una lógica de distribución equitativa.
En relación al ámbito de Bolivia los grupos firmantes de la resolución han elaborado una serie de propuestas, que se refieren a las políticas de desarrollo y medio ambiente nacional, la incompatibilidad de la Ley Minera con la Ley de la Madre Tierra y el modelo extractivista. Estas propuestas tienen el potencial de constituirse en la base de lo que podría ser una agenda nacional alternativa propuesta por la sociedad civil. Se recomienda la lectura y circulación del documento adjunto.
Diego Pacheco en la presentación del “Mecanismo Conjunto de Bosque” en la Conferencia Climática de Doha en 2012 (izq.); chaqueos en el Beni (dcha.)
Posicionamiento de Bolivia
En el artículo “Balance de la COP 19 y perspectivas de las propuestas de Bolivia”, publicado en su blog en el internet, el Jefe de Delegación de Bolivia en las negociaciones climáticas, René Orellana, realiza un balance personal sobre la última Conferencia Climática de Varsovia.
A manera de entrada, Orellana caracteriza el contexto global Norte-Sur de las negociaciones: “El escenario del debate sobre cambio climático se presenta con una fuerte controversia entre países desarrollados y países en desarrollo. Los países desarrollados ponen énfasis en la agenda post 2020 y en las acciones de mitigación (reducción y limitación de emisiones de gases de calentamiento global), pretendiendo obviar sus responsabilidades de transferencia de financiamiento, tecnología así como su compromiso de contribuir al desarrollo de capacidades a los países en desarrollo para desarrollar acciones de mitigación climática”.
Con esto, quedan marcados los puntos fundamentales de los debates actuales desde una perspectiva del Sur, el “debilitamiento de los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero por parte de los países desarrollados” y la “ausencia de cumplimiento del compromiso de provisión de financiamiento de parte de los países desarrollados para que los países en desarrollo realicen acciones de mitigación y adaptación al cambio climático”.
A pesar de haber realizado varios intentos, el Klimablog no ha podido obtener ningún posicionamiento oficial por parte del gobierno boliviano; ni de la Autoridad de la Madre Tierra y tampoco desde el Jefe de Delegación de Bolivia para las negociaciones de la COP 20.
Mientras tanto, el gobierno boliviano manda señales inequívocas en vísperas de la vigésima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en el Perú: Por invitación de Bolivia los ministros de energía e hidrocarburos de más de 30 países del G77 se han reunido la última semana de noviembre en Tarija, para debatir sobre la gobernanza y la “industrialización sostenible” de los recursos naturales y los ingresos obtenidos en base de ellos y su redistribución. La propuesta temática para el encuentro ni siquiera menciona el cambio climático.
Uno de los temas que viene promoviendo Bolivia a nivel de la CMNUCC (Convención Climática) hace varios años, es una propuesta de gestión de bosques alternativa al mecanismo de REDD+ (Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques). “El gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia ha adoptado en el ámbito internacional la posición de combatir intensamente la visión global y apabullante de mercantilizar los procesos naturales y las funciones ambientales de los bosques y de la Madre Tierra, aunque sin renunciar a su ´derecho al desarrollo´ integral y ´erradicación de la pobreza´ en el marco del Vivir Bien”, escribe Diego Pacheco, Rector de la Universidad de la Cordillera y parte de la delegación boliviana para las negociaciones climáticas.
“En este contexto, se ha asumido el liderazgo internacional para poner en práctica un enfoque conjunto para la mitigación y adaptación al cambio climático, basado en la no mercantilización de las funciones ambientales de los bosques y la naturaleza en el marco del aprovechamiento integral y sustentable de los componentes de la Madre Tierra.”
Es probable que el éxito de estos esfuerzos a nivel internacional en buena medida dependerá de si el gobierno boliviano consigue implementar su propio “Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación para el Manejo Integral y Sustentable de los Bosques” en Bolivia. Hasta la fecha, las tasas de deforestación se mantienen en niveles muy altos, entre 200.000 y 400.000 ha por año, según diferentes fuentes; una de las tasas de deforestación per cápita más altas a nivel global.
Otro tema del debate climático internacional que se espera sea prioridad para la delegación boliviana es el seguimiento al mecanismo de Pérdidas y Daños (Loss and Damage). En la última Conferencia Climática, la COP 19 de Varsovia, uno de los resultados que había obtenido el Grupo G77+China, bajo la presidencia de Bolivia, ha sido el compromiso de establecer este mecanismo internacional en el marco de la Convención Climática.
Todavía es muy temprano para saber hasta qué punto tendrá repercusiones el reciente acuerdo político entre los Estados Unidos y China sobre la reducción de sus respectivas emisiones en la posición de negociación del Grupo G77+China en este y en otros temas.
Esta entrada al Klimablog cuenta con el financiamiento del Fondo Climático de la República Federal de Alemania, operado a través de su Embajada en Bolivia.
RESOLUCION FINAL TERCER ENCUENTRO.pdf |
El chaqueo indiscriminado y la tala de grandes extensiones de bosque no solamente causan grandes destrucciones ambientales en las tierras bajas de Bolivia, sino contribuyen de manera considerable a que el país tenga emisiones de CO2 per cápita tan altas como los países industrializados del Norte.
Para apoyar a las autoridades bolivianas en la disminución del uso del fuego y, sobre todo, para promover alternativas al uso del fuego en las prácticas agrícolas y pecuarias, desde finales del año pasado opera en el país el Programa “Amazonía sin Fuego” (PASF) financiado por los gobiernos de Italia, Brasil, y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y ejecutado por la Unidad de Coordinación de la Madre Tierra (UMATI), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Folleto y brigadas formadas por el Programa PASF para el control de quemas
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Entre febrero y mayo de este año Anna Kaijser, investigadora de la Universidad de Lund - Suecia, ha estado en Bolivia para recoger testimonios, realizar entrevistas y recopilar información empírica sobre el discurso del cambio climático en el país.
Presentamos aquí partes de una entrevista con la mencionada investigadora, realizada en la ciudad de La Paz a finales de marzo, sobre su proyecto de investigación y sus apreciaciones sobre la actualidad boliviana referente al cambio climático y temas ecológicos en general.
Izq.: Anna Kajzer en La Paz. Dcha: Universidad de Lund, Suecia.
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A tiempo de saludar a los participantes de la IX marcha indígena, en defensa del “Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS", que están a punto de llegar a la sede de gobierno en La Paz y agradecerles por su esfuerzo y sacrificio en defensa, no solamente de su territorio, que es el “Isiboro Sécure”, sino de lo que también es el área protegida del TIPNIS, patrimonio de todos los bolivianos, queremos dedicar este espacio a compartir algunas reflexiones acerca de la relación entre el TIPNIS y el cambio climático, en base a los resultados de una investigación de la Fundación Natura Bolivia y del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB). | |
Con ocasión de la celebración del aniversario de la reunificación de Alemania, el pasado 3 de octubre de 2011, el embajador alemán, Señor Phillip Schauer, invitó a una fiesta de conmemoración a los jardines de la residencia. Al igual que el año pasado, se organizó una pequeña feria de exposiciones de proyectos financiados con fondos alemanes, que este año tuvo como tema el cambio climático.
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