A finales de la semana pasada, frente a las costas de México en el Pacífico oriental, emergió el huracán “Patricia”, el más fuerte jamás medido en el hemisferio americano con vientos sostenidos de 305 km/h.
Debido a una mezcla de factores, entre ellos la oportuna implementación de medidas preventivas del Estado mexicano y el hecho de que el ojo del huracán tocó tierra en una zona costera poco poblada, se evitaron saldos catastróficos. Aunque la mano del cambio climático es innegable, la mayoría de los políticos, periodistas y comentaristas evitaron mencionarlo.
Imagen del huracán Patricia llegando a las costas de México; fuente: www.wunderground.com
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En una reciente iniciativa del WWF Escocia los líderes de los cinco principales partidos políticos se han comprometido incluir planes para enfrentar el cambio climático en sus propuestas electorales para las elecciones parlamentarias de mayo próximo, dando importancia y visibilidad al tema.
Desde 2009 Escocia, uno de los países más nórdicos de Europa, cuenta con su propia Ley de Cambio Climático, que define una reducción de las emisiones del 42% hasta 2020 y del 80% hasta 2050 (comparado con 1990 como año base).
La calefacción es un tema central en la discusión sobre la mitigación
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A pesar de su cercanía al Océano Pacífico, la mayor parte de las precipitaciones en Bolivia se originan en el Océano Atlántico, a una distancia de mucho miles de kilómetros.
Alan Forsberg, geógrafo que estudia y enseña cambio climático por 30 años, nos introduce al concepto de los “ríos voladores” para explicar este fenómeno – y advertir sobre los peligros que posan sobre ello el cambio climático y la deforestación.
Esquema del origen de la lluvia en Bolivia mediante los “ríos voladores”
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Durante la feria Expo Forest que se llevó a cabo del 17 al 20 de junio en la ciudad de Santa Cruz, fue presentado el libro “Sistemas agroforestales en la amazonía boliviana. Una valoración a sus múltiples funciones a partir de estudios de caso”.
La publicación, que es producto de los esfuerzos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), presenta los resultados de una evaluación de los beneficios económicos, ambientales y sociales generados por los sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana. En co-autoría con el investigador principal del estudio, Vincent Vos, presentamos aquí los aspectos más sobresalientes en relación al rol de los Sistemas Agroforestales en la mitigación del cambio climático.
Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana; fotos: CIPCA
[leer más]En el reciente artículo científico “La contribución del escurrimiento glaciar hacia los recursos hídricos de la ciudad de La Paz, Bolivia (16°S)” (Contribution of glacier runoff to water resources of La Paz city, Bolivia (16°S)) se acierta que los glaciares de la Cordillera Real han estado aportando un 15% del agua disponible para La Paz y El Alto.
Con esto, la investigación presentada por Álvaro Soruco, del Instituto de Investigaciones Geológicas y del Medio Ambiente de la UMSA en La Paz y colegas confirma el dato que ya se estaba manejando hace un par de años y que aumenta hasta un 27% durante la época seca.
Represa de Milluni delante del Huayna Potosí, Cordillera Real
[leer más]Volvemos sobre un tema recurrente en la discusión sobre los impactos del cambio climático, que en el futuro seguramente adquirirá mayor trascendencia en América Latina: la migración.
La hoja informativa “Identificando temas claves en migración, medio ambiente y cambio climático en América del Sur” de la Universidad de Neuchatel en Suiza y de la OIM (Organización Internacional para la Migración) ofrece un primer panorama regional sobre el tema.
El Alto, ciudad de migrantes
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Por invitación del gobierno y con la participación de las asociaciones de productores y organizaciones sociales, el pasado 21 y 22 de abril se llevó a cabo una “Cumbre Agropecuaria” en la ciudad de Santa Cruz, principal centro de la agroindustria de Bolivia.
Entre los principales resultados de esta Cumbre Agropecuaria “Sembrando Bolivia” se encuentra el acuerdo sobre la ampliación de la frontera agrícola. No hubo acuerdo sobre el uso de transgénicos. Presentamos a continuación un texto de Teresa Flores Bedregal, master en política ambiental, sobre las implicancias de esta Cumbre Agropecuario bajo una perspectiva de cambio climático.
[leer más]La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.
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Por la actualidad del tema para el debate nacional, volvemos hoy –a pocos días del cuarto aniversario del accidente nuclear en Fukushima- sobre el tema energético. A fines de enero, en ocasión del comienzo del tercer mandato presidencial de Evo Morales, el vicepresidente de la comisión de economía y energía del parlamento alemán Klaus Barthel visitó Bolivia.
Reproducimos a continuación una versión acortada de la exposición sobre el “viraje energético alemán” que el Sr. Barthel dio el día 23 de enero del año en curso en un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en La Paz. El evento tuvo el objetivo de compartir la experiencia particular de la nueva etapa que emprende Alemania a partir de la decisión de realizar un viraje en la producción y consumo de energía, renunciando a producir energía atómica y aumentar la parte de las energías sostenibles en su matriz energética.
Paisaje devastado por una mina de lignito a tajo abierto (izq.) y una central térmica en base a lignito (dcha.) en la región alemana de Lusicia.
Los antecedentes del “viraje energético” o “Energiewende” de Alemania
Pienso que la política climática de Alemania es más fácil de entender si primero hablo de la historia y cómo se ha desarrollado esa discusión. El debate sobre el suministro de energía empezó en Alemania en los años 70s. Por un lado, había el llamado “choque del precio del petróleo”, es decir, la subida brusca de los precios del petróleo en 1973. Y eso se grabó profundamente en la memoria y en la conciencia de la gente. Hay que imaginarse Alemania como una nación de automovilistas y el gobierno tuvo que prohibir la conducción de carros en cuatro domingos. Luego, subieron más los precios de petróleo y con eso crecía la comprensión que a la larga debemos disminuir nuestra dependencia del petróleo y del combustible fósil.
Por otro lado, había paralelamente un debate sobre los riesgos de la energía nuclear. Se fundaron cada vez más iniciativas ciudadanas que se dirigieron contra la construcción de plantas nucleares, contra un depósito final de basura nuclear en Baja Sajonia, contra el reprocesamiento y el transporte de barras de combustible nuclear en ciertos lugares porque genera radiación nuclear.
Eso impactó al sistema político y se fundó el partido de “Los verdes” y un movimiento ecológico. Ese desarrollo impulsó el debate dentro de la socialdemocracia. Así, que a mediados de los años 80s, hubo una mayoría entre los socialdemócratas para el abandono de la energía nuclear. Al mismo tiempo, los sindicatos también se movían en esa dirección. Los accidentes nucleares fueron importantes para la toma de conciencia especialmente en Harrisburgo, EEUU y en Chernobyl, cuando cayó lluvia nuclear sobre Alemania. Por esa lluvia, grandes partes del país fueron contaminados por una determinada cantidad de radicación nuclear.
De esos debates, sobre la salida del petróleo y la energía nuclear, nació el debate en la socialdemocracia. Ese debate fue sobre una necesaria modernización de la economía nacional, es decir, una nueva matriz económica-nacional. Además, se diseñó un programa con el título “Trabajo y Medio Ambiente”. Se quería desarrollar una estrategia que confirmó que no se puede y no se tiene que asociar la reestructuración del sistema energético con el miedo de que miles de personas pierdan su trabajo, sino que se debe afirmar, en una economía nacional moderna, que es posible conectar tal reestructuración de la economía nacional con ganancias para el valor agregado y la creación de puestos de trabajo.
El programa “Trabajo y Medio Ambiente” marcó el programa de la socialdemocracia hasta hoy. A partir de 1998 con el cambio de gobierno hacia el rojo-verde (socialdemócrata-ecológico) empezó la realización de estas políticas en Alemania. Había el llamado “acuerdo nuclear” en el año 2000 que era la realización de la promesa electoral del abandono paso a paso de la energía nuclear. El gobierno declaró en el “acuerdo nuclear” un abandono progresivo y conjuntamente a las empresas de abastecimiento de energía y se firmó un contrato de qué manera tiene que realizarse. Se planificó que el cierre de la última planta nuclear sea a inicios de los años 2030s y que los consorcios nucleares, los cuatro grandes suministradores de energía en Alemania, iban a prescindir de indemnizaciones. A cambio tienen un plazo de función garantizado. Al mismo tiempo, se tenía que construir una alternativa, un nuevo suministro de energía que fue encaminada con la “Ley de Energías Renovables” en el año 2000.
Participantes del conversatorio (izq.); el parlamentario alemán Klaus Barthel (dcha.)
Hay que mencionar, según la historia, que eso fue decidido por una nueva mayoría política contra la resistencia enconada de la oposición conservadora y liberal. Ambos anunciaron que iban a detener y deshacer el abandono de la energía nuclear y el viraje energético. No obstante, la coalición socialdemócrata-ecologista siguió ese camino. En el 2005, con el cambio el gobierno, el partido conservador designó al canciller federal y obtuvo la mitad del gobierno, la otra mitad era de los socialdemócratas. En esa época logramos continuar con el abandono de la energía nuclear y el viraje energético. Pero en 2009 perdimos las elecciones y el nuevo gobierno de los conservadores y los liberales introdujo, como una de las primeras medidas, el rechazar el abandono de la energía nuclear y dijo que las plantas nucleares continúen su funcionamiento. Esto continuó como medio año hasta la catástrofe de Fukushima. Entonces el gobierno se encontró bajo mucha presión de los electores en algunos estados federados que revocaron su rechazo del abandono de la energía nuclear.
Con lo ocurrido, el gobierno decidió realizar el viraje energético de manera acelerada. Rápidamente se desconectaron las ocho plantas nucleares más viejas. Y, con una medida inmediata se limitó el plazo del resto hasta el año 2022. Ahora, con la coalición de socialdemócratas y conservadores se decidió continuar con el viraje energético de forma sistemática.
El abandono de la energía nuclear
Ahora quiero presentar cuáles son los elementos principales del viraje energético. El primero es el abandono progresivo de la energía nuclear. En Alemania no hubo ninguna nueva construcción de una planta nuclear desde los años 80s. Hemos salido del reprocesamiento de barras de combustible nuclear. Y como ya mencioné, la última planta nuclear en Alemania va a ser desconectada en el 2022. En el momento aún funcionan siete plantas.
La razón de la desconexión de las plantas es muy clara, los riesgos de su funcionamiento son demasiado altos. Los accidentes en Harrisburgo (EE.UU.), Chernobyl (Unión Soviética/Ucrania) y Fukushima (Japón) lo demostraron. Teníamos cada vez más problemas con los depósitos provisionales y el transporte de las barras de combustible nuclear. En ningún lugar del mundo existe un depósito final seguro, tampoco en Alemania. La basura radioactiva se incrementa con cada hora que funciona una planta nuclear y esa tecnología produce cada vez mayores costes. Se calcula que hasta hoy fluyeron unos 250 mil millones de euros de impuestos con esta tecnología y que no se puede calcular los costos que vienen.
El reto principal: Salir del uso de la energía fósil
La segunda parte, y este es el problema principal, es la salida del uso de la energía fósil o más bien, primero su reducción. El gobierno se obligó a si mismo reducir el dióxido de carbono y los gases perjudiciales para el clima, respecto a 1990, en un 40% hasta 2020 y en un 80% hasta 2050. Básicamente, significa en gran parte un abandono del uso de la energía fósil. Esto se debe realizar a través de un aumento de la productividad del consumo de energía final en un 2,1% por año, una reducción del consumo de energía en un 10% hasta 2020 y en un 25% hasta el 2050.
¿Cómo se quiere lograr las metas del abandono doble? A través de una reforma del sector de electricidad. El porcentaje de la producción de electricidad renovable debe ser aumentada. En el año 2000, cuando empezó el viraje energético, teníamos alrededor de 2 a 3% de energía renovable en la producción de electricidad. Ahora en el año 2014 obtenemos alrededor del 25% de electricidad de energías renovables. Este porcentaje debe incrementarse hasta un 40% en el 2020 y 80% en el año 2050.
Todo esto se financia por un aumento de los precios de electricidad que debe ser asumido por los consumidores. Eso es el principio de la “Ley de energías renovables”. Las empresas distribuidoras de energía son obligadas a comprar energía renovable. Significa que tienen que comprarla a precios fijos y tienen que abastecerse y venderla con prioridad. Así se garantiza que la energía renovable sea abastecida y vendida prioritariamente. De esa manera, paso a paso, se expulsa del mercado a otras empresas abastecedoras de energía, sobre todo a las plantas de carbón y nucleares.
Así se crean inversiones en energías renovables y los costos de producción de energía renovable bajan enormemente. Se crea un progreso tecnológico cada vez que se construyen centrales de viento o de sol, porque son más económicas, hay innovación técnica y en los últimos 10 años los costos de un kilovatio/hora de energía eólica se redujeron en un 75%, simplemente por el progreso tecnológico.
Energía eólica, una de las apuestas de la “transición energética”
En eso, no tenemos tan buenas condiciones como Bolivia porque tenemos poca energía hidráulica y poco gas. Nuestras plantas de carbón no son flexibles, al contrario del agua y gas. Una planta de carbón tiene que funcionar las 24 horas, no se la puede regular hacia arriba o abajo en cada momento. Una central de gas puede ser manejada flexiblemente y, mientras tanto, también existen turbinas de gas modernas que pueden funcionar en minutos y producir electricidad. Eso puede hacer durante el tiempo en que realmente se necesita la energía. Mientras que las plantas de carbón tienen que funcionar, necesiten energía o no.
En Alemania tenemos de 2 a 3% de energía hidráulica porque no tenemos tantas lindas montañas como acá. También con energía hidráulica se puede reaccionar flexiblemente, conectando turbinas adicionales o no. Además, se podría construir plantas de depósitos de bombas que usan la energía para extraer el agua en un depósito y alimentar las turbinas cuando se necesita la energía. Alemania no cuenta con estas condiciones geológicas. Nuestro gas viene en gran parte de Rusia y es relativamente caro. Para un mercado de electricidad así, Bolivia tiene mejores condiciones que Alemania.
Finalmente, es importante ver la política de energía y el sistema de energías como un conjunto porque muchas veces en Alemania sólo hablamos de electricidad. Pero debemos tener en cuenta que el uso de electricidad es sólo el 20% del uso de energía total. Alrededor del 50% del uso de energía va a la calefacción y el resto lo usa el tráfico. Si de verdad hablamos de un viraje energético también necesitamos medidas en los ámbitos del tráfico, hogares privados e industria para llegar a una mayor eficiencia y para reducir el consumo.
En conclusión:
- Alemania se propuso como primer país industrializado un viraje energético completo y en parte lo ha realizado.
- Así se crea un potencial económico enorme. Hoy tenemos en Alemania más de 400.000 puestos de trabajo que son lucrativos en el sector de las energías renovables. En ese sector, hemos vivido un empujón de tecnologías y modernización. Por eso, tenemos la ventaja de tener un rol de liderazgo en los mercados mundiales.
- Este punto es importante también para Bolivia y otros países: el viraje energético da la oportunidad de una nueva configuración del sistema energético. En ese sentido, se puede llegar a una descentralización. Centrales fotovoltaicas y eólicas se pueden construir y operar descentralizadamente. Así, se puede construir un sistema de abastecimiento que produzca la energía en el lugar donde se la usa. De esta manera, el nivel comunal puede ganar mayor capacidad y mejor actuación. En Alemania ya se está hablando de una recomunalización del suministro de energía.
El texto de la transcripción completa de la exposición de Klaus Barthel puede ser descargado aquí: “El viraje energético en Alemania”
CV - DIPUTADO KLAUS BARTHEL (1).pdf | |
Invitación.pdf | |
Transcripcion Barthel FES.pdf |
Tuvalu es considerado uno de los países del mundo más vulnerable al cambio climático. Sus nueve grupos de pequeñas islas y atolones tienen una altitud promedio de solo 2 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, los 10.000 habitantes no quieren verse solamente como potenciales refugiados climáticos, pidiendo ayuda al resto del mundo. En foros internacionales, el gobierno denuncia los impactos del cambio climático sobre las condiciones de vida de su país; en casa la población busca formas de adaptarse.
La capital Funafuti en Tuvalu desde el aire; foto cortesía de Shuuichi Endou.
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