Nada nuevo en al Ártico: Una vez más la extensión del hielo marítimo ártico ha llegado a un nuevo mínimo. Al finalizar el invierno nórdico la extensión máxima llegó a apenas 14,52 millones de km² - 1 millón de km² por debajo del promedio de 1981 a 2010 y batiendo el récord del año pasado.
Después de un invierno extremadamente caliente en la región ártica –incluso con temperaturas por encima de cero en el polo norte- estos datos sobre la menor extensión de hielo ártico jamás medidos no llegan como gran sorpresa, pero si causan gran preocupación entre la comunidad científica y significan impactos fuertes para los habitantes del Ártico.
Izq.: La extensión del hielo ártico en su mayor superficie a finales del invierno polar; fuente: NSIDC, 1º de abril de 2016. Dcha: La extensión del hielo ártico en contexto de otros años; fuente: NSIDC, 3 de abril de 2016.
[leer más]A fines del mes pasado, coincidente con el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó la “Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2015”.
El documento de 25 páginas fue lanzado en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas, que incluye el español, y brinda un excelente resumen sobre el año 2015, que “hizo historia con registros de temperaturas máximas sin precedentes, olas de calor intensas, un total extraordinario de precipitaciones, sequías devastadoras y una actividad excepcional de los ciclones tropicales”.
[leer más]“La dimensión social de la vulnerabilidad al cambio climático en zonas urbanas y rurales del Altiplano de Bolivia” es el título del libro de Consuelo Fernandez que se ha publicado el año pasado, y en el que se presentan los resultados del estudio comparativo sobre la “vulnerabilidad social”, que se ha realizado en el espacio periurbano de El Alto y en el municipio rural de Cairoma, ambos en el departamento de La Paz.
En el cual la autora analiza la relación entre niveles de organización social y política en espacios locales y la capacidad de hacer frente a los impactos del cambio climático.
[leer más]Fiyi, el primer país en el mundo a ratificar el Acuerdo de París de la reciente Conferencia Climática de las Naciones Unidas en Francia, ha sufrido el paso de tormenta tropical más fuerte jamás medido en todo el hemisferio sur.
El día sábado, 20 de febrero, el “Ciclón Winston” ha devastado el país, destruyendo cientos de casas e infraestructura, y matando por lo menos 44 personas.
Destrucción causada por el “Ciclón Winston“ en Fiyi; fuente: gobierno de Fiyi.
[leer más]¿Qué estrategias de vida tienen los hogares rurales del Norte de Potosí para adaptarse a las condiciones climáticas y socioeconómicas actuales? y ¿cuál es la influencia del cambio climático? ¿Cómo ha afectado el acceso al riego mediante proyectos de desarrollo a las condiciones de vida de las familias beneficiarias?
El estudio “Estrategias de hogares en el contexto del cambio climático: Riego familiar y migración rural en la región Norte de Potosí, Bolivia” de la geógrafa Isabell Nordhausen de la Universidad Libre de Berlín contribuye a la comprensión de las interrelaciones entre el cambio climático, la migración y la disponibilidad de riego en la región, y ayuda a identificar vulnerabilidades.
Atajados en el Norte de Potosí
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El mundo ha llegado a otro triste récord: El año pasado ha sido el año más caliente jamás medido desde 1850. Y no solamente eso, la temperatura de 2015 muestra el mayor aumento de temperatura frente a los anteriores años récord.
En palabras de Peter Stott del servicio meteorológico de Gran Bretaña: “2015 ha sido un año que ha roto récords en nuestro clima. Temperaturas globales promediadas han llegado a ser 1°C por encima de niveles pre-industriales por primera vez.”
La temperatura global desde 1850; fuente: Met Office
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Al parecer, el “Súper-El Niño” 2015/16 ha llegado al máximo de los valores de anomalías de temperatura medidos en el Océano Pacífico en diciembre del año pasado. Debido a la inercia del sistema climático, los impactos principales en muchas regiones del mundo están todavía por llegar durante los próximos dos meses, como es el caso de Bolivia.
Hasta la fecha, los impactos de este El Niño en el país han sido relativamente moderados. Sin embargo, en Bolivia, ya ha cobrado una primera víctima: se secó por completo el segundo mayor cuerpo de agua, el Lago Poopó.
El Niño siempre acelera el retroceso de los glaciares en el país. Cerro Chiar Kherini en 1995 (izq.) y 2012 (dcha.)
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2016
El mundo está viviendo condiciones de un El Niño muy fuerte desde hace varios meses, cuyos impactos están siendo sentidos alrededor del globo. Entre otros, la temperatura global promedio ha aumentado y ahora está 1° C por encima de la época preindustrial.
Según los pronósticos, El Niño llegará a su mayor fuerza recién durante los meses de enero y febrero. Para algunas regiones, el fenómeno climático recurrente traerá lluvias en exceso, para otras, la falta de precipitaciones provocará sequías. Se espera que los impactos igualen o sobrepasen aquellos del año 1997/98, abriéndonos una ventana al mundo futuro de los probables impactos del cambio climático.
El Niño actual está de la misma dimensión que los eventos históricos de 1982/83 y 1997/98; fuente IRI
Un “Super-El Niño” ha llegado
El fenómeno de El Niño hace su aparición a escala global desde hace un par de meses, y se ha venido fortaleciendo hacia finales del año pasado. En su último boletín “El Niño/La Niña hoy” de noviembre pasado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) había resumido la situación actual y las perspectivas de la manera siguiente:
“En el océano Pacífico tropical continúa un episodio de El Niño intenso y maduro. La mayoría de los modelos internacionales sobre la evolución probable del clima indican que el episodio de El Niño de 2015/2016 se fortalecerá ligeramente antes del final del año. Las previsiones de los modelos y las opiniones de los expertos sugieren que el valor máximo promedio en un período de 3 meses de las temperaturas de la superficie del agua en las zonas central y oriental del Pacífico tropical superará la media en 2 ºC, por lo que el presente episodio de El Niño se situará entre los tres más fuertes registrados desde 1950 (1972/1973, 1982/1983, 1997/1998).”
Esto es exactamente lo que ha pasado. El actual El Niño ha alcanzado (o posiblemente sobrepasado) la intensidad de los últimos dos eventos de fines de los años 80 y finales de los años 90 (ver gráfico arriba), por lo que varios observadores lo han bautizado “Super-El Niño” e incluso “El Niño Godzilla”.
Sobre el origen de El Niño hemos comentado en el Klimablog anteriormente lo siguiente: “Uno de los fenómenos climáticos predominantes en toda la región andina y en la costa occidental de América del Sur en general es “El Niño”, la Oscilación Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés). El Niño es un fenómeno climático natural, que tiene impactos en toda la región del Pacífico. Se origina en el Pacífico oriental a la altura de la línea del Ecuador, cuando se debilitan los alisios, vientos que circulan entre los trópicos hacia el Ecuador. Esto provoca un calentamiento de las aguas de esta región por encima de lo normal.”
El Niño y la lluvia en el mundo. Verde: regiones con exceso de precipitaciones; café claro: regiones con sequías; fuente: CIIFEN/IRI
Impactos globales de El Niño
Los impactos de El Niño de 2015/16 ya se han hecho sentir alrededor del globo durante los últimos meses del año pasado. Por una parte, apoyado por el fenómeno de El Niño, las temperaturas globales han aumentado notablemente, situando el año 2015 como el más caliente desde que comenzaron los registros climáticos. La temperatura global promedio está ahora 1° C por encima de la temperatura de la era preindustrial.
Los océanos se han calentado ya de una manera que pone en riesgos de descoloración a los corales en la mayor parte de los arrecifes del mundo. Esta “descoloración” (coral bleaching) es una señal de alerta de los corales y si las temperaturas altas persisten por tiempos prolongados, es el inicio de su paulatina muerte.
En América del Sur se han registrado inundaciones fuertes en partes de Paraguay, Argentina y Brasil, forzando a 170.000 personas de dejar sus casas durante las fiestas navideñas. Asunción, la capital de Paraguay, ha sido la ciudad más afectada y el país ha declarado el estado de emergencia. En el sur de Brasil las lluvias no solamente provocaron daños, sino también tuvieron un efecto benéfico, considerando las condiciones de fuerte sequía de los últimos años. En el Perú, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo comunicó la salida del país del Rally Dakar debido a los daños esperados por la ocurrencia de un El Niño fuerte, que debería traer lluvias en exceso a las zonas costeras.
En parte de África se registran condiciones de sequías fuertes, como en África del Sur o en Etiopía. En este último país en el noreste del continente, más de 8 millones de personas están sufriendo hambre por la falta de lluvias. Mientras tanto, Somalia y otras regiones de África oriental han sido víctimas de inundaciones causadas por precipitaciones extremas.
Otro de los países golpeados ya de manera fuerte es Papua Nueva Guinea en el sureste asiático. Heladas y sequías extremas han causado una crisis alimentaria que afecta a 3 de cada 7 habitantes del país isleño. Especialmente en sus partes altas en el interior, donde la mayor parte de la población depende de una agricultura familiar de subsistencia, los impactos han sido muy sentidos.
Ya en octubre de 2015, la organización internacional Oxfam había lanzado el informe “Entrando a aguas desconocidas. El Niño y la amenaza sobre la seguridad alimentaria” (El Niño and the threat to food security) alertando sobre el impacto del fuerte El Niño sobre millones de personas en el mundo, incluso poniendo en riesgo los avances recientes logrados en la lucha contra la pobreza.
Pero los impactos del ENSO no se limitan a los países tropicales. En el norte de Inglaterra y Escocia las lluvias intensas durante la última semana del año pasado han causado inundaciones históricas y han dado inicio a un fuerte debate sobre la efectividad del sistema de protección contra inundaciones del país frente al cambio climático.
En Estados Unidos se han visto también inundaciones y vientos huracanados fuera de época durante diciembre pasado, que han afectado amplias regiones del centro-sur del país, con el estado de Texas y el río Mississippi en su centro. Sin embargo, otras partes del país estaban ansiosamente esperando la llegada de El Niño, como el estado de California, que padecía una súper sequía de varios años y ahora ha recibido algo de alivio en forma de fuertes precipitaciones. De manera general, los Estados Unidos tienden a recibir menos lluvias en la parte norte, mientras que las lluvias en la parte sur son por encima del promedio, así muchas veces favoreciendo los rendimientos agrícolas en el centro-sur del país.
Imagen que muestra la zona “Niño 3.4” en el océano pacífico, principal indicador para condiciones de El Niño; fuente: Climate Diagnostics Bulletin CPC/NOAA, Nov. 2015
Los pronósticos para los próximos meses
En una perspectiva histórica vemos que las condiciones tanto para El Niño como para La Niña, la fase fría de la oscilación del sur, comienzan a desarrollarse durante el período de abril a junio, según informa el Instituto para la Investigación de la Tierra (IRI) de la Universidad de Columbia en Estados Unidos. Luego llegan a su fuerza máxima durante diciembre a febrero. La duración típica de un evento ENSO es de 9 a 12 meses. Considerando estos parámetros, El Niño actual 2015/16, aunque extraordinariamente fuerte, hasta la fecha muestra un comportamiento temporal completamente normal.
En su más reciente boletín el Centro para la Predicción Climática de la agencia meteorológica de los Estados Unidos NOAA, predice la continuación de condiciones fuertes El Niño durante los próximos meses:
“Se espera que El Niño continúe fuerte durante el invierno 2015-16 del Hemisferio Norte, anticipándose una transición a un ENSO neutral tarde durante la primavera o temprano durante el verano 2016.” Es decir, tenemos que contar con fuertes anomalías climáticas hasta marzo o abril de este año.
La próxima entrada al Klimablog estará dedicada a los impactos de El Niño en Bolivia.
Todos los países miembros de la Convención Climática (CMNUCC) tenían hasta el 1º de octubre para preparar sus Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional (INDCs), que de manera agregada, definen el nivel de la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero frente al reto de limitar el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C.
Ya antes del comienzo de la COP 21 el secretariado de la Convención Climática, el Programa de las Naciones Unidas de Medio Ambiente (PNUMA) y la Red de Acción Climática (Climate Action Network – CAN) han presentado sus respectivos análisis sobre el conjunto de las contribuciones nacionales, como base para las negociaciones de París. Es resultado es más que decepcionante: Estamos camino a un mundo 3 o 4 grados más caliente.
[leer más]Entre el 4 y 8 de octubre tuvo lugar en Perth, Escocia, la mayor conferencia global sobre la investigación en zonas de montañas, “Montañas de nuestra Tierra Futura” (Mountains of our Future Earth).
Al igual que en su versión anterior en 2010, el cambio climático era nuevamente el tema central. El Instituto Boliviano de la Montaña (BMI) estaba presente con presentaciones sobre el retroceso glaciar y la adaptación al cambio climático en zonas de alta montaña.
“Montañas de nuestra Tierra Futura”
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse