Con la "Cumbre Mundial de la Adaptación”, celebrada de forma virtual el 25 y 26 de enero del año en curso por invitación del gobierno de los Países Bajos, ha comenzado la cuenta regresiva hacia la próximo Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP 26 a fines del año.
Más de 30 líderes y 50 ministros de diferentes países, acompañados de representantes de 50 organizaciones internacionales han estado presentes con mensajes de solidaridad, compromisos de financiamiento y anuncios de un sinfin de iniciativas de adaptación y resiliencia climática, dando una señal fuerte a un entorno enfocado todavía principalmente en la mitigación del cambio climático.
Toma de la conferencia virtual; la imagen de fondo muestra el sistema de alerta temprana en un pueblo de la costa de Mozambique; fuente: flickr CAS 2021
[leer más]2020
Para la celebración de los 75 años de las Naciones Unidas el día 21 de septiembre pasado, la organización internacional Oxfam publicó un informe que detalla cómo, en las últimas décadas, “la desigualdad extrema de las emisiones de carbono nos ha dejado al borde del colapso climático”.
Presentamos a continuación el resumen de este importante estudio, que muestra con toda claridad, que la principal causa del cambio climático es el consumo casi ilimitado del sector más afluente de la población mundial: En los últimos 30 años, el 10 % más rico de la población mundial generó el 52 % de las emisiones de carbono.
[leer más]Hay un crecimiento acelerado de lagunas glaciares debido al calentamiento global y el retroceso de los glaciares alrededor del mundo. Según un reciente estudio en base a imágenes satelitales, tanto el número de lagunas glaciares como su volumen de agua ha aumentado en más de 50%durante los últimos 30 años.
Con este notable aumento de lagunas glaciares, también aumenta el peligro de la rúptura de éstas, resultando en el vaciamiento repentino e inundaciones (glaciar lake outburst floods o “GLOFs”) con el potencial de causar considerables daños en poblaciones e infraestructura río abajo.
Laguna glaciar en la Cordillera Real de Bolivia
[leer más]La crisis global desatada por la pandemia del coronavirus es a la vez una emergencia sanitaria y una crisis socio-económica de dimensiones todavía no calculables, pero que empiezan a vislumbrarse.
Aunque en un primer momento el debate global sobre COVID-19 ha desplazado el otro debate global urgente, la emergencia climática, ahora comienzan a escucharse voces que analizan los aprendizajes de la lucha contra la pandemia para la lucha contra el cambio climático. Incluso hay personas que la ven como ventana de oportunidad para iniciar la transformación hacia un mundo de “cero carbono”.
La consigna de la COP 25 en Madrid, diciembre de 2019
[leer más]Del 08 al 12 de septiembre del año pasado tuvo lugar la Conferencia Internacional de Montaña IMC 2019, el mayor evento dedicado exclusivamente a la investigación en regiones de montaña. Durante una semana se reunieron alrededor de 500 científicos – entre ellos el autor de estas líneas - en la ciudad austriaca de Innsbruck.
A continuación, presento los puntos de mayor relevancia, en base al excelente resumen de la International Mountain Conference 2019 preparado por MRI, la “Iniciativa por la Investigación de Montaña”, que además incluye un gran número de hipervínculos.
Los Alpes vistos desde los ambientes de la conferencia IMC 2019
[leer más]El Ministerio para la Transición Ecológica de España ha puesto a disposición – tanto impreso, como en digital - una serie de tres “guías resumidas” sobre los últimos Informes Especiales (Special Reports) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
En estos folletos ilustrados con fotos y gráficos del IPCC, se presenta de forma didáctica los contenidos principales de los informes sobre “Calentamiento Global de 1,5°C” (2018), “Cambio Climático y Uso de la Tierra” (2019) y “Cambio Climático y Océanos y Criosfera” (2019).
[leer más]Poco antes de la conferencia COP 25 de Naciones Unidas sobre cambio climático, que se celebra del 2 al 13 de diciembre en la capital española de Madrid, la Alianza de Científicos del Mundo (Alliance of World Scientists) publicó una alerta sobre una emergencia climática.
Su punto de partida contiene una referencia directa a uno de los últimos discursos pronunciados por Greta Thunberg: “Los científicos tienen una obligación moral para alertar la humanidad de forma clara de cualquier amenaza catastrófica y ´decirlo como lo es´”.
a. Población humana; b. tasa total de fertilidad; c. número de rumiantes. Fuente: Ripple et al. 2019
[leer más]“Las decisiones que se toman hoy son críticas para el futuro de los océanos y de la criósfera”, es la línea base del último Informe Especial del IPCC sobre el Océano y la Criósfera (Special Report on the Ocean and Criosphere – SROCC), presentado el 25 de septiembre en Monaco.
Una vez más, el gremio científico asesor de la Convención Climática de las Naciones Unidas alerta sobre los impactos ya visibles del cambio climático en las partes congeladas del planeta – la criósfera – y los mares: Los océanos se calientan, los glaciares y capas de hielo se derriten y el nivel del mar aumenta – todo a un ritmo sin precedentes.
[leer más]2019
Durante los últimos años, varios investigadores han presentado estimaciones de la cantidad de emisiones todavía permitidas antes de pasar los límites del aumento de temperatura acordadas en el Acuerdo de París: 2 °C y 1,5 °C. Sin embargo, los resultados varían significativamente, lo que causó más confusión que claridad.
Esta situación motivó a un grupo de científicos a preparar el artículo “Estimando y haciendo seguimiento al presupuesto de carbono restante para establecer metas climáticas contundentes” (“Estimating and tracking the remaining carbon budget for stringent climate targets”).
El artículo publicado en la revista “Nature” en julio de 2019 (izq.) y su autor principal Joeri Rogelj (dcha., en la COP 24 de Katowice)
La ciencia del cambio climático es sencilla y altamente complicada a la vez. Las relaciones básicas del calentamiento global son pocas y claras: el aumento de temperatura depende en forma directa de la futura composición de la atmósfera, es decir la concentración futura de los gases de efecto invernadero (GEI). Esta concentración, a la vez, es la suma de los gases ya existentes en la atmósfera y aquellos que serán emitidos en las próximas décadas.
Expresado de otra forma: Si una cierta concentración de GEI nos lleva a un cierto aumento de temperatura, podemos calcular el “espacio” todavía disponible para nuestras emisiones de acuerdo al límite de temperatura deseado. Esto se llama “estimar el presupuesto de carbono restante” (“estimating the remaining carbon budget”). En nuestro caso, los límites para frenar el aumento de temperatura han sido fijados por el Acuerdo de París de 2015 en “por debajo de 2 °C, haciendo esfuerzos para que solo sea 1,5 °C”.
En consecuencia, durante los últimos años se publicaron varios estudios que trataban de proporcionar cálculos del presupuesto de carbono restante. Sin embargo, los diferentes grupos de científicos llegaron a diferentes números en sus cálculos del presupuesto de carbono restante, lo que creó confusión entre los comunicadores de ciencia y los medios de comunicación en general. Mientras que algunos investigadores concluyeron que el presupuesto para alcanzar la meta de 1,5 grados ya se había agotado, otros lo veían llegar recién en 5, 10 o 15 años.
Esta situación motivó a un grupo de autores científicos del último Informe Especial 1.5 (SR 1.5) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas bajo el liderazgo del autor principal Joeri Rogelj del Imperial College London a presentar el artículo “Estimando y haciendo seguimiento al presupuesto de carbono restante para establecer metas climáticas contundentes” (“Estimating and tracking the remaining carbon budget for stringent climate targets”).
“Resolver las diferencias de los diferentes cálculos del presupuesto de CO2 es más que una cuestión académica. Nos dice algo sobre los riesgos”, enfatiza Elmar Kriegler del Instituto de Potsdam para la Investigación Científica (PIK) en Alemania, por que muchas de las estimaciones existentes sobre el presupuesto de carbono no toman en cuenta adecuadamente el derretimiento del permafrost (los suelos permanentemente congelados de la región ártica) y otras retroalimentaciones positivas del Sistema de la Tierra (Earth System).
Esquema conceptual de los cinco factores principales que condicionan las estimaciones del presupuesto de carbono restante; fuente: Rogelj et al. 2019
En su argumentación los autores del nuevo estudio se basan en los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC). El Quinto Informe de Evaluación (Fifth Assessment Report – AR5) del IPCC, publicado en 2013-14, estableció de forma autoritativa que existe una relación linear entre el monto total de CO2 colocado a la atmósfera y el tamaño del calentamiento global. El Informe Especial 1.5 del IPCC estima el presupuesto de carbono restante para lograr limitar el calentamiento a 1,5 °C con una probabilidad de 50% en 580 Gt CO2. Para una probabilidad de 66% el monto se reduce a 420 Gt CO2.
De estas cifras se tendría que sustraer alrededor de 100 Gt CO2 del derretimiento del permafrost y de otras retroalimentaciones del “Sistema Tierra”. Sin embargo, la mayor incertidumbre resulta del futuro calentamiento de otras GEI, del carbón negro (hollín) y de los aerosoles sulfúricos – pero esto depende más de decisiones políticas que de mejoras en los métodos científicos.
Anualmente el mundo emite aproximadamente 42 Gt CO2, lo que significa que el monto permisible desde estos cálculos hasta hoy día ya se redujo a 480 Gt CO2 para una probabilidad de 50%.
Los autores del artículo “Estimando y haciendo seguimiento al presupuesto de carbono restante para establecer metas climáticas contundentes” identificaron cinco factores principales que conjuntamente explican las variaciones en las estimaciones del presupuesto de carbono restante para una meta de temperatura específica:
1. La estimación del calentamiento global hasta el presente.
2. El calentamiento futuro de otros gases de efecto invernadero que no fuera CO2 (p.ej. metano), de “carbón negro” y aerosoles.
3. El calentamiento ya cometido una vez que las emisiones hayan bajado a cero.
4. La relación exacta entre las emisiones cumulativas de CO2 y el calentamiento global.
5. Las emisiones adicionales del “Sistema Tierra” resultantes de procesos de retroalimentación positiva (como ser el derretimiento del permafrost) que no normalmente no son consideradas en los modelos.
El gráfico muestra la conceptualización de estos cinco factores en un solo esquema.
Con su esfuerzo de sistematización, los autores del artículo han proporcionados una forma para comparar los diferentes estudios sobre el presupuesto de carbono restante y – más importante todavía – han sentado la base para orientar futuros cálculos y estimaciones.
“Nuestro nuevo marco conceptual y calculatorio nos permite de entender y explicar de formula clara como los avances científicos resultarán en estimaciones mejoradas y actualizadas del presupuesto de carbono restante”, resumen los autores. Seguramente el Sexto Informe de Evaluación (AR6) del IPCC que está actualmente siendo preparado para su publicación en los años 2021 y 2022, contendrá nuevos cálculos más detallados.
Sin embargo, a pesar de todas estas diferencias e incertidumbres todavía existentes en los cálculos, la conclusión central no cambia en nada: “Mismo si el presupuesto de carbono restante para limitar el cálculo en 1,5% estuviera un 50% más alto, solo tendríamos 10 años para reducir las emisiones a cero”, resume Elmar Kriegler del Instituto de Potsdam. “Cómo nos comportamos hoy definirá si tenemos un chance realista de limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados. Esta conclusión básica no es alterada en nada por nuestro estudio”, agrega el autor principal Joeri Rogelj.
El reciente informe sobre el estado actual y las perspectivas de futuro de la biodiversidad en el planeta presentado por la “Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas” (IPBES) en mayo pasado es otro grito de alarma.
En su “Informe de Evaluación Mundial sobre la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas”, se alerta sobre la inminente extinción de un millón de especies de plantas y animales – y las consecuencias para la civilización humana. Para evitar esta catástrofe de biodiversidad, según el IPBES, se necesitan “cambios transformacionales”.
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