Cómo se preveía en un artículo anterior del Klimablog, el 16 de septiembre de 2012 ha ocurrido un nuevo récord de superficie mínima del hielo ártico con 3,41 Mio km² (18% por debajo del mínimo alcanzado en 2007). La pérdida en volumen es todavía mayor.
Este nivel es mucho más bajo que los pronósticos de los últimos años, algunos científicos ya no hablan de décadas para indicar cuando el Ártico se podría quedar libre de hielo en septiembre, sino de años.
Fig. 1: Extensión del hielo ártico en el mes de septiembre, comparación de modelos con observaciones (“Usted se encuentra aquí. 2012”). Fuente: Gráfico modificado en base a Stroeve et al. 2007, tomado de: Climate Crocks blog
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Entre febrero y mayo de este año Anna Kaijser, investigadora de la Universidad de Lund - Suecia, ha estado en Bolivia para recoger testimonios, realizar entrevistas y recopilar información empírica sobre el discurso del cambio climático en el país.
Presentamos aquí partes de una entrevista con la mencionada investigadora, realizada en la ciudad de La Paz a finales de marzo, sobre su proyecto de investigación y sus apreciaciones sobre la actualidad boliviana referente al cambio climático y temas ecológicos en general.
Izq.: Anna Kajzer en La Paz. Dcha: Universidad de Lund, Suecia.
[leer más]Por la actualidad de la información volvemos ahora otra vez a la región del Ártico. El pasado día 26 de agosto de 2012, la extensión del hielo ártico ha llegado a un nuevo récord de su mínimo con una extensión de 4,1 Mio km².
Lo más preocupante todavía, es que se llegó a este récord unas 2 o 3 semanas antes del final de la temporada de derretimiento, que normalmente se da a mediados de septiembre y que hace prever que la extensión mínima del hielo ártico este año probablemente llegue a bordear los 3,5 Mio de km².
Extensión del hielo ártico. Línea gris: promedio de los años 1979-2000. Fuente: National Snow & Ice Data Center, EE.UU.
[leer más]Sir Bob Watson, científico del clima de alto nivel de Europa y asesor científico del gobierno británico, se ha despedido públicamente de la ilusión de poder limitar el aumento de temperatura a nivel global por debajo de 2° C hasta finales del siglo XXI.
Este científico menciona que la esperanza de lograr quedarnos por debajo de 2° C está prácticamente “fuera de alcance" ("out the window"), para luego agregar que el aumento podría incluso llegar a los 5° C, con consecuencias nefastas.
Izq.: Foto de Bob Watson (tomado del articulo de la BBC de 23/08/2012); Dcha.:Proyecciones del aumento de temperatura durante este siglo usando el escenario de emisiones A1FI (IPCC, 2007; citado por Betts et al. 2011)
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Al igual que en otras regiones de alta montaña, en los Alpes alemanes las temperaturas han aumentado más fuertemente que el promedio global durante las últimas décadas. Si estas tendencias persisten, dentro de 20 a 30 años se perderán 4 de los últimos 5 glaciares de Alemania, alertó el ministro de medio ambiente del estado alemán de Bavaria.
Sí el aumento de temperatura se acelerara, lo cual parece la opción más probable actualmente, estos tiempos se podrían acortar considerablemente y Alemania se quedaría sin glaciares ya por el año 2030 o 2040.
Los glaciares de los Alpes. En los círculos se aprecia las únicas dos regiones de Alemania que cuentan con glaciares. Fuente: “Bayerische Gletscher im Klimawandel - ein Statusbericht”
[leer más]En un artículo muy reciente titulado “La Nueva Matemática de Horror del Calentamiento Global” (“Global Warming´s Terrifying New Math”) publicado en la revista “Rolling Stone”, Bill McKibben, el más influyente activista contra el cambio climático de Estados Unidos, llama a una campaña contra el que considera el “enemigo principal del cambio climático”: las empresas petroleras multinacionales.
McKibben presenta cálculos de su “nueva matemática”, donde contrasta el monto de carbono que aún falta emitir para calentar la atmósfera por encima del límite de los 2° C (565 giga toneladas), frente a todas las reservas comprobadas de las empresas y estados productores de hidrocarburos (2.795 giga toneladas). Si la diferencia entre ambas cifras (2.795 – 565 = 2.230) se emite a la atmósfera, solo cabe pronosticar consecuencias aterradoras para el planeta.
Fig. 1: Ilustración por Edel Rodríguez (www.rollingstone.com)
[leer más]A mediados de julio de este año la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA) ha publicado imágenes satelitales impresionantes de la separación de un gigantesco iceberg del Glaciar Petermann en Groenlandia.
Es la segunda vez después de 2010 que el Glaciar Petermann está perdiendo una “pequeña isla” de hielo, está vez bastante más arriba en la lengua del glaciar y bien podría ser un indicio del comienzo de la desintegración acelerada de la capa de hielo de Groenlandia.
Foto 1: Imagen del 16 de julio de 2012, a horas 10:25. Fuente: NASA Earth Observatory
[leer más]En una reciente reunión informal preparatoria de la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas, la COP-18, a realizarse en Catar a finales de noviembre, en su intervención en calidad de anfitriona, la Canciller alemana Angela Merkel alertó sobre la posibilidad de que la temperatura promedio global pueda aumentar en 4° C hasta finales del siglo, si las naciones del mundo no toman medidas de bajar las emisiones de CO2 de manera mucho más drástica.
Es la primera vez que en el espacio de las negociaciones climáticas una figura política de alto nivel, como es la Canciller Merkel, ha dicho abiertamente lo que en ámbitos científicos ya es una realidad asumida: limitar el calentamiento global a 2° C es virtualmente imposible y el mundo tiene que prepararse para una nueva dimensión del calentamiento global.
Fuente: www.bmu.de/petersberger_konferenz
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Según los pronósticos del Servicio Meteorológico de los Estados Unidos, NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), se hace cada vez más probable que empiece un evento El Niño entre julio y septiembre de este año.
Si esto fuera así, es casi seguro que el año 2013 se convertirá en el año más caliente desde que empezaron los registros de temperatura.
Fig. 1: Anomalías de las temperaturas anuales globales; fuente: NOAA.
[leer más]Según mediciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) en su estación de Barrow en Alaska, durante esta primavera nórdica, la concentración de CO2 en la atmósfera del Ártico pasó la barrera de los 400 ppm (partes por millón) – un nivel inédito por lo menos en los últimos 800 mil años.
El promedio global de la concentración de dióxido carbono, el gas de efecto invernadero (GEI) más importante, está actualmente en 395 ppm, pero debido a la tendencia de aumento anual de 2 ppm (o más), en unos tres años igualmente romperá este triste récord.
Estación de medición en Barrow, Alaska (izq.); botellas con pruebas de aire para su análisis (dcha.). Fuente: NOAA.
Poco después de la medición de los 400 ppm, o 400 moléculas por un millón de partículas de aire en la estación de Alaska, el dato fue corroborado también por otras estaciones de medición alrededor del Ártico en Canadá, Finlandia, Islandia y Noruega.
El director del monitoreo global del Laboratorio de Investigación del Sistema Tierra en Boulder, Colorado (EE.UU.), Jim Butler, considera que este dato de concentración de 400 ppm, es altamente significativo para los impactos futuros del cambio climático: “Es un recuerdo a todo el mundo que no lo hemos arreglado todavía y que seguimos en problemas graves”.
La composición de gases de la atmósfera determina la cantidad de energía solar que llega a la tierra y también determina la cantidad de energía reflejada que es transportada otra vez fuera de la atmósfera; es decir que determina el balance energético de nuestro planeta. Este un fenómeno natural que tiene por consecuencia que nuestra atmósfera sea aproximadamente 30 grados más caliente, lo cual se conoce como el “efecto invernadero”. Sólo gracias a este fenómeno es posible la vida en la tierra como la conocemos.
Aunque hay una variedad de “gases de efecto invernadero” (GEI), para entender la historia climática del planeta es suficiente analizar y comprender el comportamiento del dióxido de carbono (CO2), que es un gas “indicador”.
Cambios relativamente pequeños en la composición de estos gases en la atmósfera, sin embargo, pueden alterar fundamentalmente el balance energético, por lo que es muy importante entender el complejo ciclo de carbono de la Tierra.
Durante los últimos 12.000 años, desde el final de la última era de hielo, las concentraciones de CO2 se han mantenido constantes, alrededor de los 280 ppm, por lo cual las condiciones climáticas han sido muy estables. Es sobre esta base que se ha desarrollado la civilización humana, desde las primeras actividades agropecuarias y de los primeros asentamientos humanos hasta justo la revolución industrial que se inició en Europa a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.
La quema masiva de combustibles fósiles (leña, carbón, petróleo y gas), que ha sido el motor y el eje orientador de la conformación de las sociedades industriales, ha liberado grandes cantidades de dióxido de carbono, en una escala no experimentada antes por la tierra, tal vez con la excepción de ciertas épocas de alta actividad volcánica.
La “Curva de Keeling”: Concentración de CO2 en la atmósfera en el observatorio de Mauna Loa
Con la revolución industrial, la concentración de CO2 en la atmósfera ha empezado también a aumentar a una velocidad sin precedentes, de sus iniciales 280 ppm a 314 ppm a finales de los años 50, cuando se iniciaron las mediciones constantes por la iniciativa de Charles David Keeling en el Observatorio de Mauna Loa en Hawai (ver gráfico arriba).
La resultante “Curva de Keeling” muestra el aumento vertiginoso de la concentración de CO2 y nos alerta sobre el calentamiento global antropogénico. En los años 60 el aumento anual era de 0,7 ppm. Hoy día estamos a nivel global en alrededor de 395 ppm con la tendencia de aumentar entre 2 a 2,5 ppm por año. Con un aumento de las emisiones de CO2 en el mundo del 3% anual (véase Klimablog del 04 de junio de 2012) es casi seguro que en apenas 3 años llegaremos a los 400 ppm de valor global. Nunca antes durante los últimos 800 mil años la concentración de CO2 ha llegado ni cerca de este nivel.
Para Al Gore, ex-vicepresidente de los Estados Unidos y activista climático, los 400 ppm son “una evidencia más que los líderes del mundo – con unas pocas y honrosas excepciones – están fallando catastróficamente en enfrentar la crisis climática. La historia no les entenderá ni les perdonará”.
La última vez que la concentración de dióxido de carbono estaba en el rango de los 400 ppm era durante el plioceno aproximadamente hace 3 millones de años con consecuencias drásticas: El nivel del mar en este entonces era entre 10 y 40 metros por encima del nivel actual.
Desde una perspectiva geológica un aumento de 280 amás de 390 ppm es equivalente al aumento durante un ciclo de glaciación completo (de 180 a 280 ppm). Sólo que este último ocurrió en un período de 100 mil años.
Según el científico de la atmósfera dela NASA, James Hansen, “para preservar la creación, el planeta en que se desarrolló la civilización humana”, la concentración de CO2 debería bajar lo más antes posible a un valor por debajo de los 350 ppm – este valor había sido pasado a mediados de los años 80.
Una copia de la noticia sobre la medición de 400 ppm de la NOAA puede ser dercargada aquí.
NOAA_ CO2_levels hit milestone at Arctic sites.pdf |
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