Mediante la presente entrada al Klimablog nos adherimos a la convocatoria para participar en el Encuentro Nacional de TierrActiva promovido por varios grupos ecologistas y climáticos del país.
El Encuentro se realizará los días 9, 10 y 11 de mayo de este año en la ciudad de Cochabamba. Pero ¡ojo! la fecha tope para las postulaciones es el viernes 11 de abril.
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Son cada vez más las voces que argumentan que la única forma de salvar la civilización humana es dejar la mayor parte de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) donde están, bajo tierra.
En el estudio “Sensibilidad climática, nivel del mar y dióxido de carbono atmosférico” (Climate sensitivity, sea level and atmospheric carbon dioxide), James Hansen y colegas calculan las consecuencias de continuar aumentando las emisiones de CO2 año tras año en base a evidencias paleo-climáticas. Su conclusión: quemar todas las fuentes fósiles conocidas volvería el planeta inhabitable.
“Tierra quemada”; fuente: climateprogess.org
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En la segunda parte de esta entrada presentamos el resumen de los cuatro nuevos informes publicados en ocasión de la reciente Conferencia Climática de Doha:
"Informe sobre la disparidad en las emisiones" del Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente;
"Reducir el calor: Por qué se debe evitar un aumento de 4° C de la temperatura mundial" del Banco Mundial;
"¿Demasiado tarde para dos grados?" de PricewaterhouseCoopers; y
"Panorama Mundial Energético" de la Agencia Internacional de Energía.
Cabe destacar que llevan el mismo mensaje: Si no se comienza en los próximos años a reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, el mundo estará en camino imparable a un calentamiento de 4, 5 o 6 grados hasta 2100 – con consecuencias catastróficas.
Los nuevos informes
Poco antes del comienzo de la COP 18 salieron diferentes informes de organizaciones diversas sobre el estado y futuro del planeta con un aumento continuo de dióxido de carbono a la atmósfera.
El "Informe sobre la disparidad en las emisiones" (Emissions Gap Report 2012) elaborado anualmente por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) después de la COP 15 en Copenhague en 2009 ha sido publicado una semana antes del comienzo de la Conferencia Climática de Qatar. Según este informe, el nivel de las emisiones está ahora un 14% por encima de dónde debería estar en el año 2020. Desde el año 2000, la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera ha aumentado un 20%.
"Si las naciones no toman acciones rápidas, las emisiones muy probablemente llegarán a 58 gt (giga toneladas) dentro de los próximos 8 años", dice el informe, mientras que las emisiones deberían estar alrededor de 44 gt para tener una buena oportunidad de quedarnos por debajo de los 2° C. En su nota de prensa el PNUMA resalta la diferencia entre las necesidades de reducción y los compromisos de mitigar las emisiones por parte de los países: "El ´Informe sobre la disparidad en las emisiones´ señala que aunque todos los países implementen y tomen como base los niveles más ambiciosos de compromisos de reducción, habrá una brecha de por lo menos 8 gt de equivalente de CO2 hasta 2020. Esto es 2 gt más alto que en la evaluación del año pasado, y hemos perdido ya un año”.
El informe que talvez más sorprendió fue aquel presentado por el Banco Mundial titulado "Reducir el calor: Por qué se debe evitar un aumento de 4°C de la temperatura mundial" (Turn Down the Heat: Why a 4° C Warmer World Must be Avoided”; disponible en español) fue elaborado por un grupo de científicos del prestigiado Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos Climáticos (PIK) de Alemania. En materia climática el PIK se ubica entre los "top ten" del mundo, por lo que las evidencias científicas son irrefutables. En el informe "Reducir el calor" del Banco Mundial, que no tiene fama de ser apocalíptica en materia de medio ambiente, alerta que estamos en camino a un mundo 4° C más caliente y proyecta las graves consecuencias que tendría llegar a "un mundo con riesgos más allá de la experiencia de nuestra civilización".
"Se puede y se debe evitar un mundo de los 4 grados – tenemos que mantener el calentamiento por debajo de 3 grados", resumió el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim. Y el director del PIK formuló lo que se debería hacer: "El único camino para evitar esta catástrofe es romper con los patrones de producción y consumo configurados por la edad de los hidrocarburos". Queda claro donde tenemos que ir, ¿pero cómo lo logramos? Lo que falta son recetas para la implementación de políticas prácticas.
Según el informe "¿Demasiado tarde para dos grados?" (Too late for two degrees?) del gigante del mundo financiero PricewaterhouseCoopers (PwC), no será posible ya de limitar la temperatura a 2° C. Para quedarse dentro de este límite, la tasa de "decarbonización" de la economía global debería ser de 5,1% durante 39 años – algo nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial. "Mismo si duplicaríamos la tasa actual de decarbonización, esto llevaría a emisiones consistentes con un aumento de 6° C hasta finales de siglo", comenta Leo Johnson, socio de PwC. "Es tiempo de planificar para un mundo más caliente...ya hemos pasado el nivel crítico", agregó.
La edición de este año del "Panorama Mundial Energético" (World Energy Outlook) WEO-2012 de la Agencia Internacional de Energía (IEA) presenta proyecciones energéticas hasta 2035. Además, analiza las implicancias de estas tendencias en el uso de carbón, petróleo, gas, energía nuclear y renovable sobre el cambio climático (ver nota del Klimablog sobre el WEO-2011). La conclusión de este ejercicio es contundente: "No más que un tercio de las reservas comprobadas de hidrocarburos puede ser consumido antes de 2050, si el mundo quiere lograr la meta de los 2° C". Es el mismo mensaje con la cual el activista climático norteamericano Bill McKibben, quien ahora está recorriendo un tour de concientización en Estados Unidos en contra de las grandes empresas petroleras.
En realidad, el dato del WEO-2012 corresponde a una probabilidad del 50% de quedarnos por debajo de los 2° C. Si aspiramos a tener una probabilidad del 80%, es un 80% de las reservas comprobadas que debería quedarse bajo tierra.
¿No sería consecuente, por ende, considerar acto criminal cualquier búsqueda de nuevos yacimientos hidrocarburíferas? Más que un tribunal de justicia climática, el mundo necesitaría una "Corte Internacional para Crímenes Climáticas".
El mensaje de los diferentes informes es casi idéntico – y es básicamente el mismo que desde diferentes organizaciones climáticas y medioambientalistas se ha podido escuchar ya hace varios años: Para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2° C es sumamente urgente comenzar a bajar las emisiones de dióxido de carbono de forma drástica. Se tendría que comenzar en pocos años, lo antes posible. El tiempo se nos está acabando.
Cómo se preveía en un artículo anterior del Klimablog, el 16 de septiembre de 2012 ha ocurrido un nuevo récord de superficie mínima del hielo ártico con 3,41 Mio km² (18% por debajo del mínimo alcanzado en 2007). La pérdida en volumen es todavía mayor.
Este nivel es mucho más bajo que los pronósticos de los últimos años, algunos científicos ya no hablan de décadas para indicar cuando el Ártico se podría quedar libre de hielo en septiembre, sino de años.
Fig. 1: Extensión del hielo ártico en el mes de septiembre, comparación de modelos con observaciones (“Usted se encuentra aquí. 2012”). Fuente: Gráfico modificado en base a Stroeve et al. 2007, tomado de: Climate Crocks blog
[leer más]En un artículo muy reciente titulado “La Nueva Matemática de Horror del Calentamiento Global” (“Global Warming´s Terrifying New Math”) publicado en la revista “Rolling Stone”, Bill McKibben, el más influyente activista contra el cambio climático de Estados Unidos, llama a una campaña contra el que considera el “enemigo principal del cambio climático”: las empresas petroleras multinacionales.
McKibben presenta cálculos de su “nueva matemática”, donde contrasta el monto de carbono que aún falta emitir para calentar la atmósfera por encima del límite de los 2° C (565 giga toneladas), frente a todas las reservas comprobadas de las empresas y estados productores de hidrocarburos (2.795 giga toneladas). Si la diferencia entre ambas cifras (2.795 – 565 = 2.230) se emite a la atmósfera, solo cabe pronosticar consecuencias aterradoras para el planeta.
Fig. 1: Ilustración por Edel Rodríguez (www.rollingstone.com)
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