Poco antes de la conferencia COP 25 de Naciones Unidas sobre cambio climático, que se celebra del 2 al 13 de diciembre en la capital española de Madrid, la Alianza de Científicos del Mundo (Alliance of World Scientists) publicó una alerta sobre una emergencia climática.
Su punto de partida contiene una referencia directa a uno de los últimos discursos pronunciados por Greta Thunberg: “Los científicos tienen una obligación moral para alertar la humanidad de forma clara de cualquier amenaza catastrófica y ´decirlo como lo es´”.
a. Población humana; b. tasa total de fertilidad; c. número de rumiantes. Fuente: Ripple et al. 2019
[leer más]Mientras que el huracán “Florence” se acercaba a la costa este de los Estados Unidos y el tifón “Mangkhut” azotaba al norte de las Filipinas, expertos e interesados se reunieron en el simposio “Señal de Alerta Clima: Eventos extremos climáticos” en la ciudad alemana de Hamburgo.
El simposio acompañaba la presentación del libro del mismo título, que en sus casi 400 páginas reúne artículos sobre hondas de calor, sequías, inundaciones y mareas altas, huracanes, tifones y tornados en un mundo alterado por el cambio climático.
Tapa de la publicación “Señal de Alerta Clima: Eventos extremos climáticos” (2018)
[leer más]2017
La primera mala noticia ya había llegado un par de semanas antes del comienzo de la tercero vigésima Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP 23: Las emisiones de dióxido de carbono habían aumentado nuevamente en el año 2017, después de haber mantenido su nivel durante casi tres años.
La COP 23 misma no trajo resultados de envergadura, que era de esperarse, porque no se trataba de tomar grandes decisiones, sino avanzar en la implementación del Acuerdo de París sellado hace dos años en la capital de Francia.
Bienvenidos a la “COP del Pacífico” de Fiyi en la ciudad de Bonn, Alemania.
El “Diálogo de Talanoa”
La más reciente Conferencia Climática de las Naciones Unidas (COP 23) era la primera COP dirigida por un país del Pacífico, y por eso también llamada la “COP de Fiyi”. Sin embargo, debido a las capacidades limitadas de organizar una conferencia de semejante envergadura, tuvo lugar entre el 3 y 17 de noviembre pasado en la antigua capital de Alemania Occidental, Bonn, donde reside el secretariado de la Convención Climática (UNFCCC).
El presidente de la COP 23 Frank Bainimarama, el primer ministro del pequeño país pacífico de Fiyi y anfitrión de esta Conferencia Climática, había definido dos objetivos para las dos semanas de negociaciones: Avanzar en la redacción del reglamento para la implementación del Acuerdo de París, y diseñar el “Diálogo de Talanoa”, un proceso que tiene por fin aumentar la ambición de mitigación de los países miembros de la Convención Climática durante el próximo año mediante una serie de negociaciones según un formato específico, siguiendo la tradición de los habitantes de Fiyi.
En relación al “libro de reglas” (“rule book”) se ha podido avanzar, pero el borrador existente todavía requiere mucho trabajo en la siguiente Conferencia Climática. En el tema del financiamiento los avances han sido bastante más modestos. Todavía no está claro de dónde van a venir los 100 mil millones de dólares del Norte a partir de 2020 y solo en la última madrugada de la COP 23 se ha podido acordar que el Fondo de Adaptación (Adaptation Fund) sería incorporado al régimen del Acuerdo de París.
En vez de comprometerse al financiamiento de acciones climáticas a gran escala, los países desarrollados han preferido presentar un esquema para un seguro climático global, que funciona en casos de catástrofes, la InsuResilience Global Partnership. Aunque se trata de una iniciativa interesante, está lejos de cumplir con las expectativas justas del Sur.
Entre los otros temas discutidos está el debate sobre daños y pérdidas (Loss & Damage), dónde se registró una fuerte resistencia de los países del Norte y solamente se logró establecer un grupo de trabajo para la implementación del Mecanismo Internacional de Varsovia (WIM - Warsaw International Mecanism).
Los mayores logros se han obtenido en los temas de género y pueblos indígenas, temas normalmente considerados no prioritarios. Para concretizar los aspectos de género dentro del Acuerdo de París, se ha adoptado un Plan de Acción de Género para los próximos dos años. En el campo de las poblaciones indígenas, se ha pasado una resolución, dónde los países se comprometen a respetar los derechos de los pueblos indígenas en la implementación de medidas de mitigación y adaptación climática. Asimismo, se ha acordado el establecimiento de una Plataforma para recolectar los saberes tradicionales sobre la protección del medio ambiente.
Las emisiones de dióxido de carbono nuevamente en ascenso
Sin embargo, ya antes del comienzo de la tercero vigésima versión de las negociaciones climáticas llevadas a cabo en el marco de la Convención Climática de las Naciones Unidas, había llegado la primera mala noticia, cuando un grupo de científicos del Global Carbon Project (Proyecto Global del Carbón) reportó que las emisiones de CO2 para el año 2017 estarían con toda probabilidad un 2% por encima de las del año anterior. Eso, después de que habían mantenido el mismo nivel (alto) durante tres años.
Al mismo tiempo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó su ya tradicional “Informe sobre la brecha en las emisiones” (The Emissions Gap Report 2017). Con cálculos detallados el reporte muestra que los compromisos de reducción de los países - mismo si fueran todos cumplidos cabalmente - resultarían en un aumento de temperatura de unos 3 grados centígrados, por ende muy por encima de lo establecido en el Acuerdo de París. Según datos oficiales de la Organización Mundial para la Meteorología (WMO), el aumento promedio de temperatura se sitúa actualmente ya en 1,1 °C. Para no exceder el límite de los 2 °C, entre el 80-90% del carbón a nivel global debe quedarse bajo la tierra, concluyen los autores.
Lo realmente preocupante: Por un lado, existe un consenso general, que se debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a cero hasta 2050, pero al otro lado tenemos un conjunto de compromisos de reducciones expresadas en las Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDCs – Nationally Determined Contributions) que llevarían al mundo al abismo. La falta de acciones inmediatas y contundentes de limitar las emisiones de GEI hace que el cumplimento del objetivo de la Convención Climática - limitar el aumento de emisiones a niveles no peligrosos para el sistema climático - se vuelve cada vez más ilusorio.
Señales de protesta en la “zona de transición” (izq.) y un evento paralelo de la ONG “Pan para el Mundo” en el pabellón alemán (dcha.)
¿Dónde están los nuevos liderazgos climáticos?
Las discusiones y negociaciones de Bonn giraban alrededor de varios temas, en primer lugar la elaboración del “libro de reglas” para la implementación del Acuerdo de París y la cuestión del financiamiento para los países en vías de desarrollo.
Mucha atención mediática se centraba en la delegación estadounidense. Aunque el presidente Donald Trump ha oficializado el retiro de los Estados Unidos de la Convención Climática (CMNUCC), debido a los procedimientos previstos para tales casos, este no se hace efectivo hasta cuatro años después. Mientras tanto, el país sigue siendo miembro, con derecho a voz y voto en las Conferencias Climáticas. La delegación estaba presente en forma esquelética y estaba eclipsada por una multitud de actores de niveles inferiores (ciudades y estados federales) y desde la sociedad civil, que querían mostrar al mundo la otra cara de los Estados Unidos, liderizando acciones de mitigación climática.
Cuando para llegar a firmar el Acuerdo de París en 2015, la iniciativa y el peso de los Estados Unidos - o mejor dicho: de Barack Obama - había sido decisivo, no hay un nuevo liderazgo efectivo en las negociaciones. Los anteriores (autodenomidados) campeones climáticos de la Unión Europea, bajo el liderazgo de la canciller alemana Angela Merkel, ya no están a la altura de los retos. Por un lado, los nuevos países miembros de la UE del oriente europeo muestran poco interés por la temática, mientras que los últimos datos indican que la misma Alemania no va a poder cumplir con sus propias metas de reducciones de emisiones hacia el año 2020. Merkel quedó aún más alejado de cualquier liderazgo climático después de su negativa de juntarse a una iniciativa conjunta de Canadá y Gran Bretaña de despedirse del uso de carbón para la generación de electricidad. La meta de los ahora 25 países y estados federales es llegar a duplicar el número de las adhesiones hasta la COP 24 en Katowice (Polonia) el próximo diciembre.
Por otro lado, en esta “COP del Pacífico” o “Fiji COP”, se ha visto nuevamente que los países más vulnerables, entre ellos las naciones isleñas del Pacífico, carecen del peso político y económico necesario para seriamente mover adelante las negociaciones a una mayor velocidad.
Y, ¿la China?, ahora el mayor emisor de CO2 del mundo, mantiene una posición muy cautelosa, cada vez más consciente de su poder y responsabilidad, tratando de cumplir con sus propios compromisos, y mandando mensajes mixtos: Por un lado, la China restringe el futuro uso de carbón en el país, pero al mismo tiempo financia nuevas centrales termoeléctricas en base carbón en gran número en los países de la región.
Al haberse finalizado la Conferencia Climática Fiyi-Bonn, Ramiro Fernández de la Fundación Avina comentó: “La COP 23 ha mostrado que actores no estatales ya están haciendo progreso en la implementación de su compromisos, y que países latinoamericanos, como ser Argentina o el Perú, también han mostrado mucha seriedad en sus avances hacia la construcción de marcos institucionales necesarios para la implementación de sus NDCs (compromisos nacionales)”.
El presidente francés Macron en visita al pabellón de su país (izq.) y el stand de Bolivia (dcha.).
Avances de la sociedad civil en el campo jurídico
En uno de los eventos paralelos, un grupo de ONGs medioambientalistas dedicadas a aspectos legales, presentó evidencias mostrando que las mayores compañías petroleras de los EE. UU. sabían desde 1968 - y posiblemente ya desde la década de los años 50 - en base a información científica de los peligros climáticos resultantes de la continuada quema de combustibles fósiles. En un informe a la API (American Petroleum Institute) de este año habían sido alertados de forma clara y contundente, y ahora algunas ONGs tratan de establecer su responsabilidad legal por haber ocultado y negado esta información durante décadas, para mantener su modelo de negocio.
En otra intervención de este mismo panel, el representante Klaus Milke de la “Stiftung Zukunftsfähigkeit” (“Fundación Capacidad de Futuro”) informó sobre el estado actual del caso jurídico de un campesino peruano de la región andina en contra de la empresa energética alemana RWE por los daños causados a los glaciares peruanos y los peligros resultantes para las poblaciones de montaña por las emisiones masivas de CO2 de la RWE. En un fallo de la semana anterior, la corte alemana de Hamm había admitido el juicio, un paso fundamental con implicancias judiciales mucho más allá del caso concreto de la laguna glaciar en peligro de colapso en Huaraz.
El futuro de las negociaciones climáticas
Para el 12 de diciembre el presidente francés Manuel Macron ha anunciado la organización de una cumbre extraordinaria sobre financiamiento climático. Sin una muestra clara de los países industrializados del Norte de cómo van a proporcionar los 100 mil millones de dólares anuales para medidas de mitigación y adaptación del Sur Global prometidos a partir de 2020, será muy difícil obtener su apoyo para las futuras negociaciones.
La siguiente Conferencia Climática de las Naciones Unidas (COP 24) tendrá lugar durante la primera quincena de diciembre de 2018 en la región de carbón de Katowice en el sur de Polonia. Según lo acordado en Bonn, en esta y en la subsiguiente COP 25, se llevarán a cabo procesos de balance sobre los avances en la mitigación y el financiamiento climático. El Diálogo de Talanoa iniciado por la presidencia de Fiyi, será el mecanismo principal para revisar e incrementar (“ratchet up”) los compromisos de mitigación presentados por los países del mundo.
El Perú, como los demás países de los Andes Tropicales, es uno de los países más vulnerables al calentamiento global. Pero al mismo tiempo, tiene una de las economías de mayor crecimiento de los últimos años debido a la extracción minera y hidrocarburífera.
A continuación, el investigador alemán de la Pontificia Universidad Católica en Lima Fabian Drenkhan nos explica el panorama complejo en relación a las actuales transformaciones socioeconómicas y los impactos del cambio climático en el vecino país. En la segunda parte, relata como un campesino de los Andes peruanos enjuicia la multinacional alemana de generación eléctrica RWE en un tribunal de Alemania.
El portal incaico Inti Punku con vista al nevado Verónica, Cordillera Urubamba-Vilcanota - testigo de la larga relación hombre-montaña
[leer más]Del 10 al 13 de mayo tuvo lugar la cuarta versión de la conferencia internacional sobre adaptación al cambio climático “Futuros de la adaptación 2016” (Adaptation Futures 2016) en la ciudad neerlandesa de Rotterdam.
Durante una semana los 1.700 participantes de todo el mundo presentaron experiencias prácticas y debatieron posibles soluciones. “La adaptación al cambio climático es un reto difícil pero una tarea manejable, si nos ponemos las pilas”, podría bien ser la frase que resume el espíritu dominante.
[leer más]Los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC, o también SLCP en inglés: Short Lived Climate Pollutants) son agentes atmosféricos contribuyentes al calentamiento global y al mismo tiempo degradan la calidad del aire. Tienen una vida útil relativamente breve en la atmósfera (entre pocos días a unas pocas décadas), a diferencia del CO2, que permanece en la atmósfera durante siglos o milenios después de emitido.
En la entrevista que sigue, la abogada ambiental Florencia Ortúzar de AIDA nos explica que aunque la reducción de emisiones de dióxido de carbono es esencial para mantener el aumento de temperatura por debajo de 2 °C a largo plazo, la disminución de los CCVC ofrece un importante aporte en esta difícil tarea.
[leer más]2015
El 24 de junio de este año una corte en La Haya adoptó una decisión histórica: Los jueces declararon ilegal los esfuerzos del gobierno de los Países Bajos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por poco ambiciosos.
En su decisión, los jueces accedieron a la demanda de la fundación Urgenda y de un grupo de 886 demandantes y ordenaron al gobierno del país de cortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en 25% hasta 2020 (comparado con niveles de 1990). Es la primera vez en el mundo que una corte ha dictado un fallo obligando a un gobierno a aumentar la reducción de emisiones y se espera que sea un precedente para grupos ciudadanos de otros países.
Los jueces en la lectura de su veredicto (izq.) y las celebraciones posteriores (dcha.); fotos: Urgenda / Chantal Bekker
[leer más]Gerardo Honty y Eduardo Gudynas del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) aprovecharon la Cumbre de los Pueblos paralela a la Conferencia Climática COP 20 en Lima en diciembre pasado para presentar su nuevo libro “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”.
Presentamos en esta entrada al Klimablog la primera parte del libro, “El paradigma de desarrollo y la situación climática”, donde los autores resumen el panorama energético y de cambio climático. La segunda parte (“Alternativas al desarrollo y transiciones”), que contiene la propuesta concreta para la re-orientación de las políticas en América Latina, será presentada en la siguiente entrada al Klimablog.
[leer más]2014
Las intensas lluvias en enero y febrero de este año, así como las inundaciones en el Beni y en la mayor parte de la Amazonía boliviana, han sido las mayores ocurridas desde que se tiene registros meteorológicos.
“Con el objetivo de pensar colectivamente la nueva realidad que impone el cambio climático al planeta Tierra y las consecuencias del mismo en países periféricos como Bolivia”, la Fundación Friedrich Ebert (FES) ha organizado el Conversatorio “Inundaciones en el Beni: ¿Desastre natural o efecto del cambio climático?”
Aumento de temperatura según el escenario RCP 8.5, nuestra trayectoria actual (1986-2005 a 2081-2100). El aumento de temperatura en la Amazonía llegaría hasta 7°C. Fuente: IPCC AR5, 2013
[leer más]2014
El paso por territorio boliviano por primera vez de una parte del Rally Dakar, sin duda, ha despertado un amplio sentido de orgullo nacional en buena parte de la población boliviana. Si uno sigue los medios de comunicación, se puede dar cuenta de la sensación de fiesta nacional.
Queremos hacernos en esta entrada al Klimablog la pregunta, ¿qué significa el paso del “Dakar” por Bolivia en términos de la lucha contra el cambio climático? y ¿qué nos dice sobre los derechos de la Pachamama?
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