La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.
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2015
La Ruptura de Lagunas Glaciares (Glacial Lake Outburst Floods – GLOFs) en zonas de alta montaña es un fenómeno claramente ligado al calentamiento global, causa principal del retroceso glaciar. El único caso documentado de una inundación debido a la ruptura de una laguna glaciar en Bolivia hasta la fecha ha ocurrido en 2009 en Keara, pequeño pueblo en la Cordillera Apolobamba.
En 2014, la investigadora inglesa Kathryn Robertson estaba en la región para realizar un estudio de campo detallado de la laguna “PEL_ORCO_002” en la cabecera del valle de Pelechuco. Presentamos a continuación una versión abreviada y traducida de su informe de campo.
Mapa de ubicación de la laguna glaciar en el valle de Pelechuco (K. Robertson)
[leer más]2015
Reacción Climática ha lanzado la campaña “¡Este Carnaval No dañes la Capa de Ozono!”, alertando sobre la destrucción de la capa de ozono por el uso de espumas carnavaleras, que por su contenido de hidroclorofluorocarbonos además contribuyen al calentamiento global.
Con motivo de las fiestas carnavaleras de estos días, presentamos aquí una versión abreviada del texto “Debe ser prohibida la venta de espumas carnavaleras que contienen gases de flúor” de Amos Batto, investigador de Reacción Climática y TierrActiva. La versión extendida incluye además todas las referencias y fuentes usadas por el autor.
[leer más]2014
El domingo en la madrugada ha terminado la Conferencia Climática de Lima, dos días después de lo previsto. El resultado es un acuerdo muy débil y poco satisfactorio, que deja más dudas que expectativas para la próxima Conferencia en París a finales de 2015.
Sin embargo, si miramos el cuadro más grande, más allá del espacio reducido de las negociaciones de la COP 20, podemos encontrar una buena cantidad de señales de esperanza.
Hace veinte años, desde la primera COP en Berlín en 1995, los países miembros de la Convención Climática se reúnen una vez al año en un esfuerzo de cumplir con el objetivo de la Convención (CMNUCC), que está definido en el artículo 2:
“El objetivo último de la presente Convención (...) es lograr (...) la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. (...)”
Una tarea que muchos pensaron posible cumplir en los años 90. A más tardar desde el fracaso de la COP 15 en Copenhague en 2009, está claro que el mundo no va a poder cumplir con varios de los países y poblaciones más vulnerables; para ellos no es “5 minutos antes de las 12”, sino 5 minutos después de la hora. Hemos fracasado.
En la reciente COP 20 de Lima, una vez más el resultado ha sido decepcionante; no se ha podido llegar a un acuerdo muy prometedor. Mientras tanto, el jefe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), ha explicado a los delegados y al mundo una vez más que en la actual trayectoria, llegaríamos a un aumento de temperatura de 4,8 °C a finales del siglo. Una perspectiva catastrófica.
Con cada décimo de grado de aumento de temperatura se suman otros millones de personas afectados por los impactos del cambio climático, olas de calor intensas, sequías prolongadas, inundaciones y otros eventos extremos. Ahora, frente a este panorama, ¿dónde encuentro señales de esperanza? – Si nos alejamos un poco de las negociaciones, se puede notar importantes cambios en el entorno de las Conferencias Climáticas.
La realidad muy lentamente se abre camino
La dura realidad está comenzando a asentarse en diferentes ámbitos. Es un proceso muy lento, pero se está dando. Con esto, desaparecen las incertidumbres y desde las tinieblas se vislumbran, cada vez un poco más claramente, los rasgos de la nueva vida en el planeta.
¿Cuáles son estas nuevas seguridades que nos ayudan a trazar el camino hacia adelante? – Está en primer lugar el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Los autores del Grupo de Trabajo I en su informe “Cambio climático 2013: Base de ciencia física” nos dicen con toda claridad: “El calentamiento en el sistema climático es inequívoco” y “la influencia humana en el sistema climático es clara”. Se acabó la discusión.
El Grupo de Trabajo II constata, igualmente sin dejar lugar a dudas: “Durante las décadas recientes, cambios en el clima han causado impactos en sistemas naturales y humanos en todos los continentes y a través de los océanos”.
Estos impactos sentimos ya con un aumento de temperatura de 0,85 °C, que ni siquiera ha sido asimilado por el sistema climático debido a su lentitud en reaccionar. Este dato nos da la certeza que un aumento de 2 °C es demasiado alto, y lo máximo que deberíamos tolerar son 1,5 °C, que además es el aumento que ya está comprometido por la suma de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos hasta la fecha.
El único futuro posible
En consecuencia, sabemos que a más tardar debemos llegar a cero emisiones a nivel global el 2050. El único futuro posible es uno de 100% de energías renovables a nivel global. La orientación para todo nuestro accionar, sea a nivel de individuos, comunidades, municipios o países está claramente señalizada.
Esto a su vez tiene consecuencias. Las energías fósiles tienen sus días contados. Está claro que no podemos quemar todos los combustibles fósiles –entre carbón, petróleo y gas- conocidos y contabilizados por las empresas y los países. La buena noticia: Los países petroleros y los bancos ahora lo están entendiendo. Las grandes empresas fósiles ya lo saben hace tiempo. A comienzos de diciembre, coincidiendo con la COP 20 de Lima, el Bank of England ha anunciado una investigación sobre el riesgo de colapso económico, porque las compañías petroleras y de carbón no podrán usar todas sus reservas.
Las grandes empresas van a tener que reajustar sus reservas contabilizadas y lo van a hacer en un futuro no tan lejano. Podemos anticipar el momento que el pánico hace su entrada, y después las cosas se van a mover muy rápidamente, mejor estar preparado. El único futuro posible es uno de 100% de energías renovables y cero emisiones de CO2 hasta el año 2050.
En el caso de los estados fósiles, el tema se presenta de una forma algo diferente. Todavía necesitan de la presión pública para asumir esta nueva realidad, que es algo que les cuesta. Ahí la sociedad civil tiene un campo de acción fértil para acelerar estos procesos.
El primero en salir del panorama es el carbón, el combustible fósil más sucio. La China lo ha entendido, aunque sea en buena parte debido a sus efectos nocivos sobre la salud humana en las grandes metrópolis del país. En el reciente Anuncio Conjunto con los Estados Unidos, China se comprometió de bajar el uso de carbón a partir de 2020. Con este anuncio se ha mandado un mensaje muy fuerte: También los países emergentes tienen que hacer esfuerzos en la mitigación del cambio climático. Se ha roto la separación dogmática del mundo en dos categorías de países, los desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
Está claro hace mucho tiempo que la energía nuclear no es opción. Demasiado caro. Demasiado peligroso. Punto final.
En el ámbito de las negociaciones también se observan elementos de una nueva realidad, a pesar de no haberse plasmado en el resultado logrado en la COP 20 de Lima. En relación a la mitigación del cambio climático, la magnitud de la reducción de emisiones necesarias de gases de efecto invernadero para quedar por debajo de los 2 °C es conocida: El Informe de la Disparidad en las Emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) establece en forma matemática e inequívoca el presupuesto de carbono existente todavía.
Al mismo tiempo, por la constelación de fuerzas e intereses, está claro que no va a ser posible lograr ningún acuerdo global sobre mitigación sin incluir la adaptaciónal cambio climático.
En un siguiente paso, en reconocimiento de que con el aumento de temperatura ya provocado, hemos sobrepasado los límites de la adaptación en diferentes ecosistemas (p.ej. los arrecifes de corales) y regiones (p.ej. las pequeñas islas del Pacífico), queda claro que cualquier acuerdo futuro necesariamente debe incluir “daños y pérdidas”.
Una vez que el Norte cumple con su promesa financiera hecha en 2011 en la Conferencia Climática de Copenhague de hacer disponible 100 mil millones de dólares anuales para apoyar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo, las economías emergentes y los países en desarrollo se van a subir al carro.
¿El camino por delante?
En resumen, el camino por delante ya está trazado de forma clara. Si los países ya habrán asimilado estas certezas y orientaciones básicas esbozadas líneas arriba de manera suficiente para llegar a la firma de un acuerdo climático realmente contundente el próximo año en la COP 21 de París, no podemos saber todavía.
Mientras tanto, tenemos que empezar a trabajar “a partir de ayer” en la construcción de esta nueva visión. Habría que hacer el mayor esfuerzo posible para que los públicos de la mayor cantidad de países lo entiendan y que en consecuencia exijan a sus gobiernos y negociadores trabajar y actuar en esta dirección. Tenemos un año.
En la siguiente entrada al Klimablog haré el intento de resumir las negociaciones y ofrecer un primer análisis de los resultados hacia la firma de un Acuerdo Climático en la Conferencia Climática COP 21 en París el próximo año.
Esta entrada al Klimablog cuenta con el financiamiento del Fondo Climático de la República Federal de Alemania, operado a través de su Embajada en Bolivia.
En la Conferencia Climática de Lima hace pocos días el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó el “Informe sobre la brecha de adaptación” (Adaptation Gap Report).
Se trata del primer reporte de este tipo preparado por el PNUMA, que intenta hacer “una evaluación preliminar de las brechas en la adaptación mundial en los ámbitos económico, tecnológico y de conocimiento” en relación a los riesgos e impactos del cambio climático.
[leer más]2014
El “Foro Global sobre Paisajes” (Global Landscapes Forum) se ha organizado el fin de semana entre las dos semanas de la Conferencia Climática de Lima, ya por segunda vez en este formato integrador de los ámbitos “bosques” y “agricultura”, que se había iniciado durante la Conferencia Climática de Varsovia el año pasado.
Bajo el título de “Paisajes sostenibles para una nueva agenda climática y de desarrollo – Una visión más allá del 2015” cientos de personas de todo el mundo se han reunido por dos días para debatir sobre el concepto de los paisajes sostenibles o “climáticamente inteligentes” e intercambiar experiencias concretas de su implementación en los diferentes continentes del Sur.
[leer más]El informe del Banco Mundial (BM) “4°. Bajemos la temperatura. Cómo hacer frente a la nueva realidad climática”, elaborado por el Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK) y Climate Analytics ha sido lanzado poco antes de comenzar la Conferencia Climática en Lima.
El Informe ya es el tercero que está publicando el Banco Mundial con el mensaje fuerte de los peligros de un mundo 4 °C más caliente, el aumento de temperatura que la humanidad está en camino a provocar hacia fines del siglo, si no se comienza ya durante los próximos años a bajar las emisiones globales de dióxido de carbono de forma masiva. Lo interesante para nuestra región: El Informe contiene un capítulo específico sobre América Latina y el Caribe.
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“Herramientas y Métodos para la Planeación y Toma de Decisiones en Agricultura y Cambio Climático” es el título de un taller organizado por el programa de investigación “Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria” (CCAFS), paralelo a la COP 20 en Lima.
En este taller latinoamericano de dos días se presentaron múltiples herramientas y ejemplos de caso de su aplicación en relación a la adaptación y mitigación del cambio climático por parte de productores y responsables de políticas públicas agrarias en los diferentes niveles.
[leer más]Poco antes de comenzar la Conferencia Climática, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha presentado la nueva versión de su “Informe sobre la disparidad en las emisiones” (The Emissions Gap Report) de 2014.
Mediante la medición de esta “disparidad” entre los compromisos voluntarios y las necesidades de reducción de emisiones, el informe de PNUMA establece la meta mínima a alcanzar por cualquier acuerdo climático. El Informe 2014 muestra de forma contundente que las promesas de reducción de los países hasta ahora no están encaminadas a cumplir la meta de mantener el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C.
[leer más]La próxima Conferencia Climática COP 20 de las Naciones Unidas se llevará a cabo entre 1 al 12 de diciembre de 2014 en la ciudad de Lima en el Perú.
Durante todo este tiempo, el Klimablog informará diariamente sobre las expectativas en la COP 20, las negociaciones, eventos paralelos importantes, las actividades de la sociedad civil, los posicionamientos del movimiento climático en la “Cumbre de los Pueblos” y los resultados obtenidos.
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