2015
Hace tres semanas, el papa Francisco ha publicado la “Carta encíclica LAUDATO SI´ sobre el cuidado de la casa común”, un posicionamiento de la iglesia católica sobre la situación de la tierra frente a la destrucción del medio ambiente, el cambio climático y el actual modelo de desarrollo del mundo.
A dos días de la visita del “Papa más simpático de los últimos tiempos” a Bolivia y a menos de medio año de la Conferencia Climática COP 21 en París, presentamos a continuación las partes más relevantes en relación al cambio climático de esta encíclica.
[leer más]Durante la feria Expo Forest que se llevó a cabo del 17 al 20 de junio en la ciudad de Santa Cruz, fue presentado el libro “Sistemas agroforestales en la amazonía boliviana. Una valoración a sus múltiples funciones a partir de estudios de caso”.
La publicación, que es producto de los esfuerzos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), presenta los resultados de una evaluación de los beneficios económicos, ambientales y sociales generados por los sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana. En co-autoría con el investigador principal del estudio, Vincent Vos, presentamos aquí los aspectos más sobresalientes en relación al rol de los Sistemas Agroforestales en la mitigación del cambio climático.
Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana; fotos: CIPCA
[leer más]En el reciente artículo científico “La contribución del escurrimiento glaciar hacia los recursos hídricos de la ciudad de La Paz, Bolivia (16°S)” (Contribution of glacier runoff to water resources of La Paz city, Bolivia (16°S)) se acierta que los glaciares de la Cordillera Real han estado aportando un 15% del agua disponible para La Paz y El Alto.
Con esto, la investigación presentada por Álvaro Soruco, del Instituto de Investigaciones Geológicas y del Medio Ambiente de la UMSA en La Paz y colegas confirma el dato que ya se estaba manejando hace un par de años y que aumenta hasta un 27% durante la época seca.
Represa de Milluni delante del Huayna Potosí, Cordillera Real
[leer más]Apoyado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a nivel de América Latina se está gestionando un “instrumento regional” para facilitar y garantizar el acceso a la información y participación en la toma de decisión en temas medioambientales para la sociedad civil.
Los 20 países latinoamericanos signatarios de la Declaración sobre la aplicación del “Principio 10” de la Declaración de Río de 1992 se han reunido en una primera ronda de negociación sobre derechos de acceso en asuntos ambientales. Publicamos a continuación un artículo de uno de los participantes de la sociedad civil boliviana, Arturo Bellot, representante de la Welthungerhilfe – Un mundo sin hambre.
Delegados de 20 países reunidos en el Comité de Negociación; foto: Arturo Bellot.
[leer más]El mes pasado, en la ciudad de Lima en el Perú, se realizó la primera conferencia regional andina “Enfrentando los impactos de la quema agrícola” de la Iniciativa Agrícola de la Coalición del Clima y Aire Limpio (CCAC).
La conferencia reunió expertos y representantes de instituciones públicas de toda la región para discutir formas como enfrentar la realidad de las quemas agrícolas, que no solamente contribuyen al cambio climático, sino también al retroceso glaciar a través de la deposición de carbono negro en las superficies blanca de nieve y hielo.
Contaminación atmosférica en el Altiplano y la Cordillera andina de Bolivia.
[leer más]La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.
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2015
La Ruptura de Lagunas Glaciares (Glacial Lake Outburst Floods – GLOFs) en zonas de alta montaña es un fenómeno claramente ligado al calentamiento global, causa principal del retroceso glaciar. El único caso documentado de una inundación debido a la ruptura de una laguna glaciar en Bolivia hasta la fecha ha ocurrido en 2009 en Keara, pequeño pueblo en la Cordillera Apolobamba.
En 2014, la investigadora inglesa Kathryn Robertson estaba en la región para realizar un estudio de campo detallado de la laguna “PEL_ORCO_002” en la cabecera del valle de Pelechuco. Presentamos a continuación una versión abreviada y traducida de su informe de campo.
Mapa de ubicación de la laguna glaciar en el valle de Pelechuco (K. Robertson)
[leer más]2015
Reacción Climática ha lanzado la campaña “¡Este Carnaval No dañes la Capa de Ozono!”, alertando sobre la destrucción de la capa de ozono por el uso de espumas carnavaleras, que por su contenido de hidroclorofluorocarbonos además contribuyen al calentamiento global.
Con motivo de las fiestas carnavaleras de estos días, presentamos aquí una versión abreviada del texto “Debe ser prohibida la venta de espumas carnavaleras que contienen gases de flúor” de Amos Batto, investigador de Reacción Climática y TierrActiva. La versión extendida incluye además todas las referencias y fuentes usadas por el autor.
[leer más]2015
Estimados lectores,
Desde las páginas virtuales del Klimablog les deseo éxito en sus emprendimientos para este nuevo año que comienza.
¡Para todas y todos deseo que el 2015 sea un año
de buenas noticias en la lucha por el clima!
Dirk Hoffmann
Editor Klimablog
www.cambioclimatico-bolivia.org
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2014
El domingo en la madrugada ha terminado la Conferencia Climática de Lima, dos días después de lo previsto. El resultado es un acuerdo muy débil y poco satisfactorio, que deja más dudas que expectativas para la próxima Conferencia en París a finales de 2015.
Sin embargo, si miramos el cuadro más grande, más allá del espacio reducido de las negociaciones de la COP 20, podemos encontrar una buena cantidad de señales de esperanza.
Hace veinte años, desde la primera COP en Berlín en 1995, los países miembros de la Convención Climática se reúnen una vez al año en un esfuerzo de cumplir con el objetivo de la Convención (CMNUCC), que está definido en el artículo 2:
“El objetivo último de la presente Convención (...) es lograr (...) la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. (...)”
Una tarea que muchos pensaron posible cumplir en los años 90. A más tardar desde el fracaso de la COP 15 en Copenhague en 2009, está claro que el mundo no va a poder cumplir con varios de los países y poblaciones más vulnerables; para ellos no es “5 minutos antes de las 12”, sino 5 minutos después de la hora. Hemos fracasado.
En la reciente COP 20 de Lima, una vez más el resultado ha sido decepcionante; no se ha podido llegar a un acuerdo muy prometedor. Mientras tanto, el jefe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), ha explicado a los delegados y al mundo una vez más que en la actual trayectoria, llegaríamos a un aumento de temperatura de 4,8 °C a finales del siglo. Una perspectiva catastrófica.
Con cada décimo de grado de aumento de temperatura se suman otros millones de personas afectados por los impactos del cambio climático, olas de calor intensas, sequías prolongadas, inundaciones y otros eventos extremos. Ahora, frente a este panorama, ¿dónde encuentro señales de esperanza? – Si nos alejamos un poco de las negociaciones, se puede notar importantes cambios en el entorno de las Conferencias Climáticas.
La realidad muy lentamente se abre camino
La dura realidad está comenzando a asentarse en diferentes ámbitos. Es un proceso muy lento, pero se está dando. Con esto, desaparecen las incertidumbres y desde las tinieblas se vislumbran, cada vez un poco más claramente, los rasgos de la nueva vida en el planeta.
¿Cuáles son estas nuevas seguridades que nos ayudan a trazar el camino hacia adelante? – Está en primer lugar el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Los autores del Grupo de Trabajo I en su informe “Cambio climático 2013: Base de ciencia física” nos dicen con toda claridad: “El calentamiento en el sistema climático es inequívoco” y “la influencia humana en el sistema climático es clara”. Se acabó la discusión.
El Grupo de Trabajo II constata, igualmente sin dejar lugar a dudas: “Durante las décadas recientes, cambios en el clima han causado impactos en sistemas naturales y humanos en todos los continentes y a través de los océanos”.
Estos impactos sentimos ya con un aumento de temperatura de 0,85 °C, que ni siquiera ha sido asimilado por el sistema climático debido a su lentitud en reaccionar. Este dato nos da la certeza que un aumento de 2 °C es demasiado alto, y lo máximo que deberíamos tolerar son 1,5 °C, que además es el aumento que ya está comprometido por la suma de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos hasta la fecha.
El único futuro posible
En consecuencia, sabemos que a más tardar debemos llegar a cero emisiones a nivel global el 2050. El único futuro posible es uno de 100% de energías renovables a nivel global. La orientación para todo nuestro accionar, sea a nivel de individuos, comunidades, municipios o países está claramente señalizada.
Esto a su vez tiene consecuencias. Las energías fósiles tienen sus días contados. Está claro que no podemos quemar todos los combustibles fósiles –entre carbón, petróleo y gas- conocidos y contabilizados por las empresas y los países. La buena noticia: Los países petroleros y los bancos ahora lo están entendiendo. Las grandes empresas fósiles ya lo saben hace tiempo. A comienzos de diciembre, coincidiendo con la COP 20 de Lima, el Bank of England ha anunciado una investigación sobre el riesgo de colapso económico, porque las compañías petroleras y de carbón no podrán usar todas sus reservas.
Las grandes empresas van a tener que reajustar sus reservas contabilizadas y lo van a hacer en un futuro no tan lejano. Podemos anticipar el momento que el pánico hace su entrada, y después las cosas se van a mover muy rápidamente, mejor estar preparado. El único futuro posible es uno de 100% de energías renovables y cero emisiones de CO2 hasta el año 2050.
En el caso de los estados fósiles, el tema se presenta de una forma algo diferente. Todavía necesitan de la presión pública para asumir esta nueva realidad, que es algo que les cuesta. Ahí la sociedad civil tiene un campo de acción fértil para acelerar estos procesos.
El primero en salir del panorama es el carbón, el combustible fósil más sucio. La China lo ha entendido, aunque sea en buena parte debido a sus efectos nocivos sobre la salud humana en las grandes metrópolis del país. En el reciente Anuncio Conjunto con los Estados Unidos, China se comprometió de bajar el uso de carbón a partir de 2020. Con este anuncio se ha mandado un mensaje muy fuerte: También los países emergentes tienen que hacer esfuerzos en la mitigación del cambio climático. Se ha roto la separación dogmática del mundo en dos categorías de países, los desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
Está claro hace mucho tiempo que la energía nuclear no es opción. Demasiado caro. Demasiado peligroso. Punto final.
En el ámbito de las negociaciones también se observan elementos de una nueva realidad, a pesar de no haberse plasmado en el resultado logrado en la COP 20 de Lima. En relación a la mitigación del cambio climático, la magnitud de la reducción de emisiones necesarias de gases de efecto invernadero para quedar por debajo de los 2 °C es conocida: El Informe de la Disparidad en las Emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) establece en forma matemática e inequívoca el presupuesto de carbono existente todavía.
Al mismo tiempo, por la constelación de fuerzas e intereses, está claro que no va a ser posible lograr ningún acuerdo global sobre mitigación sin incluir la adaptaciónal cambio climático.
En un siguiente paso, en reconocimiento de que con el aumento de temperatura ya provocado, hemos sobrepasado los límites de la adaptación en diferentes ecosistemas (p.ej. los arrecifes de corales) y regiones (p.ej. las pequeñas islas del Pacífico), queda claro que cualquier acuerdo futuro necesariamente debe incluir “daños y pérdidas”.
Una vez que el Norte cumple con su promesa financiera hecha en 2011 en la Conferencia Climática de Copenhague de hacer disponible 100 mil millones de dólares anuales para apoyar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo, las economías emergentes y los países en desarrollo se van a subir al carro.
¿El camino por delante?
En resumen, el camino por delante ya está trazado de forma clara. Si los países ya habrán asimilado estas certezas y orientaciones básicas esbozadas líneas arriba de manera suficiente para llegar a la firma de un acuerdo climático realmente contundente el próximo año en la COP 21 de París, no podemos saber todavía.
Mientras tanto, tenemos que empezar a trabajar “a partir de ayer” en la construcción de esta nueva visión. Habría que hacer el mayor esfuerzo posible para que los públicos de la mayor cantidad de países lo entiendan y que en consecuencia exijan a sus gobiernos y negociadores trabajar y actuar en esta dirección. Tenemos un año.
En la siguiente entrada al Klimablog haré el intento de resumir las negociaciones y ofrecer un primer análisis de los resultados hacia la firma de un Acuerdo Climático en la Conferencia Climática COP 21 en París el próximo año.
Esta entrada al Klimablog cuenta con el financiamiento del Fondo Climático de la República Federal de Alemania, operado a través de su Embajada en Bolivia.
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