2018
Vietnam es uno de los países más afectados por el cambio climático, entre otros elementos por sus dos grandes deltas fluviales – el del Río Rojo en el norte, y el del Río Mekong en el sur – y una larga costa de más de 3.000 kilómetros.
En relación a la adaptación y la mitigación del cambio climático, el panorama es complicado; por un lado existen diversas acciones para adaptarse a los múltiples impactos del cambio climático, mientras que al mismo tiempo se prevé un fuerte aumento de la capacidad de generación de electricidad en base a carbón durante las próximas décadas.
Un cinturón angosto de manglares protege la costa del delta del Río Mekong. Foto: cortesía de Roman Sorgenfrei
Vietnam está configurado por dos grandes deltas fluviales, donde vive la mayor parte de su población de 95 millones de habitantes: el del Río Rojo en el norte, con la capital Hanoi a su centro. Luego, está el delta del Río Mekong en el sur del país, con la metrópoli de Ho Chi Minh City, la otrora Saigon.
A lo largo de Vietnam, país del sureste asiático de 331.000 km², los impactos del cambio climático ya se sienten muy fuertemente. En 2016 el país sufría de una sequía de dimensiones históricas. Su larga línea costera de 3.260 kilómetros lo hace extremadamente vulnerable a la subida del nivel del mar.
Según cifras del gobierno, en el transcurso de los últimos 50 años, la temperatura promedio en Vietnam ha aumentado por 0,5 °C, mientras que el nivel del mar ha subido 20 cm. Eventos climáticos extremos han aumentado tanto en frecuencia como en intensidad.
El delta del Mekong se hunde a una velocidad acelerada
Según el investigador independiente Nguyen Huu Thien, “intervenciones de cambio climático bien intencionadas, pero mal guiadas en el delta del río Mekong están causando más daño que bien”. Lo que se necesita ahora, antes de todo, es un cambio radical de pensamiento, alejándose de las intervenciones forzadas hacia actividades que “abrazan los ciclos naturales”.
En el pasado, las autoridades habían construido un sinfin de compuertas, para proteger los ríos y canales de la entrada del agua salina desde el mar. Sin embargo, con esto se interrumpió “el intercambio normal del agua”, con lo que aumentaron los niveles de contaminación de los ríos y canales, ahora devueltos cuerpos de agua estancada.
Las miles y millones de toneladas de pesticidas e insecticidas, junto con los estimulantes de crecimiento de la acuacultura y los desechos humanos e industriales, dejaron un cóctel altamente venenoso en el ecosistema acuático.
En consecuencia, los pobladores empezaron a recurrir al agua subterránea para abastecerse y para sus cultivos. con más de un millón de pozos en la planicie del delta del Mekong, la extracción masiva desde el manto freático ha llevado a otro fenómeno: el hundimiento de la tierra (subsidence). Toda la región se hunde al ritmo de 1,6 cm al año (sí, al año).
Esto, a su vez, facilita la salinización de esta vasta región de producción agrícola intensiva. Un verdadero círculo vicioso, que se vuelve pero si agregamos el impacto del cambio climático en forma del aumento del nivel del mar (SLR – Sea Level Rise). Con un aumento de 1 metro, más del 38% del area terrestre de 10 provincias en el delta del Mekong y la ciudad de Ho Chi Minh quedarán inundadas por agua salina, afectando a la región mayor productora de arroz del país y poniendo en peligro la integridad de la misma costa.
Sin embargo, el hundimiento de la tierra y la infiltración de agua salada no esta visto como algo negativo por todos. “Si el cultivo de arroz ya no es factible, cambiamos a la acuacultura y producimos camarones”, es una respuesta bastante común de las personas.
Reparación de un dique erosionado. Foto: cortesía de Roman Sorgenfrei
Algunos estudios indican que originalmente la mayor parte de la costa de Vietnam estaba cubierta de manglares de un kilómetro de profundidad. Pero al igual que en otras regiones de Asia, bosques enteros han sido cortados para dar campo a los cultivos industriales de camarones, y también para establecer cultivos de arroz a gran escala.
“A nivel mundial los manglares costeros de los trópicos se han visto reducidos a un tercio de su extensión original”, dice el profesor Nguyen Huu Thien, secretario general del Comité Nacional del programa “El Hombre y la Biósfera”. “Vietnam se tenía que recuperar de dos guerras. En esto, se ha priorizado el desarrollo económico por encima de la protección del medio ambiente.”
Los investigadores Alex Chapman de la Universidad de Southampton y Van Pham Dang Tri de la Universidad de Can Tho, ubicada en el centro de la planicie del Mekong, están alertando sobre una crisis migratoria inminente por los impactos del cambio climático en Vietnam. Según las cifras presentadas por ellos, la migración desde el delta del Mekong hacia otras regiones del país ya ha comenzado. “Durante los últimos 10 años aproximadamente 1,7 millones de personas han emigrado desde la vasta planicie de cultivos, ríos y canales, mientras que solamente 700.000 han llegado”.
“Miles de kilómetros de diques, algunos de más de cuatro metros de altura, trocean ahora el delta. Fueron construidos principalmente para proteger a la gente y a las cosechas de las inundaciones, pero esos mismos diques han alterado de manera fundamental el ecosistema”.
No falta la ironía en que el gobierno de Vietnam tiene previsto la construcción de 14 nuevas centrales termoeléctricas en la región del delta del Mekong para abastecer la creciente demanda del país.
De hecho, Vietnam es otro de los países que gozan de abundante sol – al igual que Bolivia – y todavía casi no la utilizan para satisfacer las crecientes necesidades energéticas de su población. La revolución de las energías renovables todavía no ha tocado la puertas en el país de los hijos y nietos de Ho Chi Minh.
Reforestación con manglares para proteger la costa del delta del Río Mekong. Foto: cortesía de Roman Sorgenfrei
Mitigación y adaptación en desbalance
En relación a la adaptación y la mitigación del cambio climático se pinta un panorama complicado. Mientras por un lado existen diversas acciones para adaptarse a los múltiples impactos del cambio climático, la política energética actual prevé un fuerte aumento de la capacidad de generación de electricidad en base a carbón durante las próximas décadas.
Diferentes proyectos del gobierno y de la cooperación internacional se esfuerzan a apoyar a la población pobre en adaptarse a las nuevas realidades climáticas. Esto incluye tanto el desarrollo y la promoción de alternativas económicas, como la reforestación para protegerse de los fuertes vientos y mejorar el balance hídrico.
En su NDC (Contribución Nacionalmente Determinada), que el gobierno de Vietnam registró con el Secretariado de la Convención Climática en 2015 antes de la Conferencia Climática de París, se identifica el camino para las reducciones de los gases de efecto invernadero (GEI) entre 2021-30. Lo que se prevé es una reducción del 8%, comparado con el escenario de seguir el actual camino de desarrollo (BAU – business-as-usual). Es decir, en cifras absolutas se prevé un fuerte crecimiento de emisiones de 474 mio t CO2e a más de 700 mio t CO2e – en vez de llegar a 787 mio t CO2e.
En el otro lado, se espera un aumento de temperatura entre 2 y 3 °C hasta finales del siglo. Se teme una intensificación de la temporada de los tifones, que podrían volverse más frecuentes y más severos a la vez. Las precipitaciones aumentarán durante la época de lluvias y se disminuirán durante la época seca – casi al igual que lo que está previsto para Bolivia.
El Banco Mundial ha calculado que anualmente el país pierde casi el 0,5% de su Producto Interno Bruto (PIB) a causa de “catástrofes naturales”, que en su mayoría son consecuencia del cambio climático.
“La adaptación al cambio climático es vital para Vietnam y es considerada por el gobierno como una tarea prioritaria para reducir los niveles de vulnerabilidad”, constata el gobierno en su Contribución Nacionalmente Determinada hacia las Naciones Unidas.
En la mañana del 20 de septiembre de 2017, el huracán “María“, que por su paso ya había destruido buena parte de la pequeña isla caribeña de Dominica y las Islas Vírgenes, pasó por Puerto Rico, dónde causó destrozos catastróficos, dejando toda la isla sin electricidad. Ya era el tercer huracán fuerte de la temporada.
Para los expertos de la reaseguradora Munich Re el nivel de daños económicos causados por estos tres huracanes son parte de la “nueva normalidad”, cortesía del cambio climático. Pasó casi medio año, pero los daños todavía no han sido reparados por completo – probablemente también parte de la “nueva normalidad” para las víctimas en los países del Sur.
La destrucción del sistema eléctrico de Puerto era casi completa; photo: Puerto Rico National Guard/Creative Commons
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La primera mala noticia ya había llegado un par de semanas antes del comienzo de la tercero vigésima Conferencia Climática de las Naciones Unidas COP 23: Las emisiones de dióxido de carbono habían aumentado nuevamente en el año 2017, después de haber mantenido su nivel durante casi tres años.
La COP 23 misma no trajo resultados de envergadura, que era de esperarse, porque no se trataba de tomar grandes decisiones, sino avanzar en la implementación del Acuerdo de París sellado hace dos años en la capital de Francia.
Bienvenidos a la “COP del Pacífico” de Fiyi en la ciudad de Bonn, Alemania.
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A partir del mes de julio del año en curso, la nueva y condecorada revista “Anthropocene” cuenta con la traducción de varios de sus artículos al español, y está libremente disponible en su página web.
La revista “Anthropocene” ha sido fundado el año 2016, y está editada por el consorcio de investigación global Future Earth. Presentamos a continuación la introducción a los primeros artículos en español, seleccionados del No 2 de la revista”.
[leer más]¿Cómo podemos entender la relación entre el discurso de la adaptación al cambio climático y los proyectos de desarrollo a gran escala emprendidos por el Estado boliviano?, es la pregunta guía para la investigación de Brett Buckingham, investigador estadounidense con un BA en geografía de la Universidad de California en Berkeley.
Buckingham pasó varios meses en el país para la investigación de su tesis de honor, que enfoca en la Amazonía boliviana y describe como la “adaptación” al cambio climático es parte de un discurso de desarrollo neoliberal en Bolivia. Presentamos a continuación la traducción de un resumen extenso preparado por el autor.
Casas nuevas en pilotes en el Beni
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La semana pasada el proceso de ratificación del Acuerdo de París ya pasó la barrera puesta para su entrada en vigencia. Con la ratificación de la Unión Europea, ya son más de 74 países responsables de más del 58,8% de las emisiones globales.
Con este proceso récord, el Acuerdo de París ya entrará en vigencia el 4 de noviembre de 2016, unos días antes de la próxima Conferencia Climática COP 22 en Marrakech, Marruecos.
Gráfico de las Naciones Unidas mostrando que más de 55 países responsables por más del 44% de las emisiones ya han ratificado el Acuerdo de París; fuente: newsroom.unfccc.int
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Transformar el conocimiento científico sobre el cambio climático en políticas públicas es sin duda uno de los grandes retos de nuestro tiempo. La reciente publicación “Toma de decisiones y cambio climático: acercando la ciencia y la política en América Latina y el Caribe” del Centro Regional de Cambio Climático y Toma de Decisiones de la UNESCO busca ser una reflexión cómo concebir puentes necesarios para generar una interacción efectiva entre ambos espacios.
Los distintos ensayos de la publicación nos demuestran “que la interacción entre ciencia y política, si bien difícil de conseguir, es necesaria a la hora de modificar enfoques de política a nivel nacional, regional e internacional”. Republicamos a continuación la presentación sobre este importante libro, del blog informativo LatinClima del 30 de agosto de 2016.
[leer más]En su más reciente Congreso Mundial de la Naturaleza (World Conservation Congress) de comienzos de septiembre, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentó “Los Compromisos de Hawai´i”, declaración que llama a frenar el deterioro global de las condiciones para la vida en el planeta.
Los 10.000 participantes reunidos en las islas pacíficas de Hawai´i bajo el lema “Planeta en la encrucijada”, identificaron tres temáticas críticas para la conservación: el nexo entre la diversidad biológica y cultural; la importancia del océano del mundo y las amenazas para la biodiversidad causadas por la pérdida de hábitats, el cambio climático, las especies invasoras y la explotación insostenible.
[leer más]En una acción coordinada y celebrada junto al Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon, los dos mayores emisores de dióxido de carbono, China y los Estados Unidos, han anunciado la ratificación del Acuerdo de París.
Con este paso aumenta considerablemente la probabilidad de que este acuerdo climático fundamental pueda entrar en fuerza todavía este año, que ahora lo han ratificado ya 27 países, responsables del casi 40% de las emisiones globales. Para entrar en vigencia, son necesarios 55 países, responsables del 55% de las emisiones globales.
Gráfico mostrando el estado de avance en ratificación del Acuerdo de París: Ya firmaron 27 países, responsables del 39,08% de las emisiones globales; fuente: UNFCCC
[leer más]El “Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono” es sin duda el tratado medioambiental internacional más exitoso que el mundo ha firmado hasta la fecha. Desde su entrada en vigencia en 1987, ha permitido que la capa de ozono entre en un lento proceso de recuperación.
Sin embargo, uno de los efectos colaterales de la prohibición de ciertas sustancias que dañan la capa de ozono ha sido su reemplazo por otros químicos, que en algunos casos tienen un poder enorme de calentamiento atmosférico, como es el caso de los hidrofluorocarbonos (HFCs), y cuya reglamentación es vital para limitar el aumento de la temperatura global.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse