La reciente investigación sobre la relación entre los eventos de El Niño (o ENSO) y el cambio climático realizada por un grupo de científicos de diferentes países liderizada por Wenju Cai, no trae ninguna buena noticia para Bolivia:
Según la publicación titulada “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” (Increasing frequency of extreme El Niño events due to greenhouse warming) publicada en la revista nature climate change, los “Niños” extremos, como aquellos de 1982/83 y 1997/98, a futuro se duplicarán en su frecuencia en respuesta al calentamiento global.
Comparación entre la situación de hoy (arriba) y el futuro (abajo) en la ocurrencia de los eventos El Niño extremos
Uno de los fenómenos climáticos predominantes en toda la región andina y en la costa occidental de América del Sur en general es “El Niño”, la Oscilación Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés). El Niño es un fenómeno climático natural, que tiene impactos en toda la región del Pacífico. Se origina en el Pacífico oriental a la altura de la línea del Ecuador, cuando se debilitan los alisios, vientos que circulan entre los trópicos hacia el Ecuador. Esto provoca un calentamiento de las aguas de esta región por encima de lo normal.
Los principales impactos de los fenómenos climáticos en Bolivia están relacionados directamente con “El Niño” y “La Niña”, como también se llama la fase fría del ENSO. El Niño está normalmente asociado con precipitaciones positivas en el oriente y anomalías negativas, es decir sequías, en el occidente del país.
Sin embargo, a nivel científico hasta hace poco, todavía no se disponía de claridad acerca del impacto del cambio climático sobre la frecuencia o magnitud de El Niño/La Niña. Existe una tendencia de incremento del fenómeno de “El Niño” hacia finales del siglo XX, pero ésta se encuentra todavía en los rangos naturales, si se analiza el comportamiento del ENSO-fase caliente a lo largo de varios siglos. Por el otro lado, también se pensaba que se podría tratar del comienzo de una tendencia de intensificación del El Niño/La Niña, que se estaría acentuando fuertemente durante las próximas décadas debido al calentamiento global.
Es sobre este trasfondo del debate científico, que el nuevo estudio “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” de Cai y colegas establece con mucha claridad que el cambio climático tiene efectos dramáticos sobre la ocurrencia del fenómeno El Niño:
El modelamiento realizado ha mostrado que de forma agregada, el número total de eventos El Niño disminuye levemente, pero el número total de eventos El Niño extremos aumenta considerablemente. Los “Niños extremos” paradigmáticos del pasado identificados por los autores son el de 1982/83 y el de 1997/98, ambos parte de la memoria colectiva de nuestro país, por las condiciones de extrema sequía que han traído en la parte occidental. El Niño de 1997/98 ha sido también llamado “el evento climático del siglo XX” por la gran destrucción que ha causado en toda la cuenca del Pacífico, dejando miles de muertos y billones de dólares en daños materiales.
Según estas nuevas investigaciones, en vez de contar con un El Niño extremo, como el de 1997/98, una vez en 20 años, en el futuro se tendría que esperarlo una vez por década.
Durante años de El Niño, la pérdida de masa de los glaciares aumenta considerablemente
El investigador Nathaniel C. Johnson en su comentario “Fuerte aumento en El Niño extremo” (A boost in big El Niño) en la revista nature climate change, explica la diferencia entre un evento El Niño normal y uno extremo:
“Durante un episodio típico de El Niño, el Océano Pacífico oriental se caliente considerablemente y la lluvia tropical migra hacia el Pacífico ecuatorial central, pero el Pacífico ecuatorial oriental se mantiene seco, porque la atmósfera se mantiene estable.”
“Con un aumento fuerte proyectado para la ocurrencia de eventos “El Niño” extremos, deberíamos esperar una mayor ocurrencia de eventos climáticos devastadores, que tendrán implicaciones pronunciadas para el clima del siglo XXI”, concluyen Cai y co-autores.
“Un El Niño moderado de hoy se convierte en un evento extremo en el futuro”, advierte el autor principal Wenju Cai, modelador climático de Australia. Lo novedoso de la metodología usada consiste en que se ha buscado la correlación entre El Niño y la precipitación en la parte oriental del Pacífico – en vez de enfocarse en las diferencias de temperatura entre el Pacífico occidental y oriental, el método tradicional.
A pesar de los cambios en el sistema climático, los lugares que serán impactados por eventos extremos El Niño no cambiarán: “En un lugar dado, los impactos de eventos El Niño extremos del pasado, se repetirán con más frecuencia en el futuro en la medida que el planeta se calienta”.
“El impacto más inmediato sería sobre los países vecinos, como Perú y Ecuador”, agrega Cai. Pero Bolivia igualmente estaría afectado fuertemente, como han demostrado los Niños extremos de 1982/83 y 1997/98. ENSOs extremos, sin embargo, tienen impactos en regiones muy lejanos, desde el sureste de Asia hacia el sudoeste de los Estados Unidos; es un fenómeno climático realmente global.
Un número cada vez más grande de modelos climáticos están ahora prediciendo un El Niño para más tarde en el año, que probablemente se prolongaría hacia 2015, porque la duración normal de un Niño es de entre 12 y 18 meses.
Si esta probabilidad del 76% para un evento El Niño se da todavía en 2014, es muy probable que lo convierta en el año más caliente en la Tierra desde que existen registros de temperatura, comenta Cai, pero si se desarrolla un poco más tarde este récord de temperatura podría pasar a 2015. “Es posible, pero no es seguro”, agrega.
El vertiginoso aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de nuestro planeta no solamente está causando un calentamiento global y consecuente cambio climático, sino también altera la química de los océanos del mundo en una forma dramática, con consecuencias para los ecosistemas marinos todavía poco comprendidas.
Los océanos ya son un 26% más ácidos comparados con tiempos pre-industriales y la actual tasa de acidificación es 10 veces más alta que hace 55 millones de años, cuando ocurrió una extinción en masa de especies marinas.
[leer más]Una vez más en febrero de este año buena parte de las tierras bajas de Bolivia se encuentran bajo agua, ciudades y campos inundados por las lluvias y los desbordes de los grandes ríos amazónicos. Cada día aumenta el número de los damnificados y las personas muertas.
Frente a este panorama se escucha con frecuencia la pregunta, ¿si se trata de la misma historia de cada año? o ¿nos encontramos ya frente a los impactos del calentamiento global y del cambio climático? – La respuesta tiene diferentes facetas y es contradictoria, como mostraremos en este artículo.
La plaza de Rurrenabaque con la Alcaldía sin agua (izq.) y bajo agua (dcha.)
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“Las poblaciones más pobres son más vulnerables a los fenómenos climáticos extremos, una mayoría de ellas mujeres. Y aunque las mujeres tienen un menor impacto sobre el medio ambiente, están siendo desproporcionadamente afectadas por el cambio climático”, constata Carmen Capriles, Ing. Agrónoma experta en Cambio Climático y Género del Colectivo Reacción Climática.
En el artículo que sigue, en calidad de experta externa, Carmen Capriles nos relata los esfuerzos en curso de introducir el enfoque de género al actual proceso de definir “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que está llevando a cabo Naciones Unidas, y que deben responder también a los retos del cambio climático.
Mujeres aymaras en un taller de percepciones sobre cambio climático, Ayllu Chuñawi
[leer más]2014
Un estudio reciente acaba de constatar que la duración de la época seca en la parte sur de la Amazonía– donde se encuentra una buena parte del territorio boliviano - ha aumentado considerablemente durante las últimas 3 décadas.
Según los científicos del estudio “Increased dry-season length over southern Amazonia in recent decades and its implications for future climate projections”, esta prolongación de 3 semanas se debe principalmente al retraso de la terminación de la época seca. Con esta investigación, se confirman por primera vez las numerosas observaciones realizadas en Bolivia que apuntan a un atraso en el inicio de la época de lluvias debido al cambio climático.
[leer más]El pasado miércoles 22 de enero la Comisión Europea ha acordado las nuevas metas para la política de clima y energía de la Unión Europea hasta 2030. Estas metas definen el marco para los tres pilares de la política energética de las próximas décadas: reducción de emisiones, uso de energías renovables y eficiencia energética.
A pesar de proponer una meta vinculante aparentemente ambiciosa para la reducción de emisiones de dióxido de carbono de 40% (para 2030, comparado con 1990), la Unión Europea ha perdido la oportunidad de retomar el liderazgo climático a nivel internacional en el camino hacia la Conferencia Climática en París el próximo año.
Malas perspectivas para la COP 21 en París en 2015...
[leer más]Todos en La Paz y El Alto se recuerdan del glaciar Chacaltaya, que una vez albergaba la pista de esquí con lift más alta del mundo, aunque este glaciar ha desaparecido entre 2009 y 2010.
En esta nueva entrada de un “experto externo” al Klimablog, el Dr. Ing. Carlos Olmos, experto en hidrología glaciar, nos relata, como los resultados de la investigación sobre el retroceso glaciar en la Cordillera de La Paz son incorporados en la planificación de la gestión del agua. Olmos señala la importancia de la elaboración del Plan Maestro de Agua Potable y Saneamiento de la Zona Metropolitana de La Paz y nos hace recuerdo que más allá del cambio climático son sobre todo factores demográficos que deben ser tomados en cuenta para una adecuada gestión de los recursos hídricos.
El Chacaltaya en 2009 (izq.); medición de espesores glaciares en Condoriri, Misión ULB 2009. Fotografías: Olmos
[leer más]2014
A partir de este año, las entradas adicionales bajo el titulo “Edición especial: Experto del mes” de un experto en la temática cambio climático que hasta la fecha se publicaban cada 15 del mes, se publicarán dentro del ritmo semanal del Klimablog, que cuenta con entradas nuevas cada lunes.
El objetivo de estas entradas de expertos climáticos externos, tanto científicos como actores del ámbito político o de la sociedad civil, es ofrecer a nuestros lectores una gama más amplia de opiniones y de informaciones de primera mano.
Por lo tanto, la siguiente entrada, dedicada al retroceso glaciar y el futuro del recurso agua en la región paceña estará a cargo del investigador boliviano Carlos Olmos, que se publicará el día lunes 20 de enero.
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2014
El paso por territorio boliviano por primera vez de una parte del Rally Dakar, sin duda, ha despertado un amplio sentido de orgullo nacional en buena parte de la población boliviana. Si uno sigue los medios de comunicación, se puede dar cuenta de la sensación de fiesta nacional.
Queremos hacernos en esta entrada al Klimablog la pregunta, ¿qué significa el paso del “Dakar” por Bolivia en términos de la lucha contra el cambio climático? y ¿qué nos dice sobre los derechos de la Pachamama?
[leer más]La quinua es un cultivo originario de los Andes de América del Sur. Su cultivo se concentra principalmente en las regiones altiplánicas de Bolivia y Perú pero también en Ecuador, Argentina, Colombia y Chile. Gracias a su adaptabilidad se la encuentra desde el nivel del mar hasta los 4.000 msnm, en climas que varían desde templados cálidos hasta muy fríos, últimamente favorecidos por el calentamiento global y la demanda de los mercados internacionales.
Como parte de las actividades del “Año Internacional de la Quinua”, se desarrolló el “Primer Simposio Internacional de Productores e Investigadores, por los Valores Culturales y Nutricionales de la Quinua en Bolivia” los días 14, 15 y 16 de diciembre de 2013 en la ciudad de Oruro – Bolivia. Ofrecemos aquí un resumen de los puntos más sobresalientes.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse