2015
Investigaciones científicas recientes demuestran que la temporada de incendios se ha prolongado por casi 20 por ciento dentro de los últimos 35 años a nivel global, debido a temperaturas promedio más altas.
Alaska, Canadá y parte del occidente de los Estados Unidos están experimentando unos de los mayores incendios forestales desde que se registran los datos, en una muestra de lo que podrá volverse la nueva normalidad bajo el impacto del cambio climático.
La prolongación de la temporada de incendios
“Las épocas con condiciones climáticas propicias a incendios se han prolongado en 29,6 millones de kilómetros cuadrados de la superficie cubierta por vegetación de la Tierra”, es el resultado principal de un estudio publicado en julio de este año por la revista Nature Communications. Esto corresponde a un incremento global de la duración de la temporada de fuego de un 18,7% en solo 35 años.
En el estudio “Variaciones en el peligro de incendios en ecosistemas naturales inducidos por el clima de 1979 a 2013”(Climate-induced variations in global wildfire danger from 1979 to 2013) Matt Jolly y colegas también muestran una duplicación del área global susceptible a incendios debido a la prolongación de las temporadas propicias a incendios: “A nivel global estamos viendo cada vez más áreas que están entrando a estas épocas excepcionalmente prolongadas”.
“Hemos demostrado que los cambios combinados de las condiciones meteorológicas terrestres durante las últimas tres décadas y media han promovido la prolongación de la temporada global de incendios”, dijeron los científicos de EE. UU. y Australia. Los hallazgos corresponden a todos los continentes del mundo con la excepción de Australia.
América del Sur ha sido afectada por las tendencias detectadas por el estudio de manera especialmente fuerte. “Bosques tropicales y sub-tropicales, pastizales y sabanas han experimentado cambios tremendos en la duración de la temporada de fuegos, con un incremente promedio de 33 días en el transcurso de los últimos 35 años”.
Los investigadores agregan una advertencia muy concreta: “Si estas tendencias continúan, el mayor potencial para incendios forestales puede llegar a tener impactos globales socio-económicos, ecológicos y climáticos notables”.
Peor todavía, los investigadores sospechan que el aumento del riesgo de incendios puede estar relacionado con la disminución de la capacidad de la vegetación de absorber dióxido de carbono desde la atmósfera. Hasta la fecha, esta capacidad de los árboles y plantas ha ayudado a que no todo el CO2 emitido por la humanidad se haya quedado en la atmósfera, y de esta forma amortiguado su impacto. Si fuera así, los incendios podrían alimentar retroalimentaciones positivas dentro del sistema climático: Mayor temperatura causa mayores incendios; mayores incendios llevan a mayores emisiones y un aumento de la temperatura.
Patrones globales de cambios en la temporada de incendios de 1979 a 2013. Los colores indican aquellas áreas que muestran tendencias significativas; fuente: Jolly et al.
El cambio climático provoca récord de incendios en Alaska, Canadá y Estados Unidos
Julio ha sido un mes terrible en Alaska por el gran número de incendios y la gran extensión de bosque quemado. Todo apuntaba a que 2015 sería el nuevo año récord. A comienzos de agosto ya se habían quemado 5 millones de acres, lo que equivale a aproximadamente 2 millones de hectáreas de superficie.
Hasta la fecha, el peor año había sido 2004, cuando 701 incendios destruyeron un total de 2,6 millones hectáreas. Con la proximidad del inicio de la época húmeda en buena parte de su territorio, sin embargo, ahora parece que los incendios de este año se quedarán en el segundo lugar y ya no alcanzarán el récord de área quemada de 2004.
También en el oeste de Canadá esta temporada de fuegos es una de las peores hasta la fecha, con un total de 4 millones de hectáreas quemadas – casi el doble del promedio de los últimos diez años. En julio, miles de personas han tenido que ser evacuadas. Según el gobernador de la provincia de Saskatchewan, la actividad del fuego era diez veces mayor que normal.
Una buena parte del humo de los cientos de fuegos ha encontrado su camino hacia el sur, creando condiciones de humareda densa en varios estados de los Estados Unidos, causando el aumento de problemas respiratorios en la población.
La expectativa hacia el futuro es muy clara. Con el aumento de las temperaturas van a aumentar las áreas secas en el país, lo que llevaría a una extensión de la temporada de incendios y en consecuencia, el número de fuegos.
Incendios en la región ártica ponen en peligro el permafrost
Más allá de las implicancias para la salud humana, la vida silvestre y la biodiversidad, la magnitud de los incendios en la región ártica tiene implicancias importantes para el calentamiento global. Estos incendios de gran escala ponen en peligro al permafrost, el (sub-)suelo permanente congelado, en lo que podría ser otro ciclo de retroalimentación positiva. El 80% de los suelos de Alaska y el 50% de los suelos de Canadá contienen permafrost.
En los lugares afectados por incendios, hay una alta probabilidad de que se comience a derretir la parte del permafrost cercano a la superficie, lo que resulta en emisiones adicionales de dióxido de carbono y de metano, agravando el calentamiento global.
Al igual que en Alaska y el oeste de Canadá, el oeste de los Estados Unidos está experimentando una de sus temporadas de fuego más desastrosas. En el estado noroeste de Washington los incendios han entrado incluso al bosque húmedo del Parque Nacional Olímpico, el lugar más húmedo de la parte continental de los Estados Unidos, indicando la severidad de la sequía de los últimos años.
Solo en California, a comienzos de mes más de 10.000 bomberos trataban de controlar 22 fuegos de gran extensión. “Para poner estos números de bomberos en perspectiva, es aproximadamente el número de soldados que tiene los Estados Unidos en Afganistán”, comentó Andrew Freedman en su artículo sobre los incendios en California.
California vive la peor sequía de su historia recordada, con su cuarto verano consecutivo de sequía. En todo el país, hasta la fecha se quemaron 2,4 millones de hectáreas, cifra 50% por encima del promedio.
Según el “Diagnóstico Climático Nacional” (National Climate Assessment) de 2014, la reducción de la cobertura de nieve en primavera y el escurrimiento disminuido llevarán a mayores condiciones de sequía. Estas condiciones, a su vez, llevarán a incendios mayores en cantidad y extensión en toda la región suroriental de los Estados Unidos.
Para los investigadores, la relación con el cambio de las condiciones climáticas es obvia: “El análisis multivariable de los incendios en todo el oeste de los Estados Unidos de 1916 a 2003 indica que el clima era el factor dominante sobre el área quemada, mismo durante épocas de supresión humana del fuego”, constata el Diagnóstico.
2015
A pesar de su cercanía al Océano Pacífico, la mayor parte de las precipitaciones en Bolivia se originan en el Océano Atlántico, a una distancia de mucho miles de kilómetros.
Alan Forsberg, geógrafo que estudia y enseña cambio climático por 30 años, nos introduce al concepto de los “ríos voladores” para explicar este fenómeno – y advertir sobre los peligros que posan sobre ello el cambio climático y la deforestación.
Esquema del origen de la lluvia en Bolivia mediante los “ríos voladores”
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Para hacer frente al cambio climático y reducir las emisiones de CO2, el uso de energías alternativas se abre cada vez más paso, y con esto el uso de baterías de ion de litio. El Salar de Uyuni alberga una de las mayores reservas de litio del mundo y desde el 2008 el gobierno boliviano promueve su extracción e industrialización.
En la reciente publicación (en español) “Desigualdades estructurales en el aprovechamiento de un recurso estratégico. La economía global del litio y el caso de Bolivia”, la investigadora alemana Juliana Ströbele-Gregor analiza los avances y obstáculos del programa estatal de litio en Bolivia en el contexto de las fuerzas del mercado global.
Salar de Uyuni
[leer más]Las montañas cubren 22% de la superficie terrestre, proporcionan entre 60-80% del agua dulce y son el hogar del 14% de la población mundial. Al mismo tiempo, son las regiones de montaña que ya sufren los impactos del cambio climático, y que pueden ayudar a enseñar modos de vida sostenibles.
Para garantizar que las montañas sean incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que actualmente están siendo discutidos en las Naciones Unidas, los miembros de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) han lanzado una “Llamada a la Acción”.
Foto y diseño: Fundación Agreste
[leer más]Mientras que Bolivia vivía la emoción de la visita del papa Francisco, del 7 al 10 de julio de este año se reunieron casi 2.000 científicos del cambio climático en París en el mayor evento científico antes de la Conferencia COP 21 a fines de 2015.
La conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” confirmó los datos principales del último informe del IPCC, intentó mostrar posibles soluciones prácticas al cambio climático y enfatizó la necesidad urgente de reducir las emisiones globales a cero.
Foto: newsroom.unfccc.int
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El 24 de junio de este año una corte en La Haya adoptó una decisión histórica: Los jueces declararon ilegal los esfuerzos del gobierno de los Países Bajos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por poco ambiciosos.
En su decisión, los jueces accedieron a la demanda de la fundación Urgenda y de un grupo de 886 demandantes y ordenaron al gobierno del país de cortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en 25% hasta 2020 (comparado con niveles de 1990). Es la primera vez en el mundo que una corte ha dictado un fallo obligando a un gobierno a aumentar la reducción de emisiones y se espera que sea un precedente para grupos ciudadanos de otros países.
Los jueces en la lectura de su veredicto (izq.) y las celebraciones posteriores (dcha.); fotos: Urgenda / Chantal Bekker
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Hace tres semanas, el papa Francisco ha publicado la “Carta encíclica LAUDATO SI´ sobre el cuidado de la casa común”, un posicionamiento de la iglesia católica sobre la situación de la tierra frente a la destrucción del medio ambiente, el cambio climático y el actual modelo de desarrollo del mundo.
A dos días de la visita del “Papa más simpático de los últimos tiempos” a Bolivia y a menos de medio año de la Conferencia Climática COP 21 en París, presentamos a continuación las partes más relevantes en relación al cambio climático de esta encíclica.
[leer más]Durante la feria Expo Forest que se llevó a cabo del 17 al 20 de junio en la ciudad de Santa Cruz, fue presentado el libro “Sistemas agroforestales en la amazonía boliviana. Una valoración a sus múltiples funciones a partir de estudios de caso”.
La publicación, que es producto de los esfuerzos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), presenta los resultados de una evaluación de los beneficios económicos, ambientales y sociales generados por los sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana. En co-autoría con el investigador principal del estudio, Vincent Vos, presentamos aquí los aspectos más sobresalientes en relación al rol de los Sistemas Agroforestales en la mitigación del cambio climático.
Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana; fotos: CIPCA
[leer más]En mayo pasado se promulgó el Decreto Supremo 2366 que estipula la apertura de las áreas protegidas de Bolivia a las operaciones petroleras, justo meses antes de la Conferencia Climática COP 21 en París. Las áreas protegidas albergan y protegen no solamente poblaciones humanas y una gran biodiversidad, sino también tienen funciones primordiales en la mitigación y adaptación al cambio climático.
A continuación presentamos un resumen del artículo de Jorge Campanini, investigador del CEDIB en Cochabamba, explicando que significará el DS 2366 para las 22 áreas protegidas del país. También se adjunta la versión completa, que incluye las fuentes de información utilizadas y un mapa de la “reconfiguración petrolera” de Bolivia en relación a las áreas protegidas.
En el PN y ANMI Serranía de Aguaragüe; foto de CEDIB, año 2012
[leer más]Durante las primeras dos semanas de junio tuvieron lugar dos reuniones importantes en relación a la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en París a finales de este año.
Por un lado, durante 10 días se reunieron los negociadores de la Convención Climática, en un intento poco fructífero de reducir el texto de negociación antes de la COP 21. Por otro lado, la reunión del grupo de siete de los principales países industrializados del mundo G7 produjo una declaración en la cual se llama a la descarbonización de la economía global, anunciando el nuevo paradigma para el siglo XXI.
La Conferencia Climática en la sede del secretariado de la CMNUCC en Bonn, Alemania; fotos: UNFCCC
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse