Lo que ya se suponía. Ahora tiene un sustento científico: La deforestación masiva en la Amazonía, estimada entre 350 y 400 mil ha anuales, sólo en la parte boliviana, tiene impactos directos en las precipitaciones.
Según el estudio con el título algo complicado “Observaciones de incremento de lluvias tropicales antecedido por el paso del aire encima de bosques” (Observations of increased tropical rainfall preceded by air passage over forests) publicado recientemente en la revista Nature, con las actuales tendencias de deforestación se reducirán las precipitaciones en la cuenca amazónica hasta 2050 en 12% durante la época de lluvias y en 21% en época seca.
Ejemplo del 2001 para la trayectoria de los últimos 10 días de las lluvias en la Amazonía. Los cuadraditos negros muestran las cuatro regiones analizados en detalle. Fuente: Spracklen et al. 2012.
[leer más]Aunque en el pasado hubo interesantes consideraciones e investigaciones sobre la atmósfera, su contenido de dióxido de carbono y su relación con la temperatura del planeta, como por ejemplo aquellos realizados por el sueco Arrhenius a finales del siglo XIX, recién en los años 80 del siglo pasado, el mundo tomó conciencia de los efectos del aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera sobre la temperatura del planeta.
La actual tendencia de los escenarios globales indica un potencial aumento de la temperatura global de entre 4° y 6° C durante este siglo. Estudios paleoclimatológicos nos indican que la concentración de gases de efecto invernadero actual está entre las más altas de los últimos 20 millones de años.
El Cuarto Informe (AR4) del IPCC de 2007. Fuente: http://ipcc.ch
[leer más]2012
El paso desastroso del huracán “Sandy” por buena parte del noreste de los Estados Unidos y Canadá a fines de octubre, se lee como el diario de un desastre anunciado. Por un lado, por varios años científicos de EE.UU. están alertando sobre la inminencia de un huracán de gran magnitud que afectaría a la ciudad de Nueva York. Por otro lado, hace décadas los climatólogos están alertando acerca del impacto del calentamiento global sobre la magnitud de las tormentas y el aumento de las precipitaciones durante eventos extremos.
En resumen, desastres como aquellos causados por Sandy son nada más que nuestro business-as-usual, nuestra nueva realidad en la transición a un mundo todavía más impactado por el cambio climático durante las próximas décadas.
La principal pregunta que nos trae Sandy es en realidad, ¿es este el futuro que queremos?
Imagen satelital del huracán “Sandy” en la costa oriental de Estados Unidos el día 29 de octubre por la mañana. Fuente: NASA.
[leer más]A finales de este mes de noviembre, en Doha, capital del emirato de Qatar, se reunirán una vez más los países miembros de la Convención Climática de las Naciones Unidas (CMNUCC) para debatir las medidas a tomar (o no) para frenar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con cada año que pasa se hace menos probable que los países del mundo consigan limitar el calentamiento global a 2 °C. Sin embargo, hay todavía sociedades, como la de Estados Unidos, donde una buena parte de la población no cree ni siquiera en la existencia del cambio climático causado por el hombre.
Sobre este trasfondo político y social muy real, a partir de hoy, nuestro Klimablog empieza una serie de entradas sobre las bases científicas subyacentes del cambio climático.
El glaciar Wila Llojeta en el Valle de Hichu Khota, Cordillera Real
[leer más]“Montaña y Glaciares” es probablemente el mejor artículo panorámico sobre los glaciares tropicales, escrito por Bernard Francou, uno de los científicos que mayor tiempo de su vida ha dedicado al estudio de estos glaciares de los Andes centrales entre Colombia y Bolivia y que ha publicado varios artículos científicos al respecto.
El artículo describe detalladamente los procesos que llevan a la glaciación o el derretimiento de glaciares, abarcando consideraciones tanto de aspectos culturales e históricos como climáticos y científicos. Presentamos aquí el resumen de algunos de los aspectos más resaltantes; sin embargo recomendamos la lectura del artículo completo.
Bernard Francou (izq.) y una vista aérea del Huayna Potosí (dcha.).
[leer más]Estamos orgullosos de informar a nuestros lectores que ya contamos con más de 2.000 visitas al Klimablog cada semana, hecho que nos muestra el interés y la preocupación que existe sobre del tema del cambio climático en Bolivia.
Como parte del esfuerzo de mejorar la utilidad y profundizar los contenidos del Klimablog “Cambio Climático Bolivia”, durante las próximas semanas presentaremos una serie de entradas dedicadas a las bases científicas del cambio climático. Nuestro propósito es brindar a los lectores una vista panorámica de los principales temas subyacentes a muchas de las discusiones alrededor de la temática, sus causas, probables impactos y posibles medidas de mitigación y adaptación.
Así, a partir de comienzos de noviembre – y hasta finales del año - el Klimablog contará con una segunda entrada todos los días viernes.
Al mismo tiempo, se mantiene la habitual entrada semanal de los días lunes, dedicada a variados temas científicos y de discusión política, desde ámbitos nacionales e internacionales.
Por otro lado, la buena aceptación nos ha incentivado a buscar nuevas formas de difundir el Klimablog, así hemos creado recientemente una cuenta de Facebook, al que se puede acceder mediante la siguiente dirección:
http://www.facebook.com/blogcambio.climaticobolivia.
También estamos en proceso de abrir una lista de correo, que dentro de poco daría la posibilidad de subscribirse al Klimablog para recibir de forma automática a sus correos electronicos alertas sobre publicaciones recientes en el blog y otras noticias de interes.
Por dichos motivos y de forma excepcional la entrada del lunes, 29 de octubre será publicada el día de mañana.
Pedimos su comprensión y esperamos que la serie de entradas adicionales “Bases científicas del cambio climático” sea de interés de Uds.
Dirk Hoffmann
Editor del Klimablog
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La deforestación en Bolivia quita al país entre 350 y 400 mil hectáreas de bosque cada año, lo cual no sólo contribuye al calentamiento global, sino también cambia las condiciones de vida y climáticas a nivel local.
A finales de septiembre, Conservación Estratégica (CSF) de Bolivia presentó en La Paz la publicación de un estudio, elaborado por Alfonso Malky, Daniel Leguía y Juan Carlos Ledezma, sobre los “costos de oportunidad”, es decir los posibles beneficios económicos de usos alternativos a la deforestación en la región del noroeste amazónico.
Portada del estudio (izq.); Panel de los comentaristas (dcha).
[leer más]Dos nuevos estudios sobre los arrecifes de coral en un mundo de cambio climático dejan poca esperanza de que estos ecosistemas únicos y vitales para más de un millón de especies puedan sobrevivir las próximas décadas.
El primer estudio, liderizado por Katja Frieler del Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático (PIK), es un estudio panorámico (Übersichtsstudie) que usa 19 modelos climáticos diferentes para más de 2.000 lugares de coral en todo el globo, con el fin de simular la reacción de los corales a los impactos del cambio climático: Con un aumento de temperatura global de 2° C los arrecifes de coral del mundo prácticamente desaparecerán.
El segundo estudio, desarrollado por Glenn De´ath y colegas del Instituto Australiano de Ciencia Marina (AIMS), ha estudiado la cobertura de corales del Great Barrier Reef (Gran Arrecife de Barrera) en Australia durante los últimos 27 años: La cobertura de coral se ha reducido a la mitad, de 28% en 1985 a 13,8% en la actualidad. Si esta tendencia continúa hacia el futuro, en solo 10 años la superficie de coral alcanzará entre 5 y 10% solamente.
Fuente: http://www.pik-potsdam.de/
[leer más]A finales de agosto de este año, a invitación de la Fundación Ebert (FES-ILDIS) se realizó el conversatorio conversatorio “Río+20 Balance y Perspectivas" para “socializar y discutir la participación boliviana en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible”, que se llevó a cabo en Río de Janeiro del 20 al 22 de junio.
El evento contó con la presencia de René Orellana, jefe de la delegación boliviana en la cumbre de Río+20, así como de representantes de los ámbitos sindicales y de la sociedad civil.
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Cómo se preveía en un artículo anterior del Klimablog, el 16 de septiembre de 2012 ha ocurrido un nuevo récord de superficie mínima del hielo ártico con 3,41 Mio km² (18% por debajo del mínimo alcanzado en 2007). La pérdida en volumen es todavía mayor.
Este nivel es mucho más bajo que los pronósticos de los últimos años, algunos científicos ya no hablan de décadas para indicar cuando el Ártico se podría quedar libre de hielo en septiembre, sino de años.
Fig. 1: Extensión del hielo ártico en el mes de septiembre, comparación de modelos con observaciones (“Usted se encuentra aquí. 2012”). Fuente: Gráfico modificado en base a Stroeve et al. 2007, tomado de: Climate Crocks blog
El gráfico arriba nos muestra el desempeño completamente deficiente de los modelos climáticos acerca de lo que está pasando en el Ártico. Todavía en su último informe (de 2007) el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, en base a la evaluación de los diferentes modelos climáticos, indicaba que muy probablemente se mantendría una cobertura de hielo en al Ártico durante el mínimo de septiembre hasta comienzos del siglo XXII. Muy pocos modelos predecían la pérdida completa del hielo en septiembre antes de finales de este siglo.
Sin embargo, con una superficie mínima de solo 3,41 km² de hielo flotante en septiembre de 2012, ya llegamos a donde el promedio de los modelos de 2007 nos veía en el año 2060. “Este año el récord anterior de 2007 no ha sido solamente roto, ha sido devastado”, comentó la revista The Economist.
Asimismo los modelos climáticos actualizados para el próximo informe del IPCC en 2014, todavía dan algunas décadas de vida para el hielo ártico de septiembre. De 21 modelos considerados, la fecha más temprana para la desaparición completa del hielo en septiembre señala el año 2022.
“Más rápido de lo previsto”
Cuando uno quiere tener una idea temprana de la magnitud de los impactos del cambio climático, hay que mirar al hielo. Tanto el Ártico como Groenlandia o los glaciares de montaña muestran una reacción fuerte ya al aumento de temperatura promedio global de 0,8° C, siendo la región del polo norte la más afectada.
El derretimiento del hielo ártico se está realizando mucho más rápido que previsto. Peor todavía, el hielo desaparece a una velocidad cada vez mayor.
El periódico inglés The Guardian cita al experto de la Universidad de Cambridge, Peter Wadhams, sobre el mínimo alcanzado en la cobertura del hielo ártico: “El colapso final ... se está realizando en este momento y probablemente se completará en 2015 o 2016”.
Fig. 2: Extensión del hielo flotante ártico durante los últimos 1450 años. Fuente: Kinnard et al. 2011.
Basado en los resultados de Kinnard (ver gráfico arriba) se sabe que la extensión del hielo flotante ártico es ahora más baja que durante los últimos 1450 años.
“La comunidad científica se da cuenta que estamos frente a una emergencia planetaria”, dijo el científico del clima de la NASA, James Hansen, quién está alertando sobre los efectos del calentamiento global por más de 30 años.
Todavía más rápido que la perdida de la extensión mínima del hielo ártico, es la pérdida del volumen de hielo. Cuando desde el año 1980 se ha perdido más que la mitad de la superficie de verano del hielo, el volumen se ha reducido en un 80%, de alrededor de 15.000 km³ a unos 3.000 km³.
Ramez Naam ha calculado que si la tasa de pérdida de volumen de los últimos 12 años persiste, el Ártico se podría quedar sin hielo en septiembre ya en 5 años. En realidad, como la tasa de pérdida muestra una tendencia hacia la aceleración este tiempo se podría acortar.
Fig. 3: Volumen y extensión del hielo ártico en el mes de septiembre. El volumen se ha reducido mucho más rápido que su extensión. Fuente: Ramez Naam, 2012.
Frente a estos cálculos, las estimaciones actuales de varios científicos que apuntan al año 2030 como el momento más probable parecen demasiado optimistas y hasta ingenuas, tal vez no queriendo reconocer lo que pocos años atrás en todo el mundo científico – con unas pocas excepciones – era considerado como algo imposible durante este siglo.
Comenta Bill McKibben, el activista contra el cambio climático más prominente de Estados Unidos: “Nuestra respuesta (hasta ahora) no ha sido de alarma, o de pánico o de una sensación de emergencia. Ha sido “Vamos ahí a buscar petróleo”. No hay una prueba más perfecta de nuestro fracaso de manejar el problema más grande que hemos enfrentado jamás”.
Los impactos directos e indirectos
Después del susto inicial de los científicos, se está vislumbrando cada vez un poco más claramente, cuales son los impactos de la desaparición del hielo ártico, no solamente para la región polar, sino para todo el hemisferio norte y en realidad el mundo entero. El Ártico con su inmensa superficie blanca funciona como un “refrigerador global” del clima.
Ahora, durante el verano nórdico, el agua abierta del mar cada vez más extenso, atrapará cada vez mayores cantidades de energía solar que hacen derretir cada vez mayores cantidades de hielo. Durante el invierno ártico, parte de esta energía adicional es trasferida del mar a la atmósfera, con lo que esta se calienta por encima de lo normal, lo que afecta directamente a los padrones climáticos de toda la región. Los vientos predominantes (jet stream) ya han perdido el 14% de su fuerza, comparado con el año 1980. Esto tiene por consecuencia que situaciones climáticas existentes en el hemisferio norte perdurarán cada vez más tiempo; los científicos hablan de “padrones de bloqueo”: Si condiciones secas o calientes antes duraban un par de días en un lugar dado, ahora pueden persistir en el mismo lugar por semanas, lo que daría lugar a sequías o olas de calor. Tanto el norte de América como de Europa han sufrido de inviernos con cantidades de nieve poco comunes durante los últimos años, que se deben en buena parte a este fenómeno.
La peor parte, todavía no muy visible, es que en el mes de septiembre ya comienza el otoño ártico, lo que significa que un sol ya no con mucho fuerza llega a la nueva superficie grande de agua abierta. Pero una vez que el derretimiento del hielo alcanza los meses junio y julio del verano ártico, con 24 horas de sol en el día, es cuando la región ártica realmente se cargará de energía. Peter Wadhams del Programa Global de Física de los Océanos de la Universidad de Cambridge ha calculado que la pérdida del hielo ártico durante el verano tendría un efecto calentador aproximadamente equivalente al de todas las emisiones de gases de efecto invernadero emitidos por la humanidad hasta el presente. En otras palabras, se duplicaría el calentamiento global.
Mientras tanto, expertos alertan sobre otra posible consecuencia de un Ártico (casi) sin hielo, que es la contaminación de la navegación y de las actividades de la industria hidrocarburífica que podrían aportan a un derretimiento más acelerado todavía. El Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) dijo que era urgente calcular los riesgos de la contaminación local de “carbón negro”, cuyos depósitos en el hielo oscurecen la superficie blanca, por lo cual luego absorbe un mayor porcentaje de energía solar.
Aunque el derretimiento del hielo flotante del Ártico de forma directa no aumenta el nivel del agua, lo hace en forma indirecta: Un Ártico más caliente significa temperaturas más altas también en Groenlandia, acelerando el derretimiento de su capa de hielo que tiene un potencial total de aumentar el nivel del mar en unos 7 metros sobre su nivel actual.
Otro impacto del acelerado calentamiento de la región ártica es el derretimiento del permafrost, del suelo permanentemente congelado de las regiones árticas terrestres. Estos suelos congelados contienen grandes cantidades de materia orgánica inmovilizadas, que serán paulatinamente liberadas a la atmósfera en forma de dióxido de carbono o de metano. Al mismo tiempo, temperaturas más altas están descongelando depósitos de metano en el subsuelo acuático de la región ártica. Todavía hay un debate fuerte entre los científicos del clima sobre la escala de tiempo durante la cual estos procesos tendrán efectos determinantes sobre el aumento de la temperatura global.
“Nos encontramos ahora en territorio desconocido”, dijo el director del Centro de Datos sobre Nieve y Hielo (NSIDC) de los Estados Unidos, Mark Serreze. “Ya sabíamos hace mucho tiempo que cuando se calienta el planeta, los cambios serían más pronunciados y visibles en el Ártico; pocos de nosotros estábamos preparados para la velocidad con la cual estos cambios están ocurriendo”.
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