Con el calentamiento global se ha acelerado el retroceso glaciar en los Andes tropicales desde los años 80 del siglo pasado. En muchos casos, donde desaparece el glaciar, se forman lagunas, que frecuentemente son contenidas solo por diques de morrena poco estables, compuestas por material suelto.
Una de estas lagunas es la Laguna Palcacocha en la Cordillera Blanca en el Perú, que en el año 1941 destruyó el centro de la ciudad de Huaraz, causando miles de muertos. Lo que preocupa es que hoy día la laguna contiene un mayor volumen de agua que en este entonces.
Rescatamos aquí impresiones y experiencias de una visita de expertos internacionales a la Laguna Palcacocha para establecer los niveles de riesgo existentes y discutir las posibles medidas a tomar con la población y las autoridades locales.
Obras de drenaje en la Laguna Palcacocha, julio de 2013. Photo: D. Hoffmann
Debido al retroceso glaciar un número grande de nuevas lagunas glaciares se ha formado en la Cordillera Blanca, cambiando fundamentalmente la situación de riesgo de la población. Uno de los últimos eventos registrados data del año 2010, cuando una avalancha de hielo y roca de la parte superior del Nevado Hualcán entró a la Laguna 513, generando una ola gigante que hizo desbordar la laguna, causando una ola de agua y materiales sueltos que llegó hasta la ciudad de Carhuaz.
“Otro ejemplo de la evolución de las amenazas se relaciona con la Laguna Palcacocha”, escriben Haeberli, Somos-Valenzuela y Portocarrero. Esta laguna ha sido declarada en emergencias una vez que su nivel llegó por encima de lo que es considerado seguro. Se supone que el dique de morrena de esta laguna podría fallar, lo que resultaría en el escape de un gran volumen de agua desde la laguna, que crearía una ola de agua y materiales sueltos de gran magnitud.
Para la visita de campo del grupo de científicos internacionales el Programa de Cuencas Glaciares en Alta Montaña (HMGWP) – High Mountain Glacial Watershed Program) en julio pasado, Wilfred Haeberli de la Universidad Zurich, Marcelo Somos-Valenzuela y César Portocarrero del Perú han elaborado un pequeño dossier (handout) para los participantes. En este documento titulado “Lagunas glaciares y riesgos emergentes en la Cordillera Blanca” (Glacial lakes and emerging risks in the Cordillera Blanca) ellos han descrito los procesos principales que constituyen las amenazas de los glaciares bajo el efecto del cambio climático. Al mismo tiempo, se discute las opciones del manejo de estas lagunas glaciares de reciente formación.
“El trabajo de prevención éxitoso, como aquel de las Lagunas 513, Palcacocha o Jatuncocha, necesita de un monitoreo constante y una evaluación de la situación rápidamente evolucionando, en relación al crecimiento del lago, la desaparición de una lengua de glaciar plana o la inestabilidad de las vertientes”, se explica.
El historiador e investigador en glaciología Mark Carey de la Universidad de Oregon, también participante de la visita de científicos, nos provee con el contexto histórico del Perú: “Durante el último siglo el Perú ha sufrido desastres glaciares que han matado a miles de personas. (...) Peor aún, los riesgos glaciares y los subsecuentes aluviones gigantes, existen hoy en día y amenazan a miles de peruanos e infraestructuras importantes para todo el país”.
Los peores desastres ocurrieren en la Cordillera Blanca: en Huaraz en 1941, dejando 5.000 muertes; en Ranrahirca en 1962, dejando 4.000 muertos y en Yungay en 1970, con 15.000 muertos.
Es en base de estas experiencias trágicas que en el Perú se ha iniciado la investigación de los glaciares y el manejo de las lagunas glaciares de reciente formación. En las palabras de Carey: “A raíz de esta larga historia de peligros glaciares, los peruanos tienen experiencias y éxitos a nivel mundial para reducir los riesgos que provienen de lagunas glaciares, especialmente los aluviones. Investigaciones de campo demuestran que el gobierno peruano ha tenido éxito en prevenir aluviones a través de un organismo estatal que invirtió en tres aspectos del manejo de los riesgos glaciares: las investigaciones, el monitoreo y los proyectos de ingeniería”. Desde 1951 este organismo estatal que tuvo diferentes nombres a lo largo del tiempo y hoy es conocido por Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos (UGRH), ha desaguado y controlado 35 lagunas glaciares en la Cordillera Real.
Pero hay un dilema; hoy día la Unidad de Glaciología no cuenta ni con el presupuesto, ni con el mandato de intervenir las lagunas peligrosas. El accionar de la UGRH se ve limitado a la realización de estudios y el monitoreo de las lagunas, como se explica en la página web: “la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos, viene realizando trabajos de evaluación y monitoreo del comportamiento de glaciares y lagunas alto andinas con la finalidad de prevenir y mitigar los riesgos y desastres naturales, por efecto de avalanchas, aluviones y desbordes de lagunas de origen glaciar, así como, prevenir el futuro déficit del recurso hídrico, promoviendo su aprovechamiento de manera sostenible con fines múltiples en el ámbito geográfico de la Cordillera Blanca. Asimismo, este tipo de estudios en los glaciares y zonas de alta montaña están íntimamente relacionados al aspecto del Cambio Climático Global”.
Debido a reestructuraciones de la estructura estatal, la responsabilidad para el manejo queda entre las autoridades regionales y locales, sin una clara asignación de competencias.
Lugar donde se encontraba el pueblo de Yungay, destruido en 1970 (izq.; al fondo el Nevado Huascarán; photo D. Hoffmann. Inundación de la ciudad de Huaraz en 1941 (dcha; photo de Morales-Arnao)
Es justamente la Laguna Palcacocha que en el año 1941 destruyó gran parte de la ciudad de Huaraz. Lo que más preocupa es el hecho que hoy día la laguna contiene una mayor cantidad de agua que en aquel momento, al haberse incrementado su volumen de 515.000 m³ en 1972 a más de 17 millones de m³ en 2009, según datos proporcionados por un folleto del Instituto de Montaña (TMI-Andes) del Perú. La ciudad de Huaraz cuenta con 120.000 habitantes. “Desde 2012 se ejecuta el proyecto de emergencia que consiste en el sifonaje de las aguas de la laguna, pero aún es necesario realizar una obra de seguridad definitiva”. – En este punto se ha encendido un gran debate, que tiene dos vertientes principales. Por una parte está la pregunta, que se hace una mayoría de la población, ¿cuán peligrosa es la situación? Al otro lado, es el debate sobre ¿quién es la entidad responsable de ejecutar las medidas necesarias para bajar el volumen de agua de la Laguna Palcacocha? y ¿cuáles serían las medidas técnicas adecuadas para hacerlo?
Marcelo Somos, investigador internacional asociado al Programa de Cuencas Glaciares en Alta Montaña, explica: “La Laguna Palacocha es la laguna más peligrosa de la Cordillera Blanca, en cualquier momento puede darse un aluvión”. La morrena es muy grande, pero consiste de material fácilmente erosionable, lo que la hace muy vulnerable al impacto de olas grandes resultantes de avalanchas o terremotos. El borde libre (la altura de la parte más baja del dique de morrena por encima del nivel del agua) con 8 m de altura es muy pequeño, una ola de 10 metros no sería nada muy extraordinario. Según las modelaciones realizados por Marcelo Somos, río abajo más de 30.000 personas viven en el área de inundación y serían afectadas de manera directa.
Lo que complica la situación es la existencia de una fuerte contradicción entre los intereses de seguridad, que reclaman por un nivel más bajo posible de la laguna, y los intereses de los usuarios del agua, tanto campesinos como población urbana, que quieren un reservorio de agua lo más grande posible. Irónicamente, esta necesidad de captar agua en embalses está aumentando con el calentamiento global. Actualmente, la presión por parte de la ciudad se está incrementando al buscar una solución que garantice tanto la seguridad como la disponibilidad de agua potable, constata Somos. Huaraz recibe su agua de la cuenca Quillcay y de la Laguna Palcacocha.
Otro elemento a considerar es el descongelamiento del permafrost, que es el suelo permanentemente congelado por las bajas temperaturas durante todo el año, causado por el cambio climático que también ha afectado la estabilidad de la montaña, haciendo más probable avalanchas de hielo y roca. Más allá de buscar una solución técnica óptima y tratar de convencer a las autoridades de la necesidad de actuar, el experto en lagunas glaciares Marcelo Somos habla sobre el panorama más amplio del fenómeno: “Lo que está ahora ocurriendo en la Cordillera Blanca y en otras regiones glaciares del mundo ya no es parte de ningún ciclo natural, sino es algo absolutamente nuevo. La gran pregunta es, ¿cómo enfrentar estas situaciones?” El gran reto es la generación de nuevas metodologías.
Es cierto que el cambio climático es un fenómeno global, pero impacta en el nivel local y siempre de una forma muy diferente. Primero hay que estudiar y entender los impactos para poder diseñar, proponer y discutir las respectivas medidas de adaptación, que en realidad son experimentos con una nueva realidad.
Pero no siempre las autoridades comparten la visión de los investigadores, como se ha mostrado en el caso de Palcacocha. Las diferentes percepciones del riesgo y la pregunta de cómo incluir las existentes incertezas son dos de los elementos clave. Tanto para Somos como para Mark Carey el éxito de poder efectivamente bajar el nivel de riesgo de estas lagunas glaciares peligrosas pasa no solamente por una ingeniería inteligente y novedosa, sino por la cooperación de los diferentes actores: “El gobierno central, los científicos, los ingenieros, las autoridades y los miembros de las comunidades alrededor de los glaciares en las cordilleras peruanas deberían colaborar y cooperar en la gestión de los peligros glaciares con el fin de reducir la vulnerabilidad y adaptarse al cambio climático”.
En Huaraz se ha entendido que el tema de las lagunas glaciares no solamente es un reto para la ingeniería hidráulica, sino también para la “ingeniería institucional”. Ya existen mesas de discusión y mecanismos de coordinación para buscar una solución, que tienen la difícil tarea de balancear los diferentes intereses, definir mecanismos financieros y decidir en favor de alguna de las soluciones técnicas propuestas para bajar el nivel del agua de la Laguna Palcacocha. Lo que pasa en Huaraz seguramente tendrá función de modelo también para otras lagunas glaciares peligrosas de la Cordillera Blanca y en otras partes del mundo.
Lagunas glaciares y riesgos emergentes en la Cordillera Blanca.pdf | |
Mark Carey.pdf |
Continuando la serie de “Experto del mes”, que consiste de entradas adicionales al Klimablog a cargo de expertos climáticos que se publican el día 15 de cada mes, hoy día presentamos una entrada del geógrafo alemán Jörg Elbers, donde presenta su libro de reciente publicación “Ciencia holística para el buen vivir: una introducción”.
Jörg Elbers es Doctor en Ciencias Naturales por la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, Alemania, y un diplomado en Ciencia Holística y Economía para la Transición del Schumacher College, Inglaterra. Está dedicado a la comunicación del cambio climático y el pensamiento holístico, y se desempeña como profesor asociado para cambio climático en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede Ecuador.
Elbers estará en el país para dar una conferencia titulada "Ciencia holística para el buen vivir" organizada conjuntamente por el BMI y la Fundación Friedrich Ebert (FES), en La Paz el día miércoles 9 de octubre (ver final del artículo para detalles).
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El consumo (internacional) y la producción (nacional) de la quinua han experimentado un auge excepcional durante los últimos 15 años. El “grano de oro de los Andes”, con una tradición de unos 7.000 años, se ha convertido en producto estrella del Altiplano sur y por iniciativa del presidente Evo Morales, Naciones Unidas declaró 2013 el Año Internacional de la Quinua.
No todo es oro, sin embargo, cuando los costos medioambientales del boom de la quinua son cada vez más visibles. Por otra parte, favorecida en un primer momento por el calentamiento global y temperaturas locales más altas, la producción de quinua se muestra cada vez más susceptible a los potenciales impactos del cambio climático.
Cultivo de quinua en el Altiplano boliviano; en el fondo el Nevado Jankhuma
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El pasado 15 de agosto el presidente del Ecuador, Rafael Correa, anunció que estaba abandonando la Iniciativa Yasuní-ITT que por varios años había sido el proyecto medioambiental estrella del gobierno ecuatoriano, prometiendo no explotar el petróleo del bloque “ITT” bajo la exigencia de que el mundo pague una compensación financiera al país.
Alegando que fue “defraudado” por el mundo, con esta decisión Correa ha dado luz verde a la explotación de 846 millones de barriles de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, que también alberga dos pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
“Salva al Yasuní aquí” (izq.) – Presidente Rafael Correa (dcha.); fuente: Página web oficial de la Iniciativa Yasuní-ITT del gobierno ecuadoriano
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En abril de este año fue presentado el libro “Bolivia en un mundo 4 grados más caliente”, que estudia los posibles escenarios socio-económicos que en un futuro cercano podrían darse en la región del altiplano norte debido al cambio climático bajo el supuesto de un aumento de la temperatura promedio global en cuatro grados centígrados para el año 2100.
Publicamos a continuación una reseña de este libro escrita por Francesco Zaratti, doctor en Física Teórica y docente emérito de la UMSA, y que actualmente coordina la investigación del LFA-UMSA en el área de la Radiación Ultravioleta y la Capa de Ozono.
La reseña fue publicada originalmente en el número 33 de la Revista Boliviana de Ciencias Sociales Tinkazos, en junio de 2013, por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).
Campos de cultivo delante del Nevado Jankhuma en la Cordillera Real norte
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Durante la Feria Ambiental y Culinaria organizada por el Municipio de La Paz, que se realizará del 23 al 25 de agosto de 2013, el Klimablog “Cambio Climático Bolivia” (www.cambioclimatico-bolivia.org) estará presente con un stand informativo.
El editor del Klimablog, Dirk Hoffmann, estará presente para conversar los días Sábado 24 y Domingo 25 de horas 12:00 a 14:00.
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La peor sequía en más de 30 años afecta a cientos de miles de personas en Namibia, uno de los países más áridos de la África sub-sahariana. Aproximadamente un tercio de una población de apenas 2,2 millones de habitantes han pasado a la categoría de “inseguridad alimentaria” según criterios del Fondo de las Naciones Unidas para los Niños UNICEF.
Aunque no se puede atribuir la ocurrencia de esta sequía de forma directa al cambio climático, lo que pasa en el norte de Namibia es claramente contundente con los escenarios de cambio climático para la región del sur de África, la disminución de las precipitaciones, el aumento de la evapotranspiración y de eventos extremos, como las sequías.
Niños en Namibia frente a la peor sequía de los últimos 30 años. Fuente: UNICEF Video; UN OCHA/IRDR/H. Butler
[leer más]2013
Como ya se había anunciado, con esta entrada del investigador suizo Raoul Kaenzig al Klimablog, comenzamos la serie de “Experto del mes”, que consiste de entradas adicionales a cargo de expertos climáticos, tanto científicos como actores del ámbito político o de la sociedad civil, que se publican el día 15 de cada mes.
El presente artículo proporciona una perspectiva boliviana del taller “Migración y cambio climático en áreas de montaña”, organizado en mayo de 2013 por la Universidad de Neuchâtel en Suiza. El enfoque de esta entrada está en la relación del retroceso glaciar con la migración en Bolivia.
Raoul Kaenzig se encuentra nuevamente en el país y dará una conferencia titulada "Perspectivas sobre migración y cambio climático en áreas montañosas de Bolivia" organizada por el BMI, en La Paz el día lunes 2 de septiembre (ver final del artículo para detalles).
Procedimientos del 2do taller sobre cambio climático y migración en áreas de montaña organizado por el Instituto de Geografía de la Universidad de Neuchâtel en Suiza a fines de mayo de este año.
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2013
La meta de limitar el aumento de temperatura global a 2 °C hasta finales del siglo es el marcador principal para orientar las negociaciones climáticas internacionales. Debido al crecimiento continuado de las emisiones globales y los pocos avances en las negociaciones climáticas en el marco de la Convención Climática, la posibilidad de efectivamente limitar el calentamiento a dos grados centígrados se ha vuelto casi cero. Esto coloca el mundo en un dilema, ¿entonces qué hacer con esta meta?
Oliver Geden, analista político del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y Seguridad (SWP), ha presentado un documento de investigación y estrategia que analiza las consecuencias y opciones de una posible modificación de la meta de los 2 °C.
La meta de los 2 °C en la COP 18 en Doha, Qatar (2012)
[leer más]Un estudio reciente realizado por Andreas Levermann del Instituto de Potsdam para la Investigación de los Impactos del Cambio Climático en Alemania (PIK) y colegas ha calculado que por cada grado centígrado de aumento de temperatura global, el nivel del mar aumentará en más de 2 metros.
Aunque este aumento se dará en el transcurso de siglos y milenios, debido al largo tiempo de reacción de las grandes capas de hielo y de los océanos, el proceso desatado por las emisiones de CO2 es ya irreversible. Incluso limitar el aumento de temperatura global a 2° C, que parece cada vez menos posible, llevará últimamente a un aumento del nivel del mar en alrededor de 4,5 metros, inundando áreas costeras inmensas en todo el mundo.
Erosión costera (izq.) y medidas de protección (dcha.) en Humachaca, Trujillo en el Perú
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse