Por Dirk Hoffmann, 14 de Julio de 2014

La “Energiewende” o “Transición Energética” es el proyecto de una doble transformación fundamental del sistema energético alemán; por un lado, Alemania ha decidido terminar el uso de la energía nuclear y por otro, tiene previsto producir el 80% de su electricidad en base a fuentes de energía renovable hasta 2050 para aportar a la mitigación del cambio climático.

En esta entrada al Klimablog enfocamos algunas de las contradicciones de esta Transformación Energética, como la actual tendencia de aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de 2% y la construcción de varias nuevas centrales termoeléctricas en base a carbón, la fuente más sucia entre las energías fósiles. Además, la extracción de carbón conlleva la destrucción de regiones enteras en el país, que sería el tema para la siguiente entrada al Klimablog.

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Por Dirk Hoffmann, 07 de Julio de 2014

Durante los últimos 50 años Bolivia ha perdido aproximadamente la mitad de sus glaciares. El factor principal por el acelerado retroceso glaciar es el calentamiento global, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay otro elemento que contribuye al derretimiento de los glaciares de montaña: depósitos de hollín de la quema de diesel y biomasa.

En la reciente reunión del Grupo de Trabajo PISAC (Pollution and its Impact on the South American Cryosphere) en La Paz, el investigador estadounidense Carl Schmitt presentó metodología y primeros resultados del análisis de muestras de nieve, para poder cuantificar el impacto de los depósitos de hollín en los glaciares de la Cordillera de los Andes.

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Carl Schmitt tomando muestras de nieve (en la Cordillera Blanca, Perú, izq.) y filtrando las muestras (en La Paz, dcha.)

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Por Dirk Hoffmann, 30 de Junio de 2014

El año 2012 marcó un hito en la historia de la humanidad: Por primera vez la mayor parte de la población vive en ciudades, cifra con fuerte tendencia de crecer durante las próximas décadas. En Bolivia, más de dos tercios de la población es urbana.

Al mismo tiempo, las ciudades son los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. El Proyecto Huella de Ciudades se ha propuesto medir la Huella de Carbono (y la Huella Hídrica) de los gobiernos municipales de La Paz, Quito y Lima y luego proponer medidas para su reducción.

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Por Dirk Hoffmann, 23 de Junio de 2014

Presentamos a continuación la Guía de Enseñanza “Cambio Climático es hablar de...agua” y un sitio web de aprendizaje interactivo para profesores y estudiantes sobre los impactos del cambio climático en el agua.

El excelente material, elaborado por el Centro para la Democracia (Democracy Center) en Cochabamba, tiene por objetivo “permitir a los estudiantes desarrollar habilidades del siglo XXI en clase”, una tarea tan necesaria como ambiciosa.

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Por Cecilia Requena y Dirk Hoffmann, 16 de Junio de 2014

En un evento organizado por el Instituto Boliviano de la Montaña – BMI, el día 10 de junio de 2014 en La Paz se presentó el libro “Cambio climático en Bolivia: Lo mejor del Klimablog 2011-2013”. El libro, editado por Dirk Hoffmann y Teresa Torres-Heuchel y financiado por el Fondo Clima de la República de Alemania, contiene una selección de noticias, opiniones y entrevistas en torno al cambio climático, en base a entradas al Klimablog en sus primeros dos años de existencia. – Aprovechamos la oportunidad para agradecer a todos nuestros lectores que han asistido al evento.

Presentamos a continuación la versión abreviada del comentario “Una perspectiva ciudadana sobre el libro `Lo mejor del Klimablog`” de la investigadora y docente Cecilia Requena pronunciado en esta ocasión. La versión íntegra de Cecilia Requena como la presentación de la Embajada de Alemania, a cargo de Claudia Propfe, y la presentación del editor del KlimablogDirk Hoffmann, se encontrarán en archivos adjuntos.

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Por Dirk Hoffmann, 09 de Junio de 2014
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Una semana antes de la Cumbre de la G77+China en Santa Cruz y medio año antes de la próxima Conferencia Climática, la COP 20 en Lima en diciembre, se calientan las discusiones sobre las emisiones en el mundo, las responsabilidades para ellas y las propuestas del desarrollo de Norte y Sur.

En este contexto presentamos a continuación el intento de una breve reseña del texto “La problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia” proporcionado por el analista climático Amos Batto, miembro del colectivo de activistas climáticos Reacción Climática en La Paz. Es probablemente la recopilación más completa sobre emisiones de gases de efecto invernadero, cambio climático, política energética y de desarrollo de Bolivia.

 

Foto1090614.jpgEmisiones de CO2-eq per cápita; fuente:CAIT 8.0, World Resources Institute

El hecho de que Bolivia es generalmente considerado como un país que contribuye muy poco al calentamiento global, se constituye en el punto de partida para el análisis climático de Amos Batto. “Muchos piensan que es injusto que Bolivia sufra los impactos del cambio climático, a pesar de su poca contribución a los gases de efecto invernadero (GEI). Esta creencia es expresada por muchos, desde el Presidente de Bolivia hasta los movimientos indígenas, pero está basada en la suposición errónea de que Bolivia por no ser un país industrializado no produce mayores emisiones de gases de efecto invernadero”, argumenta, “la deforestación es el principal problema ambiental de Bolivia”.

“Este documento pretende ofrecer algunos datos y mencionar algunos estudios científicos con el objetivo de reorientar la conversación acerca del cambio climático en Bolivia”, describe Amos Batto en su minuciosa recopilación de información y datos.

En la primera parte de su documento “La problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia”, con mucho detalle se presentan las diferentes bases de datos y fórmulas para el cálculo de las emisiones por país que se están usando actualmente, desde la Unión Europea, las Naciones Unidas, del World Resources Institute (WRI) con base en Washington, hasta el propio Programa Nacional de Cambios Climáticos (PNCC) de Bolivia, cuando este todavía existía.

Una vez que se incluyen las emisiones de la deforestación y del chaqueo en tierras bajas, las emisiones per cápita en Bolivia llegan a los niveles europeos o incluso norteaméricanos, dependiendo del método de cálculo que se aplica. El CAIT 8.0 del World Resources Institute, por ejemplo, estima que solo la deforestación neta en Bolivia emitió 139 Mt CO2 en Bolivia en el año 2004, que significa 15,5 t CO2 por habitante. En comparación, en la mayoría de los países de Europa occidental, las emisiones por habitante están por debajo de 10 t de CO2.

Para realizar comparaciones entre países, la base de datos EDGAR (Emissions Data base for Global Atmospheric Research) de la Comisión Europea y la herramienta CAIT (Climate Analysis Indicators Tool) del World Resources Institute son las mejores fuentes, porque su metodología es consistente en todo el mundo y calculan también las emisiones de CH4 y N2O”, concluye Batto. Este último instrumento CAIT es especialmente interesante para un público más amplio, “porque en la página web proporciona al usuario datos de todos los países del mundo. Según las categorías elegidas, permite obtener datos de emisiones de todos los gases de efecto invernadero agregado, o solo de dióxido de carbono, datos por sectores, por país o desagregados en cálculos por persona.

¿Qué cantidad de emisiones es justa?

En partes posteriores del documento, Batto se dedica a la cuestión de la justicia climática, cuya conceptualización permite más que un enfoque. “Se puede dividir la responsabilidad por el cambio climática en muchas maneras (por dólar de economía, por hectárea, por país, etc.), pero la forma más justa es por persona. Cada persona en el planeta debe tener el derecho de emitir la misma cantidad de gases de efecto invernadero (GEI)”, establece Batto.

Antes de ocuparse de los planes energéticos de Bolivia, Amos Batto analiza la factibilidad de diferentes metas de limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C, el límite político establecido por la mayoría de los países del mundo. Batto muestra los diferentes estudios y escenarios, de cómo el mundo podría lograr esta meta y lo contrasta con la tasa de aumento de las emisiones de los últimos años, para llegar a la conclusión de que “el mundo está en ruta para tener entre 4 °C y 6 °C de calentamiento para finales del siglo 21”, con dramáticas consecuencias.

Su conclusión: “El cambio climático conlleva muchas formas de injusticia, pero la falta de acción para solucionar la crisis sólo ampliará esta injusticia. Hasta ahora la mayoría de la discusión nacional se ha enfocado en las cuestiones de "¿cómo vamos a ser afectados por el cambio climático?" y "¿a quién podemos echar la culpa por esta crisis?"; sin embargo, la pregunta principal creemos debe ser "¿cómo nosotros podemos actuar para solucionar la crisis?"

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Elaborado con datos del Programa Nacional de Cambios Climáticos (PNCC), que son reportados a la Convención Climática; fuente: http://unfccc.int/di/DetailedByParty.do

 

Metas para una campaña nacional contra el cambio climático

En la última parte del texto, hablando de las “pautas para enfrentar el cambio climático”, Amos Batto traza las líneas gruesas de una campaña climática desde la sociedad civil boliviana. 

Con mirada a las negociaciones climáticas internacionales constata que “la única manera para sobrevivir es dejar de echar la culpa a otros y asumir nuestra propia responsabilidad para limitarnos en un cupo de carbono entre 2000 y 2050 y eventualmente lograr cero emisiones netas entre 2050 y 2100".

Partiendo de esta premisa de asumir responsabilidades en casa, el autor enfatiza el rol de la sociedad civil: "El primer Encuentro Nacional  de la Sociedad  Civil Boliviana sobre el Cambio Climático" en 23 de octubre de 2013 en La Paz ha articulado metas muy fuertes al respecto. En su declaración consensuada, la sociedad civil boliviana ha exigido que el mundo deje 80% de las reservas hidrocarburíferas en el suelo, pero también ha exigido que Bolivia deje 80% de sus propias reservas en el suelo. Además, ha establecido una meta de bajar la deforestación anual de 350.000 hectáreas a 100.000 hectáreas durante la próxima década. En otras palabras, la sociedad civil boliviana ha demandado que Bolivia tome responsabilidad por la crisis climática igual que el resto del mundo”.

La meta de una campaña para reducir emisiones bolivianas propuesta por el activista de Reacción Climática "es cerrar la brecha entre el discurso inspirador del gobierno y sus planes actuales de desarrollo sucio que están basados en el extractivismo y la exportación de recursos naturales y productos agrarios que dañan al medio ambiente. En lugar de copiar el modelo de desarrollo sucio del mundo occidental que ha llevado al planeta a la actual crisis ecológica, la campaña debe insistir en estilos de vida alternativos que producen poco carbono".

Amos Batto trazó los primeros elementos para una estrategia para el movimiento climático en Bolivia: "Es necesario crear un movimiento nacional de activistas para enfrentar el lobby del sector hidrocarburífero y del sector agroindustrial, pero la única manera de crear tal movimiento con suficiente fuerza es empezar a cambiar los valores del pueblo que apoya el desarrollo sucio. El primer paso para lograr esta transformación actitudinal es explicar claramente que predicen los científicos en un mundo de 4 a 6 grados de calentamiento". El activista-analista Batto se muestra optimista acerca del valor de la información para provocar un cambio de actitud en la población boliviana: "Cuando la gente entiende las consecuencias del desarrollo sucio, de repente, la habilidad de comprar un celular Android y conducir un auto particular es mucho menos importante que el agua del Lago Titicaca, lluvias en el altiplano sureño, glaciares en los Andes y bosques en la cuenca amazónica. Cuando los agroindustriales y ganaderos entiendan que su deforestación y sus incendios agrarios pueden transtornar el ciclo de agua y causar el colapso de su producción agraria en el largo plazo, su resistencia a reformas agrarias se desmoronará. Cuando el pueblo cruceño y tarijeño sepa que su agua será contaminada por el fracking, su entusiasmo por el extractivismo se derrumbará. Más importante, el pueblo boliviano en general desarrollará la disposición política para controlar a los sectores que siguen insistiendo en su derecho de emitir muchos GEI". Luego, Batto presenta recomendaciones de cómo se podría incentivar el consumo de poco carbono y financiar la inversión necesaria para lograr una economía de cero carbono.

Las conclusiones a las que llega el autor a lo largo de su análisis, que pueden parecer hasta polémicos, seguramente no sean compartidas por todos, pero los datos proporcionados ameritan ser tomados muy en serio en el debate sobre el rumbo de las políticas de cambio climático en Bolivia actualmente en curso.

Aunque no es un documento científico en el sentido estricto de la palabra, la extensa recopilación de datos sobre emisiones de gases de efecto invernadero y políticas energéticas y de desarrollo en Bolivia proporcionado por el analista Batto, son de muy alto valor para este debate. Todos los datos presentados y cálculos realizados se encuentran meticulosamente documentados y respaldados por un sinnúmero de estudios científicos (solo las referencias bibliográficas ocupan 15 páginas enteras), además de datos de organismos internacionales competentes y de diferentes instancias del gobierno boliviano.

 

 

 

Archivos adjuntos:
EmisionesDeBoliviaV12 (2).pdf
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Por Dirk Hoffmann, 02 de Junio de 2014

Un grupo de científicos dedicados a la criósfera, al estudio de las regiones de nieve y hielo, empezaron a usar el término “Imperativo de la Criósfera” (Cryosphere Imperative) para argumentar la necesidad de niveles más altos de ambición en la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, en base a los riesgos muy reales que el cambio climático ya posa para estas regiones.

La Iniciativa International de la Criósfera y del Cambio Climático (ICCI), conjuntamente con un rango de organizaciones polares y de montaña, incluyendo el Instituto Boliviano de la Montaña, estarán trabajando para llevar la atención de los gobiernos y de las sociedades en general hacia estos tópicos en el camino a la COP 20 en Lima y el Acuerdo de París de 2015. El texto abajo, versión en castellano, resume las líneas principales de este “Imperativo de la Criósfera” y sus implicancias para el proceso de negociación climática en Lima y París.

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Hielo marítimo en el Ártico, fuente: www.iccinet.org

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Por Dirk Hoffmann, 26 de Mayo de 2014

A comienzos de mayo, se realizó la tercera Conferencia Internacional de Ciencia y Política sobre la Resiliencia de Sistemas Sociales y Ecológicos “Resilience 2014” en Montpellier en el sur de Francia.

Bajo el lema “Resiliencia y Desarrollo: Movilizando para Transformación” los 900 participantes de los ámbitos académicos y políticos, de la gestión pública y de la práctica del desarrollo de todo el mundo durante una semana debatieron avances conceptuales e intercambiaron experiencias prácticas sobre resiliencia, adaptación, transformación y desarrollo.

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Por Dirk Hoffmann, 19 de Mayo de 2014

Según el documento “Montañas como Torres de Agua del Mundo: Un llamado para la acción sobre las Metas del Desarrollo Sostenible (MDS)” (Mountains as Water Towers of the World: A call for action on the Sustainable Development Goals – SDGS), mediante su función de cuenca, las montañas proveen agua para consumo humano, riego, industria y la producción de alimentos y energía para la mitad de la población global.

El mes pasado la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) lanzó este nuevo documento corto temático (policy brief), como parte de una campaña de llamar la atención sobre la importancia de las montañas en el marco de las discusiones sobre las Metas de Desarrollo Sostenible (MDS) dentro de las Naciones Unidas.

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Por Dirk Hoffmann, 12 de Mayo de 2014

Berlín, la capital de Alemania, una de las potencias económicas del mundo, se ha puesto una meta ambiciosa: Llegar a ser una ciudad “neutra en carbono” hasta mediados de este siglo.

“Berlín puede reducir sus emisiones de CO2 de alrededor de 21 millones de toneladas anuales a solo 4,4 en el año 2050”, que significa una reducción del 85%; este es el mensaje central de un estudio de factibilidad presentado recientemente por la administración de la ciudad.

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