A finales de la semana pasada, frente a las costas de México en el Pacífico oriental, emergió el huracán “Patricia”, el más fuerte jamás medido en el hemisferio americano con vientos sostenidos de 305 km/h.
Debido a una mezcla de factores, entre ellos la oportuna implementación de medidas preventivas del Estado mexicano y el hecho de que el ojo del huracán tocó tierra en una zona costera poco poblada, se evitaron saldos catastróficos. Aunque la mano del cambio climático es innegable, la mayoría de los políticos, periodistas y comentaristas evitaron mencionarlo.
Imagen del huracán Patricia llegando a las costas de México; fuente: www.wunderground.com
[leer más]2015
En una reciente iniciativa del WWF Escocia los líderes de los cinco principales partidos políticos se han comprometido incluir planes para enfrentar el cambio climático en sus propuestas electorales para las elecciones parlamentarias de mayo próximo, dando importancia y visibilidad al tema.
Desde 2009 Escocia, uno de los países más nórdicos de Europa, cuenta con su propia Ley de Cambio Climático, que define una reducción de las emisiones del 42% hasta 2020 y del 80% hasta 2050 (comparado con 1990 como año base).
La calefacción es un tema central en la discusión sobre la mitigación
[leer más]“Evaluación de la participación boliviana en la COP 20 y proyección de la influencia de la sociedad boliviana hacia la COP 21” era el título de un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en febrero pasado, cuya memoria está siendo divulgada ahora.
A pocos meses de la COP 21 en París, esta se constituye en un insumo de gran utilidad para promover el debate en el país. Presentamos a continuación reflexiones de Gustavo Guzmán y Dirk Hoffmann acerca de los retos para la sociedad civil boliviana compartidas en aquella ocasión, que todavía son válidas para el actual momento.
Un NO-LUGAR (Gustavo Guzmán)
Un NO-LUGAR. Este parece ser el lugar de la llamada “sociedad civil” boliviana en el actual debate mundial sobre la crisis climática. Un NO-LUGAR acotado por dos circunstancias, algo distantes en el tiempo: la emblemática “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, ocurrida en Tiquipaya, Cochabamba (20 al 22 de abril de 2010) —en la que esa sociedad civil fue protagonista central—, y el momento actual —año 2015, a meses de la tan esperada reunión climática en París— en que ese protagonismo parece haber desaparecido, o al menos se encuentra sometido a la temperatura de una congeladora.
Ésa, entre otras varias, fue una de las principales reflexiones que surgieron en el Taller titulado largamente así: “Evaluación de la participación boliviana en la COP 20 y proyección de la influencia de la sociedad boliviana hacia la COP 21”. Durante exactamente cinco horas y diez minutos, entre las 9.10 y las 17.20 del miércoles 25 de febrero, y reunidos bajo el abrigo de la Fundación Friedrich Ebert, un grupo de ambientalistas-activistas, periodistas y representantes de organizaciones sociales, tuvieron en frente un doble desafío:evaluar y analizar, primero,los alcances de la reciente Conferencia de las Partes (COP 20) sobre Cambio Climático, realizada en Lima en diciembre pasado; y, segundo —lo más importante— trazar los rumbos de lo que será —o podría ser— la participación boliviana en la próxima COP 21, la que tiene fecha cerrada en diciembre de este 2015, en París.
Eso de la “participación boliviana”, así como aparece en el párrafo anterior, resulta completamente insuficiente si se quiere entender los propósitos del Taller. Lo que el encuentro buscaba es concentrar la mirada de los participantes en las posibilidades de la sociedad boliviana de influir en lo que será la presencia de Bolivia —del gobierno de Bolivia, para ser urgentemente precisos—en la reunión de París. “Influir”, a su vez —como quedó demostrado en el Taller— supone re-articular, re-armar y re-forzar las también constatadas alicaídas y debilitadas fuerzas de esa sociedad que alguna vez sí tuvo esa capacidad: influir.
Las exposiciones
La primera de las cuatro exposiciones, fue una ilustrativa reseña —con los datos imprescindibles que hay que saber a la hora de hablar de cambio climático y calentamiento global— del Quinto Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ese grupo de científicos que lleva las cuentas de la crisis climática que aprieta al Planeta. El valor de esta exposición radica en que, plantea —a partir del Informe del IPCC— los desafíos y tareas que enfrenta Bolivia (o que debiera enfrentar) ante el cambio climático y la proximidad de la Conferencia de las Partes en París.
“El Quinto Informe AR5 del IPCC. Los retos y desafíos para Bolivia"
(Dirk Hoffmann)
Creo necesario, primero, ubicar la discusión boliviana sobre el cambio climático y los retos que enfrenta el país en un contexto más global.
Quienes nos dicen cuál es la realidad del cambio climático, quienes resumen los conocimientos existentes sobre este fenómeno, son los científicos del llamado Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático [IPCC, por su sigla en inglés]. El IPCC es un grupo asesor de las Naciones Unidas en el tema del cambio climático.Estos científicos recopilan toda la información publicada acerca del cambio climático global, y es de esa información de donde salen los retos para Bolivia.
El quinto informe del IPCC tiene tres partes. La primera se refiere a la base de la ciencia física que nos dice qué se sabe sobre cambio climático, cómo funciona y cuáles son sus efectos. La segunda parte nos informa sobre los impactos del cambio climático, la vulnerabilidad de las comunidades frente a este fenómeno y las posibilidades de adaptación. En otro de sus acápites, esta segunda parte presenta la información a modo de capítulos regionales, y ahí hay un capítulo regional específico sobre América Latina. La tercera parte del informe está dedicada a las posibilidades de mitigación del cambio climático. Finalmente, el informe concluye con un resumen agregado de sus tres partes.
La “Casa de los Ningunos”, La Paz
Ahora bien, más allá del quinto informe del IPCC, lo que es posible constatar es que desde hace siete años, luego del penúltimo informe del IPCC, se ha producido a nivel global un considerable aumento en planes y estrategias de mitigación y adaptación nacionales que pueden contar con la asistencia y el financiamiento internacional. Y esto, innegablemente, es uno de los resultados de las negociaciones climáticas. Para acceder a ese apoyo, sin embargo, son necesarias políticas, también nacionales, de mitigación y adaptación. En el caso de Bolivia, lamentablemente, no contamos con una política nacional de cambio climático, no tenemos una política nacional de adaptación ni de mitigación frente al calentamiento global. Puede suponerse que esas políticas se están trabajando en la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra en este momento, pero lo importante es destacar que no contamos con esos instrumentos, y esto, creo yo, frente a los desafíos que nos plantea la próxima COP en París, debiera ser un tema de discusión importante en el país, es decir, cómo contar con esos planes lo más pronto posible.
Esto último tiene relación con registro de países con el Fondo Climático Verde, el fondo que se maneja dentro de las Naciones Unidas como parte de la Convención climática. Este es el fondo que se ha creado para apoyar iniciativas de adaptación y mitigación de los diferentes países; es en este fondo donde estos países tendrían que adscribirse para tener acceso a estos fondos y financiar proyectos.Creo que este es otro tema que, si bien no está ligado directamente a los informes del IPCC, está directamente ligado a los resultados concretos de las negociaciones climáticas.
El camino hacia adelante
La tarea que emerge del informe del IPCC para todos los países comprometidos en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global es muy clara. Esa tarea consiste, fundamentalmente, en la transformación de nuestras economías en economías de cero carbono. Y es una tarea que hay que cumplirla en pocas décadas. Se trata de una tarea global y nacional a la vez, una tarea que nos conduce a un tema de fondo en la discusión actual en el país.
El segundo tema de fondo que se nos plantea para la discusión nacional es el siguiente: En el sector agrícola y en la silvicultura, las emisiones de CO2 per cápita en Bolivia son más altas que las emisiones de Europa occidental. Esto se debe, sobre todo, a los actuales niveles de deforestación y a los chaqueos en las tierras bajas. A nivel global, el sector de la agricultura y la silvicultura, y otros usos del suelo, contribuyen con un cuarto de las emisiones de GEI.
Las opciones de mitigación, en el caso de la silvicultura, incluyen el manejo forestal y la reducción de la deforestación. En el caso de la agricultura, las opciones de mitigación son un mejor manejo y restauración de los suelos orgánicos. Y estas opciones, tal como se desprende del informe, se presentan en el país como retos y tareas muy claras y directas para las políticas públicas bolivianas, para sus políticas de protección de bosques y de desarrollo agropecuario.
¿Qué hacemos con la economía boliviana o cómo la transformamos si no podemos seguir basando los ingresos del país en la extracción de hidrocarburos? No es este, indudablemente, un problema que se resuelva de un día al otro, pero creo que pensar y discutir este tema nos ayuda a dar pasos y a diseñar estrategias respecto del camino que tenemos que seguir.
Yo advierto, sin embargo, que en Bolivia todo el mundo está feliz: tenemos hidrocarburos, nuestros principales ingresos proceden de su exportación y esto produce bienestar —y esto no me parece nada mal—, pero en relación al cambio climático esta tendencia es preocupante. Si queremos aportar a la mitigación del cambio climático y conservar condiciones de vida aceptables en la Tierra, ése es un camino que no debiera seguirse. Este es un reto muy, muy grande para la sociedad boliviana.
MEMORIA TALLER COP 20 A LA 21-GG-0215 (1).pdf | |
Presentacion Dirk Hoffmann-250215.pdf |
Las contradicciones del “modelo” boliviano, con los discursos del “Buen vivir”, la protección de la Pachamama y los derechos de la naturaleza por un lado, y la política de intensificación de exploración y explotación de los recursos energéticos fósiles al otro, salen cada vez más a la vista.
Compartimos a continuación el texto “Moratoria petrolera y cambio climático: las alternativas otra vez bajo ataque” del analista uruguayo Eduardo Gudynas, que son reflexiones del autor acerca de la invitación del gobierno boliviano a una nueva “Cumbre de los Pueblos”, a realizarse del 10 al 12 en Tiquipaya, municipio vecino de Cochabamba.
Imágenes de la cmpcc en Tiquipaya en abril de 2010
[leer más]2015
Las “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional” (INDCs) son la piedra fundamental para la construcción de un nuevo acuerdo climático en la COP 21 a finales del año. Para que el secretariado de la Convención Climática pueda preparar un documento de síntesis hasta el 1º de noviembre, deben ser presentados hasta el 30 de septiembre del año en curso, es decir en pocos días.
Bolivia todavía no subió su propuesta de cómo aportaría a la lucha global contra el cambio climático al portal de la Convención, tampoco se había iniciado un proceso de comunicación y consulta con la sociedad, como en otros países. Documentamos a continuación una versión resumida de la “Propuesta de la sociedad civil sobre el INDC de Bolivia” que fue presenta una propuesta para la discusión y cuya versión íntegra se puede descargar aquí.
Mapa de los países que ya presentaron sus INDCs al 24 de septiembre de 2015; fuente: WRI/CAIT
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El cambio climático impacta a las regiones de montaña más que muchas otras partes del globo. Las bases de vida de las poblaciones de montaña peligran por temperaturas más altas, eventos extremos, cambios en las precipitaciones y el retroceso de los glaciares.
Para llamar la atención del mundo sobre esta situación, el secretariado de la Alianza para las Montañas (Mountain Partnership) ha lanzado la iniciativa para una Petición Internacional y una Declaración sobre Montañas y Cambio Climático para la COP 21 en París.
Nevado Illimani, Bolivia
[leer más]El cambio climático es un fenómeno global y nos afecta a todos. Pero el cambio climático es también sobre desigualdades, porque no afecta a todos por igual; ni al Sur de la misma manera que al Norte, ni a los ricos como a los pobres, y tampoco a los hombres como a las mujeres.
Para dar una cara a las desigualdades de género en relación a los impactos del cambio climático, el Centro para la Democracia en Cochabamba ha reproducido las historias de vida de cuatro mujeres de un barrio peri-urbano de la ciudadbajo el título “Cambio Climático es....hablar de Mujeres”.
Foto: www.democracyctr.org
[leer más]2015
“¿Qué podemos esperar de la COP 21 de París? Los avances en las negociaciones internacionales sobre Cambio Climático” era el título de un conversatorio organizado por la Plataforma Climática Latinoamericana a mediados de agosto en Bolivia.
Publicamos a continuación una entrevista que realizamos al expositor Enrique Maurtua Konstantinidis de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y coordinador del Proyecto de Agendas Climáticas Nacionales en su paso por la ciudad de La Paz.
Enrique Maurtua Konstantinidis de FARN durante la entrevista con el Klimablog.
[leer más]El 23 de julio de este año, el científico del cambio climático más renombrado del mundo, James Hansen, ha lanzado una “bomba” al debate académico-político sobre cambio climático. En una revista científica de acceso abierto, conjuntamente a otros 16 científicos, ha publicado el artículo "Derretimiento de hielo, aumento del nivel del mar y super-tormentas. Evidencias de distintas fuentes: datos paleoclimáticos, modelamiento climático y observaciones modernas que en conjunto constata que 2 °C de calentamiento es altamente peligroso”.
La conclusión: Siguiendo la actual trayectoria de emisiones, un aumento del nivel del mar de varios metros hasta 2100 es casi inevitable. “Disrupción social y consecuencias económicas de un aumento del nivel del mar de esta magnitud podrían ser devastadoras”.
Croquis de Hansen que visualiza los mecanismos descritos que llevarían a una desintegración acelerada de las capas de hielo de la Antártida
[leer más]Los glaciares del mundo se derriten a una velocidad cada vez más acelerada, esta es la constatación principal del nuevo estudio “Retroceso glaciar global a comienzos del siglo XXI sin precedentes históricos” (Historically unprecedented global glacier decline in the early 21st century) publicado recientemente en la revista científica Journal of Glaciology.
Usando la base más grande de observaciones glaciares existentes, Michael Zemp, director del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS) y sus co-autores han realizado la evaluación del estado de los glaciares del mundo más completa.
El glaciar Pastoruri en la Cordillera Blanca, Perú en 2012.
[leer más]Lastimoamente ya no es posible suscribirse