2015
Hace dos semanas la pequeña nación isleña del Pacífico sur de Vanuatu sufrió el paso del ciclón “Pam”, uno de los muchos ciclones que pasan por el Pacífico durante esta época.
La devastación tremenda causada por esta tormenta tropical de categoría 5 nos muestra con una brutal claridad lo que será la “nueva normalidad” para esta parte del globo con temperaturas globales cada vez más altas.
Casas destruidas por el ciclón “Pam” en Vanuatu; foto: UNICEF Pacific
[leer más]La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.
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Por la actualidad del tema para el debate nacional, volvemos hoy –a pocos días del cuarto aniversario del accidente nuclear en Fukushima- sobre el tema energético. A fines de enero, en ocasión del comienzo del tercer mandato presidencial de Evo Morales, el vicepresidente de la comisión de economía y energía del parlamento alemán Klaus Barthel visitó Bolivia.
Reproducimos a continuación una versión acortada de la exposición sobre el “viraje energético alemán” que el Sr. Barthel dio el día 23 de enero del año en curso en un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en La Paz. El evento tuvo el objetivo de compartir la experiencia particular de la nueva etapa que emprende Alemania a partir de la decisión de realizar un viraje en la producción y consumo de energía, renunciando a producir energía atómica y aumentar la parte de las energías sostenibles en su matriz energética.
Paisaje devastado por una mina de lignito a tajo abierto (izq.) y una central térmica en base a lignito (dcha.) en la región alemana de Lusicia.
[leer más]“¿Acaso hemos olvidado esta reciente tragedia que continúa haciendo estragos?”, pregunta Cecilia Requena, nuestra autora invitada para recordar el cuarto aniversario del accidente atómico en la central nuclear de Fukushima, Japón, el 11 de marzo de 2011.
Mediante esta entrada al Klimablog nos adherimos a las conmemoraciones para las víctimas del “uso pacífico” de la energía nuclear en el mundo y reiteramos nuestra convicción que la energía nuclear no tiene lugar en la lucha contra el cambio climático.
La planta nuclear de Fukushima; fuente: http://www.tepco.co.jp
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La Ruptura de Lagunas Glaciares (Glacial Lake Outburst Floods – GLOFs) en zonas de alta montaña es un fenómeno claramente ligado al calentamiento global, causa principal del retroceso glaciar. El único caso documentado de una inundación debido a la ruptura de una laguna glaciar en Bolivia hasta la fecha ha ocurrido en 2009 en Keara, pequeño pueblo en la Cordillera Apolobamba.
En 2014, la investigadora inglesa Kathryn Robertson estaba en la región para realizar un estudio de campo detallado de la laguna “PEL_ORCO_002” en la cabecera del valle de Pelechuco. Presentamos a continuación una versión abreviada y traducida de su informe de campo.
Mapa de ubicación de la laguna glaciar en el valle de Pelechuco (K. Robertson)
[leer más]Tuvalu es considerado uno de los países del mundo más vulnerable al cambio climático. Sus nueve grupos de pequeñas islas y atolones tienen una altitud promedio de solo 2 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, los 10.000 habitantes no quieren verse solamente como potenciales refugiados climáticos, pidiendo ayuda al resto del mundo. En foros internacionales, el gobierno denuncia los impactos del cambio climático sobre las condiciones de vida de su país; en casa la población busca formas de adaptarse.
La capital Funafuti en Tuvalu desde el aire; foto cortesía de Shuuichi Endou.
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Reacción Climática ha lanzado la campaña “¡Este Carnaval No dañes la Capa de Ozono!”, alertando sobre la destrucción de la capa de ozono por el uso de espumas carnavaleras, que por su contenido de hidroclorofluorocarbonos además contribuyen al calentamiento global.
Con motivo de las fiestas carnavaleras de estos días, presentamos aquí una versión abreviada del texto “Debe ser prohibida la venta de espumas carnavaleras que contienen gases de flúor” de Amos Batto, investigador de Reacción Climática y TierrActiva. La versión extendida incluye además todas las referencias y fuentes usadas por el autor.
[leer más]En su reciente visita a la India, el presidente de los Estado Unidos, Barack Obama, ha pretendido convencer al primer ministro Narendra Modi de comprometerse a metas concretas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, Modi dejó muy claro que la prioridad de su gobierno era la lucha contra la pobreza y el desarrollo económico – y no el cambio climático. Los acuerdos bilaterales en términos de energía y clima priorizan la energía nuclear y facilitan inversiones norteamericanas en los sectores solar y eólica.
[leer más]En la entrada anterior se ha presentado la primera parte del nuevo libro de los investigadores socio-ecológicos Gerardo Honty y Eduardo Gudynas “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”, en la cual los autores han resumido el panorama energético y de cambio climático regional y global.
Presentamos en esta entrada al Klimablog la segunda parte, “Alternativas al desarrollo y transiciones”, que contiene la propuesta concreta de los autores para la re-orientación de las políticas de “desarrollo” en América del Sur y Central y para un liderazgo climático latinoamericano.
Gerardo Honty (izq.) y Eduardo Gudynas (dcha.) en la Cumbre de los Pueblos en Lima, diciembre de 2014
La propuesta: Alternativas al desarrollo y transiciones
En la reciente Cumbre de los Pueblos paralelo a la Conferencia Climática COP 20 en Lima en diciembre pasado, Gerardo Honty y Eduardo Gudynas del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) presentaron su nuevo libro “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”.
La primera parte “El paradigma de desarrollo y la situación actual” –que ha sido resumido en la anterior entrada al Klimablog- estaba dedicada a la situación general energética y de cambio climático en América del Sur y Central. En base a su análisis, Honty y Gudynas constatan que “no hay dudas acerca de la necesidad de un cambio radical en la matriz energética”, porque “el cambio climático establece un límite claro”.
Por lo tanto, en la segunda parte proponen “caminos alternativos basados en transiciones; transiciones que se traducen en políticas, instrumentos y medidas concretas para transitar de la crisis actual hacia el Buen Vivir.” Procurar estas “alternativas al desarrollo” no es solamente una obligación frente a las generaciones futuras, sino brinda enormes oportunidades para construir nuevas opciones frente al cambio climático y propiciar cambios sustanciales en nuestra matriz energética”.
Cambio climático y desarrollo
Con miras hacia las negociaciones climáticas internacionales, Honty y Gudynas plantean la necesidad de un “acuerdo global que permita hacer la transición con equidad”, que es un gran desafío para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Sin embargo, el tema es más de fondo todavía: “Pero hay un desafío aún mayor y es que, sea cual sea el sentido dado al término equidad, existe un acuerdo generalizado en que esto refiere a un estado en el que todos alcanzan el ´desarrollo´, entendido este como los niveles de confort, tecnología y consumo de los países ´desarrollados´.”
Honty y Gudynas señalan que para esto las energías renovables existentes en el mundo no alcanzarían, pero tampoco ven la eficiencia energética como panacea: “La eficiencia energética por su parte es una medida que puede presentar un ´efecto rebote´ que redunde en un aumento del consumo de energía más que en una reducción, como lo demuestra la historia energética”. Existe un sinnúmero de ejemplos, donde el aumento de eficiencia ha llevado a un mayor uso, que ha resultado en un aumento en el consumo total de energía y, en consecuencia, mayores emisiones.
Por lo tanto, lo que se necesitan son “políticas, que conduzcan a una reducción efectiva del consumo energético”. Esto es solo posible con un cambio de paradigma – y no es suficiente la redefinición de los conceptos de “desarrollo” y “progreso”, los dos hijos predilectos de la modernidad. “El cambio climático actual es una consecuencia directa de esa cultura anclada en el progreso. Por lo tanto, cualquier alternativa sustancial ante ese problema requiere abordar esas bases conceptuales del desarrollo. (...) Este es el campo de las alternativas al desarrollo.”
Las “alternativas al desarrollo” y el Vivir Bien en América Latina
“Las alternativas al desarrollo imponen cambios que se organizan para trascender las posturas actuales sobre el desarrollo en todas sus variedades. Sin duda son posturas que se distancian radicalmente de estrategias de desarrollo de estirpe neoliberales. Pero imponen un desafío mayor en tanto también expresan un horizonte de cambio para ir más allá del capitalismo como del socialismo. Esos particulares objetivos están siendo ampliamente debatidos en América Latina, y en la región andino-amazónica se expresan en las ideas del Buen Vivir”.
Sin embargo, los autores reconocen que “las alternativas al desarrollo orientadas al Buen Vivir no son sencillas de diseñar ni de implementar, ya que rompen con muchas de las ideas aceptadas sobre el desarrollo.” Esto tiene ciertas consecuencias para la estrategia propuesta: “Por lo tanto, hay que reconocer que los cambios hacia el Buen Vivir que permitan lidiar con el cambio climático, no pueden ser impuestos de un día para otro, y será necesaria una construcción paulatina. Es un proceso de transiciones.”
Pero no solamente es una construcción paso a paso, sino también es un proceso político con una fuerte orientación social: “Se puede indicar esquemáticamente que estas transiciones construyen salidas a la condición actual encaminadas bajo dos condiciones: la erradicación de la pobreza y la preservación de la naturaleza”.
En este cuadro, los países andino-amazónicos se encuentran con un doble reto, por un lado, las exportaciones de hidrocarburos aportan a las emisiones de gases de efecto invernadero de otros países; y por otro lado, deben reducir sus propias emisiones, “destacándose en todos los casos la deforestación, agricultura y otros cambios en los usos del suelo”.
Relativo a las exportaciones de gas y petróleo, Honty y Gudynas constatan “una cierta hipocresía en las discusiones internacionales sobre cambio climático, donde los países latinoamericanos repetidamente culpan a las naciones industrializadas por sus altas emisiones de gases invernadero”. Sin embargo, hay una clara complicidad: “Si bien eso es cierto, se olvida que muchos de estos países exportan hidrocarburos hacia esos destinos”. ¿Cuál es la consecuencia que Honty y Gudynas sacan de este análisis? – “Si los latinoamericanos realmente quieren combatir esas emisiones deberían suspender ese tipo de exportaciones haca la globalización”; una demanda muy contundente para una nueva política climática regional.
Transiciones
Las ideas de transiciones se distinguen de las propuestas de decrecimiento, en que “sacan del centro de la discusión a los indicadores de crecimiento, y se enfoca en la calidad de vida y la protección ambiental”. Por lo tanto, “las medidas de transición en energía están estrechamente asociadas a revisar las políticas de conservación ambiental y agropecuaria”.
Para comenzar a implementar las transiciones necesarias, los autores sugieren algunas “acciones de emergencia y urgencia”, como por ejemplo la suspensión de nuevas exploraciones de hidrocarburos en las regiones andino-amazónicas. Frente a la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono, “carece completamente de sentido aumentar la cantidad de reservas de algo que no podrá ser utilizado”.
Las medidas propuestas por Gerardo Honty y Eduardo Gudynas, se refieren al marco regulatorio social y ambiental, la evaluación de las extracciones de hidrocarburos en operación y el redireccionamiento del uso y comercio en hidrocarburos. Este último punto lleva al punto central de esta propuesta de transiciones, una “desvinculación selectiva de la globalización”. Argumentan: “En las transiciones la prioridad en el uso de esos hidrocarburos serán las necesidades nacionales en primer lugar, y luego las regionales”, y proponen una nueva integración latinoamericana, lejos de las estrategias de IIRSA. “Nuestra propuesta transicional es avanzar hacia un regionalismo autónomo de esa globalización”.
Sigue un pequeño catálogo de otras medidas, que conjuntamente formarían la base de una política de transición: Corrección de precios y revisión de subsidios perversos, control y gestión ambiental y territorial, cambios en el sector transporte, en el sector industrial y residencial. Las propuestas de políticas en el sector agropecuario se centran en detener la deforestación, “esto implica congelar la superficie de bosque en toda la región”.
La agenda de políticas públicas propuesta por Honty y Gudynas describe la base de las transiciones y constituye un insumo importante para las discusiones a nivel nacional de los países de la región que permite medir cuán serios son cuando hablan de cambio climático y Vivir Bien.
La conclusión de los autores: Las transformaciones delineadas “son modificaciones sobre nuestras apetencias de consumo o los sobrentendidos de la calidad de vida. Las transiciones deben ser, por lo tanto, profundamente democráticas. Pero eso no impide reconocer que son urgentes, deben ser sustanciales, y es necesario iniciarlas cuanto antes para enfrentar el cambio climático.”
Liderazgo climático latinoamericano
Hacia el nivel internacional los autores hacen un llamado fuerte a los países de la región “de promover otra actitud a nivel de las negociaciones internacionales en cambio climático, tanto en los gobiernos como en parte de la sociedad civil. No tiene sentido seguir dilatando medidas propias dentro del continente, esperando a un acuerdo global que involucre a todas las naciones”.
En vez de seguir con estos viejos esquemas, lo que Honty y Gudynas esbozan su visión de futuro para los países latinoamericanos: “Dicho de otro modo, la región debe tomar el liderazgo en las transiciones, y en lugar de basar sus discursos en pedidos de asistencia o denuncias, hacerlo en un liderazgo apoyado en acciones propias, innovadoras y de vanguardia sobre el cambio climático.”
Si esta visión se queda en el reino de las utopías, o se transforma en guía y orientación para toda una región, depende ahora de cada uno – de los países, de las sociedades y de las comunidades y también de cada uno de nosotros.
Gerardo Honty y Eduardo Gudynas del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) aprovecharon la Cumbre de los Pueblos paralela a la Conferencia Climática COP 20 en Lima en diciembre pasado para presentar su nuevo libro “Cambio climático y transiciones al buen vivir. Alternativas al desarrollo para un clima seguro”.
Presentamos en esta entrada al Klimablog la primera parte del libro, “El paradigma de desarrollo y la situación climática”, donde los autores resumen el panorama energético y de cambio climático. La segunda parte (“Alternativas al desarrollo y transiciones”), que contiene la propuesta concreta para la re-orientación de las políticas en América Latina, será presentada en la siguiente entrada al Klimablog.
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